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Ya sea un juego de audífonos, cables nuevos para el cargador o una hermosa funda; cuando compras accesorios para el teléfono, quieres que duren por un buen tiempo. Por desgracia, ese no siempre es el caso. Cuando compras una nueva funda para teléfono, tiende a ajustarse cómodamente en el aparato móvil, dándole la protección que necesita. Pero, algunas fundas se pueden estirar o desgastar con el tiempo. Las fundas de silicón (o que tienen alguna pieza de silicón), especialmente, tienden a aflojarse con el uso. No te preocupes, es increíble lo que un poco de agua hirviendo puede hacer.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Hervir la funda para teléfono

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  1. Asegúrate que haya suficiente líquido para sumergir el teléfono. Hazlo como si estuvieras hirviendo una olla con pasta, solo que con un plástico no comestible en lugar de linguini.
    • Asegúrate de que la única cosa que coloques en el agua sea la funda de silicón. No coloques el teléfono en el agua hirviendo. Si la funda tiene partes duras de plástico, asegúrate de retirarlas del silicón antes de continuar. [1]
  2. Deja calentar la funda de 30 segundos a 1 minuto. Cuando se caliente, se expandirá. Esto asegurará que se vuelva manejable y puedas trabajar con ella. [2]
    • Asegúrate de que la funda no toque el fondo o los lados de la olla para que no se derrita.
  3. Mientras le das un baño caliente a la funda debes alejar las manos y los dedos. Usa unas buenas pinzas que puedas manejar cómodamente para mover la funda en el agua mientras se calienta. [3]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Enfriar y colocar de nuevo la funda

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  1. Coloca cerca un recipiente con agua fría. Sumerge la funda en el recipiente. El agua fría detiene rápidamente el proceso de cocción. [4] Al enfriarse, la funda se contraerá y se encogerá. [5]
  2. La funda no tiene que estar demasiado fría al sacarla del agua, pero debes ser capaz de tomarla con las manos. Si aún se siente tibia al tacto, está bien, siempre y cuando se haya enfriado significativamente. [6]
    • El baño de agua fría no tiene que estar helado, pero sí lo suficientemente frío para bajar lo caliente de la funda. Cuanto más fría esté el agua, menos tiempo te tomará continuar al siguiente paso.
  3. Consigue una toalla limpia para platos con la que puedas envolver por completo y secar la funda. Debes asegurarte que el material con que entre en contacto el teléfono esté seco para no dañarlo. [7]
    • Si no tienes una toalla para platos, una toalla grande funcionará. Asegúrate de que esté limpia porque colocarás de nuevo la funda seca en el teléfono.
    • No uses toallas de papel. Pedazos de papel podrían quedar atascados en la funda.
    • De igual manera, evita usar secadores para manos porque el calor directo podría deformar la funda.
  4. Ya que el silicón se sigue enfriando, continuará encogiéndose y se adaptará mejor en las partes de la funda y en el teléfono. Una vez que se haya enfriado, tendrás una funda para teléfono más ajustada y habrá recuperado algo de su forma original. [8]
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