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Los cotorros argentinos, también llamados pericos monjes argentinos son aves inteligentes y divertidas que disfrutan imitando lo que escuchan a su alrededor. También disfrutan participando contigo, así que a menudo comienzan a captar frases cuando te escuchan hablar. Hablarles durante todo el día ayuda, pero también puedes trabajar con una frase en particular que quieras que digan repitiéndola para ellos a menudo.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Enseñarle palabras y canciones al cotorro argentino

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  1. No comiences con una oración larga. En lugar de eso, apégate a una frase o palabra simple como “hola” o “adiós”. Es más factible que el ave capte frases cortas al principio. [1]
  2. Para acostumbrar al cotorro a la idea, la repetición es la clave. Di la frase con frecuencia, como al entrar o salir de la habitación. Si el ave la escucha a menudo, seguramente comenzará a repetirla.
    • Asegúrate de decir la frase o palabra de manera clara y nítida.
  3. El cotorro argentino no solo capta el sonido, también capta el tono. Si usas el mismo tono o entonación cada vez que dices la frase, será más sencillo para el ave captarla. [2]
    • Una voz aguda y emocionada a menudo funciona bien.
  4. Le toma muchas repeticiones al ave para aprender una frase. A menudo, el ave continuará asimilándola durante mucho tiempo antes de intentar decirla. Si tienes un ave joven, podría esperar hasta que ser un poco mayor para comenzar a hablar. [3]
  5. A los cotorros argentinos, como a muchas aves, les encanta escuchar canciones y, a menudo, las aprenden más rápido que las frases. Si le cantas la misma canción todos los días, seguramente la aprenderá y te la cantará. [4]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Alentar y recompensar el habla

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  1. Igual que los niños, los cotorros aprenden el idioma con el tiempo. Cuanto más hablas con ellos, más palabras aprenden. Solo inclúyelos en conversaciones para que el proceso continúe.
  2. Igual que con cualquier comportamiento, el reforzamiento positivo, funciona bien para entrenar a hablar. Al comenzar a decir una frase, dale una recompensa cada vez que la digas. Después solo dásela cuando te mire al decirla. Una vez que el cotorro haga eso, dale el regalo únicamente cuando comience a decir la palabra. Finalmente, solo dáselo cuando la esté diciendo. [5]
    • Algunos buenos regalos incluyen semillas de girasol, astillas de almendra o un poco de uvas.
    • Dale solo cinco o seis regalos en una sesión.
    • Podría ayudar si usas un clicker al recompensar al ave con un regalo. Cuando el ave hable, presiona el clicker y después dale el regalo. Pronto asociará el sonido con buen comportamiento y se animará a seguir hablando.
  3. Los cotorros argentinos aprenden rápido y puedes ayudarles a aprender frases para diferentes situaciones. Por ejemplo, puedes usar la frase “Las galletas son deliciosas” al darle al ave una galleta como premio. Si le das una manzana di “las manzanas son deliciosas”. Con el tiempo, el ave seguramente aprenderá a distinguir entre las frases. [6]
  4. Claro que te gustaría continuar repitiendo la palabra hasta que el cotorro la capte. Sin embargo, podrías cansarla, igual que podrías cansar a un perro si intentas enseñarle a sentarse. Intenta unos cuantos minutos varias veces al día. [7]
  5. Las cintas de entrenamiento repiten sonidos y frases para que un ave aprenda. Sin embargo, las aves más grandes, incluyendo los cotorros, prefieren la interacción contigo. Ellos disfrutan el tiempo que pasan contigo, así que es más probable que comiencen a hablar para complacerte más que con las repeticiones de las cintas.
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Advertencias

  • Prepárate para algunas travesuras. Los cotorros argentinos tienen sentido del humor y lo demuestran al hablar. Por ejemplo, podrían captar lo que dices al mordisquearte y después repertilo antes de morderte con un graznido o una risotada. [8]
  • Prepárate para que capten otros sonidos y frases. Aunque puedes enseñarles palabras y frases, los cotorros son imitadores naturales. Esto significa que a menudo captan cosas que preferirías que no hicieran, como estornudos, eructos, sonidos de alarmas y malas palabras, especialmente si las dices con entusiasmo. [9]
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