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La mayoría de los gatos se acicalan solos y no necesitan que les limpien los oídos tanto como otros animales. No se recomienda efectuar en los gatos la rutina de limpieza de oídos de la misma manera que en los perros. El cerumen excesivo en un gato suele ser un signo de infección, de manera que es importante que un veterinario lo examine. Si notas algún síntoma de una infección en el oído al eliminar el cerumen de los oídos del gato, debes llevarlo al veterinario lo más pronto posible. Si el gato inclina la cabeza a un lado o si tiene problemas de equilibrio, no le pongas ningún líquido en los oídos hasta que el veterinario se los haya revisado.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Sujetar al gato para la limpieza de oídos

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  1. El gato puede ser temeroso a la hora de que le limpies los oídos, por lo que, para minimizar las molestias, tendrás que tener todos los suministros de limpieza necesarios colocados sobre una toalla limpia en un área abierta. Necesitarás los siguientes suministros: [1]
    • Solución para limpiar los oídos. Hay muchas soluciones para limpiar los oídos para gatos que puedes usar, las que puedes comprar en una tienda de mascotas local. Debes pedirle recomendaciones al veterinario, y asegurarte de que la solución no sea demasiado secante o irritante para el gato. Evita las soluciones que contengan alcohol, vinagre y peróxido de hidrógeno.
    • Bolas de algodón.
    • Toalla grande.
  2. A la mayoría de los gatos no les gusta quedarse quietos, especialmente para que les hurguen en las orejas. Puedes mantener al gato quieto envolviéndolo en una toalla grande, y colocándolo en un área abierta y elevada junto a los suministros de limpieza.
    • Para envolver al gato con una toalla de manera que esté cómodamente sujeto, debes tomar una toalla de baño grande y doblarla por la mitad en sentido longitudinal. Coloca al gato en el centro de la toalla doblada.
    • Toma un lado de la toalla y envuélvela sobre el lomo del gato, y luego en la parte delantera del cuello. Envuelve el otro lado de la toalla en la parte delantera del cuello del gato y sobre su lomo. A continuación, asegura ambos extremos de la toalla detrás del cuello del gato con una mano.
    • Puedes usar un broche pequeño para mantener unidos los dos extremos de la toalla, dejando libres tus manos para que puedas proceder a la limpieza de oídos.
  3. Si al gato le desagradan las sesiones de limpieza de oídos, puedes pedirle a un amigo o a tu pareja que lo sostenga mientras te preparas para limpiárselos. Esto también te permitirá moverte lenta y suavemente mientras le limpias los oídos sin tener que preocuparte de que se mueva.
  4. Para asegurarte de limpiarle correcta y seguramente el oído, debes conocer las tres partes principales del mismo. Puedes identificar estas tres áreas levantándole el oído mientras esté sujeto y mirando en el interior del mismo. [2]
    • El oído externo. Está formado por la solapa de la oreja, también conocida como pabellón auricular, que suele aparecer en forma vertical en los gatos. Algunas razas, como el fold escocés, tienen los pabellones auriculares doblados. Los perros y los gatos tienen canales auditivos muy largos y estrechos que forman una curva de casi 90 grados en las partes más profundas de los oídos. El cerumen suele acumularse con el tiempo alrededor del canal auditivo del gato y puede infectarse si no se limpia periódicamente.
    • El oído medio. El canal auditivo externo está dividido en el oído medio por una fina membrana llamada tímpano. El tímpano del gato es muy delicado, por lo que debes tener cuidado de no dañarlo durante la limpieza del oído.
    • El oído interno. El oído interno está conectado con el cerebro del gato y contiene los nervios necesarios para el equilibrio y la audición.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Limpiar los oídos del gato

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  1. Empieza examinado el interior del mismo. El interior del pabellón auricular y del canal auditivo deben ser de color rosa claro. Es posible que veas una cantidad pequeña de cerumen de color marrón claro en el canal auditivo. [3]
    • El hecho de que el cerumen sea oscuro, sanguinolento o descolorido puede indicar que el gato tiene una infección. Asimismo, si detectas enrojecimiento, hinchazón o exceso de residuos en los oídos del gato, lo más probable es que se trate de una infección. Lleva al gato al veterinario si ves alguno de estos problemas.
  2. Si el gato tiene un exceso de pelo o pelo sucio y enmarañado alrededor del canal auditivo, debes quitárselo con unas tijeras de aseo. Ten mucho cuidado cuando quites el pelo que está alrededor del canal auditivo del gato, pues no debes dañarlo de ninguna manera. [4]
  3. A continuación, coloca la punta del frasco de la solución unos milímetros dentro del canal auditivo y vierte con cuidado unas cuantas gotas. [5]
    • No fuerces la punta de la solución para limpiar los oídos demasiado cerca del canal auditivo del gato, pues eso puede romper el tímpano y dañarlo.
  4. Coloca el pulgar y el índice en la base del oído externo del gato y masajéala para hacer que el cerumen se afloje en el oído. El gato debe disfrutar de este masaje breve de 45 segundos. [6]
  5. Después del masaje breve, vuelve a abrirle el oído, y elimina con cuidado el líquido, el cerumen o la secreción. Usa una bola de algodón limpia alrededor del canal auditivo y evita tocar el tímpano del gato. [7]
    • No es recomendable usar bastoncillos de algodón para limpiar los oídos del gato, pues pueden provocar lesiones. Si decides emplear bastoncillos de algodón, úsalos solo para limpiar la parte interior del pabellón auricular y no los uses en la parte profunda del oído, pues solo empujarás el cerumen hacia el interior del canal auditivo y posiblemente lo dañarás.
    • Deja que el gato sacuda la cabeza por sí mismo, pues eso puede ayudar a aflojar más cerumen. Usa un algodón para limpiar el exceso de cerumen o de líquido una vez que haya sacudido bien la cabeza.
  6. El gato debe estar más calmado debido al otro oído y posiblemente incluso disfrute de esta sesión de limpieza. [8]
    • Si el gato se comporta bien durante la sesión de limpieza de oídos, puedes recompensarlo con un bocadillo.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Llevar al gato al veterinario

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  1. Pueden ser síntomas de parásitos, como ácaros del oído, o de un oído obstruido a causa de otros problemas. Debes llevar al gato al veterinario si detectas que lo hace con bastante frecuencia y ya le has limpiado los oídos. [9]
  2. Puede que notes estos síntomas en sus oídos durante la limpieza o en un periodo de tiempo posterior a la limpieza de los oídos. Estos síntomas pueden indicar una infección de oído o una reacción alérgica. Si el gato tiene cerumen oscuro, sanguinolento o descolorido en los oídos, llévalo al veterinario para que le haga un diagnóstico claro y le prescriba el tratamiento adecuado. [10]
  3. Un olor fuerte y desagradable en los oídos del gato también puede ser síntoma de una infección de oído o de otro problema más grave. Tómalo como una señal de que es el momento de que un veterinario revise los oídos del gato. [11]
  4. Si el veterinario le diagnostica ácaros o una infección bacteriana en el oído al gato, entonces le prescribirá antiparasitarios, antimicóticos o antibióticos. Puedes comprarlos en forma de pomada o de gotas para los oídos. El veterinario puede recortar el pelo que rodea al canal auditivo del gato para facilitar la limpieza y el tratamiento de la infección del oído. [12]
    • Para usar las gotas para los oídos, tendrás que envolver al gato con una toalla y levantar con cuidado el pabellón auricular. Vierte la cantidad de gotas prescritas en el canal auditivo y masajea con cuidado la base de la oreja para que el medicamento penetre en el canal auditivo.
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