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La colitis ulcerativa es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal o EII que causa una inflamación crónica y heridas dolorosas (úlceras) en el revestimiento más interno del intestino grueso y el recto. [1] La causa de la colitis ulcerativa es desconocida, pero cada vez hay más evidencias que indican que es consecuencia de una anomalía del sistema inmunitario. Otras formas de EII, así como diferentes enfermedades y afecciones intestinales, pueden causar síntomas similares a los de la colitis ulcerativa, pero con frecuencia requieren tratamientos diferentes. Por eso, es importante distinguir los diferentes tipos de problemas gastrointestinales.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Reconocer los primeros síntomas de la colitis ulcerativa

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  1. Uno de los signos distintivos de la colitis ulcerativa es la diarrea crónica o la presencia de heces sueltas (popó) a diario. [2] Por lo general, esta diarrea tiene pus y sangre, debido a la formación de úlceras en el intestino grueso (colon).
    • Entre los episodios de diarrea, podría salirte un poco de sangre de color rojo intenso por el ano si las úlceras se encuentran en el recto, que es la parte final (distal) del intestino grueso.
    • Los síntomas de la colitis ulcerativa varían bastante entre las personas que la padecen, desde síntomas leves hasta síntomas fuertes, dependiendo del grado de la inflamación y del lugar de las úlceras.
  2. Además de la diarrea, la colitis ulcerativa genera ganas de defecar (hacer popó), por lo que las personas que la padecen sienten que no pueden alejarse mucho del baño. [3] Las úlceras del revestimiento del intestino grueso afectan la capacidad del recto de contraer y mantener las heces en su lugar más tiempo para que el agua pueda absorberse.
    • Por eso, la diarrea con colitis ulcerativa es suelta y aguada: la deshidratación puede ser un problema en las personas con síntomas fuertes. Podrían requerir fluidos intravenosos (IV) de vez en cuando.
    • La colitis ulcerativa se clasifica según cuánto del intestino grueso se ha visto afectado: cuando las úlceras se limitan al recto, los síntomas suelen ser leves; cuando más parte del colon se ha visto afectado, los síntomas suelen ser más fuertes. [4]
  3. Otro síntoma común de la colitis ulcerativa es un dolor en la parte inferior del abdomen y cólicos, principalmente causados por las úlceras, pero también por una mala digestión y por la alteración de las “bacterias buenas” en el colon debido a tanta diarrea. [5] La hinchazón de la parte inferior del abdomen (distensión) y las flatulencias también son relativamente comunes, dependiendo de la dieta de una persona.
    • Evita los alimentos picantes, los alimentos ricos en fibra y los productos lácteos, porque suelen intensificar el dolor abdominal y los cólicos de la colitis ulcerativa.
    • Las personas que desarrollan colitis ulcerativa a una edad temprana (adolescencia) son mucho más propensas a presentar síntomas fuertes.
  4. Las personas con colitis ulcerativa, incluso de las formas más leves, suelen bajar de peso sin querer, debido a diversos factores: diarrea crónica, miedo a comer y a los síntomas desencadenantes, y malabsorción de los nutrientes por el colon disfuncional. [6] Por ende, la pérdida de peso es progresiva, en especial en adolescentes y adultos jóvenes, y a veces hasta el punto de ser peligrosa.
    • A medida que el cuerpo entra en un “estado de hambre”, al inicio usa los depósitos de grasa para utilizarla como energía, y luego descompone el músculo y el tejido conectivo en aminoácidos para usarlos como energía.
    • Pregúntale a tu médico sobre los suplementos de vitaminas y minerales, así como los alimentos ricos en calorías que no desencadenen síntomas de colitis ulcerativa.
    • Comer porciones pequeñas (cinco o seis al día) suele promover una mejor digestión, en lugar de comer dos o tres comidas grandes.
  5. Una falta de energía (fatiga) y cansancio durante el día también son signos comunes de la colitis ulcerativa, debido a la diarrea, la pérdida de apetito, la pérdida de peso y la falta de nutrientes esenciales. [7] Esta fatiga crónica y cansancio no se resuelven durmiendo bastante en la noche o tomando siestas durante el día. También podrías presentar debilidad muscular.
    • Otro factor de la fatiga crónica es la anemia, es decir, una falta de hierro ocasionada por la pérdida de sangre de las úlceras. El hierro es necesario en la sangre (por la hemoglobina) para llevar oxígeno a todas las células con el fin de producir energía.
    • Entre los niños pequeños, la colitis ulcerativa podría retardar el crecimiento y desarrollo debido a la falta de energía y nutrientes.
  6. Los síntomas menos comunes de la colitis ulcerativa son el dolor o inflamación generalizados en las articulaciones (en especial en las articulaciones más grandes), erupciones cutáneas alrededor del cuerpo, irritación ocular, y una fiebre baja y crónica. [8] Cuando estos síntomas se encuentran presentes, se cree que la colitis ulcerativa es causada más por un sistema inmunitario demasiado activo o defectuoso.
    • Cuando un problema de salud es causado por una reacción inmunitaria demasiado activa o defectuosa, se denomina enfermedad autoinmune. En esencia, el cuerpo se ataca a sí mismo y ocasiona bastante inflamación.
    • No es poco común que los adultos de edad media con bastantes antecedentes de colitis ulcerativa desarrollen artritis inflamatoria en las articulaciones, como las rodillas, las manos y la columna vertebral.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Distinguir la colitis ulcerativa de problemas de salud similares

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  1. Aunque ambas son enfermedades inflamatorias intestinales, la enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, tanto del intestino delgado como del intestino grueso. [9] La colitis ulcerativa se limita a la mucosa y a la submucosa, las primeras dos capas del revestimiento intestinal. En cambio, la enfermedad de Crohn, además de las dos primeras capas, también abarca las dos siguientes, que son las capas del tejido muscular y conectivo que se encuentran debajo.
    • La enfermedad de Crohn suele ser más grave y sintomática que la colitis ulcerativa, porque sus úlceras son más profundas y más destructivas. La malabsorción de nutrientes es más común en la enfermedad de Crohn.
    • Con mayor frecuencia, la enfermedad de Crohn se desarrolla donde el intestino delgado se encuentra con el colon (región ileocecal), por lo que los síntomas (el dolor y los cólicos) normalmente se sienten en la parte superior del abdomen, cerca del estómago.
    • La enfermedad de Crohn también causa diarrea con sangre, aunque la sangre con frecuencia es de un color más oscuro, porque las úlceras a menudo se encuentran más lejos del ano.
    • Los aspectos diferenciadores incluyen la intervención de diferentes áreas del colon, la intervención significativa del intestino delgado y granulomas en la biopsia. La diarrea y el dolor abdominal, en especial en el cuadrante inferior derecho, son síntomas distintivos.
  2. El síndrome del intestino irritable no es una enfermedad inflamatoria que causa ulceración en los intestinos. Por el contrario, es un trastorno que afecta las contracciones musculares del intestino grueso, las cuales son más frecuentes y rápidas, algo así como movimientos internos. [10] Por eso, la diarrea, las mayores ganas de defecar y los cólicos en el abdomen inferior también son comunes en el SII, pero las heces no presentan sangre ni pus.
    • El diagnóstico del SII a menudo se realiza según estos criterios: incomodidad o dolor abdominal que puede aliviarse con la defecación y relacionados con el cambio en la frecuencia de las deposiciones o un cambio en la consistencia de las heces presentes por lo menos 12 semanas. [11]
    • El SII suele ser menos doloroso, porque no hay úlceras en las capas intestinales. El dolor de los cólicos que provienen del SII a menudo se alivia con un episodio de diarrea.
    • A diferencia de la colitis ulcerativa, el SII suele ser causado principalmente por los alimentos y el estrés, y no tiene un componente genético importante.
    • El SII es mucho más común en las mujeres, mientras que las enfermedades inflamatorias intestinales no muestran una preferencia de género.
  3. Las personas con intolerancia a la lactosa no pueden digerir apropiadamente el azúcar de la leche (lactosa), debido a la falta de la enzima lactasa. [12] La lactosa luego es alimentada por las bacterias intestinales, lo cual desencadena la producción de gas, distensión y diarrea. Los síntomas de la intolerancia a la lactosa normalmente empiezan 30 minutos a 2 horas después de comer o tomar productos lácteos.
    • Por el contrario, la colitis ulcerativa se desarrolla despacio con el paso del tiempo y se vuelve crónica en la mayoría de las personas que la padecen. Puede entrar en remisión, pero no desaparece evitando ciertos alimentos.
    • La diarrea ocasionada por la intolerancia a la lactosa suele ser más explosiva por la producción de gas, pero no presenta sangre ni pus.
    • Es común sentir un poco de náuseas en la intolerancia a la lactosa, pero por lo general no se presenta fatiga, cansancio ni pérdida de peso.
  4. Las infecciones intestinales (ya sea que provengan de virus o bacterias) aparecen rápido y suelen provocar dolor abdominal, cólicos y diarrea, pero con frecuencia no duran más de una semana aproximadamente. La mayoría de las infecciones bacterianas son causadas por intoxicación por alimentos ( salmonella , E. coli y otras especies) y también implican vómitos fuertes y fiebres altas, que no son elementos característicos de la colitis ulcerativa. [13]
    • Dependiendo de la especie, las infecciones intestinales pueden producir sangre en la diarrea si el revestimiento de la mucosa se irrita bastante, pero no dura más de una semana aproximadamente.
    • Las infecciones intestinales pueden aparecer en cualquier lugar en los intestinos o el estómago, mientras que la colitis ulcerativa se limita al intestino grueso.
    • La mayoría de las úlceras estomacales son ocasionadas por una especie de bacterias denominadas H. pylori , que produce dolor en la parte superior del abdomen, náuseas y sangrados. No hay diarrea y la sangre en las heces parece más granos de café.
  5. Los síntomas de la colitis ulcerativa grave y los del cáncer de colon son muy difíciles de distinguir. Ambos implican bastante dolor, diarrea con sangre, fiebre, pérdida de peso y fatiga. Sin embargo, es más probable que la colitis ulcerativa se convierta en cáncer de colon cuando todo el colon se ve afectado, cuando hay una inflamación crónica generalizada y cuando la enfermedad ha estado activa por ocho años como mínimo. [14]
    • Los hombres con colitis ulcerativa grave corren mayor riesgo que las mujeres, en especial si tienen colangitis esclerosante primaria, un problema de salud que afecta el hígado.
    • Las personas con colitis ulcerativa grave deben hacerse una colonoscopía cada año o cada tres años para asegurarse de que su enfermedad no sea cancerosa.
    • La cirugía que extirpa todo el intestino grueso elimina el riesgo de cáncer de colon.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Recibir un diagnóstico preciso

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  1. Aunque tu médico de cabecera puede ayudarte a descartar algunas otras causas de dolor abdominal y diarrea crónica con pruebas de sangre y una muestra de heces, es mejor que te refiera a un especialista intestinal, denominado gastroenterólogo. Este especialista usará equipos de diagnóstico para mirar directamente el revestimiento del colon con el fin de ver si presenta alguna úlcera.
    • Una prueba de sangre puede confirmar si tienes anemia (menos glóbulos rojos), lo cual señalaría algún tipo de sangrado intestinal debido a las úlceras de perforación. [15]
    • Una prueba de sangre también puede mostrar una cantidad elevada de glóbulos blancos, lo que más bien indica algún tipo de infección bacteriana o viral.
    • Una muestra de heces que presenta sangre y pus (glóbulos blancos muertos) señala algún tipo de EII, mientras que bastantes bacterias o parásitos indican una infección.
  2. Una colonoscopía le permite al gastroenterólogo mirar todo tu colon mediante un conducto delgado y flexible con una cámara adherida en la parte final. [16] El aparato se inserta en el recto y toma fotos del revestimiento de todo el intestino grueso, de manera que se visualiza cualquier úlcera. Durante el procedimiento, se puede tomar y revisar con un microscopio una pequeña muestra de tejido (biopsia).
    • Como alternativa, también se puede utilizar un sigmoidoscopio flexible para visualizar la última parte del colon, denominada sigmoide. Un sigmoidoscopio es una mejor opción que una colonoscopía si tu intestino grueso está bastante inflamado.
    • Revisar el colon con este aparato puede ser algo incómodo, pero por lo general no es lo suficientemente doloroso como para requerir anestesia o analgésicos fuertes. Con frecuencia, la lubricación y los relajantes musculares son suficientes.
  3. Si tus síntomas son fuertes, el gastroenterólogo podría tomarte rayos X en el abdomen después de que tomes un enema de bario espeso con el fin de descartar un colon perforado. [17] El médico también podría solicitarte una tomografía computarizada abdominal con la finalidad de ver cuánto del colon presenta úlceras y cuán profundas son las úlceras. La tomografía computarizada es excelente para distinguir la colitis ulcerativa de la enfermedad de Crohn.
    • La enterografía por resonancia magnética (RM) es una prueba más sensible para encontrar la inflamación y úlceras en el colon, y no implica ninguna radiación.
    • La cromoendoscopia la emplean los especialistas para descartar el cáncer de colon y recto. Implica rociar dentro del colon un tinte especial que resalta el tejido canceroso.
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Consejos

  • Las causas exactas de la colitis ulcerativa son desconocidas, aunque se cree que el estrés, los factores alimenticios y la genética desempeñan un papel.
  • Entre 10 y 20 % de las personas con colitis ulcerativa tienen familiares con este problema de salud. [18]
  • Los judíos descendientes de Europa Oriental (ashkenazí) registran la incidencia más alta de colitis ulcerativa.
  • La enfermedad se diagnostica con mayor frecuencia en personas entre 15 y 35 años.
  • Un 50 % de los pacientes con colitis ulcerativa presentan síntomas leves, mientras que la otra mitad presenta síntomas más fuertes, incluido un 10 % que se ve debilitado por la enfermedad.
  • La colitis ulcerativa no tiene cura, pero los tratamientos incluyen cambios alimenticios, reducción del estrés, medicamentos (antiinflamatorios no esteroideos, corticosteroides, inmunomoduladores, productos biológicos) y cirugía en los casos graves.
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