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Para entrenar a cualquier perro, debes establecer confianza y obediencia mediante el refuerzo positivo y las afirmaciones de disciplina calmadas. Cuando entrenes a un perro tímido, afrontarás una nueva serie de desafíos, ya que muchas de las cosas que consideramos útiles en realidad pueden ser perjudiciales. El primer paso en este largo proceso es desarrollar confianza.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Desarrollar confianza

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  1. El perro no te obedecerá si no confía en ti. Para inculcar la confianza, debes mostrarle que, cuando algo aterrador ocurra, no habrá ningún problema. Ten paciencia. Dale espacio y así irá hacia ti por su cuenta. [1]
  2. Nunca confundas la empatía con dejar que el perro sea dominante. Él no determinará qué ocurre, sino tú. Debes establecerte como el macho alfa, lo que significa que tu calma y asertividad serán la clave para que sea más feliz y obediente. Cuando algo aterrador ocurra, tendrás que proyectar una energía tranquila y asertiva. [2]
    • No premies la timidez ni el miedo. Los perros pueden sentir tu energía. Si tiene miedo o se asusta, y empiezas a acariciarlo de inmediato y le das mucha importancia, premiarás este comportamiento indeseable. Demasiada compasión puede perjudicar incluso más el desarrollo del perro.
  3. Tu perro debe tener confianza y, al mismo tiempo, notar que eres el macho alfa en esta relación. Recuerda que la confianza no es dominio. Para desarrollar este tipo de confianza, debes presentarle nuevas situaciones en las que pueda observar y aprender de otros perros seguros y personas sin sentirse amenazado. Esto puede darse mediante el entrenamiento de obediencia, las pistas de obstáculos o el entrenamiento de habilidades específicas según la raza.
    • Empieza con algo pequeño y asegúrate de que el perro tenga logros pequeños. Cada uno de estos logros pequeños desarrollará la seguridad, lo que ayudará a que el perro sea más seguro y feliz.
    • Para ello, tiene que experimentar muchas situaciones nuevas todos los días. Incluso llevarlo por una calle transitada puede ser de utilidad para exponerlo a nuevas actividades que harán que sea menos sensible al mundo.
    • Guarda la calma y reconfórtalo a lo largo del proceso. Si el perro siente que estás ansioso o reaccionas de forma negativa a su miedo, esto solo lo perpetuará. Nunca entrenes a un perro tímido cuando te sientas malhumorado o estés distraído. Todo perro (en especial, los que tienen baja autoestima) será sensible a lo que hagas. [3]
  4. Sostén algunas golosinas para perros en la mano y dale algunas cuando se te acerque. Esto le enseñará que no quieres lastimarlo y que recibirá premios cuando esté con sus dueños. Si lo elogias diciéndole “¡Buen chico!”, esto con el tiempo puede reemplazar a las golosinas. El perro aprenderá a admirarte, y mostrarle que lo aprecias será de mucha utilidad.
    • Busca golosinas que sean saludables y estén hechas sin usar conservantes. Asegúrate de que estén libres de granos y contengan carne. [4]
  5. Una vez que el perro empiece a desarrollar un poco de confianza dominando los nuevos estímulos, tendrás que cerciorarte de que no se estanque o se aburra. Las nuevas experiencias son vitales. Quizás haya una feria en la ciudad o hayas llevado al perro a un nuevo parque para perros; en cualquier caso, dominar los estímulos desconocidos puede ser la manera más importante en la que tu mascota progresará. Con el tiempo, cada logro desarrollará su confianza.
    • Ten paciencia. Con el tiempo, esta integración con el mundo puede hacer que un perro sea mucho menos tímido y pueda apreciar sus entornos sin dejar que el miedo nuble su comportamiento. [5]
  6. El perro merece la mejor versión de tu persona y no puedes serlo si no estás preparado para tener una mentalidad asertiva y calmada siempre que lo entrenes. Nunca renuncies a su entrenamiento, ya que siempre hay esperanza. Incluso podrías notar que te calmas mientras lo ayudas a desarrollar una mentalidad más calmada y feliz.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Ejercer la disciplina

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  1. Una correa es esencial, ya que un perro tímido sin correa te evadirá tan pronto como tenga la oportunidad de hacerlo. Colocarle una correa a un perro tímido es toda una hazaña. Podrías tener que meterte debajo de la mesa o a cualquier lugar en el que se oculte, y sujetarlo con delicadeza para colocar la correa sin mirarlo a los ojos. Una vez que la coloques, acarícialo debajo del mentón y háblale de forma alegre, sin hacer contacto visual.
    • Levántate y aléjate caminando de forma segura, y dile “¡Ven!” con un tono alegre mientras sostienes la correa. No lo mires; mira hacia adelante. Haz que camine detrás de ti con cuidado. Trata de convencerlo sin ofrecerle una golosina.
    • No trates de entrenarlo con alguna orden hasta que te siga sin tener que jalar la correa. Una vez que te siga con confianza, acarícialo sin entablar contacto visual y prémialo con muchas golosinas.
  2. Esto es importante en especial con los perros tímidos. Nunca lo golpees ni lo lastimes para indicar el mal comportamiento. En lugar de ello, usa sonidos firmes como “¡Hey!” o “No”. Refuerza el buen comportamiento lo más que puedas. Elógialo con un tono tranquilizante y relajado, como el que usarías para calmar a un bebé llorando. Debes tener muchas golosinas de entrenamiento a la mano, e incentivarlo mucho cuando haga lo correcto. [6]
  3. Lo mejor es que se lo enseñes de inmediato. Puedes empezar el proceso de entrenamiento una vez que se sienta cómodo estando cerca de ti y cuando lo toques. Si sigue miccionando en la casa, gritarle podría perjudicar su confianza en ti. En lugar de gritarle, vigílalo en todo momento para que puedas descubrirlo cuando miccione en la casa. Tan pronto como empiece a hacerlo, cárgalo y llévalo afuera para que pueda seguir haciéndolo allí. Dale una golosina siempre que miccione afuera o siga haciéndolo cuando lo lleves allí. [7]
    • Dale un buen tiempo al aire libre, en especial si es un perro grande. Dale tiempo para elegir el lugar en el que hará sus necesidades.
    • Si tienes un perro mucho más grande y no puedes cargarlo, sácalo con más frecuencia. Si lo descubres miccionando en la casa, dile No con firmeza, pero no le grites. Llévalo afuera y prémialo por seguir haciéndolo allí.
  4. Si ya tienes un perro seguro, esto puede facilitar el entrenamiento de proceso. Un perro tímido imitará a uno seguro. Lleva a ambos a un patio cerrado o una sala, y lleva muchas golosinas. Siéntate en el suelo y llama al perro seguro diciendo “Ven”. Prémialo con una golosina.
    • Podrías tener que sacar a tu perro tímido con su correa puesta. Quizás tengas que jalarlo con cuidado. Lo importante es establecer una dinámica cómoda y con poca presión. Deja que el perro tímido se acostumbre a compartir un espacio contigo y con el perro más seguro.
    • Si el perro tímido incluso da algunos pasos hacia ti, prémialo lanzando una golosina hacia él. Lanza la golosina cada vez más cerca de ti, ¡hasta que vaya directo hacia ti!
    • Sentarte en el suelo te volverá menos aterrador, y será más probable que el perro quiera acercarse a ti. En el caso de un perro muy tímido, ¡podrías tener que echarte en el suelo!
  5. Recuerda que nunca debes enfurecerte ni actuar de forma violenta con tu perro. El perro tímido perderá la confianza en ti si lo golpeas incluso solo una vez. Si lo descubres mordiendo ropa, tus manos, los dedos de tus pies o algo que sostengas, toma su hocico y regáñalo con un firme No .
    • No lo sostengas por demasiado tiempo, solo lo suficiente como para que capte el mensaje. No lo aprietes mucho y no lo lastimes. No debes hacer que se sienta amenazado; solo quieres que deje de morderte.
    • Recuerda que morder es un comportamiento natural de los perros. Si el tuyo te muerde, esto no significa que le desagradas. No te sientas ofendido. Trata de entender lo que siente.
  6. Dile algo como “Max, siéntate” de forma directa y con una voz dominante. [8] Si se sienta, prémialo con una golosina. Si no lo hace, repite la orden con firmeza hasta que se siente, sin levantar la voz ni perder la compostura.
    • Cuando empieces a entrenarlo, podrías tener que mostrarle que quieres que se siente. Dale la orden y empuja su trasero lo suficiente como para que se relaje y se siente. Prémialo y repítelo.
  7. A medida que el perro se sienta más cómodo interactuando contigo, tu casa y el mundo exterior, podrás empezar a enseñarle a sentarse, ir hacia ti, quedarse quieto, rodar y otras cosas más. Basa el entrenamiento en un sistema de premios. Mantén al perro pensando que lo que hace es algo bueno y que estás complacido con su comportamiento. Es mucho más fácil entrenarlo para que se porte bien que castigarlo por portarse mal. Los perros no responden al castigo, ¡pero sí a los premios!
    • Considera llevarlo a una escuela de obediencia. Un entorno de aprendizaje gratificante y estructurado puede ayudar a algunos perros a progresar con mucha más rapidez.
    • Puedes visitar páginas web de tutoriales de entrenamiento de obediencia. Busca tutoriales en YouTube. Algunos entrenadores de perros experimentados han publicado videos paso a paso o instrucciones sobre cómo enseñarles varios trucos.
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Advertencias

  • Nunca golpees a tu perro. La violencia no facilitará el proceso de entrenamiento y no es necesaria. Muchos la consideran un abuso.
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