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¿Disfrutas de una larga noche antes de un día de trabajo? Volver al trabajo luciendo devastado por la resaca no va a impresionar a nadie. Actuar exhausto y tener un aspecto terrible solo va a atraer una atención indeseada. Los superiores no estarán contentos si te ves distraído o sin ganas de hacer tu trabajo. Disimular para mantener el profesionalismo y evitar a los colegas entrometidos es lo mejor que puedes hacer.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Prepararte antes del trabajo

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  1. Si fuiste directamente a la cama de regreso de la discoteca o del club, es muy probable que sigas apestando por la exposición a todos los olores de la noche anterior. Toma una ducha larga. Lávate bien todo el cuerpo, desde el cabello hasta los dedos de los pies. Estar fresco es mejor para empezar el día.
    • Pon un balde cerca de la ducha por si necesitas vomitar . No hay nada agradable en bañarse y tener vómito en los pies.
    • Ten cuidado con los sellos que las discotecas ponen en las muñecas. Esto delatará las actividades de la noche anterior.
    • Nuevamente, presta un poco más de atención al detalle que lo normal cuando te bañas. Si tienes tiempo, repite todos los pasos usuales para una limpieza más profunda.
  2. Hoy no debes descuidar tus hábitos al vestirte. Cualquiera sea el código de vestido de tu trabajo, intenta superar las expectativas. Trata de recordar un día en el que hayas tenido el mejor aspecto y vístete exactamente igual.
    • Si la forma de vestir en tu oficina es apropiadamente formal, opta por las mejores prendas de tu guardarropa. No uses nada demasiado llamativo que haga que las personas hablen. Todo debe estar planchado o prensado según sea necesario.
    • Si la forma de vestir es casual, ponte cualquier cosa que esté limpia y que no llame mucho la atención. Solo tómate el tiempo para asegurarte de que todo esté en su lugar y de que te quede bien. De esta manera, evitarás lucir desaliñado.
  3. Aunque te hayas bañado y te hayas asegurado de vestirte lo mejor que puedas, no funcionará si tus ojos siguen estando inyectados o hundidos. El demonio definitivamente está en los detalles cuando se trata de asegurarte de que nadie note tu resaca. Desafortunadamente, debido a que esta es una experiencia compartida, la mayoría de las personas pueden notar las pistas sutiles.
    • Usa gotas para los ojos a fin de eliminar los ojos rojos. Aunque puedes alegar un ataque súbito de fiebre del heno, esta táctica no siempre funciona. Usa las gotas para aclarar los ojos y evitar los interrogatorios.
    • Usa maquillaje para ocultar las bolsas de los ojos. Un delineador en la “línea interior” del ojo hace que parezca menos inyectado y un poco de rubor puede simular el aspecto saludable que es muy probable que no tengas. Los hombres pueden ponerse unas rodajas de pepino o bolsas húmedas de té para resolver el problema de los ojos hundidos.
  4. Cepíllate o péinate el cabello. Nada delata más una noche larga que el cabello alborotado o despeinado. Un cabello despeinado puede hacer que los colegas curiosos quieran conversar contigo para preguntarte acerca de la noche anterior. Evita el escrutinio asegurándote de que cada cabello esté en su lugar.
    • Si normalmente tienes un peinado impecable que te toma tiempo alistar, trata de hacer lo mismo cuando te levantes en la mañana con una resaca. Puedes optar por un estilo más sencillo, pero ten cuidado cuando los colegas te pregunten por qué no te peinaste como siempre.
    • Ten un peine o un cepillo a la mano en el trabajo o en tu coche para las mañanas como estas. A menudo, bastará con asegurarte de que no haya mechones fuera de lugar.
  5. El alcohol tiene la tendencia de permanecer en tu aliento. Aunque no puedas notar si huele o no, asume que sí. Desafortunadamente, esta es una de las cosas más difíciles de notar por tu cuenta y, al mismo tiempo, una de las más fáciles de notar por los demás.
    • Asegúrate de cepillarte los dientes y de usar un enjuague bucal fuerte y agradable.
    • A lo largo del día, chupa caramelos o goma de mascar de menta. No hagas esto cuando pueda ser socialmente inapropiado, como en una reunión o al hablar con un superior.
  6. Lo más probable es que tengas hambre por la resaca. Desafortunadamente, no puedes confiar en el instinto en esas circunstancias. Muchas veces optarás por grasas o carbohidratos para saciar el hambre, pero estos alimentos no son necesariamente los mejores para ti. Las grasas pueden terminar afectando a tu estómago y el exceso de carbohidratos puede hacer que te sientas pesado. [1]
    • Trata de tomar un desayuno con frutas, huevos y avena. Trata al menos de tener dos de estos tres alimentos. Te darán energía para continuar durante el día.
    • Bebe abundante líquido con el desayuno. Pronto te darás cuenta que necesitarás seguir bebiendo agua a lo largo del día, así que aprovecha de hacerlo en tu primera comida.
    • Evita el jugo. Aunque es una opción saludable, la acidez del jugo acarrea el riesgo de afectar aún más a tu estómago. Si es posible, limítate al agua.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Tratar de sobrevivir en el trabajo

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  1. Haz tu mejor esfuerzo de limitar tus interacciones personales. La manera más sencilla de no verte como alguien que tiene resaca es limitar cuánto te vean los demás. Evita las conversaciones largas con los demás y cuando no puedas evitar una conversación, escucha y no hables. Siempre y cuando no esté tu superior, un lacónico “Lo siento, debo volver a trabajar” desviará a cualquier colega conversador.
    • Mantente alejado de tantas personas como puedas (tus colegas, tu jefe, tus clientes y, especialmente, cualquiera que tenga reputación de chismoso). Afortunadamente, tu ausencia se tomará como un signo de trabajo duro.
    • Si no puedes huir de una reunión, mira fijamente a cada hablante. Permite que tu mente se apague completamente al “mirar con interés”. Ten cuidado de no distraerte al punto de parecer indiferente, especialmente si es probable que te pregunten algo.
  2. Aunque el paso previo sugiere discreción, no seas inaccesible al punto de que parezca algo inusual o muy obvio. Trata de hacer que tu día sea excepcionalmente poco excepcional: haz todo como lo harías normalmente, ni más ni menos. Recuerda en cada cosa que tratas de evitar las sospechas y la atención. Debes hacer el mismo esfuerzo que haces al disimular la resaca en el trabajo para verte lo más normal posible. [2]
    • Este esfuerzo debe empezar con llegar puntual. Nuevamente, tratas de no tener que dar explicaciones el día de una resaca. No caigas en la trampa de tener que mentir por haber llegado tarde.
    • Cumple con el horario del día. Si tu trabajo involucra muchas reuniones o citas personales, desafortunadamente, tendrás que cumplirlas. Es mucho más sospechoso cancelar las cosas.
    • Ten cuidado también de cómo hablas con los demás. Evita ser cortante o desdeñoso, evita también lucir cansado (aunque lo estés). Mantén una sonrisa y abstente de las conversaciones cuando sea apropiado.
  3. Si tratas de sobrellevar el trabajo como un maníaco en un intento de lucir organizado, te pondrás en riesgo de cometer un error. Esta será una cosa más que tengas que explicar, lo cual debes evitar. Si tienes que hacerlo, trabaja deliberada y lentamente. Es mejor trabajar bien que trabajar mucho. Es fácil decir que el día está lento después de haber dormido poco.
    • Busca algo más insignificante y menos intelectual para mantener la apariencia de un ritmo de trabajo productivo a lo largo del día.
    • Si realmente buscas hacer lo mínimo, pregunta a tu superior inmediato qué es lo que realmente se necesita hacer ese día. Sin embargo, toma en cuenta que esto puede atraer la atención hacia ti a lo largo del día.
  4. Nadie debe saber que tienes resaca. Es probable que luzcas mal por el cansancio; sin embargo, si alguien te pregunta, puedes culpar a muchas cosas, desde no dormir bien hasta la probabilidad de contraer un resfrío. Nada arruinará tu intento de disimular la resaca como un chisme de oficina. [3]
    • Dependiendo de tu presencia en los medios sociales, tus colegas pueden ya saber algo de tu noche anterior. Si te preguntan, responde de manera general “Pasé un buen momento” o “Me divertí mucho”.
    • Hay una probabilidad de que algún colega haya estado contigo la noche anterior. Con suerte, ambos estarán preparados para situaciones como estas y se pueden poner de acuerdo en permanecer callados. Si se trata de alguien que no conoces muy bien, prepárate para lo peor. Esta persona puede hablar más de la cuenta.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Controlar tu cuerpo

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  1. Una resaca puede causar toda clase de malestar físico. Los colegas empezarán a preocuparse y a preguntarse si luces abrumado de dolor o si has estado vomitando. Afortunadamente, los problemas más comunes se pueden resolver con medicamentos de venta libre. Si eres un bebedor regular o sabes cuándo tendrás una resaca, trata de tener estos medicamentos a la mano.
    • Si sientes deseos de vomitar, bebe un Alka Seltzer o toma Pepto Bismol, ya que ambos aliviarán a tu estómago. Di que te has intoxicado con algún alimento si alguien te sorprende vomitando. Si el tiempo lo permite, considera ir a un baño de otro piso o de otra oficina para evitar que te vean o te oigan.
    • Si tienes dolor general y dolor de cabeza, toma algunos analgésicos antes de ir al trabajo y lleva más para tomar durante el día. Usa ibuprofeno (Advil) o naproxeno (Aleve) en lugar de acetaminofeno (Tylenol), ya que este último pondrá más tensión en tu hígado ya tenso.
  2. Una vez que estés en el trabajo, bebe abundante agua a lo largo del día para que puedas permanecer despierto y razonablemente alerta. Las bebidas deportivas como Powerade o Gatorade también son beneficiosas. Contienen electrolitos, los cuales contribuyen a la rehidratación. El alcohol deshidrata, así que tendrás que reponer lo que has quitado. [4]
    • Para empezar, bebe el agua lentamente. Si sientes deseos de vomitar, cualquier cosa que consumas puede desencadenar esa necesidad. A medida que el día avanza, es probable que puedas beber más y más rápido.
    • Es probable que las personas te pregunten por qué tomas tanta agua. Explícales que crees que estás enfermo y que tratas de hidratarte para evitarlo. Con suerte, te evitarán para no contraer tu enfermedad.
  3. Si tienes tiempo antes de ir al trabajo o durante el almuerzo, tómate diez minutos para hacer ejercicios. Aunque solo sea para que te despierte un poco, el ejercicio puede ayudarte a poner en marcha tu cuerpo y a deshacerte de la resaca. Aunque seas un atleta experimentado, haz un poco más de ejercicios cuando tengas resaca. Hacer lo necesario para lograr que tu corazón bombee estará bien. [5]
    • Si no has hecho ejercicios en algún tiempo, puede que no sea la mejor idea empezar la mañana de una resaca. Tómalo con calma y sigue los pasos descritos en este artículo.
    • Si no tienes el tiempo o los recursos para ejercitarte plenamente, trata de caminar hasta el trabajo, si es factible. Incluso este ejercicio debe bastar para poner tu cuerpo en marcha.
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