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Los bulldogs pertenecen a un grupo de perros que se caracterizan por tener el rostro aplastado y plano. El término oficial para esta característica es braquiocefálicos, lo que significa que tienen el cráneo acortado. [1] A pesar de lo adorables que resultan sus rostros planos, la falta de una nariz de longitud normal ocasiona todo tipo de problemas con la estructura del tracto respiratorio superior. Es por esta razón que los bulldogs son propensos a sufrir dificultades respiratorias. En función de la gravedad de su estado, estas dificultades pueden resultar fatales, por lo que es indispensable que aprendas a reconocer sus síntomas y a diagnosticar problemas respiratorios si eres dueño de un bulldog.

Método 1
Método 1 de 3:

Reconocer los síntomas de un problema respiratorio

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  1. Este es uno de los principales indicios de problemas respiratorios en un bulldog, lo que significa que el perro jadea más de lo que podría considerarse normal o lo hace en situaciones en las que no debería. El perro puede respirar rápidamente y de manera superficial. [2]
    • Es probable que tenga la lengua fuera y la baba o la saliva colgando desde los carrillos.
  2. Tu mascota puede presentar otros problemas respiratorios además del jadeo, por ejemplo, puede comenzar a toser mucho. Además, puede presentar tos seca (como si no recibiera aire suficiente o tuviera algo atorado en la garganta). [3]
    • Puede comenzar a ahogarse debido a la tos o a la falta de aire.
    • También puede comenzar a resoplar o a reproducir ronquidos mientras respira.
  3. Debido a sus problemas respiratorios, es probable que tu perro sea incapaz de llevar a cabo el mismo tipo de actividades físicas que otros perros. Los ejercicios intensos o excesivos pueden hacer que jadee demasiado. Además, es probable que no pueda ejecutar ninguna actividad física en lo absoluto. [4]
    • Tu perro puede presentar más limitaciones físicas en un clima cálido y húmedo.
  4. Tu mascota puede presentar este tipo de síntomas debido a su dificultad para respirar. Además, puede presentar una expresión tensa o preocupada en su rostro, mantener la cabeza gacha con el cuello recto y rechazar los alimentos. [5]
    • Tu perro puede mostrarse reacio a moverse o caminar.
    • También puede sentarse con los codos lejos de su cuerpo.
  5. Esto puede conducir a síntomas más serios. Las membranas de la boca de tu perro (que suelen ser rosadas) pueden tornarse azules. Esto es evidencia de que tiene problemas para recibir oxígeno. [6]
    • Debido a esta aflicción, el perro puede colapsar respirando de manera acelerada.
  6. Esta es una raza que se considera braquiocefálica. Esto significa que el perro tiene un cráneo acortado (y como consecuencia, una cavidad nasal acortada). Esta condición hace que los bulldogs tengan su característico rostro aplastado y también los conduce a sufrir problemas respiratorios de por vida. [7]
    • Los problemas respiratorios que afectan a los bulldogs hacen referencia al síndrome respiratorio braquiocefálico, que surge como consecuencia de sus anomalías en las vías respiratorias superiores.
    • Casi todos los bulldogs sufren de algunos síntomas de este síndrome. Esto significa que es especialmente importante que supervises los siguientes síntomas para proteger a tu mascota.
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Método 2
Método 2 de 3:

Diagnosticar problemas respiratorios en un bulldog

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  1. Si notas alguno o todos los síntomas de dificultad respiratoria, no debes mover al perro, excepto para llevarlo al veterinario. El médico lo examinará y colocará un estetoscopio sobre su pecho. De esta manera, podrá determinar si el problema se encuentra en el pecho o en las vías respiratorias superiores.
    • Si el perro se encuentra seriamente afligido, el veterinario puede darle un tratamiento para estabilizar su respiración y colocarlo en una cámara de oxígeno hasta que se encuentre fuera de peligro. [8]
  2. Una inspección visual puede darle una idea al veterinario del estado en el que se encuentran las fosas nasales del perro. Al abrirle la boca, se puede observar si la lengua y el paladar blando bloquean la parte posterior de la garganta. [9]
    • Es probable que el veterinario ejerza presión sobre la tráquea para que el perro tosa. Además, puede examinar las encías para detectar decoloraciones que evidencien falta de oxígeno.
    • Para obtener una buena visibilidad de la parte posterior de la garganta se requiere aplicar un anestésico. Luego, el veterinario utiliza un laringoscopio para examinar el paladar blando, el tamaño de las amígdalas y cuán bloqueada se encuentra el área de la garganta.
  3. El veterinario puede realizar una prueba de sangre para determinar si existe alguna enfermedad subyacente que pueda estar causando la dificultad respiratoria (por ejemplo, alguna infección). Si se detecta su existencia, dicha afección puede agravar y empeorar los síntomas respiratorios. En algunos casos, es probable que el veterinario necesite tomar pruebas de imagen para obtener un mejor diagnóstico. En una tomografía computarizada o una radiografía se puede visualizar el tamaño de la tráquea para verificar si es demasiado estrecha o no. [10]
    • El veterinario también puede realizar un ultrasonido para examinar los pulmones y el corazón.
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Método 3
Método 3 de 3:

Lidiar con los problemas respiratorios de un bulldog

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  1. Si eres dueño de un bulldog, debes estar alerta ante cualquier indicio de dificultad respiratoria. Cuando el perro se enfrenta a este tipo de problemas, tienes que tomar medidas para calmarlo y hacer que descanse para que su necesidad de oxígeno se reduzca. [11]
    • Cuando observes que tu perro presenta una dificultad respiratoria, debes hacer que deje de realizar cualquier actividad física de inmediato y mantenerlo calmado para que pueda regular su respiración.
    • Si te encuentras al aire libre, debes meter al perro dentro de la casa. Si no puedes llevarlo a casa rápidamente, debes colocarlo en un área sombreada y fresca.
    • Coloca trapos húmedos y frescos sobre el perro para ayudarlo a bajar la temperatura de su cuerpo.
  2. Debido a que todos los bulldogs son propensos a sufrir problemas respiratorios, puedes tomar medidas para ayudarlo a reducir las probabilidades de que experimente estas dificultades. Las principal medida es controlar el peso de tu perro. [12] La obesidad puede ejercer una mayor presión sobre el sistema respiratorio de tu perro ocasionándole problemas. La pérdida de peso es uno de los tratamientos más comunes para aliviar las dificultades respiratorias de los bulldogs. [13]
    • Debes limitar los ejercicios intensos y los impulsos nerviosos de tu mascota, ya que ambos conducen a la respiración acelerada y al jadeo, que es más difícil de controlar para un bulldog.
    • Debes mantener a tu mascota lo más fresca posible, ya que el calor excesivo puede empeorar sus problemas respiratorios. [14]
  3. Uno de los principales problemas de esta raza es que la estructura de su cráneo se compone de tejido óseo y blando, el tamaño de su nariz es reducido y su rostro es aplastado. Aunque la estructura ósea esté acortada, las estructuras de los tejidos blandos de la boca (como la lengua y el paladar blando) permanecen del mismo tamaño. Debido a esta condición, los problemas estructurales que sufren los bulldogs incluyen los siguientes: [15]
    • Fosas nasales estrechas. A menudo, se encuentran completamente cerradas (en lugar de quedar bien abiertas como las de otras razas). A veces, los bulldogs solo presentan simples hendiduras como fosas nasales.
    • Cavidades nasales comprimidas. La cubierta ósea reducida de la nariz hace que el perro carezca del mecanismo de filtración normal de los cornetes nasales. Este mecanismo sirve para filtrar el polvo y calentar el aire frío cada vez que se inhala.
    • Paladar suave y largo. Un estante carnoso que se conoce como paladar blando divide la nariz de la boca. Dada la naturaleza acortada de la nariz y la boca del perro, el paladar blando ocupa más espacio de lo que debería y tiende a bloquear la entrada a la tráquea, provocando episodios de asfixia de manera ocasional.
    • Amígdalas grandes. Las amígdalas del perro tienden a incrementar de tamaño para abarcar el área que no cuenta con filtración. Las amígdalas se ubican en la garganta justo por encima de la entrada a la tráquea. Cuando se agrandan, pueden limitar el flujo de aire que pasa por la tráquea.
    • Tráquea estrecha. Los bulldogs sufren de un síndrome en el que la tráquea tiene un diámetro más estrecho, lo que también dificulta su respiración.
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