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El virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) es una enfermedad que afecta al sistema inmunitario de un gato. También conocido como el sida felino, el VIF debilita el sistema inmunitario y hace que un gato sea más propenso a las infecciones en varias partes del cuerpo (piel, sistema digestivo o sistema respiratorio). [1] Afortunadamente, con el cuidado apropiado, un gato con VIF puede tener una vida larga y feliz. Parte de este cuidado apropiado incluye darle al gato enfermo una dieta saludable. Trabaja con el veterinario para elegir la mejor dieta para el gato y adopta medidas sencillas en casa para asegurarte de que el gato coma y disfrute su comida.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Elegir la dieta

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  1. En general, los gatos con VIF no necesitan una dieta especial. Sin embargo, como no todos son iguales, no existe una dieta única para estos. Debido a que el gato con VIF puede tener necesidades dietéticas específicas, habla con el veterinario antes de elegir una dieta para tu mascota. Por ejemplo, si tiene otro problema de salud, como una enfermedad renal crónica, puede tener necesidades dietéticas especiales.
    • Un gato con una enfermedad renal crónica necesitará una dieta baja en proteínas. [2]
    • Hazle preguntas al veterinario con respecto a cuál debe ser la dieta del gato con VIF. Por ejemplo: ¿Necesita una dieta prescrita? ¿Hay algún nutriente específico que necesite? ¿Puedo darle bocadillos? ¿Qué hago si no le gusta la comida?
    • El veterinario recomendará una dieta basada en la salud general del gato.
  2. Un gato con VIF necesita una dieta nutricionalmente completa (que contenga todos los nutrientes necesarios) y equilibrada. La proteína es uno de los nutrientes más importantes en la dieta de un gato. Los gatos son carnívoros por naturaleza, lo que significa que necesitan proteínas de origen animal (pollo o res) en su dieta. [3] Las proteínas animales contienen aminoácidos (componentes básicos de las proteínas) necesarios para un crecimiento saludable. [4]
    • La taurina es un aminoácido importante para los gatos. Se encuentra en las proteínas animales y es esencial para la salud de un gato. La deficiencia de taurina puede provocar problemas de visión, de funcionamiento del músculo cardíaco y de digestión. [5]
    • Además de las proteínas, los gatos también necesitan carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales en su dieta. [6]
  3. Existen muchas dietas comerciales que proporcionan al gato una nutrición adecuada. Estas dietas vienen en varias formas, incluyendo la seca y la enlatada. La comida seca suele ser económica, pero puede no ser muy sabrosa o digerible. La comida enlatada es sabrosa, pero puede no ser nutricionalmente completa. [7]
    • La comida seca suele contener proteínas vegetales (granos o verduras). Estas proteínas no proporcionan a un gato la cantidad suficiente de aminoácidos que necesita para estar saludable. [8]
    • Otra opción es la comida semihúmeda para gatos. Sin embargo, la comida semihúmeda suele tener un alto contenido de carbohidratos y no ser muy nutritiva. Además, los aditivos o los colorantes de la comida pueden provocar reacciones alérgicas en los gatos.
    • Busca en la etiqueta de la comida una certificación de la Asociación de Oficiales Estadounidenses de Control de Alimentos. Esta certificación garantiza que el alimento cumpla los requisitos mínimos de nutrición.
    • Pídele al veterinario que te recomiende qué dietas comerciales son las mejores para un gato con VIF.
  4. Además de las dietas comerciales, puedes preparar una dieta casera para el gato. Una dieta casera debe ser nutricionalmente equilibrada para satisfacer las necesidades dietéticas del gato. [9] Toma en cuenta que la preparación de las dietas caseras puede tomar mucho tiempo. Si estás muy ocupado, una dieta comercial probablemente sea la mejor opción.
    • Si decides preparar una dieta casera, no le añadas comida cruda. Los gatos con VIF tienen el sistema inmunitario debilitado, lo cual hace que sean muy vulnerables a las infecciones alimentarias por parásitos o bacterias. Los alimentos crudos, como la carne o los huevos, pueden hacer que el gato se enferme gravemente. [10]
    • Para preparar una dieta casera para un gato, usa una fuente de proteína animal (pollo, pavo o res cocidos), carbohidratos (arroz, patatas hervidas o en puré, o avena integral) y suplementos vitamínicos y minerales.
    • El tamaño de la porción que le des al gato dependerá de varios factores, como edad, nivel de actividad y salud general.
    • Habla con un nutricionista veterinario antes de empezar con la dieta casera del gato. El nutricionista elaborará una dieta para tu mascota y te dará recomendaciones sobre cómo preparar la comida.
  5. Los suplementos de la vitamina C y E pueden ayudar a que el gato con VIF se mantenga saludable. [11] De manera particular, un suplemento de vitamina E puede fortalecer su sistema inmunitario. [12] Pídele al veterinario que te recomiende suplementos vitamínicos de alta calidad para el gato.
    • Sigue las instrucciones de la etiqueta del producto cuando le des los suplementos al gato.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Alimentar al gato con VIF

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  1. Los gatos con VIF tienden a tener problemas intestinales y poco apetito. Si el gato con VIF no tiene ganas de comer, tendrás que animarlo a que lo haga. A la hora de comer, añade un aderezo sabroso (caldo de pollo o de res) a la comida. También puedes añadirle un poco de atún. [13] Estos aderezos adicionales pueden añadir el suficiente sabor extra para hacer que el gato coma.
    • Busca el caldo en el pasillo de las sopas del supermercado.
    • Llama al veterinario si no puedes animar al gato a que coma. Este puede prescribir un medicamento para estimular su apetito.
  2. La saliva de un gato seropositivo puede contener el virus que causa la enfermedad. Por lo tanto, si tienes varios gatos, considera la posibilidad de alimentar al gato con VIF con un tazón aparte. [14] Reducir el riesgo de propagación del virus será importante para los gatos saludables.
    • Afortunadamente, es poco probable que los gatos saludables contraigan el VIF por el solo hecho de compartir un tazón de comida con el gato enfermo. [15] Si deseas alimentar a todos los gatos con el mismo tazón, habla con el veterinario antes de hacerlo.
    • Limpia el tazón de comida del gato enfermo de la misma manera en que limpias los otros tazones.
  3. Las necesidades dietéticas del gato pueden cambiar a medida que el VIF progresa y el sistema inmunitario del gato se debilita. El veterinario puede recomendar cambios en la dieta para mantener al gato lo más saludable posible, a pesar de los efectos de la enfermedad.
    • El VIF puede tener efectos negativos en la salud oral de los gatos. Si la salud dental del gato con VIF empieza a resentirse, el veterinario puede recomendar una dieta dental.
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Consejos

  • Si necesitas cambiar la dieta del gato, hazlo gradualmente. Un cambio brusco puede alterar su sistema digestivo. El gato puede necesitar varias semanas para adaptarse a la dieta nueva. [16]
  • A los gatos seropositivos se les suele recomendar una dieta rica en proteínas y baja en carbohidratos. Sin embargo, los estudios no han demostrado que los gatos saludables seropositivos necesiten más proteínas que otros gatos.
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