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Afortunadamente, la mayoría de los perros quieren complacer a sus amos, por lo que el entrenamiento suele ser sencillo. Sin embargo, existen ciertas razas y mascotas que pueden poner a prueba la paciencia, convirtiendo el entrenamiento en una experiencia frustrante. En estos casos, la clave es conservar la paciencia y adoptar una actitud positiva. Las sesiones breves y frecuentes te ayudarán a entrenar a un perro testarudo.

Método 1
Método 1 de 3:

Proporcionarle refuerzos positivos al perro

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  1. Recompensa a tu perro con su golosina favorita cuando se porte bien. Es fundamental que lo hagas tan pronto como observes su comportamiento positivo. Una buena idea es usar un control remoto o clicker para entrenarlo . De esta forma, puedes presionar el dispositivo cada vez que se comporte bien y luego darle una recompensa. Esto te dará un poco de tiempo para preparar la golosina al mismo tiempo que puedes reforzar un buen comportamiento que quieres que desarrolle. [1]
    • A la hora de entrenar a tu perro, el tiempo es un aspecto clave. Es fundamental que presiones el control o le des una golosina inmediatamente después de que se comporte bien.
    • Asegúrate de escoger un premio que realmente le guste mucho. La recompensa más común es una golosina o una comida. Por ejemplo, puedes probar con pollo hervido, tiras de queso o perritos calientes de pollo. También puedes darle un hueso o una golosina para perros. Lo importante es que le des un premio cuando responda a la orden y se comporte bien. Si ignora o se niega a acatar la orden, no debe recibir un premio. [2]
    • Si la golosina es su premio favorito, tenla a mano para que puedas practicar durante todo el día, como en cualquier momento que te levantes para comer o beber algo o para ir al baño.
    • También puedes tirar la golosina al piso para que tu perro tenga que levantarse. Luego, espera a que vuelva a sentarse sin que se lo ordenes. Cuando lo haga, di “¡sí!” con un tono alegre y dale una golosina deliciosa. Repite el ejercicio entre cinco y seis veces.
  2. En ocasiones, los perros no se sienten atraídos por la comida, sino por una pelota o un juguete. Otras mascotas adoran recibir la atención de sus amos. Por lo tanto, tendrás que descubrir qué lo hace feliz y usarlo como recompensa. [3]
    • Felicítalo con un tono de voz animado y alegre, y con una suave caricia. Esta es la recompensa más económica y sencilla que puedes ofrecerle. También puedes usar su juguete favorito como premio. [4]
    • El contacto físico es otra excelente forma de premiar a un perro. Algunos responden mejor a las caricias en la cabeza o el abdomen. En caso de ser posible, una caminata rápida de 10 minutos también puede ser una buena recompensa.
  3. Es necesario que respetes cierta regularidad y seas repetitivo. Un buen programa de entrenamiento toma, como mínimo, dos años de adiestramiento regular y organizado.
    • El resultado que obtengas será directamente proporcional a la dedicación que emplees en el entrenamiento. Básicamente, si dices que tu perro es “testarudo”, estás poniendo una excusa para no aprender a enseñarle a que te comprenda.
    • Asegúrate de que todas las personas cercanas al perro sigan las mismas reglas y expectativas. Todos los habitantes de la casa deben utilizar las mismas órdenes para los trucos y definir los mismos límites. No te sientas mal por tu perro y termines violando tus propias reglas. Tu mascota no podrá aprender la lección de esta forma.
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Método 2
Método 2 de 3:

Demostrarle a tu perro que tú eres quien manda

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  1. Es fundamental convencer a tu perro de que tú eres quien manda sin ser cruel. Por lo tanto, no le pegues ni seas agresivo con él.
    • Para ayudarlo a que comprenda, basta con pararte frente a él y hacer que retroceda para que puedas pasar primero por la puerta. Para ello, puedes quitarle un hueso o juguete cuando quieras. No juegues cuando él quiera, sino cuando tú quieras, y deja de hacerlo cuando lo desees.
    • Usa la voz, pero comprende que los perros responden al tono y la emoción tanto como a las palabras. [5] Cambia el tono de voz de acuerdo a la situación. Por ejemplo, habla más alto o más alegre para decirle “bien hecho”, y sé más serio y duro para las órdenes cuando no se esté comportando como corresponde. Un “no” firme es tan importante como elogiar a tu cachorro o perro por hacer bien las cosas.
  2. Puedes establecer el control con tu mascota mientras lo sacas con su correa. No permitas que tome la delantera o se quite la correa.
    • Llévalo a dar un paseo largo. Asegúrate de caminar adelante o al lado de él. Un perro testarudo siempre creerá que tú no eres el líder, sino él.
    • Cuando estés entrenando a tu perro, él también te estará entrenando a ti. Las personas que corren tras su perro con una correa larga son un ejemplo de un humano bien entrenado por un perro. Este es un juego de paciencia; el más paciente gana, mientras que el otro pierde. De todas formas, puede ser más sencillo entrenar a tu perro cuando está cansado después de una caminata.
  3. La orden más básica es “sentado”. Una vez que la aprenda, el resto será más sencillo. De esta forma, tu perro comprenderá que recibirá un elogio y un premio si puede descifrar tu mensaje.
    • Utiliza órdenes visuales y sonoras. Dile "sentado" y haz algún gesto con la mano. Asegúrate de hacer siempre lo mismo. De lo contrario, tu perro se confundirá y el entrenamiento tomará más tiempo.
    • Al principio, prémialo si está cerca de sentarse. A la larga, podrás enseñarle a que se siente por completo. Sin embargo, una vez que ejecute la orden por completo, no debes recompensarlo por un movimiento parcial o incompleto.
    • Piensa formas de desglosar el truco o la orden para facilitar el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, no le pidas que se dé la vuelta en la primera sesión, dado que esto podría ser muy complicado.
  4. Haz que aprenda a esperar su premio. No permitas que se siente por una fracción de segundo y luego te salte encima con entusiasmo. Solo debes darle una recompensa cuando esté tranquilo y obedezca.
    • No muestres emociones o frustración, dado que el perro percibirá estas cosas, y no será productivo. Conserva la calma y recuerda que tu perro hace lo mejor que puede. ¡Muéstrale que lo quieres! [6]
    • Los perros nunca le obedecen a una persona inestable. Si estás asustado, tu perro podría adoptar una actitud dominante por encima de ti. Si estás ansioso, no te tomará en serio. Si eres agresivo, no sabrá bien qué hacer y no podrá seguir este tipo de “energía”.
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Método 3
Método 3 de 3:

Utilizar otras técnicas de adiestramiento

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  1. ¿Qué es lo que distrae a tu perro y no le permite concentrarse? ¿Una ardilla? ¿Una aspiradora? ¿Una pila tentadora donde revolcarse? Comienza a enseñarle un comportamiento en un lugar familiar y con pocas distracciones, como tu casa.
    • Programa sesiones breves (5 minutos o menos). Los perros tienen un cerebro pequeño, por lo que no pueden conservar la concentración durante mucho tiempo.
    • Nunca entrenes más de un perro a la vez. Debido a que se distraen fácilmente, entrenarlo con otro perro cerca no acompañará tus esfuerzos, dado que su comportamiento siempre será diferente ante la presencia de otros canes (ya sean conocidos o no). En ocasiones, es posible que tu mascota termine jugando con otro perro, en vez de escuchar tus órdenes.
  2. En caso de ser posible, otra opción es inscribir a tu mascota en clases “divertidas” donde expertos en adiestramiento te ayudarán con tu perro testarudo. [7]
    • También puedes contratar a un entrenador de perros para que se acerque a tu casa. Pide referencias en las veterinarias locales.
    • Prueba usar un control remoto o clicker con tu perro. Tendrás que asociar el control remoto con un premio para que tu perro sepa que recibirá una recompensa cuando lo uses y le des una orden.
  3. Quizás sienta que está siendo provocado y se ha cerrado con los demás, lo cual es muy común en animales sensibles y razas que suelen ser muy susceptibles.
    • Quizás tu perro sea lento por naturaleza. Ten en cuenta que algunos perros no son tan activos como otros. Si tu mascota suele moverse lentamente, no esperes que haga trucos rápidos.
    • Determina si tu perro es perezoso o está enfermo. Al igual que las personas, los perros se sienten menos motivados durante los días calurosos o cuando no se sienten bien.
    • Sé honesto y evalúa si tu perro no comprende lo que deseas. Algunas cosas, como las oraciones, pueden parecer muy claras para los humanos, pero no son comprensibles para los perros, por más que se esfuercen por entender. Quizás no haya nada en él. Al igual que los humanos, los perros hacen cosas porque hay algo que los incentiva. Ellos no exigen tanto; una golosina, una pelota o una caricia es tan valioso como lo es un salario para los humanos.
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Consejos

  • Ama a tu perro por encima de todo. Hazle saber que lo quieres y que los fracasos en el entrenamiento no cambiarán el amor que sientes por él.
  • No le pegues cuando haga algo mal. Simplemente dile "no" con un tono de voz firme, pero amable, y sigue con tu rutina.
  • Al darle una orden, asegúrate de que te esté mirando a ti, y no a la recompensa.
  • Ten paciencia. Tu perro necesitará un tiempo para aprender. En caso de ser posible, empieza a entrenarlo cuando sea cachorro.
  • Acércate a tu perro antes de entrenarlo. Acurrucarse, caminar o jugar son cosas que incrementarán las posibilidades de que esté entusiasmado por entrenar con alguien que ama.
  • Procura que las sesiones no sean muy prolongadas, dado que tu perro podría cansarse o aburrirse.
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Advertencias

  • No te enojes con tu perro por ser testarudo. ¡Solo necesita comprender que eres tú quien manda!
  • Nunca recurras a la fuerza física ni lastimes a un perro.
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