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Quizás no parezca un asunto importante, pero escoger la silla ergonómica perfecta para tu escritorio u oficina puede marcar una diferencia en tu salud y confort. Sentarte por largos periodos de tiempo puede poner mucha tensión en la espalda y la columna vertebral, lo que puede ocasionar problemas y malestares graves en la espalda. Aprender más acerca de cómo escoger la silla ergonómica apropiada para tu oficina puede ayudarte a evitar estos problemas de la salud, mejorar tu postura y mantener la comodidad durante tu día laboral.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Evaluar las capacidades de ajuste de la silla

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  1. La altura de la silla ergonómica debe ser completamente graduable. El asiento de la silla debe ser fácil de moverse hacia arriba o abajo. Este ajuste permitirá que las personas de diferentes estaturas puedan sentarse cómodamente en ella. Asegúrate de poder ajustar la altura del asiento antes de comprarla. [1] [2]
    • Una persona entre 1,52 y 1,93 metros (5 pies a 6 pies con 4 pulgadas) se sentará cómodamente en un asiento de 38 o 55 centímetros (15 o 22 pulgadas) de altura.
    • La mayoría de las sillas ofrecen solo un rango pequeño de ajuste.
    • Tus pies deben poder reposar planamente sobre el suelo mientras tus rodillas están flexionadas en un ángulo de noventa grados.
  2. Antes de escoger una silla ergonómica, deberás pensar en quién la utilizará. La silla tendrá que acoger cómodamente a cualquier persona que se siente en ella o ajustarse para que quepa. Asegúrate de que sea apta para cualquier persona en tu oficina antes de comprarla. [3]
    • La silla que te interese debe acoger cómodamente a la persona destinada a utilizarla.
    • Muchas sillas ergonómicas serán tan graduables como para acomodarse a casi cualquier persona.
  3. Una buena silla ergonómica te permitirá ajustar cada parte de manera individual. Debes poder mover los apoyabrazos, el asiento y los respaldares independientemente. Este nivel de personalización te permitirá hacer que la silla sea apta para cualquier persona que termine utilizándola. [4]
    • Debes evitar las sillas que no permiten que se les haga ajustes.
    • Por lo general, deberás escoger sillas que tengan una gran cantidad de características graduables.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Evaluar el respaldar de la silla

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  1. Las sillas ergonómicas apropiadas ofrecen un respaldar superior y medio completo. Si te sentarás por un periodo largo de tiempo, apoyar tu espalda y su forma natural será importante para prevenir una lesión o una tensión. Asegúrate de que la silla ergonómica tenga un respaldar superior y medio excelente antes de comprarla. [5]
    • El respaldar debe tener entre 30 y 48 centímetros (12 y 19 pulgadas) de ancho.
    • El respaldar de la silla debe apoyar la curva natural y la forma de tu espalda.
    • La mayoría de los respaldares son graduables para apoyar las formas de la espalda.
  2. Las sillas sin un respaldar lumbar apropiado tendrán un efecto perjudicial y aplanador en la espalda baja. La espalda baja tiene una curva natural hacia adentro; las sillas mal diseñadas causarán que se aplane. Asegúrate de que tu silla te ayude a mantener la curvatura normal de tu espalda baja para ayudarla a mantenerse fuerte y saludable. [6]
    • El apoyo lumbar se puede ajustar al levantar o bajar la almohadilla del respaldar de la silla.
    • Las sillas que tienen un respaldar no graduable no serán óptimas para todos.
  3. Poder reclinar o ajustar el respaldar de la silla afectará la cantidad de peso puesta en tu espalda baja. Si planeas sentarte por una gran parte del día, el hecho de reclinar el respaldar puede ayudar a aliviar la presión en tus discos intervertebrales y los músculos de tu espalda baja. [7]
    • Evita comprar una silla ergonómica que no pueda reclinarse.
    • La mayoría de las sillas se puede fijar en la posición reclinada más cómoda que puedas encontrar.
    • La presión en la espalda es menor entre 110° y 130° de inclinación.
    • Las personas con lesiones en la espalda baja pueden sacar un mayor beneficio de las sillas reclinables.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Evaluar el asiento de la silla

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  1. Los asientos que son muy grandes o muy pequeños pueden afectar tu confort y salud cuando los utilizas por mucho tiempo. Cuando buscas una buena silla ergonómica, deberás asegurarte de que el asiento sea del tamaño apropiado para ti o la persona que la utilizará. Ten algunos de estos criterios en mente cuando juzgues el tamaño del asiento de una silla ergonómica: [8]
    • El asiento debe ser aproximadamente tres centímetros más ancho que las caderas.
    • El asiento debe ubicarse justo detrás de las rodillas.
  2. Quizás pasarás mucho tiempo sentado en tu silla ergonómica. Por ello, debes asegurarte de que la silla esté acolchada apropiada y adecuadamente para ayudar a asegurar el confort y el apoyo ergonómico. Asegúrate de que el asiento de la silla esté hecho de espuma de alta calidad antes de comprarla. [9]
    • La espuma de baja calidad puede descomponerse rápidamente, lo que ocasiona que la silla se vuelva incómoda.
    • Debes poder sentarte cómodamente en ella por al menos una hora.
    • Los asientos mal acolchados pueden causar desalineaciones en las caderas y problemas en la espalda.
  3. A pesar de que la habilidad de inclinar el asiento de la silla es opcional, todavía podrías querer tener esta función en tu silla. Inclinar el asiento de la silla puede ayudarte a mantener una postura apropiada cuando te sientes en ella. Si crees que la habilidad de inclinar el asiento te ayudaría a sentarte más cómodamente, fíjate para ver si tu silla ergonómica tiene esta capacidad. [10] [11]
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Completar tu decisión

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  1. A pesar de que puedas aprender mucho de una silla al leer sus especificaciones, aún es recomendable probarla en persona. Al sentarte en ella, podrás sentir directamente cuán cómoda es y conocer si se puede ajustar apropiadamente a tus necesidades. En la medida de lo posible, trata de examinar una silla ergonómica en persona para asegurarte de que sea la indicada para ti.
  2. Hay muchas características que considerar cuando buscas una silla ergonómica perfecta. Debido a que hay mucho que considerar, se podría pasar por alto algunos aspectos de la silla. Piensa en algunas de las siguientes partes de la silla en la que te fijas para ayudarte a tomar tu decisión: [12]
    • La base de la silla debe tener cinco patas.
    • Las ruedas de la silla deben moverse fácil y libremente.
    • Si la silla viene con un reposacabezas, asegúrate de que sea apropiado para tu tipo de cuerpo.
    • Quizás necesites un reposapiés si la altura de la silla es muy alta y no se pueda ajustar.
    • Deberás pensar en qué revestimiento de la silla es mejor. Los revestimientos de vinilo pueden ser fáciles de limpiar, pero no facilitar tanto el paso del aire. Las cubiertas de tela para los asientos pueden permitir que haya un flujo de aire, pero pueden ser más difíciles de limpiar.
  3. Hay muchos tipos diferentes y estilos de sillas ergonómicas. Estas sillas diferirán del estilo tradicional de silla, y cada una tendrá su propio beneficio único y su propio propósito. Fíjate en algunos estilos únicos de sillas ergonómicas para saber si uno podría ser bueno para tus necesidades. [13]
    • Las sillas de rodilla no tienen respaldar y pueden ayudarte a mejorar la postura y la salud de la espalda.
    • Los taburetes con forma de silla de montar son buenas opciones para trabajar en la computadora o el escritorio. Tienen la forma de una silla de montar a caballo y pueden ayudar a hacer que tu espalda esté más suerte y saludable.
    • Las pelotas de ejercicio pueden ayudarte a mantenerte en movimiento y te exigen activamente que te mantengas en equilibrio.
    • Si tienes problemas de espalda, reclinar las sillas con los reposapiés puede ser la opción más cómoda.
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