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Sentirse infeliz en el trabajo puede ser una experiencia increíblemente estresante. ¿Te resulta difícil disfrutarlo? No te preocupes, no eres el único. La mayoría de las personas padecen su rutina diaria. Sin embargo, existen algunas medidas que puedes tomar para cambiar la situación. Adopta una mentalidad positiva, cambia tus hábitos laborales y encuentra un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida cotidiana.

Método 1
Método 1 de 3:

Adoptar una mentalidad positiva

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  1. ¿Qué piensas acerca de ti mismo y de tu trabajo? Los pensamientos negativos no te ayudarán a disfrutar tu vida. Haz un esfuerzo consciente por identificarlos para reemplazarlos por afirmaciones positivas. [1]
    • Por ejemplo, haz una pausa si comienzas a pensar "Mi trabajo es horrible, y nunca podré conseguir uno mejor". En cambio, enfócate en los aspectos positivos de tu empleo actual.
    • Por ejemplo, prueba pensar algo así como "Este trabajo me estresa porque es complicado, pero gano mucho dinero, lo cual beneficiará mi carrera y profesión".
  2. Las personas que se quejan constantemente son parte de cualquier entorno laboral. No es necesario que pases tiempo con compañeros que se lamentan todo el tiempo; esto solo te deprimirá. En cambio, rodéate de personas positivas en la oficina para evitar que el pesimismo de los demás te perjudique. [2]
    • Por ejemplo, en vez de comer con tus compañeros pesimistas en la sala de descanso, almuerza solo o sal a caminar (si el tiempo lo permite).
    • Haz un esfuerzo consciente por evitar el cotilleo y los chismes que solo empeorarán la situación. Además de experimentar sentimientos negativos, podrías meterte en problemas con tus jefes o superiores.
  3. Piensa en un lugar donde puedas tomarte unas vacaciones mentales cuando te sientas estresado. Cierra los ojos e imagina un escenario relajante, e involucra todos tus sentidos para visualizar sus aromas, sabores, sensaciones, etc. [3]
    • Por ejemplo, si te gusta acampar, cada vez que sientas que el estrés se apodera de ti, cierra los ojos e imagínate en una carpa o tienda en el bosque. Concéntrate en cómo te sientes al estar en contacto con la naturaleza, en sus sonidos, sabores y aromas. Este ejercicio te ayudará a calmarte.
    • También puedes utilizar la aromaterapia para relajarte. Escoge aceites esenciales con fragancias relajantes, como la lavanda o la manzanilla, y coloca algunas gotas en tus puntos de pulsación.
    • Si lo deseas, puedes beber tés de hierbas que promuevan la relajación.
  4. Todas las personas trabajan por un motivo. Por más que el tuyo no ayude a cambiar el mundo, tendrás que hacerlo para afrontar los gastos de las necesidades básicas, como el alimento y la vivienda. Cada vez que te sientas estresado en el trabajo, piensa "Mi puesto puede ser muy estresante, pero tengo suerte de contar con él y recibir mi pago todos los meses". [4]
    • Una buena idea es premiarte con un pequeño obsequio cada vez que recibas un pago. Por ejemplo, puedes pedir comida a domicilio el día del pago. Esto te servirá para tener presente los beneficios de tu trabajo.
    • Cada vez que hagas una compra necesaria, piensa que tu sueldo te ha permitido hacerlo. Por ejemplo, puedes pensar "Tengo suerte de tener un trabajo para poder comprar estos alimentos".
  5. Evalúa todas las cosas que haces bien en tu trabajo, por más pequeñas que sean. Si tienes un trabajo de nivel de entrada que consiste en introducir datos en una organización sin fines de lucro, piensa cómo tu trabajo beneficia a la empresa. Por más que representes un pequeño engranaje en una máquina, tu contribución permite que siga funcionando. ¡Siente orgullo por tu aporte! [5]
    • Por más que no seas un apasionado de tu trabajo, eres capaz de aportar cosas nuevas en la oficina. Si eres amable con tus compañeros de trabajo, entonces estás contribuyendo a crear una atmósfera positiva.
    • Incluso los puestos de niveles iniciales son importantes. Llevarle el café a alguien puede mejorar su día, por más que dicha tarea no requiera mucho esfuerzo.
    • Si te sientes aburrido y has superado las expectativas relacionadas con tu trabajo, evalúa qué cambios puedes hacer para entretenerte.
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Método 2
Método 2 de 3:

Hacer cambios en el trabajo

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  1. La repetición de hacer una y otra vez lo mismo todos los días puede generar una sensación de aburrimiento general. En vez de aceptar la situación tal como se presenta, ofrécete para hacer cosas nuevas. Habla con tu jefe y pregúntale si puedes asumir nuevas responsabilidades en la oficina. [6]
    • Averigua si hay algún sector de la oficina donde precisen ayuda adicional. Por ejemplo, quizás el perfil de la empresa en las redes sociales no sea el mejor. En este caso, ¡ofrécete para mejorarlo!
  2. Uno de los principales motivos por los cuales las personas no disfrutan su trabajo es porque se sienten abrumadas. Si vas al trabajo sintiéndote estresado todos los días, es muy probable que no puedas disfrutarlo. Organizar las tareas pendientes en una lista puede ayudarte a conservar la calma. [7]
    • Prioriza los elementos de la lista. Por ejemplo, crea dos secciones: una para las cosas que debes hacer hoy, y otra para las tareas que pueden esperar.
    • Tachar los elementos de la lista te proporcionará una sensación de logro y satisfacción. A su vez, esto te permitirá disfrutar tu trabajo a medida que desarrollas una sensación de orgullo por tus aportes.
  3. Si solo te enfocas en una tarea la vez, tendrás menos tiempo para sentirte estresado o insatisfecho. Cada vez que tengas que encargarte de una actividad, dedícale toda tu atención y aleja los miedos y las preocupaciones de tu mente. Esta estrategia te permitirá mantenerte ocupado y disfrutar tu trabajo. [8]
    • Si tienes mucho tiempo libre en el trabajo, es probable que comiences a preocuparte. Si tus superiores lo autorizan, lleva libros o crucigramas a la oficina para mantenerte ocupado en los momentos libres.
    • Al principio, quizás te resulte difícil concentrarte en una tarea a la vez. No te preocupes, como todo, esto puede tomar tiempo y práctica. Sin embargo, una vez que lo logres, comenzarás a sentirte mucho más feliz en tu trabajo.
  4. Si hay algo que no te guste de tu empleo actual, entonces deberás tomar ciertas medidas. Los jefes adoran a los empleados que buscan mejorar las cosas constantemente. Por lo tanto, piensa qué cambios positivos podrían beneficiar a todos. Solo asegúrate de no criticar los procesos o protocolos actuales, y presenta tus ideas con una actitud positiva. [9]
    • Por ejemplo, quizás estés usando un programa desactualizado en la oficina. En este caso, puedes sugerirle a tu jefe actualizarlo por uno que sea más sencillo. Si lo deseas, también puedes enseñarles a los demás cómo usarlo para evitar complicaciones.
    • Quizás algunas personas tengan dificultades para cumplir con los plazos de entrega. Ofrécete para dar una breve clase de gestión de tiempo para mejorar la productividad de los empleados.
  5. Si te sientes estancado, considera la opción de aprender algo nuevo. Ya sea un programa que no conozcas o un tipo de redacción particular, usa el tiempo libre para forjar nuevas habilidades. Cuando tu jefe perciba que has aprendido algo nuevo, quizás obtengas un ascenso, lo cual puede llevarte a alcanzar puestos más importantes con el paso del tiempo. [10]
  6. En caso de ser posible, tómate recreos de cinco minutos. Estira las piernas, sal a caminar, come un refrigerio o haz cualquier actividad relajante. Si no cuentas con estas pausas, levántate de la silla durante 30 segundos para estirar los músculos. Incluso los pequeños descansos pueden ser beneficiosos.
    • En el caso de que cuentes con un recreo de una hora, pregunta si puedes dividirlo en pausas de 15 minutos. Esto te ayudará a sentir que tienes más tiempo para ti mismo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida

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  1. Es importante que evites seguir pensando en el trabajo una vez que te retires de la oficina. Intenta pensar "Hoy he hecho todo lo que he podido; ahora es momento de relajarme". Cuando no estés en el trabajo, enfócate en tus pasatiempos, amigos, familiares, mascotas y otros aspectos de tu vida que no tengan relación con la oficina. Ya has cumplido con la jornada laboral, y ahora tienes derecho a despejarte y disfrutar el resto del día.
    • Evita hablar y quejarte del trabajo una vez que salgas de la oficina. Esto solo empeorará la situación. Además, no es recomendable trasladar los problemas laborales a la casa.
  2. Las personas insatisfechas con sus trabajos suelen internalizar esos sentimientos y comienzan a trasladar esa disconformidad y pesimismo a otras áreas de sus vidas. Por lo tanto, haz un esfuerzo consciente por recordar que tú no eres tu trabajo. En tu vida suceden muchas cosas, como obligaciones familiares y amistades, etc. Enfócate en estos aspectos cuando te sientas desanimado. [11]
  3. No todas las personas pueden tener el trabajo de sus sueños. Si no amas lo que haces, persigue tu pasión fuera del trabajo. Ofrécete como voluntario en una organización que pueda necesitar ayuda adicional. [12]
    • Por ejemplo, si tienes un puesto en una oficina y tu objetivo es trabajar con niños, ofrece tu ayuda en una guardería, biblioteca o escuela como tutor.
  4. El trabajo no debe ocupar todos los aspectos de tu vida. Identifica tus pasiones y busca la forma de perseguirlas fuera del trabajo. Si te gusta la música, forma una banda con tus amigos. Si te interesa la actuación, únete a un grupo de teatro local. ¡Existen muchas cosas que puedes hacer para sentirte satisfecho y completo fuera del trabajo! [13]
  5. Con frecuencia, el simple hecho de estar fuera de la oficina puede ayudarte a adoptar una mentalidad más positiva y enérgica con respecto al trabajo. Esta modalidad puede ayudarte a encontrar el equilibrio entre la vida y el trabajo. Averigua si la empresa tiene políticas relacionadas con el trabajo desde casa y pregunta si puedes adoptar esta modalidad durante algunos días. [14]
  6. 6
    Considera la opción de pedir una cita con un terapeuta. Con frecuencia, el problema no es el trabajo; quizás existan otros temas subyacentes que te hagan sentir mal. La terapia puede ayudarte a abordar estos problemas para determinar si estás sufriendo ansiedad o depresión.
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Consejos

  • Si tu trabajo realmente te hace muy infeliz, considera pedir un traslado o buscar uno nuevo.
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