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Las azucenas son flores hermosas que tienen una forma elegante pero sencilla, lo que las hace relativamente fáciles de esbozar. Existen varias técnicas diferentes para dibujar este tipo de flores con las que puedes experimentar hasta que encuentres la que funcione mejor para ti.

Método 1
Método 1 de 3:

Utilizar la técnica del esqueleto [1]

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  1. Esboza un pequeño círculo. Luego, dibuja una línea larga y ligeramente inclinada que se extienda desde la posición de las 5 en punto del círculo.
    • El círculo será el capullo y la línea será el tallo de la azucena.
    • Conecta la línea directamente al contorno del círculo y procura que sea de cinco a siete veces más largo que el diámetro del círculo.
  2. Dibuja siete líneas cortas y ligeramente inclinadas que se extiendan hacia afuera desde el centro del círculo.
    • Estas líneas establecerán la dirección de los pétalos de la azucena.
    • La curva de cada línea debe abrirse ligeramente hacia abajo.
    • No es necesario que las líneas tengan un tamaño uniforme, pero deben tener de un cuarto a la mitad del tamaño del tallo. Ten en cuenta que las líneas que apuntan en dirección opuesta al tallo deben ser más largas que las que se encuentran directamente al lado.
    • Tampoco es necesario que las líneas sean simétricas, pero los espacios entre una y otra deben ser relativamente uniformes.
  3. Dibuja un contorno alrededor de cada línea. Deja que los contornos se encuentren y se superpongan cerca del centro de la flor.
    • Estos contornos serán los pétalos.
    • Centra las líneas de los pétalos dentro de cada contorno. Mantén una distancia uniforme al lado de cada línea. Ten en cuenta que la cantidad de espacio entre las líneas centrales y los contornos puede variar de pétalo a pétalo.
    • Los contornos deben tocarse sin intersecarse entre sí. No te preocupes si cruzas alguno de los contornos, ya que podrás borrar el segmento intersecado más adelante.
  4. Borra las líneas iniciales de los pétalos y deja los contornos en su sitio. Corrige los contornos de los pétalos según sea necesario para que cada uno luzca más realista.
    • Es probable que algunos contornos no necesiten modificaciones, mientras que otros sí. De manera particular, debes tratar de reducir las puntas de los contornos para evitar que luzcan como óvalos perfectos.
    • También puedes agregar detalles al tallo durante este paso. Haz que la curva luzca más nítida y dibuja una línea paralela a un costado de la línea original para hacer el tallo más ancho.
  5. Dibuja varias hojas en ambos lados del tallo. Solo es necesario que dibujes entre cinco y ocho hojas.
    • Varía la dirección y el tamaño de cada hoja. Cada una debe lucir como una lágrima estrecha e inclinada. Algunas deben inclinarse hacia arriba mientras que otras deben hacerlo hacia abajo.
    • No dibujes las hojas en pares uniformes. Debes separarlas en intervalos aleatorios.
  6. Dibuja el estambre en el centro de la azucena y esboza ligeramente las marcas de la línea dentro de cada pétalo.
    • El estambre lucirá como un ramo de tallos cortos y estrechos. Cada tallo debe contar con un pequeño bloque redondeado en la punta. Coloca de cinco a ocho de estas formas en el centro de la azucena, de manera que luzca más alta que el pétalo más grande y más vertical.
    • Para las líneas de los pétalos, esboza ligeramente dos o tres líneas en cada pétalo para destacar su dirección. Estas líneas deben ocupar solamente la parte interior del pétalo y no deben extenderse desde la base a la punta.
  7. En este punto, la azucena ya debe tener una forma completa. Puedes matizar o colorear la imagen para volverla aún más realista.
    • Para matizar, intenta visualizar las áreas de la flor que recibirían luz directa si esta fuera real. Debes sombrear todas las áreas que no reciban luz. Las áreas más oscuras serán aquellas que se encuentran detrás de otras partes de la flor.
    • Si deseas agregar color, utiliza tonos más claros sobre las áreas que reciben luz solar directa y tonos más oscuros sobre aquellas que se ocultan en la sombra.
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Método 2
Método 2 de 3:

Utilizar la técnica de la figura redondeada [2]

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  1. Esboza un círculo en el centro del papel. El diámetro debe tener aproximadamente un tercio del tamaño que deseas que tenga la azucena cuando termines.
    • Este círculo será un capullo o base oculta para los pétalos de la azucena. Esta es la base sobra la que vas a dibujar, por lo que debes mantener las líneas de lápiz lo suficientemente claras para que puedas borrarlas más adelante.
  2. Esboza dos pétalos en forma de trompeta al lado derecho del círculo.
    • Los contornos en forma de trompeta son similares a los que tienen forma de lágrima, pero deben dibujarse más inclinados.
    • Ambos pétalos deben ser aproximadamente el doble de grandes que el círculo.
    • La parte ancha de los pétalos debe apuntar hacia arriba con la punta hacia abajo. Para superponer ligeramente el círculo, coloca este pétalo directamente sobre el lado derecho.
    • La parte ancha del otro pétalo debe apuntar hacia abajo con la punta hacia arriba. Además, debe tocar el lado del círculo y el lado del otro pétalo.
  3. Esboza dos pétalos más en forma de trompeta y colócalos sobre el lado izquierdo del círculo.
    • Dibuja primero el pétalo superior y luego el inferior. Ambos pétalos deben unirse a los contornos de los dos primeros y la base de cada uno debe quedar oculta debajo de los pétalos existentes.
    • El tamaño de estos pétalos debe coincidir aproximadamente con el de los dos originales y deben cubrir completamente el ancho y la altura restantes del círculo.
    • Orienta estos pétalos en la misma dirección general de los dos primeros pétalos.
  4. Coloca dos pétalos pequeños y puntiagudos entre algunos de los otros pares. Debes dibujar el primero entre los dos pétalos superiores y el segundo entre los dos pétalos izquierdos.
    • Estos pétalos deben estar ligeramente inclinados, pero lucir más rectos que los demás.
    • Solo dibuja las puntas de cada pétalo. De esta manera, las partes inferiores parecerán ocultas bajo las capas superiores de los pétalos.
  5. Dibuja con cuidado una línea lisa hacia el centro de cada pétalo.
    • Mantén cada línea en el centro de su pétalo respectivo. Inclina la línea a lo largo de la curva del pétalo. Además, debes extenderla desde la base hasta la punta.
  6. Esboza de cinco a siete líneas que sobresalgan del centro de la azucena. Dibuja óvalos pequeños y planos al final de cada línea para crear el estambre.
    • Cada una de estas líneas no debe extenderse a más de la mitad de la longitud del pétalo más largo.
    • Coloca el estambre de manera que apunte hacia la izquierda. Deja que la parte superior se incline hacia arriba y la parte inferior ligeramente hacia abajo.
  7. Dibuja una forma de cuerno que se extienda desde la base de la flor. Luego, dibuja un tallo que se oriente hacia abajo desde la base de este cuerno.
    • El cuerno debe lucir como una "V" acostada. Haz que la parte ancha apunte hacia el círculo original y escóndela debajo de los pétalos. Orienta la parte estrecha lejos de los pétalos y no cierres la punta.
    • Esboza dos líneas paralelas inclinadas desde la punta estrecha. Ambas líneas deben apuntar hacia abajo, ya que serán el tallo de la flor.
  8. Borra el círculo inicial y todas las líneas desviadas. Puedes dejar la azucena como está o agregarle los detalles que desees.
    • Considera la posibilidad de agregar hojas largas y astilladas que se extiendan hacia arriba desde la base del tallo.
    • Si deseas, puedes agregar matices o colores a la imagen. Utiliza tonos más claros sobre las áreas que reciben luz directa y más oscuros sobre las áreas ocultas bajo la sombra.
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Método 3
Método 3 de 3:

Utilizar la técnica de mano libre guiada [3]

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  1. Esboza ligeramente seis óvalos y organízalos de manera que formen un anillo.
    • Estos óvalos serán los pétalos de la azucena.
    • Los extremos estrechos de cada óvalo deben apuntar hacia el centro en lugar de extenderse contra el perímetro del anillo.
    • Deja que los óvalos se superpongan ligeramente al centro del anillo.
  2. Repasa cada óvalo con el lápiz y altera ligeramente el contorno para definir la forma del pétalo.
    • Debes inclinar ligeramente los lados de cada pétalo y hacer que las puntas redondas luzcan un poco más puntiagudas. Además, cada pétalo debe inclinarse hacia la derecha.
    • Mientras defines el contorno de cada pétalo, debes determinar su caída. Los pétalos de la derecha se encuentran "más cerca" de la vista, por lo que los contornos completos deben quedar visibles. A medida que los pétalos se extienden hacia la izquierda, las secciones superpuestas se "ocultan" debajo de los pétalos más cercanos.
  3. Esboza cuatro pares de líneas inclinadas (ocho líneas en total). Cada conjunto debe comenzar en el centro de la azucena. Dibuja un pequeño óvalo en la parte superior de cada una.
    • Estos serán el estambre de la azucena.
    • Mantén las líneas dentro de cada par. El óvalo en la parte superior de cada par debe cerrar las líneas, de manera que la forma resultante luzca sólida.
    • Cada estambre debe inclinarse ligeramente hacia abajo. Trata de hacerlos la mitad de largos que los pétalos y mantenlos relativamente iguales en longitud.
  4. Dibuja dos líneas ligeramente inclinadas en la parte inferior de la flor. Ambas líneas deben caer entre los dos pétalos del lado inferior derecho.
    • Estas líneas formarán el tallo de la azucena.
    • Ambas líneas deben inclinarse lejos de la flor. El espacio entre las líneas debe ser ligeramente más ancho en la parte superior y más estrecho hacia el final.
  5. Dibuja una sola línea que abarque la longitud de cada pétalo. Coloca cada una de estas líneas en el centro del pétalo respectivo.
    • Las líneas deben abarcar la mayor parte de la longitud sin rozar la parte inferior o superior de cada pétalo.
    • Cada línea debe seguir la curva de su respectivo pétalo.
  6. Oscurece las líneas que deseas conservar repasando el lápiz sobre ellas. Luego, borra todas las líneas que no deseas conservar. Debes trabajar cuidadosamente para evitar borrar las líneas permanentes.
    • Si borras una de las líneas permanentes por accidente, debes volver a dibujar la línea tan pronto como notes el error.
  7. En este punto, la forma de la azucena ya está hecha. Sin embargo, si quieres volverla más realista, puedes matizarla con el lápiz o colorear su interior.
    • Independientemente del método que escojas, debes intentar visualizar cómo luciría la azucena si recibiera luz natural. Debes mantener más claras todas las áreas que entren en contacto directo con una fuente de luz. Sin embargo, debes oscurecer más todas las áreas que queden ocultas bajo la sombra.
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Cosas que necesitarás

  • lápiz
  • borrador
  • papel

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