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Aprender una secuencia consiste en entender la forma en la que una serie de objetos, acontecimientos y momentos se da en un orden específico y lógico. Este es un concepto muy importante que los niños de preescolar deben desarrollar, ya que les permite reconocer los patrones que hacen que el mundo sea más comprensible y predecible. Sin embargo, también es un concepto muy abstracto y requiere mucha práctica para poder dominarlo. Afortunadamente, ¡hay muchas maneras naturales, simples y divertidas de enseñar secuencias!

Método 1
Método 1 de 3:

Enseñarles palabras de secuencia

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  1. Usa palabras como primero, segundo, tercero, luego, delante de, después y por último al conversar con los niños. Por ejemplo, mientras esperen en el cruce peatonal, podrías decir algo como “¿Ves a los autos en la luz roja? El primero es azul y el segundo es verde. El último es rojo”. [1]
    • Los juegos de construcción son una fuente fantástica de secuencias. Describe lo que el niño ha construido: “Veo que has colocado un bloque grande detrás del triángulo. También has colocado un bloque pequeño sobre este bloque grande”.
    • Anímalo a responder preguntas. Podrías decirle algo como “Nina, ¿qué quieres primero, las tijeras o el pegamento en barra?”, “¿Quién fue el primer estudiante en la escuela hoy?” o “¿Qué es lo último que queda en la bolsa de compras?”.
  2. A los 4 años, muchos niños tienen un buen conocimiento de las palabras como primero, segundo, tercero, luego, delante de, después y por último. Sin embargo, no todos tienen un buen conocimiento del concepto. Hacer que usen el lenguaje y conversen sobre sus actividades diarias los ayudará a entender las secuencias. [2]
    • Por ejemplo, cuando el niño se vista para salir, podrías decirle “Primero, colócate la chaqueta. Luego colócate el sombrero y los guantes. Después de que lo hagas, estaremos listos para ir al área de juegos”.
    • También podrías hacer que el niño hable sobre el proceso de atarse las agujetas de los zapatos. Colócale el zapato en el pie y átale las agujetas mientras describe lo que debes hacer primero, luego de ello y por último.
    • Pídele que te explique qué hacer primero, luego y por último durante los acontecimientos a lo largo de su día, como comer el almuerzo, limpiar, ir al baño o tener un simulacro de incendio. Deja que hable sobre cada paso a medida que surja.
  3. Primero tendrá que entender la secuencia antes de poder contar la historia. Los niños empiezan a entender que las historias siguen una secuencia que incluye un inicio, un punto medio y un final. Por ejemplo, podrían leer y experimentar con Ricitos de oro y los tres osos . [3]
    • Léele la historia a tu hijo, con pausas entre cada acontecimiento para garantizar que entienda lo ocurrido.
    • Pregúntale “¿Qué pasó primero en la historia, luego de ello y al final?”.
    • También podrías preguntarle “¿Qué hizo Ricitos de oro primero: comer la avena o dormirse en la cama del osito?”.
    • Si no sabe la respuesta, ayúdalo a encontrarla en la historia.
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Método 2
Método 2 de 3:

Emplear el juego para desarrollar secuencias

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  1. Este es un juego que usa muchas secuencias y habilidades de comunicación. Un adulto o profesor será el “robot” que seguirá las órdenes de un niño al pie de la letra. [4]
    • Lo ideal es que haya una tarea que el robot deba hacer, como preparar un emparedado de jalea. El niño tendrá que dar una orden, y el robot la realizará, ¡incluso si la orden está incompleta!
    • Esto puede generar situaciones divertidas. Por ejemplo, el niño podría olvidar decirle al robot que meta la mano en la bolsa de pan o que abra el frasco de jalea. Olvidará decirte que la jalea va en el centro del emparedado.
    • Este juego refuerza los conceptos de las secuencias, pero también la manera de comunicar las instrucciones clara y completamente.
  2. El juego dramático ayuda a los niños a desarrollar habilidades de comunicación. Los títeres son una manera fantástica de realizar el juego dramático, y algunos niños se sienten más cómodos contando historias de esta forma. Usa los títeres para contar una historia conocida (como Ricitos de oro o Jack y las habichuelas mágicas ), o inventa una con tu hijo. Haz énfasis en que la historia debe tener un inicio, un punto medio y un final claros. [5]
    • Compra títeres ya listos o hagan los suyos .
    • También puedes usar personajes en un panel de franela o fieltro. Imprime imágenes de los personajes de un libro de cuentos y colócale velcro a la parte posterior de cada uno. Pídele al niño que cuente la historia en el orden de la secuencia, y coloca a los personajes en orden en el panel. Si omite un paso, redirígelo para darle la oportunidad de reconocer por qué la respuesta es incorrecta.
  3. Una vez que el niño alcance los 5 o 6 años de edad y empiece a entender los conceptos de las secuencias, podrás continuar con juegos más avanzados. Crea un juego para unir preguntas con respuestas escribiéndolas en hojas de papel diferentes. Primero lean una historia juntos y luego crea el juego. [6]
    • En tiras de papel diferentes, escribe preguntas de secuencia: ¿Qué pasó primero en la historia? ¿Qué pasó después? ¿Qué pasó al final?
    • En tiras diferentes, escribe una respuesta para cada pregunta.
    • Léele la historia a tu hijo.
    • Lee las tiras con las peguntas de secuencia.
    • Lee las tiras con las respuestas (en desorden).
    • Con su ayuda, elijan la respuesta correcta para cada pregunta.
    • Vuelve a leer las secciones de la historia si elige respuestas incorrectas.
  4. Para jugar la versión convencional de este juego , una persona elegirá un objeto. Ella tendrá que dar pistas sobre él (como el color, el material o la textura), mientras que la otra adivinará qué es. Una vez que descubran cuál es el objeto, habla sobre él en una secuencia que explique lo que hace. [7]
    • Por ejemplo, podrías decir “Veo una cuchara. Uso una para comer avena. Como avena para estar fuerte y saludable. Quiero ser fuerte y saludable para poder correr y saltar”.
    • Usa preguntas de un mayor orden cuando practiquen este juego.
    • Pídeles a los jugadores que continúen hasta que no se les ocurra qué más agregar.
  5. Canta canciones conocidas con los niños y haz que aplaudan al ritmo de ellas. Una vez que dominen una canción, realiza pausas de vez en cuando mientras cantas y haz que canten o aplaudan según corresponda. [8]
    • Pueden turnarse para cantar la canción y tomar una pausa, o ser quien la completa.
    • Algunas canciones que puedes incluir son “La gallina turuleca”, “Los pollitos” o “Un elefante se columpiaba”.
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Método 3
Método 3 de 3:

Crear modelos de secuencias visuales

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  1. Coloca 4 elementos en un orden secuencial de izquierda a derecha. Menciona cómo están ordenados usando palabras de secuencia: primero, segundo, tercero, luego, después y al último. [9]
    • Podrías decir “El cuadrado rojo grande va primero. El triángulo azul va segundo. El círculo amarillo va después del triángulo azul, y el triángulo rojo va al final”.
    • También podrías decir “El cuadrado rojo va primero. El triángulo azul va luego del cuadrado. El círculo amarillo va después del triángulo azul y el rectángulo rojo va al final”.
    • Luego haz que el niño coloque los elementos en orden y te diga cuál va primero, cuál va después y cuál debe colocar al final. También puedes hacerlo con juguetes.
  2. Reúne objetos para colocarlos en una secuencia. ¡Haz que la actividad sea divertida! Haz que tu hijo reúna algunos de sus juguetes y objetos favoritos de la casa. Los objetos deben ser de un color, una forma o un tamaño variados. [10]
    • Podrías decirle “Coloca la pelota azul primero y después el oso. Coloca el auto en la tercera posición, junto al oso. Coloca el cronómetro al final”.
  3. Cuando tu hijo tenga una comprensión sólida de las secuencias de objetos, muéstrale una serie de imágenes o fotos que cuenten una historia. Guíalo preguntándole qué ocurre primero, cuál es la segunda imagen, la siguiente y así sucesivamente. Haz que coloque las imágenes o fotos en el orden correcto. Luego pídele que te explique el orden. [11]
    • Ayúdalo a corregir las imágenes en el orden incorrecto preguntándole “¿Este orden tiene sentido?”.
  4. Reúne algunas fotos de tu hijo, desde su nacimiento hasta el presente. Mezcla el orden de las fotos. Pídele que las coloque en una secuencia desde la edad más joven hasta la mayor. [12]
    • Anímalo a prestar atención a su tamaño en cada foto, y otros rasgos característicos.
    • Usa palabras como más joven, mayor, más bajo, más alto, más pequeño y más grande.
    • Pídele que describa cada foto. Por ejemplo, podría decirte “Esta foto es de cuando era un bebé pequeño” o “Esta foto es de cuando aprendí a jugar fútbol”.
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Consejos

  • Deja que los niños experimenten con las secuencias. Podrías sentir la tentación de “corregir” todo error en la secuencia del niño, pero escúchalo y trata de entender cómo piensa sobre el proceso. En ocasiones, el proceso de reflexión es más importante que la respuesta corta.
  • ¡Sé bromista! El humor y las bromas tontas pueden ser de mucha utilidad para enseñarles a los niños pequeños.
  • Ten en cuenta que los niños pequeños recuerdan mejor las cosas si pueden hacerlas, en lugar de que se las expliquen. Elige actividades en las que puedan representar una secuencia o manejar objetos.
  • Haz que el proceso de aprendizaje sea divertido.
  • Inicia conversaciones sobre la secuencia del día de tu hijo: “Primero comeremos el desayuno y luego iremos al parque”.
  • Tengan conversaciones sobre secuencias, en especial a medida que su vocabulario y habilidades de razonamiento mejoren. Por ejemplo, pregúntale “¿Qué pasaría si fuera al supermercado antes de vestirme por la mañana?”.
  • Elige una canción que tu hijo conozca y cambia la letra para describir una secuencia de acontecimientos. Por ejemplo, enséñale a preparar palomitas de maíz escuchando “Popcorn” de Greg & Steve ( https://youtube/55OCJljw5ow ).
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