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Si vas a salir a correr, montar bicicleta o escalar una montaña, vas a sentir sed. Una excelente forma de aplacarla sin tener que lidiar con botellas incómodas o contenedores flexibles de agua dentro de tu mochila son las mochilas de hidratación. Estas tienen un diseño específico para que un contenedor de agua se mantenga estable mientras realizas la actividad atlética de tu elección. Considera la cantidad de dinero que quieras gastar en una mochila de hidratación y opta por una que te quede cómoda y se adecúe a tus fines. Debes tomar en consideración ciertos factores, como la cantidad de agua que bebas, la facilidad con la que se pueda limpiar el contenedor y lo duradera que sea la mochila. Por último, disfruta del uso de tu mochila de hidratación y límpiala según sea necesario.

Método 1
Método 1 de 3:

Considerar tus necesidades

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  1. Ten en cuenta que las mochilas de hidratación son más adecuadas para aquellas actividades en las que uno no se pueda (o no quiera) detener con frecuencia, si es que se detiene del todo. Por ejemplo, al correr o montar bicicleta, es probable que no quieras bajar la velocidad cada vez que tengas sed. Asimismo, las mochilas de hidratación te brindan una estabilidad que no se puede lograr con una mochila regular que contenga una botella o un contenedor de agua. Por otro lado, si vas a realizar caminatas largas o salir en canoa y tendrás tiempo para detenerte y tomar tu botella de agua, quizás no te sea necesaria una mochila de hidratación. [1] [2]
    • Asimismo, es posible que necesites una mayor capacidad de almacenamiento para los viajes más largos (como las caminatas de varios días, las escaladas de montaña, etc.) que la que te brinde una mochila de hidratación promedio.
    • En algunos casos, las mochilas de hidratación están diseñadas para actividades específicas. Por ejemplo, la mochila CamelBak Race Baku está diseñada para ciclistas.
  2. Cuando realizas actividad física, ¿sudas mucho? De ser el caso, es posible que el depósito de agua que necesites sea grande. En caso de que no sudes mucho o no esperes sentir demasiada sed durante tu rutina de ejercicios, podría irte bien con un depósito de agua más pequeño. [3] [4]
    • En su mayoría, puedes encontrar mochilas de capacidades de 1 litro (o 1,5 litros), 2 litros y 3 litros. [5]
  3. En caso de que tengas la intención de utilizar la mochila durante el invierno, quizás debas conseguir una que esté aislada. Asimismo, las mochilas aisladas hacen que el agua se mantenga a una temperatura más fría que en las mochilas regulares durante los meses calurosos de verano. Sin embargo, con el aislamiento adicional, el costo de la mochila incrementará. [6]
  4. Puedes encontrar mochilas de hidratación en un rango de precios. Las más grandes suelen ser más costosas que las más pequeñas. Si asumimos que dos mochilas son del mismo tamaño pero tienen precios distintos, la más costosa por lo general será de mejor calidad que la más barata. Antes de comprar una mochila de hidratación, debes determinar cuál será tu presupuesto. [7]
    • Al comprar una mochila de hidratación, debes buscar ofertas. Con frecuencia, las tiendas minoristas de equipo para el aire libre realizan ofertas durante las fiestas de fin de año. Asimismo, puedes comparar precios en línea.
    • Debes estar preparado para gastar entre $50 y $150 dólares estadounidenses en una mochila de hidratación.
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Método 2
Método 2 de 3:

Evaluar el diseño

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  1. Incluso si no tienes la intención de tratar la mochila con rudeza, debes conseguir una que pueda resistir el abuso. Con frecuencia, las mochilas se caen, se golpean y reciben otros daños que es posible que no sean tu intención. Debes conseguir una hecha de telas antidesgarros, las cuales son un tipo de nailon tejido que resiste los desgarros y las rasgaduras.
  2. Es probable que el contenedor de agua que venga junto con la mochila tenga una abertura que se abra y se cierre enroscándose de forma que te sea posible llenarla de agua. Sin embargo, en algunos casos, los contenedores de las mochilas de hidratación se cierran con un movimiento de deslizamiento o es necesario abrocharlos para cerrarlos. [8]
    • La limpieza puede ser difícil en el caso de los contenedores con tapas que se enrosquen, sobre todo en comparación con la facilidad con la que se puede limpiar una botella o hasta un contenedor autónomo de agua.
    • En el caso de la mayoría de las mochilas de hidratación, el diámetro promedio de la abertura de un contenedor de agua con tapa que se enrosque solo mide alrededor de 6 cm (3 pulgadas).
    • En el caso de los contenedores que se cierren mediante un deslizamiento o abrochándolos, con frecuencia es posible volverlos completamente del revés para limpiarlos con facilidad. [9]
    • Si el agua que vayas a beber contiene mezclas de electrolitos o azucaradas, deberás limpiar la mochila y el tubo con mayor frecuencia que si solo bebes agua pura. Sin embargo, a la larga, todas las mochilas deben vaciarse y limpiarse por completo.
  3. En todos los casos, las mochilas de hidratación vienen con un tubo que sale de ella para que te sea posible beber el agua que contengan. Sin embargo, algunas mochilas contienen un segundo compartimiento dentro del contenedor de agua que emplea un sistema presurizado para hacer que el agua salga a chorros de la mochila. En el caso de otras mochilas, estas contienen lo que equivale a una pajita larga para que puedas succionar el agua en lugar de que esta salga a chorros del tubo. [10]
    • Para algunas personas, las mochilas presurizadas son mejores que las que no lo son. Esto se debe a que les permiten beber hasta la última gota de agua con un esfuerzo mínimo.
    • Asimismo, el otro beneficio de las mochilas de hidratación presurizadas es que te permiten usarlas para otras cosas además de ser una fuente de agua potable. Los senderistas y montañistas suelen preferir estas mochilas debido a que pueden rociarse agua en las manos para limpiarse el lodo, así como también lavar platos y limpiar las mascotas sucias antes de que ingresen al auto o a la tienda de campaña. [11]
    • Si bien las mochilas presurizadas cuestan más y son más pesadas que las que no lo son, no necesitan limpiarse tanto debido a que no es posible que una estela de agua regrese por el tubo.
  4. En algunos casos, las mochilas se parecen a las mochilas comunes, mientras que, en otros, su diseño es más similar al de un chaleco. Algunas dejan un poco de espacio entre la mochila y la espalda y otras quedan de una forma más ceñida contra el cuerpo. Otras tienen correas a los lados y otras tienen tiras de tela que permiten que haya más bolsillos y una mayor capacidad de almacenamiento. En su mayoría, las mochilas también están diseñadas ya sea para hombres o para mujeres, aunque puedes encontrar algunas opciones que sean unisex. Debes probarte la mochila de hidratación antes de comprarla para tener la certeza de que te sea cómoda. [12] [13]
    • Es posible que los ciclistas, corredores y esquiadores prefieran una mochila estilo tradicional más delgada.
    • Por otro lado, es probable que los senderistas y montañistas prefieran una mochila que les brinde una mayor capacidad de almacenamiento.
    • Las mochilas para mujeres se adaptan a la menor longitud promedio del torso en las mujeres.
    • Debes asegurarte de que la mochila que compres sea del tamaño adecuado para ti. Estos suelen ser pequeño, mediano y grande.
    • Experimenta con las correas y los broches para así obtener el ajuste que mejor te acomode.
  5. Estas mochilas por lo general tienden a ser bastante pesadas, por lo que no debes dejarte engañar por su tamaño pequeño. Al comprar la mochila, debes revisar la etiqueta para encontrar la información sobre el peso de la mochila cuando esté llena. Puedes preguntarle a un representante de ventas en caso de que no estés seguro o no puedas encontrar la información sobre el peso de la mochila. [14]
    • Ten en cuenta que un litro de agua pesa un kilo, por lo que puedes obtener el peso de la mochila cuando esté llena sumando el peso del agua al de la mochila.
    • Las mochilas de hidratación presurizadas pesan más que las que no lo son.
    • Asimismo, las mochilas que tengan una mayor capacidad de agua pesarán más que las que tengan una menor capacidad.
  6. Podrías usar una botella de agua regular y colocarla en el bolsillo lateral de tu mochila en lugar de usar una mochila hidratación. Como otra alternativa, puedes comprar un contenedor de agua, el cual, en esencia, es la parte de la mochila de hidratación en donde se coloca el agua. Sin embargo, a diferencia de la mochila de hidratación, puedes colocar el contenedor de agua en cualquier mochila que desees y luego retirarlo para colocarlo en otra si es que más adelante decides que quieres usar una mochila diferente. [15]
    • En su mayoría, las mochilas que están diseñadas para usarse al aire libre tienen un agujero para la manguera del contenedor de agua a través de la cual puedes introducir con facilidad el tubo de un contenedor de agua aparte.
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Método 3
Método 3 de 3:

Utilizar una mochila de hidratación

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  1. Abre la cremallera de la mochila y llena el contenedor que se encuentre dentro. En el caso de algunos fabricantes, es necesario que desenrosques el contenedor de agua para después llenarlo, mientras que, en el caso de otros tipos de contenedores, quizás sea necesario que abras el broche que mantiene unido el contenedor en la parte superior. Por otro lado, para los contenedores de otras variedades de mochilas de hidratación, es necesario deslizar un mecanismo de cierre en la parte superior para abrirlos. Una vez que el contenedor esté abierto, llénalo con agua limpia y ciérralo cuando esté lleno. [16]
    • Si vas a salir a correr durante el verano, llena la mochila con agua más fría, mientras que, si vas a salir durante el invierno, llénala con agua más tibia.
    • Para saber cuáles son los pasos específicos para llenar la mochila de hidratación, consulta las instrucciones del fabricante.
  2. Siempre debes enjuagar el contenedor de agua antes y después de usarlo. Para ello, llénalo con agua tibia, agítalo y luego vacía el agua. Asimismo, debes tener cuidado de que el agua se desplace por toda la manguera hasta el final y salga por la boquilla. Hazlo cada vez que uses la mochila para así ayudar a que se mantenga limpia.
  3. Después de llenar el contenedor de agua, vuelve a colocarlo dentro de la mochila de hidratación y cierra la cremallera de esta. Introduce el brazo derecho por la correa derecha de la mochila y el izquierdo por la correa izquierda. [17]
    • Este es un proceso similar al de colocarte una mochila.
  4. Muérdelo y succiona hacia adentro, como si bebieras de una pajita. Con el poder de succión, el agua debería poder salir por el tubo. Traga el agua hasta que hayas bebido lo suficiente y luego suelta el tubo. Asegúralo a la correa de la mochila de hidratación en tu pecho y sepáralo cuando quieras volver a beber. [18]
    • En el caso de algunos tubos para beber, podría ser necesario que gires una válvula en la parte que debas morder para así abrir el tubo. [19]
    • Si tienes una mochila de hidratación presurizada, deberás presionar la válvula de presión (la cual está unida al tubo de aire) entre 8 y 10 veces antes de morder el tubo para beber. De esta forma, se acumulará la presión dentro de la mochila. [20]
  5. Quizás puedas introducir un cepillo en el contenedor y refregarlo con agua tibia, aunque esto dependerá del modelo. Esto es de particular importancia si utilizas mezclas de electrolitos o azucaradas en el contenedor. En el caso de los contenedores con formas inusuales, como algunas de las mochilas de hidratación con forma de chaleco, será imposible limpiar por completo el interior con un cepillo. En cambio, deberás agitar dentro del contenedor un poco de una mezcla de agua caliente y un aditivo antibacteriano en polvo y luego enjuagar bien el contenedor varias veces con agua tibia. [21] [22]
    • Al terminar de limpiar el interior del contenedor, debes abrirlo lo mejor que puedas y colgarlo boca abajo durante varias horas. De esta forma, se drenará todo el exceso de líquido.
    • Para poder limpiar la mochila de la mejor forma, siempre debes consultar las instrucciones de limpieza del fabricante.
    • Nunca debes limpiar el contenedor empleando lejía o agua hirviendo. [23]
    • Si añades mezclas para bebidas azucaradas al contenedor, debes limpiarlo cada vez que lo uses. En caso de que solo coloques agua en el contenedor, podrías tan solo limpiarlo una vez a la semana o incluso con una menor frecuencia.
  6. Como ocurre con el contenedor, el cronograma de limpieza si solo bebes agua potable es mucho menos riguroso que si bebes una mezcla azucarada a través del tubo de la mochila. En su mayoría, las mochilas tienen un kit de limpieza diseñado específicamente para la manguera (el cual no viene incluido con la mochila) para ayudarte a limpiarla con regularidad. Es probable que debas utilizar un cepillo alargado (parecido a un limpiapipas) y una mezcla de agua tibia y jabonosa para refregar el interior del tubo. [24]
    • Para poder limpiar la mochila de la mejor forma, siempre debes consultar las instrucciones de limpieza del fabricante.
  7. El agua se congelará en la manguera a temperaturas bajo cero, por lo que, en muchos casos, los fabricantes venden mangas de aislamiento diseñadas especialmente para las mangueras. Sin embargo, podrías dejar volar tu creatividad y cortar un par de calcetines largos de tubo para hacer una manga de aislamiento operativa para el tubo de la mochila de hidratación. [25]
    • El agua dentro del contenedor en sí se mantiene más cerca de tu cuerpo, por lo que es poco probable que se congele.
    • Para evitar que el agua se congele dentro de la manguera, otro consejo es soplar el agua después de beberla para hacer que regrese al contenedor cuando haya temperaturas bajo cero (aunque, por supuesto, esto solo funcionará con las mangueras no presurizadas). [26]
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