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El sarampión es una infección viral muy contagiosa causada por la exposición al Morbillivirus. Si bien esta enfermedad alguna vez se consideró como un hecho inevitable para los niños en edad escolar, gracias a los programas que brindan una vacunación fuerte, ahora ha sido casi erradicada. [1] Sin embargo, desde que alcanzó una cifra récord de 37 casos en Estados Unidos en el 2004, el número de casos de sarampión ha llegado a un punto máximo reciente de más de 600 en el 2014. [2] Con este pequeño resurgimiento, es muy importante conocer los signos de la enfermedad para que el tratamiento pueda empezar lo más rápido posible.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Reconoce los síntomas del sarampión

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  1. Uno de los aspectos más frustrantes en torno al virus del sarampión para los padres y los cuidadores es que con frecuencia parece no ser nada serio al principio. Por alrededor de uno a cinco días antes de que aparezca el sarpullido revelador, el sarampión generalmente causará síntomas como los del resfriado o de la gripe. Por lo general, estos primeros síntomas se presentan entre los 7 y 21 días después de la exposición a una persona infectada: [3]
    • Dolor de garganta
    • Tos seca
    • Estornudos
    • Secreción nasal
    • Ganglios linfáticos inflamados
    • Diarrea, con menos frecuencia
    • Malestar general
    • Nota : una persona con sarampión aún puede contagiar la enfermedad durante su fase inicial.
  2. Por lo general, el sarampión causa una fiebre muy alta que puede alcanzar un máximo de 40 °C (104 °F). [4] Esta fiebre puede aparecer antes o durante la presencia del sarpullido en todo el cuerpo por el que es famoso el sarampión. Por lo general, la fiebre desaparece al mismo tiempo en que lo hace el sarpullido; sin embargo, quizás no sea el caso para todos los pacientes de sarampión.
  3. Algunos días después de que aparezcan los síntomas iniciales similares a los del resfriado, generalmente se desarrollarán pequeñas manchas rojas denominadas manchas de Koplik en el interior de las mejillas. Estas manchas tendrán un centro pequeño de color blanco o blanco azulado, lo que las hace lucir como granos de arena; además, con frecuencia se agruparán cerca de las zonas donde los molares tocan las mejillas. [5]
    • Estas manchas persistirán por su cuenta por algunos días antes de que se desarrolle el sarpullido en todo el cuerpo. Si notas estas manchas en ti o en alguien más, es importante que actúes rápidamente, ya que estas indican que la enfermedad es realmente sarampión, pero que aún no alcanza su etapa contagiosa. Mira la parte 2 más abajo para encontrar más información.
  4. En aproximadamente cinco días de presentar los síntomas iniciales, aparecerá el sarpullido conocido del sarampión. Por lo general, este sarpullido empieza en la frente, se extiende al resto del rostro y después progresa rápidamente hacia el pecho y la espalda, al final cubrirá todo el cuerpo. El sarpullido toma la forma de erupciones o protuberancias rojas, planas y elevadas. Dentro de algunos días, el sarpullido empezará a descamarse, que iniciará en el lugar donde este apareció primero.
    • En este punto, el paciente de sarampión estará en la fase más infecciosa. La cuarentena en esta etapa es crucial, ya que generalmente la fase infecciosa durará alrededor de cuatro días después de que aparezca el sarpullido. [6]
  5. A veces, el sarpullido del sarampión puede ir acompañado de conjuntivitis, una afección de los ojos. [7] A menudo, la conjuntivitis aparece cuando el sarpullido facial es muy grave. Esta afección incómoda puede causar síntomas similares a los de la conjuntivitis que incluyen los siguientes:
    • Inflamación
    • Apariencia rojiza o rosada
    • Lagrimeo
    • Secreción
    • Ojos que permanecen cerrados mientras se duerme
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Toma las precauciones adecuadas

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  1. Dado que el sarampión es muy contagioso, es importante notificar a tu médico tan pronto sospeches que lo tienes. Si bien el sarampión no responde a los antibióticos, tu médico aún necesita diagnosticar la enfermedad, controlar tus síntomas e incluso quizás necesite tratar infecciones secundarias causadas por el virus. Gran parte del tratamiento para el sarampión en sí es de apoyo; es decir, está diseñado para mantener tus síntomas controlables de forma que puedas mejorar de forma natural.
    • No te aparezcas sin una cita en el consultorio del médico con un caso de sarampión . Siempre llama con anticipación. Dado que el sarampión es tan contagioso, quizás tu médico no quiera que sus pacientes con sarampión estén cerca de sus otros pacientes, especialmente si son muy jóvenes o si su sistema inmunológico está debilitado. Por ejemplo, tu médico puede recomendarte que uses una entrada independiente o que uses una máscara en el consultorio.
  2. El sarampión es demasiado contagioso. Alrededor del 90 % de las personas no vacunadas que estén alrededor de alguien con sarampión contraerán la enfermedad. [8] Si bien no es comúnmente una enfermedad mortal, puede llegar a convertirse en un problema serio para las personas en grupos vulnerables como las personas muy jóvenes, las mujeres embarazadas y las personas con el sistema inmunológico debilitado. Por ello, para proteger a estas personas, es muy importante hacer todo lo que sea posible para evitar que los demás contraigan la enfermedad.
    • Permanecer en casa excepto para las visitas médicas es indispensable, asegúrate de comunicarte con tu trabajo o escuela para notificarlos de tu situación. Recuerda que la enfermedad generalmente deja de ser contagiosa alrededor de cuatro días después de que aparezca el sarpullido. Quizás debas darte uno o dos días más de "margen de seguridad" encima de esto.
    • Si te ves forzado a interactuar con los demás, quizás debas ponerte una máscara quirúrgica: el sarampión se propaga cuando otra persona inhala gotas diminutas de humedad expulsadas de los estornudos o de la tos.
  3. Si tú o cualquier miembro de tu familia tiene sarampión o recientemente ha estado cerca de alguien que haya tenido sarampión, quizás estés seguro si ya te vacunaste o te puedas vacunar rápidamente. La vacuna (SPR) del sarampión, paperas y rubeola es muy efectiva para prevenir nuevos casos de sarampión; de hecho, después de dos dosis de la vacuna, el 95 % de las personas será inmune al virus. [9] En algunos casos raros, todavía es posible obtener el virus después de vacunarte, pero en estos casos, el virus tiende a ser menos grave y menos contagioso.
    • Por lo general, la inmunidad contra el sarampión es de por vida; es decir, una vez que te hayas vacunado o hayas tenido la enfermedad, no podrás contraerla de nuevo.
    • Nota : las personas que se vacunaron antes de 1968 quizás aún sean vulnerables al sarampión, ya que las primeras vacunas no eran tan duraderas como lo son ahora. [10]
  4. Desafortunadamente, las vacunas contra el sarampión se han vuelto una fuente de controversia, lo que ha llevado a algunos padres a evitar que los niños las reciban. Si bien esto quizás sea bienintencionado, no vacunar a un niño contra el sarampión puede tener consecuencias graves. Mira más abajo para ver algunos conceptos erróneos sobre la vacuna contra el sarampión:
    • La vacuna contra el sarampión se ha relacionado con el autismo: falso ; un solo estudio científico en la década del 80 que sugirió esta posibilidad ha sido desacreditado desde entonces. [11] Sin embargo, el mismo virus del sarampión puede dañar el cerebro de los niños en muy pocas ocasiones. [12]
    • La vacuna contra el sarampión es peligroso para las personas saludables: falso ; la vacuna contra el sarampión tiene los mismos efectos secundarios leves como cualquier otra vacuna. En casos muy raros, pueden aparecer síntomas muy graves, pero estos son menos peligrosos que el virus mismo.
    • Los efectos de la vacuna contra el sarampión no se comprenden bien: falso ; la vacuna contra el sarampión se ha estudiado y probado de forma rigurosa.
    • La mejor forma de que un niño obtenga la inmunidad contra el sarampión es recuperarse de la enfermedad de forma natural: falso ; el sarampión puede tener complicaciones graves en raras ocasiones, que incluyen la muerte, mientras que la vacuna no tiene ninguna. Además, este método "natural" arriesga las vidas de las personas con inmunodeficiencias en la comunidad.
    • Para ser claro: la mejor manera de proteger a una persona saludable (y al resto de la comunidad) del sarampión es con la vacuna SPR .
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Consejos

  • Visita a un médico si te vacunaron contra el sarampión antes de 1968 o si nunca recibiste una vacuna de refuerzo. Si aún no has contraído sarampión, quizás seas inmune a la enfermedad.
  • Casi todos los niños deben recibir la vacuna contra el sarampión alrededor de los 15 meses.
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Advertencias

  • Si bien no son comunes, las complicaciones por el sarampión incluyen infecciones de oído, laringitis, neumonía e inflamación del cerebro. Estas complicaciones raras pero graves hacen que la vacuna contra el sarampión sea una necesidad para cualquiera que pueda recibirla de manera segura (lo cual aplica a la gran mayoría de personas).
  • Ten en cuenta que algunas personas, como los niños muy jóvenes y aquellos con el sistema inmunológico debilitado, no deben recibir la vacuna SPR.
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