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Uno de los problemas de comportamiento más comunes en los perros es la agresividad, y esta puede constituir un peligro para las personas y para otros animales. Un perro podría ser agresivo por diversas razones, por lo que no es fácil diagnosticar el comportamiento agresivo, ni tampoco tratarlo. [1] Para tratar el comportamiento agresivo, lo mejor es pedir ayuda a un entrenador canino profesional certificado y aprender a emplear el entrenamiento conductual y de contracondicionamiento. Si bien se requiere mucho tiempo, paciencia y trabajo duro para entrenar a un perro de forma que no sea agresivo, de todas formas, es posible.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Tomar las primeras medidas

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  1. Al entrenar a un perro agresivo, lo primero que debes hacer es asegurarte de que todos los seres humanos y animales que vayan a entrar en contacto con él estén a salvo. [2] Para ello, quizás tengas que colocarle un bozal o un cabestro al perro para que no ataque a las personas o los animales.
    • Asimismo, debes asegurarte de que el perro esté supervisado en todo momento. Nunca debes dejar que un perro agresivo se quede solo con otro animal o con un niño.
  2. Los perros no castrados o esterilizados suelen ser más agresivos que aquellos a los que sí se les haya sometido a esos procedimientos. [3] En caso de que tu perro no esté castrado ni esterilizado, debes programar una cita con tu veterinario para conversar sobre si es que estos procedimientos son adecuados para el tipo de agresividad de tu perro. Existen casos raros en los que la agresividad en los perros machos se debe a una falta de confianza, por lo que la castración podría empeorarla.
    • Si es que este procedimiento es demasiado costoso para ti, puedes ponerte en contacto con tu veterinario o con un albergue local para animales. Con frecuencia, los veterinarios ofrecen planes de pago para estos procedimientos, mientras que, en muchos casos, los refugios ofrecen ayuda financiera a las personas a las que no les sea posible costear este procedimiento para sus mascotas. [4]
  3. En ocasiones, el comportamiento agresivo podría deberse a una enfermedad o problema médico. En caso de que la agresividad sea algo nuevo en tu perro y este tenga síntomas de dolor o se comporte de una forma poco usual, debes llevarlo al veterinario para que lo revise. Quizás tu perro esté enfermo o herido y el dolor y la incomodidad sean lo que ocasione la agresividad. [5]
    • De todos modos, es recomendable llevar a tu perro a que le hagan un chequeo incluso si está bien de salud para así asegurarte de que su agresividad no tenga causas subyacentes. Asimismo, tu veterinario podría ayudarte a conseguir un entrenador en tu localidad.
  4. Con frecuencia, para poder cambiar, los perros agresivos necesitan un entrenamiento constante y estricto de obediencia. Los cursos de entrenamiento de obediencia podrían serte útiles para establecer una rutina con tu perro y obtener ayuda de una manera enfocada por parte de un entrenador canino profesional. [6]
    • Presta atención a las técnicas de entrenamiento que emplee el entrenador. Solo debes optar por aquellos que empleen el entrenamiento con base en las recompensas. Esto se debe a que, en algunos casos, el entrenamiento punitivo (es decir, con base en los castigos) puede agravar el problema.
    • Puedes averiguar sobre cursos de obediencia cerca de ti en una tienda de mascotas, consultorio veterinario o albergue locales.
    • Debes tener en cuenta que, en el caso de algunos perros agresivos, quizás necesiten recibir clases privadas con un entrenador canino.
  5. También podrías mejorar el comportamiento de tu perro con pequeños cambios en la forma en la que tanto tú como los demás miembros de tu familia interactúen con él. Por ejemplo, si su agresividad parece tener relación con la ansiedad, podría serte útil hacer lo posible por mantenerlo tranquilo. Sin embargo, si un perro siente miedo, no debes hablarle de una forma tranquilizadora, ya que podrías transmitirle involuntariamente que tiene razón al sentir miedo, y esto reforzará su comportamiento.
  6. Es posible que, en ciertos casos, sea necesario lidiar con la agresividad de tu perro modificando su entorno. En caso de que tu perro muestre agresividad hacia las personas y los animales que vivan contigo, puedes confinarlo a una zona de la casa mediante puertas de seguridad para bebés. Tan solo debes tener cuidado de que al perro no le sea posible atravesarlas o saltar sobre ellas.
    • Si es que tu perro se comporta de manera destructiva cuando no estás en casa, puedes entrenarlo para usar una jaula como una forma de ayudarte a lidiar con su agresividad.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Emplear el entrenamiento conductual y de contracondicionamiento

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  1. Debes identificar cuáles son las fuentes de la agresividad de tu perro antes de poder empezar a entrenarlo para que deje de reaccionar de manera agresiva a determinadas personas y situaciones. Elabora una lista de todo lo que desencadene su agresividad. [7]
    • Por ejemplo, su agresividad podría desencadenarse cuando alguien llame a la puerta, cuando un desconocido pase por el patio o cuando tu perro escuche el ruido de la aspiradora. Debes anotar todo lo que ocasione que se comporte de manera agresiva.
  2. Una vez que hayas elaborado la lista, debes identificar aquello en lo que quieras trabajar y considerar la forma en la que puedas hacer que este detonante sea menos intenso. ¿Qué es lo que haría que sea menos probable que este detonante moleste a tu perro? [8]
    • Por ejemplo, si los desconocidos que pasan por el patio constituyen un detonante para tu perro, podrías pedirle a un amigo (que sería un desconocido para tu perro) que pase por el patio pero del otro lado de la calle.
  3. Para que el reacondicionamiento funcione, es necesario que le des a tu perro una recompensa cuando tenga la reacción que esperes de él. Debes optar por algo que constituya una motivación para tu perro (por ejemplo, su golosina o juguete favoritos). [9]
    • Asegúrate de tener la recompensa cerca, pero no la tengas en la mano. De lo contrario, es posible que tu perro no detecte del todo el detonante y tan solo se enfoque en la recompensa.
  4. Cuando estés preparado para empezar, debes exponer a tu perro al detonante de menor intensidad y fijarte en su reacción. Lo ideal es que reaccione al detonante de una forma neutra. Por ejemplo, si el detonante es que un desconocido pase por el patio y tu amigo pasa por allí del otro lado de la calle, el que tu perro tan solo lo observe pasar sin ladrar ni gruñir constituiría una reacción neutra. [10]
    • No olvides priorizar tanto tu seguridad como la de los demás. Si tienes un perro agresivo, debes ponerle un bozal y mantenerlo en todo momento con correa.
  5. En caso de que tu perro reaccione de una manera no agresiva al detonante, dale la recompensa y elógialo de inmediato. En caso de que reaccione de una manera agresiva, deberás distraerlo y reajustar el detonante. [11]
    • Puedes reajustar el detonante considerando la forma de reducir aún más su intensidad. Por ejemplo, si es que el que un desconocido pase por tu patio del otro lado de la calle ocasiona una reacción agresiva por parte de tu perro, puedes pedirle a tu amigo que pase por un cruce de calles. Debes asegurarte de que tu perro de todas formas pueda ver a tu amigo, pero desde más lejos.
    • Una vez que hayas reajustado el detonante, debes tratar de volver a exponer a tu perro a él y observar lo que sucede. Nuevamente, debes darle una recompensa si reacciona de una manera no agresiva y distraerlo si reacciona con agresividad.
    • En caso de que tu perro reaccione de manera agresiva independientemente de lo intenso que sea el detonante, quizás debas probar con la exposición a otro detonante.
  6. Conforme vayas continuando con la exposición de tu perro a este detonante y con las recompensas por sus reacciones sin agresividad, podrás incrementar la intensidad del detonante. Tan solo debes tener cuidado de hacer ajustes pequeños e ir a un ritmo lento. Si lo haces con demasiada rapidez, podrías ocasionar una reacción agresiva y esto podría anular una parte del progreso de tu perro. [12]
  7. Ten en cuenta que el entrenamiento para que tu perro deje de reaccionar con agresividad será largo y lento. Esto se debe a que tendrás que emplear este método con cada uno de los detonantes de tu perro. Trata de tener paciencia al entrenar a tu perro. Estas son algunas estrategias básicas de entrenamiento que debes tener en cuenta: [13]
    • Haz que las sesiones sean cortas. Debido a que el periodo de atención de los perros no es muy largo, es recomendable que las sesiones tengan una duración de entre 5 y 10 minutos.
    • Sé constante. Para poder percibir cambios significativos, será necesario que el entrenamiento pase a formar parte de la rutina diaria de tu perro. Adjudica un par de momentos al día a trabajar en el entrenamiento de tu perro.
    • Termina con algo positivo. En caso de que tu perro empiece a perder el interés o no deje de reaccionar de manera agresiva, debes distraerlo y darle una orden que ya haya dominado (por ejemplo, "siéntate"). Luego, termina la sesión dándole una recompensa y algunos elogios.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Identificar la causa de la agresividad

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  1. Con frecuencia, los perros agresivos enseñan los dientes, gruñen, rugen, dan tarascadas, muerden, arremeten o persiguen a la persona o animal que sea el foco de su agresividad. Estas son algunas razones por las cuales los perros podrían mostrarse agresivos:
    • la edad
    • la mala socialización hacia los humanos y otros perros
    • el sexo del perro
    • la genética
    • las hormonas
    • su estado reproductivo (es decir, machos castrados vs. no castrados, hembras esterilizadas vs. no esterilizadas)
    • los problemas médicos
    • sus experiencias de vida anteriores
  2. En algunos casos, es posible que un perro se muestre agresivo porque quiere establecer dominación. [14] La agresividad de este tipo suele demostrarse hacia los miembros de la familia a los que el perro considere como su competencia (por ejemplo, otros perros que vivan contigo).
  3. Los perros posesivos y territoriales demuestran agresividad al proteger algo que consideren suyo, lo cual puede abarcar su comida, sus juguetes, su hogar y su patio. La mayor parte de los perros exhibe este comportamiento, pero en algunos casos alcanza el extremo e incluso podría llegar a ser peligroso. [15]
  4. En algunos casos, los perros dirigen su agresividad hacia las personas o los animales que consideren como una amenaza para su familia o su manada. Si bien este comportamiento también es normal, algunos perros podrían comportarse de una forma demasiado agresiva hacia las personas o los animales que consideren como una amenaza para sus seres queridos.
  5. Es posible que, en algunos casos, los perros se comporten de manera agresiva debido al dolor o a alguna enfermedad. Por ejemplo, si un perro siente dolor debido a la artritis, tiene huesos rotos, padece dolor de espalda o de cuello, o padece alguna otra lesión o enfermedad dolorosas, podría tornarse agresivo como una forma de protegerse de padecer aún más dolor. [16]
    • Asimismo, es posible que un perro se torne agresivo debido al dolor como resultado del mal uso de las ayudas para el entrenamiento, como los collares de púas o eléctricos.
  6. En ocasiones, la agresividad de un perro puede deberse al miedo. La agresividad de este tipo ocurre cuando los perros les temen a las personas (con frecuencia a los desconocidos) o a los animales. En muchos casos, cuando sienten miedo, los perros se escapan de lo que les causa ese miedo, pero, en otros, podrían morder o atacar a la fuente de su miedo.
  7. Estos también pueden ser una causa de la agresividad en algunas hembras. [17] Las hembras que hayan tenido crías podrían comportarse con agresividad debido a la liberación de la hormona prolactina por parte del cuerpo para estimular la producción de leche.
    • Es posible que, en este caso, la madre se comporte de manera agresiva si es que alguien toca a sus cachorros o incluso si se acercan a su comida o a su nido.
  8. En ocasiones, es posible que los perros se pongan en contra de sus entrenadores si se les detiene, sujeta o interrumpe al ir hacia la verdadera fuente de su agresividad. En lugar de desquitar su agresividad con su objetivo, esta se reorienta hacia la persona que esté sujetando al perro. [18]
    • Por ejemplo, si un dueño sujeta a su perro cuando este trata de atacar a otro perro, es posible que el perro muerda a su dueño.
  9. En algunos casos, es posible que los perros se comporten de manera agresiva al jugar y se entusiasmen tanto que no sean capaces de tranquilizarse. Incluso es posible que el juego entre dos perros se intensifique hasta convertirse en una pelea y que ambos salgan lastimados si no se les detiene. [19]
    • Presta atención a las señales de que sea un juego, como la reverencia del juego. Esta ocurre cuando un perro baja ligeramente la parte delantera de su cuerpo (como si hiciera una reverencia) mientras que la parte trasera de su cuerpo se mantiene elevada. Mediante esta señal, los perros comunican que tan solo es un juego.
    • En caso de que cualquiera de los dos perros empiece a gruñir o mostrar otras señales de que el juego no es bienvenido, es posible que este se intensifique y se convierta en una pelea. Si es que el juego se torna demasiado rudo, debes distraer a los perros y mantenerlos separados durante un rato.
  10. Existe el término "agresividad idiopática", el cual se usa para describir la agresividad cuya causa no se sepa. En caso de que no te sea posible determinar las razones para el comportamiento agresivo de tu perro, debes tener en cuenta que de todas formas puedes tomar medidas para cambiarlo.
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Consejos

  • Antes de llevar a un cachorro o a un perro adulto a casa, debes pasar bastante tiempo (horas) con él para ver su forma de interactuar con los humanos, los perros y otros animales. En caso de que tengas dudas en cuanto a su temperamento, debes pedirle consejo a un especialista en conducta canina.
  • Si un perro o cachorro se comporta de manera agresiva, siempre debes empezar por hacerle un examen médico. De esta forma, descartarás las posibles causas médicas de la agresividad. Esta podría desaparecer después de tratar estas causas.
  • Deberás probar con diferentes tratamientos o combinaciones de tratamientos para así encontrar la mejor opción para la agresividad de tu perro.
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Advertencias

  • Al lidiar con un perro agresivo, es necesario que priorices la seguridad.
  • Para diagnosticar y tratar a un perro agresivo, debes buscar tratamiento profesional.
  • Nunca debes dejar a niños, ancianos o personas discapacitadas a solas con un perro agresivo sin que haya un adulto responsable que pueda sujetarlo.
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