PDF download Descargar el PDF PDF download Descargar el PDF

Un linfoma es un grupo de células cancerosas que se desarrolla en el sistema linfático. Generalmente, se divide en dos grupos: linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin, aunque el término linfoma no Hodgkin engloba una variedad de linfomas. Dado que ambos tipos de linfoma presentan síntomas básicos similares, en el caso de detectarlo, no podrás saber inicialmente qué tipo de linfoma se está desarrollando. Para diagnosticar un linfoma correctamente, es necesario identificar los síntomas más comunes y obtener un diagnóstico médico. Para ello, tu médico te indicará distintos exámenes de laboratorios. Por lo general, estos incluyen estudios imagenológicos y biopsia de uno de los ganglios linfáticos.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Detectar los síntomas de linfomas

PDF download Descargar el PDF
  1. El síntoma más común de un linfoma que la gente detecta es un ganglio linfático inflamado. Por lo general, la hinchazón produce un bulto que puede ser visto y palpado debajo de la piel. Este bulto puede encontrarse en el cuello, la axila o la ingle. [1]
    • Generalmente, los bultos asociados al linfoma no son dolorosos. Por ello, puede ser difícil detectarlos.
    • Los bultos son por lo general sólidos e indoloros. Pueden moverse con facilidad.
  2. Despertarse en la noche empapado en sudor puede ser un síntoma de linfoma. El linfoma puede ocasionar una sudoración nocturna que puede empaparte a ti y a tu cama. [2]
    • También es posible que tengas escalofríos por la noche.
    • La sudoración nocturna puede ser ocasionada por distintas enfermedades, por lo que tenerla no implica necesariamente que tengas un linfoma.
  3. Un linfoma puede provocar una pérdida de peso inexplicable debido a la falta de apetito. Si has perdido el interés en comer o has bajado de peso sin alguna razón aparente durante los últimos seis meses, puede ser un síntoma de linfoma. [3]
    • Si te pesas regularmente, será más sencillo detectar si has perdido peso de manera involuntaria.
  4. Estos problemas pueden responder al aumento de tamaño del bazo o el hígado. Esto es muy común en algunos tipos de linfoma. [4]
    • El aumento del bazo o del hígado puede provocar una sensación de saciedad, incluso cuando no has comido. Esto sucede porque el órgano agrandado empuja el estómago.
  5. Algunos tipos de linfoma pueden ocasionar porciones de piel coloradas e irritadas. Estas partes lucen como una quemadura de sol o pueden manifestarse como bultos rojizos ubicados debajo de la superficie de la piel. [5]
    • Este tipo de síntomas se asocia con mayor frecuencia a un grupo de linfomas que comienzan en la piel. [6]
  6. El linfoma puede generarte un cansancio extremo sin razón aparente. Si sufres cansancio todo el tiempo y no sabes cuál es el motivo, pide una consulta con un médico para examinar las causas. [7]
  7. La tos, la dificultad para respirar y el dolor de pecho son todos síntomas de linfoma. Si tienes estos síntomas junto con ganglios linfáticos inflamados, solicita una consulta con tu médico. [8]
    • Si tienes dificultades respiratorias, esto puede ser un problema grave. Asociado al linfoma, es posible que el ganglio inflamado esté obstruyendo tu respiración. Busca asistencia médica de inmediato. [9]
  8. Un síntoma tanto de linfoma de Hodgkin como de linfoma no Hodgkin es la fiebre sin ninguna explicación. Si sientes calor y no tienes otros síntomas de enfermedades normales como, por ejemplo, un resfriado, examina tu temperatura. Si tienes fiebre sin ninguna explicación, busca asistencia médica para descifrar la causa de la misma. [10]
  9. Existe una variedad de síntomas que se puede presentar cuando un linfoma se desarrolla en algunas partes específicas del cuerpo. Esta incluye, pero no está limitada a: [11]
    • dolor en los ganglios linfáticos luego de beber alcohol;
    • dolor de cabeza;
    • convulsiones;
    • náuseas;
    • vómitos;
    • cambios en la personalidad;
    • problemas para pensar.
  10. Estos incrementan las posibilidades de padecer de un linfoma. Si tienes algún factor de riesgo, es importante prestar atención a los síntomas y a las señales de la enfermedad. Los factores de riesgo de linfoma incluyen: [12]
    • herencia
    • exposición a enfermedades que tienen un impacto sobre el sistema inmune como, por ejemplo, VIH, Hepatitis C y el virus de Epstein Barr.
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 2:

Obtener un diagnóstico médico

PDF download Descargar el PDF
  1. Si tus ganglios linfáticos están inflamados y presentas otros síntomas relacionados con un linfoma, solicita una cita para que tu médico te examine. Durante la entrevista, elaborará tu historia clínica que incluirá el análisis de los síntomas. También te realizará un examen físico que constará de palpar los ganglios linfáticos y los órganos comúnmente afectados, como el bazo y el hígado.
    • El médico palpará los ganglios linfáticos que se encuentran en el cuello, las axilas y la ingle.
  2. 2
    Realízate un estudio imagenológico de los ganglios linfáticos. El médico seguramente solicitará que te realices estudios imagenológicos para examinar los ganglios linfáticos. Probablemente, tengas que realizarte una radiografía de tórax y una tomografía computada, como así también una tomografía por emisión de positrones. [13]
    • Estos estudios imagenológicos ayudarán al médico a buscar los síntomas como, por ejemplo, ganglios linfáticos agrandados en el pecho, si es que has tenido dificultades respiratorias.
    • Es muy importante realizarte un estudio imagenológico del pecho, ya que las formas más comunes de Hodgkin afectan la parte media del tórax.
  3. Si tu médico sospecha que tienes una anormalidad en el sistema linfático, te ordenará una biopsia, que consiste en retirar una pequeña muestra de tejido del ganglio linfático para luego analizarla en el microscopio.
    • Al analizar la muestra de tejido, el hematopatólogo examinará si existe un desarrollo anormal de las células. Un hematopatólogo es un científico o médico que diagnostica enfermedades de la sangre en particular. También evaluará el tipo de desarrollo anormal para distinguir cuál de los tipos de linfomas se trata.
  4. Una vez que se confirma el diagnóstico preliminar de linfoma, el médico solicitará que te realices más estudios. Al observar los resultados de estudios imagenológicos, las pruebas de sangre y de la médula ósea, el médico podrá conocer la localización y el alcance de la enfermedad. Así, podrá analizar cuál es el mejor plan de tratamiento para tu enfermedad en particular. [14]
    • Los estudios imagenológicos se realizarán en los ganglios linfáticos agrandados y en cualquier órgano afectado.
    • Los estudios de sangre indicarán el conteo sanguíneo y servirán para analizar si las células cancerosas están presentes en la sangre y para examinar el funcionamiento de los órganos.
    • Analizarán tu médula ósea para determinar si el linfoma se expandió a este tejido. No todos los pacientes con linfoma deberán someterse a este estudio. Esto dependerá del tipo de linfoma que tengan y su localización.
  5. Si te han diagnosticado un tipo específico de linfoma, es posible que tu médico quiera realizarte otros estudios especializados. Por ejemplo, si tienes una masa en los testículos, deberán realizarte un estudio imagenológico en esta zona. [15]
    • Otro estudio específico que quizás tengas que realizarte es una colonoscopía. Este examen se realiza si existe la sospecha de un linfoma de células de manto.
    • Si tu médico sospecha que padeces del linfoma MALT, examinará tu tracto gastrointestinal por completo.
    • Si tu médico sospecha que padeces un tipo de linfoma conectado al sistema nervioso central, ordenará una punción lumbar.
  6. El linfoma de Hodgkin puede ser difícil de diagnosticar. En particular, puede confundirse con otros tipos de linfoma. Por ello, se recomienda buscar una segunda opinión al obtener este diagnóstico. [16]
    • Habla abiertamente con tu médico acerca de buscar una segunda opinión. Él comprenderá tus motivos y puede sugerirte otro profesional para una interconsulta.
    • Puedes buscar una segunda opinión con un hematopatólogo, si hay uno en tu zona.
  7. Cualquiera sea el tipo de linfoma que te hayan diagnosticado, debes comenzar el tratamiento rápidamente. Con las medidas inmediatas y un tratamiento completo, algunos tipos de linfoma tienen cura y se puede ralentizar la progresión de los mismos. Sin embargo, los tratamientos para los distintos linfomas son diferentes y su efectividad varía.
    • El linfoma de Hodgkin es uno de los tipos de cáncer con mayores probabilidades de cura. El tratamiento incluye la combinación de quimioterapia, radiación, trasplante de células madre y tratamientos farmacológicos clínicos. [17]
    • El tratamiento del linfoma no Hodgkin generalmente incluye tanto medicación como radiación, según la localización de la enfermedad. En general, el linfoma no Hodgkin no tiene la misma tasa de remisión que el linfoma de Hodgkin. Sin embargo, algunos tipos de linfoma no Hodgkin tienen cura; analiza el panorama con tu médico. [18]
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 10 571 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio