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El limpiador para horno puede hacer maravillas limpiando un horno sucio, pero los químicos potentes y corrosivos de los limpiadores comerciales pueden dejar fuertes malos olores en el horno que se liberan al calentarse. Estos olores pueden resultar muy desagradables, se pueden quedar en la comida e impregnar toda la casa. Si limpiaste el horno con un limpiador fuerte y el olor se quedó, existen maneras de eliminarlo y regresar el horno a la normalidad. Pero la próxima vez que lo limpies, puedes también tratar de usar unas pastas limpiadoras hechas en casa para fregar y limpiar el interior sin los olores a químicos fuertes.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Deshacerte del olor del limpiador para horno

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  1. Además de oler como la casa de la abuela y las festividades, el olor a vainilla también puede disfrazar otros olores. Después de haber limpiado el horno, hay dos maneras en que puedes usar la vainilla para hacer el olor más agradable:
    • Llena un recipiente pequeño con agua y agrega una cucharadita de extracto de vainilla o 10 gotas de aceite esencial de vainilla. Sumerge un trapo dentro del recipiente y exprime el exceso de agua. Con el trapo mojado, limpia el interior del horno, incluyendo las paredes, el fondo, la parte superior y las rejillas. Sumerge el trapo en el agua varias veces y pásalo por todo el horno varias veces para esparcir el olor a vainilla. [1]
    • En lugar de limpiar el horno con vainilla, también puedes hornearla para dejar el olor dentro de este. Precalienta el horno a 120 °C (250 °F). Llena un pequeño recipiente para horno con 2,5 cm (1 pulgada) de agua y agrega una cucharadita de extracto de vainilla. Coloca el recipiente dentro del horno y déjalo calentar durante una hora. Revísalo cada 15 minutos y agrega agua de ser necesario si hay mucha evaporación. [2]
  2. Los limones también ayudan a matar los malos olores y dejarán la cocina oliendo como a fresco verano y delicioso. No solo eso, el cítrico en sí es un excelente limpiador, así que los limones también aflojarán los restos de grasa y residuos en el horno. [3]
    • Precalienta el horno a 120 °C (250 °F). Corta dos limones a la mitad y exprime el jugo en un recipiente para horno. Agrega 2,5 cm (1 pulgada) de agua y coloca las mitades de limón en el recipiente. Cuando el horno esté caliente, coloca el recipiente en la rejilla y déjalo calentar durante 30 minutos o 1 hora.
  3. Otro método similar para eliminar los olores a químicos y a comida del horno, es hornear naranjas. [4] El cítrico en la naranja tiene un poder de limpieza similar al de los limones y también ayudará a que la casa tenga un olor limpio y fresco.
    • Precalienta el horno a 120 °C (250 °F). Pela una naranja con los dedos o con un cuchillo y coloca la fruta a un lado para comerla o hacer jugo. Coloca las cáscaras en una bandeja para horno y hornéalas durante 30 minutos o 1 hora. Después de una hora, apaga el horno y abre un poco la puerta de este para dejar que el olor a cítrico salga. [5]
    • Puedes usar cualquier cítrico para esto o una combinación como limones, limas y toronjas.
    • Si no tienes ninguna fruta cítrica, también puedes verter 1 taza (240 ml) de vinagre blanco en un recipiente para horno y meterlo por 20 minutos a la temperatura más baja para eliminar el olor a limpiador para horno.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Limpiar un horno sin un limpiador para horno

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  1. No necesitas un limpiador comercial fuerte para limpiar el horno y, de hecho, puedes hacer tu propia pasta limpiadora con cosas que puedes encontrar en la cocina y en el baño. Hay varios productos de limpieza que puedes hacer, incluyendo:
    • Una mezcla de sal gorda y jugo de limón. Mezcla media taza (146 g) de sal gorda con media taza (120 ml) de jugo de limón. [6]
    • Una pasta simple de bicarbonato de sodio. Para hacerla, combina media taza (100 g) de bicarbonato de sodio con suficiente agua para formar una pasta. [7]
    • Una mezcla de jabón con bicarbonato de sodio. Puedes hacerlo combinando una taza de bicarbonato de sodio (200 g) con media taza (140 g) de sal gorda y ¼ de taza (60 ml) de jabón de castilla. [8]
  2. Para limpiar las rejillas, coloca una toalla grande en una tina de baño y coloca las rejillas encima (la toalla protegerá la tina de los rayones). Cúbrelas con agua caliente o hirviendo y agrega un poco de limpiador casero o detergente para platos.
    • Deja remojar las rejillas durante un par de horas antes de fregarlas con una almohadilla para fregar no abrasiva para eliminar la grasa y los restos de comida. [9]
    • Cuando las rejillas estén limpias, vacía la tina y enjuágalas con agua limpia. Reemplaza la toalla en la tina con una seca y coloca ahí las rejillas para que se sequen.
  3. Usa la mano o un trapo limpio para cubrir el interior del horno con la pasta limpiadora. Friégala y asegúrate de cubrir toda la superficie. [10]
  4. Para romper la grasa y la comida pegada, deja la pasta en el horno toda la noche o durante 12 horas, de ser posible. [11]
    • Si no tienes mucho tiempo para esperar, deja la pasta durante todo el tiempo que puedas antes de fregar.
  5. Después de que la pasta se haya absorbido, toma una esponja con estropajo y mójala con agua tibia. Si no tienes este tipo de esponja, usa un trapo y un estropajo por separado. Exprime el exceso de agua para que la esponja quede mojada. [12]
    • Repasa el interior del horno con la esponja, fregando en los lugares donde más se necesite y limpiando la pasta. Enjuaga la esponja a menudo con agua limpia.
    • Una vez que hayas limpiado el horno, rocíalo con vinagre blanco para activar cualquier resto de bicarbonato de sodio o para eliminar los residuos, después limpia de nuevo con la esponja y agua limpia. [13]
  6. Cuando todos los residuos de pasta, grasa y vinagre hayan desaparecido, limpia el horno con una toalla seca y limpia. Vuelve a poner las rejillas y deja la puerta abierta para que se seque el exceso de humedad.
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