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El discurso directo y el indirecto, también conocidos de forma colectiva como discurso referido, son las maneras en las que una persona puede contarle a otra lo que alguien le ha dicho. Para enseñárselo con eficacia a tus estudiantes, es importante que primero expliques el significado de estos términos y la manera en la que deben usarlos. Luego podrás usar diversos juegos y actividades para ayudarlos a entenderlos y usarlos con exactitud.

Método 1
Método 1 de 2:

Explicar el discurso directo y el indirecto

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  1. Cuando les enseñes el discurso referido a tus estudiantes, será importante que primero les expliques lo que es el discurso directo, para que puedan entender mejor su uso. En concreto, explícales que este se usa cuando el hablante describe lo que otra persona le ha dicho exactamente como se lo ha dicho. [1]
    • Por ejemplo, si tu jefe te pregunta “¿Qué cenaste la noche pasada?” mientras están en el trabajo y más tarde le dices a tu cónyuge “Hoy mi jefe me preguntó ‘¿Qué cenaste la noche pasada?’”, habrás usado el discurso directo para indicarle lo que tu jefe te preguntó.
  2. Explícales a tus estudiantes que, a diferencia del discurso directo, el indirecto ocurre cuando el hablante describe lo que alguien ha dicho usando sus propias palabras sin cambiar el significado original. [2]
    • Por ejemplo, si tu jefe te pregunta “¿Qué cenaste la noche pasada?” mientras están en el trabajo y más tarde le dices a tu cónyuge “Mi jefe me preguntó qué había cenado la noche pasada”, habrás usado el discurso indirecto para describir lo que te ha preguntado.
    • El discurso indirecto suele caracterizarse por usar la palabra “que” antes de la cláusula que contiene lo que la otra persona ha dicho.
  3. Cuando les expliques a los estudiantes cómo describir usando el discurso directo y el indirecto, es importante que sepan qué tiempo deben usar para diversos tipos de oraciones. Por lo tanto, puede ser de utilidad que les des algunas reglas generales sobre el tiempo que deben usar cuando conviertan el discurso directo a indirecto. [3] Estas son algunas de las reglas generales sobre el discurso referido que puedes explicarles:
    • Cuando usen el discurso directo, los tiempos verbales entre las comillas no cambiarán, ya que este discurso requiere que repitas con exactitud las palabras originales.
    • El discurso directo en presente simple cambiará al discurso indirecto en pretérito imperfecto. Por ejemplo, “Ella dijo ‘Soy feliz’” se volverá “Ella dijo que era feliz”.
    • El discurso directo en presente continuo cambiará a pretérito imperfecto continuo en el discurso indirecto. Por ejemplo, “Él dijo ‘Estoy leyendo un libro’” se volverá “Él dijo que estaba leyendo un libro”.
    • El discurso directo en pretérito simple cambiará a pretérito pluscuamperfecto en el discurso indirecto. Por ejemplo “Ella dijo ‘Meagan llegó el martes’” se volverá “Ella dijo que Meagan había llegado el martes”.
    • El discurso directo en pretérito imperfecto continuo no cambiará en el discurso indirecto. Por ejemplo, “Ellos dijeron ‘Estábamos viviendo en París’” se volverá “Ellos dijeron que estaban viviendo en Paris”. [4]
  4. Cuando les expliques a los estudiantes cómo usar el discurso directo y el indirecto, es importante que dejes en claro que si las palabras dentro de las comillas mencionan un hecho universal, el tiempo no cambiará al pasar de discurso directo a indirecto. Los hechos universales siempre son verdaderos, y no tienes que modificar el tiempo.
    • Por ejemplo, la oración en discurso directo “Ellos dijeron ‘No podemos vivir sin agua’” se volverá “Ellos dijeron que no podemos vivir sin agua” en el discurso indirecto, ya que se trata de un hecho universal. [5]
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Método 2
Método 2 de 2:

Usar actividades para enseñar el discurso referido

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  1. Primero llama a uno de los estudiantes y lee una oración simple. Luego haz que el estudiante te repita la información primero usando el discurso directo y luego el indirecto. Repite este proceso con una oración diferente para cada estudiante hasta que todos las repitan con éxito usando el discurso directo y el indirecto. [6]
    • Por ejemplo, podrías leer la oración “No me gustan los panecillos”. El estudiante debe repetirte esta información, primero con el discurso directo (“Usted dijo ‘No me gustan los panecillos’”) y luego con el indirecto (“Usted dijo que no le gustaban los panecillos”).
  2. Primero, hazle una pregunta a un estudiante. Una vez que la responda, pídele a otro que te repita lo que ha dicho usando el discurso directo. Luego pídele a un tercer estudiante que repita lo que ha dicho el primero usando el discurso indirecto. Repítelo con nuevas preguntas hasta que todos los estudiantes respondan usando el discurso directo y el indirecto. [7]
  3. Primero cuenta una cantidad de fichas equivalente al número de estudiantes que tengas y escribe una oración diferente en cada una. Entrégales una ficha y haz que les lean su ficha a otros estudiantes antes de sentarse. Luego podrás pedirle a cada uno que repita lo que otros estudiantes les han dicho usando el discurso directo o indirecto. [8]
    • Las oraciones pueden ser afirmaciones, preguntas o una combinación de ambas.
    • Por ejemplo, podrías escribir “¿Nos conocemos?” en una ficha. Entrégasela a uno de los estudiantes y haz que se la lea a otro estudiante. Luego pídele a este último que te repita lo que el primero le ha leído. El segundo estudiante tendrá que responder con el discurso directo (“Ella me preguntó ‘¿Nos conocemos?’”) o indirecto (“Ella me preguntó si nos conocíamos”).
    • Puedes hacer que esta actividad sea un poco más divertida pidiéndoles a los estudiantes que imaginen que están en una fiesta en la que todos deben desplazarse y hablarse el uno al otro. [9]
  4. Primero escribe una afirmación en la pizarra y léela en voz alta. Luego diles a los estudiantes que vas a contarles una historia corta y que deben intervenir si dices algo que contradice la afirmación de la pizarra. Cuenta una historia corta que contradiga la afirmación. Una vez que la contradigas y los estudiantes intervengan, hazles preguntas de aclaración usando el discurso directo o el indirecto. [10]
    • Por ejemplo, escribe “Vivo en una casa grande” en la pizarra. Luego cuenta una historia corta en la que digas “Compré una mesa de comedor nueva, pero era demasiado grande para mi departamento pequeño, por lo que tuve que comprar otra”. Los estudiantes intervendrán después de decir que vives en un departamento pequeño. Luego puedes pedirles que aclaren la duda usando el discurso directo (“Pero usted dijo ‘Vivo en una casa grande’”) o indirecto (“Usted dijo que vivía en una casa grande”). [11]
  5. Primero hazle una pregunta a un estudiante. Haz que responda la pregunta en voz alta. Luego haz que otro le repita a un tercer estudiante lo que el primero ha dicho, usando el discurso directo. Haz que el tercer estudiante se lo repita a un cuarto usando el discurso indirecto. Mantén esta actividad hasta que todos los estudiantes repitan la respuesta del primero. [12]
    • Por ejemplo, pregúntale al primer estudiante “¿Qué vas a hacer este verano?” y haz que le responda a otro “Me voy a la playa”. Ahora haz que el segundo estudiante le repita la respuesta a otro usando el discurso directo (“John dijo ‘Me voy a la playa’”). El tercer estudiante se lo repetirá a otro usando el discurso indirecto (“Katie dijo que John le dijo que iría a la playa”), y así sucesivamente hasta que todos los estudiantes tengan su turno.
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