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Es posible que en algún momento de tu vida tengas la oportunidad de conocer a un diplomático o a un embajador. ¡Ese será un momento muy emocionante para ti! Sin embargo, estas personas son individuos de alto poder que suelen tener un cierto grado de formalidad. Por esa razón, saber cómo interactuar con un embajador y dirigirte a él de manera formal será una habilidad muy útil.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Escribirle a un embajador

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  1. Así harás que tu correo electrónico o carta tenga un buen inicio formal. También le dirás al embajador que sabes a quién te diriges y que entiendes el significado de ese título. [1]
    • Por ejemplo, podrías escribir: “Al Sr. embajador Pérez” o “A la Sra. embajadora Pérez”.
    • Algunos países del mundo tienen costumbres y tradiciones muy serias. Si no las respetas, es posible que el destinatario no reciba o lea tu carta.
  2. Si te diriges a un embajador, lo más probable es que tengas en mente un asunto de relativa importancia. Los embajadores ocupan cargos respetados y formales y será mucho más probable que tomen en serio tu texto escrito si está bien redactado. [2]
    • Procura evitar el uso de coloquialismos o jerga que les resulte desconocido, ya que esto restará valor a tu mensaje.
    • Por ejemplo, en vez de decir “kreo q tu versión sobre el cambio climático es una bobada”, deberías decir algo como “Me gustaría tener la oportunidad de debatir con usted sobre el cambio climático, ya que considero que ambos podríamos beneficiarnos de una conversación”.
  3. Los embajadores son personas increíblemente ocupadas que reciben una gran cantidad de correos de muchas personas diferentes. Si escribes de forma breve, concisa y directa, tendrás más posibilidades de que acepten tu mensaje. [3]
    • También es necesario incluir una línea de asunto en la parte superior del mensaje a fin de darle al embajador una idea rápida del tema sobre el que escribes.
  4. Es muy posible que escribas sobre temas políticamente delicados o que te apasionen. Es importante que esa pasión no se convierta en enojo o en acusaciones infundadas.
    • Esto no significa que no puedas dar una opinión que difiera de la del embajador; no obstante, debes hacerlo con elocuencia y respeto. [4]
    • Por ejemplo, en vez de decir “No consigues nada, eres muy inútil” puedes decir algo como “Tengo la firme convicción de que podemos hacer más en cuanto a este tema”.
    • Si deseas lograr algo, será mucho más efectivo trabajar con el embajador que en contra de él.
  5. Esto es muy importante para asegurarte de que te tomen en serio y de que el embajador sin duda ponga atención a tu mensaje. [5]
    • Los textos escritos que contienen errores ortográficos, tipográficos y gramaticales indican una falta de cuidado de tu parte.
    • Haz que otra persona revise tus textos escritos si se trata de un tema con el que tienes dificultades.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Tener una conversación con un embajador

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  1. Si estás en un evento en el que estará presente un embajador, esta será la mejor manera de saber cómo prefiere que se dirijan a él. La forma de dirigirte a un embajador varía de un país a otro y también puede variar dependiendo de si eres ciudadano de ese país o no. [6] Si no puedes averiguarlo y no estás seguro, lo apropiado es usar Sr. embajador o Sra. embajadora. Algunos de los diversos títulos que ostentan los embajadores en el mundo pueden ser:
    • Su excelencia
    • El(La) honorable (nombre del embajador(a))
    • Sr.(Sra.) (nombre del embajador(a))
  2. Dependiendo de la procedencia del embajador con el que te reúnas, puede haber tradiciones que debas seguir al interactuar con él. Dichas tradiciones varían en todo el mundo; sin embargo, investigar primero en Internet sería un buen inicio.
    • Si el embajador no es de tu país, debes estar preparado para participar en costumbres con las que tal vez no estés familiarizado.
    • No reconocer una tradición en un país extranjero con frecuencia puede considerarse una ofensa.
  3. Puedes hacerlo al decir tu nombre, el lugar del que provienes y el tema sobre el que te gustaría hablar con él. Esta es una buena manera de iniciar la reunión formalmente.
    • Por ejemplo, en los Emiratos Árabes Unidos, estrechar la mano con gentileza es la forma educada de saludar a alguien, ya que un apretón de manos firme se considera irrespetuoso y grosero. [7]
    • Es posible que el embajador no tenga tiempo para hablar contigo en ese momento. Si es así, pregúntale si puede haber otro momento que sea más oportuno.
  4. Los embajadores hablan de forma regular con muchas personas. Por esa razón, les resulta difícil recordar todas las conversaciones que mantienen con cada persona. [8]
    • Mantener un mensaje claro y bien elaborado es respetuoso; no obstante, también te da la mejor probabilidad de que tu información se escuche y tome en serio.
  5. Esta es una forma amable y muy educada de cerrar la reunión. Los embajadores son personas muy ocupadas y así demostrarás que aprecias su tiempo, su atención y la posibilidad de haber escuchado tus ideas.
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Consejos

  • Cuando te reúnas con un funcionario extranjero, intenta relajarte. ¡También es una persona! Siempre es bueno seguir las costumbres; no obstante, una vez que te presentes, será más que probable que esté encantado de hablar contigo sobre diversas cosas.
  • Según la etiqueta social habitual, procura no interrumpir a un embajador mientras esté hablando con otra persona.
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