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Las ampollas de sangre, también conocidas como “quistes falsos”, son un tipo de hematoma de la piel en la cual la sangre se acumula debajo de la piel, y hace que se forme un bulto o una protuberancia parecida a una ampolla. Si bien las ampollas de sangre no son tan comunes en los gatos, su presencia debe ser una preocupación para los dueños, ya que podrían ser síntomas de un traumatismo u otros problemas. Estarás mejor preparado para tratar las ampollas de sangre al saber cómo identificarlas, consultar con un veterinario y educarte sobre tratamientos comunes.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Identificar las ampollas de sangre

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  1. El síntoma más visible de las ampollas de sangre son los bultos que aparecen justo debajo de la piel. Si te das cuenta de que el gato desarrolla bultos, debes investigarlos. Cuando los observes, verifica si:
    • Están ligeramente levantados.
    • Hay varios en la misma área. [1]
  2. Una de las características de una ampolla de sangre es su color rojizo. La ampolla de sangre es roja porque refleja la sangre que se acumula debajo de la piel. Al final, la oscuridad del bulto es una de las mejores indicaciones de que es una ampolla de sangre, y no otro tipo de ampolla o protuberancia. [2]
  3. Las ampollas más grandes o las que están ubicadas en lugares problemáticos pueden causarle dolor al gato. Sin embargo, es importante tener en cuenta de que no todas las ampollas son dolorosas y que no son el único tipo de protuberancia que puede causar dolor.
    • Trata de darte cuenta si el gato experimenta dolor cuando tú o él tocan la ampolla.
    • Las ampollas alrededor del cuello o en el oído del gato pueden causarle una incomodidad significativa.
    • Las ampollas de sangre en las almohadillas de sus patas pueden hacer que cojee. [3]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Consultar con un veterinario

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  1. Después de notar la evidencia de ampollas de sangre, debes programar una cita con un veterinario. Como un profesional capacitado con gran experiencia, el veterinario puede identificar y diagnosticar correctamente las ampollas de sangre.
    • El veterinario te preguntará acerca del historial de ampollas de sangre del gato, un posible traumatismo o cualquier otro síntoma.
    • Si has notado cambios en la ampolla de sangre, como sangrado, házselo saber al veterinario.
  2. Es posible que el veterinario tenga que hacer más pruebas para descubrir la causa de las ampollas de sangre o determinar si la protuberancia es, de hecho, una ampolla de sangre. Sin pruebas, tanto tú como el veterinario tendrán datos incompletos y no podrán llegar a un diagnóstico adecuado.
    • Es posible que el veterinario tome una biopsia de la ampolla y la envíe para realizar un análisis patológico. Este análisis verificará si el bulto es una ampolla de sangre, o si es algún tipo de cáncer, hongo o crecimiento.
    • Es posible que el veterinario solicite una prueba de recuento de plaquetas en la sangre para verificar si el gato tiene algún trastorno sanguíneo. [4]
  3. Al diagnosticar ampollas de sangre, se debe asegurar de descartar otras condiciones que puedan mostrar síntomas similares. Esto es importante, ya que otras condiciones pueden representar una amenaza mucho más grande para la salud del gato.
    • Ten en cuenta que las ampollas de sangre a veces se confunden con melanoma modular, un cáncer potencialmente moral si no se trata. [5]
  4. Las ampollas de sangre son causadas por una variedad de condiciones. Al pensar en las causas subyacentes de las ampollas de sangre, podrás tener un mejor diagnóstico y entender por qué el gato las desarrolla. Algunas de las principales causas incluyen:
    • Exceso de fricción o presión en una parte específica del cuerpo del gato. Por ejemplo, puede desarrollar una ampolla de sangre debajo del collar.
    • Traumatismo en una parte del cuerpo.
    • Enfermedades de la sangre. [6]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Tratar las ampollas de sangre

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  1. La mayoría de las ampollas de sangre serán absorbidas lentamente por el cuerpo. Si bien la ampolla puede ser antiestética por un tiempo, es mejor seguir el consejo del veterinario y dejar que desaparezca por sí sola.
    • Las ampollas de sangre pueden tardar entre 30 y 45 días en desaparecer.
    • Es probable que veas que el bulto se reduce lentamente antes de que desaparezca la decoloración.
    • Evita irritar la ampolla de sangre si el veterinario te recomienda no tocarla.
    • Si el gato parecer decidido a lamer la ampolla, es posible que tengas que comprar un collar isabelino en una tienda de artículos para mascotas en tu localidad. El collar impedirá que el gato llegue a la ampolla. [7]
  2. En algunos casos, el veterinario puede recomendar el drenado de la ampolla. Cuando esto sucede, el veterinario punzará la ampolla y permitirá que la sangre (u otro fluido) se drene.
    • El drenado puede no ser efectivo, ya que la ampolla se puede volver a llenar con sangre.
    • Es posible que el veterinario recomiende el drenado si la ampolla no ha desaparecido por sí sola durante un mes o dos. [8]
  3. 3
    Envía la ampolla a patología. Si el veterinario tiene motivos para creer que el bulto es algo más grave que una ampolla de sangre, como un cáncer, es posible que lo estirpe y lo envíe a patología. Los patólogos estudiarán la muestra y determinarán qué es, y si lastima al gato o no. Esto le permitirá al veterinario elegir el plan de tratamiento adecuado.
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