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La tercera persona omnisciente es un punto de vista donde el escritor cambia de la perspectiva de un personaje a la de otro con gran habilidad. Usar esta técnica te permite proporcionar información a tus lectores que no obtendrían si usaras otra técnica de punto de vista, debido a que tu narrador sabe y ve todo y puede moverse de un personaje a otro. Con esto en mente, hay algunas reglas que debes seguir al escribir en tercera persona omnisciente para asegurar que tus lectores no se confundan.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Entender cómo funciona este punto de vista

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  1. Cualquier punto de vista, ya sea en primera o tercera persona, siempre debe hacerle entender al lector los pensamientos, sentimientos, emociones y conocimiento del personaje.
    • El punto de vista debe permitir que el lector sepa cómo se siente y piensa tu personaje, así como qué ve a su alrededor dentro de cierto escenario.
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    Familiarízate con la perspectiva de la tercera persona. Al escribir en la tercera persona, usa el nombre de la persona y pronombres, como él, ella y ellos. Esta perspectiva le da al narrador la libertad para contar la historia desde la perspectiva de un solo personaje. El narrador podría describir los pensamientos y los sentimientos que experimente el personaje a medida que narra la historia. [1]
    • Por ejemplo, este sería un fragmento escrito en tercera persona “Karen encendió la luz en su dormitorio. Justo después de hacerlo, sintió un escalofrío por la espalda. Se paró a unos centímetros de un visitante inesperado. Karen se preguntó si debía correr o quedarse a pelear, pero en realidad no importaba, ya que estaba paralizada por el miedo”.
    • Observa cómo este fragmento no solo describe lo que hace Karen, sino también lo que piensa y siente.
  3. En este punto de vista, el narrador tiene acceso a todos los pensamientos y sentimientos de los personajes en la historia y no se limita al punto de vista de un solo personaje. Así que como el autor, puedes cambiar del punto de vista de un personaje al de otro y las voces de varios personajes diferentes pueden interpretar los mismos acontecimientos. [2]
    • Debido a que el punto de vista es omnisciente, tiene una distancia “divina” de los personajes y puede tener una vista aérea de los acontecimientos, acciones y pensamientos de los personajes.
    • Como el autor, este punto de vista te da mucha libertad para llenar las voces y perspectivas de muchos personajes. [3]
  4. Desafortunadamente, ser como un dios tiene sus desventajas. Debido que estás observando a los personajes desde arriba, también los presentas a tus lectores a distancia y esto puede dar como resultado que digas más de lo que muestras en la historia. Es posible que eso no permita a tu lector conectarse tan profundamente con los personajes y puede dar como resultado una narrativa aburrida o rígida. [4]
    • Si escribes una historia más accionada por los personajes, es posible que el punto de vista en tercera persona omnisciente no sea ideal, ya que no te permite encarnar la perspectiva de un personaje en detalle, incluyendo sus pensamientos y emociones.
    • Si tu historia funciona más con la trama y es de amplio alcance, el punto de vista en tercera persona omnisciente podría funcionar mejor para ti, ya que si lo haces bien, te permite moverte con bastante facilidad a través de escenas con múltiples personajes, así como a través del tiempo y el espacio.
    • Sin importar qué punto de vista utilices, siempre es recomendable asegurar que el lector pueda relacionarse con los personajes y nunca se pierda ni se confunda. [5]
  5. Otra ventaja que tiene este punto de vista sobre los demás es que, como el autor, puedes hablar directamente con tu lectores, creando una relación más íntima y directa con ellos. [6]
    • Esto podría ser tan simple como manifestar: “Querido lector, fue una decisión difícil matar a Alice. Permíteme contarte por qué”.
    • También puede ser un discurso menos directo para el lector, como: “No te preocupes por Alice. Pasará momentos difíciles, pero con el tiempo, se recuperará y vivirá feliz por siempre”.
  6. Este punto de vista puede categorizarse en dos tipos: objetivo y subjetivo. [7]
    • La versión objetiva es el punto de vista de “mosca en la pared”, donde el narrador está presente pero invisible en la historia. Este relacionará los acontecimientos a medida que sucedan, pero no ofrecerá ninguna opinión acerca de ellos. Este punto de vista es como una cámara que sigue a los personajes, mostrando sus acciones y diálogos, sin entrar en los pensamientos internos de los personajes.
    • La versión subjetiva tiene una voz narrativa fuerte que discute los pensamientos internos del personaje en una escena. Por lo tanto, se filtran todos los pensamientos y las emociones de los personajes a través de la voz del narrador en sus propias palabras.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Usar este punto de vista

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  1. Si tratas de explorar una idea a través de múltiples narradores, pero quieres mostrar sus emociones a través de acciones y diálogos, en lugar de pensamientos internos, el punto de vista objetivo en tercera persona omnisciente podría ser adecuado para ti.
    • Si quieres escribir una historia con un narrador fuerte que encuadre a los personajes con su voz narrativa, la tercera persona omnisciente subjetiva podría ser mejor para tu historia.
  2. En vez de usar “yo”, que es el punto de vista en primera persona, o dirigirte al lector como “tú”, que es el punto de vista en segunda persona, dirígete a los personajes por sus nombres o su pronombre aplicable, como él y ella.
    • Por ejemplo, en lugar de escribir “Llegué a la cuidad una mañana fría y ventosa”, escribirías “Ella llegó a la ciudad una mañana fría y ventosa” o “Alice llegó a la ciudad una mañana fría y ventosa”.
  3. Cuando escribas en este punto de vista, recuerda que el narrador usualmente es un ser desconocido, ya que actúa como un ojo que ve todo. Así que no necesitas darle un nombre o proporcionarle información al lector acerca del narrador.
    • Esto es diferente de las perspectivas en primera y segunda persona, donde el narrador desempeña un papel protagónico en la obra y domina el punto de vista.
  4. El ejemplo más conocido de este tipo de narrador es el personaje de “Lemony Snicket” en “Una serie de eventos desafortunados”. El narrador “Lemony Snicket” se identifica como “yo”, pero también se dirige al lector directamente y cambia a la perspectiva de diferentes personajes a lo largo de la novela. [8]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Evitar los errores comunes

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  1. No hacerlo puede dar como resultado una ruptura del punto de vista. [9]
    • Una ruptura del punto de vista ocurre cuando un personaje sabe algo que no podría saber desde su punto de vista. Por ejemplo, aunque es posible que el narrador sepa por qué Paul golpeó a John por la espalda, John no sabrá que Paul lo golpeó, a menos que descubra esta información de fuentes externas o a través del proceso de eliminación.
    • Una ruptura del punto de vista también puede quitarle credibilidad a la historia como un todo y debilita las voces de los personajes que has trabajado tanto por crear. Así que presta atención a cualquier ruptura del punto de vista.
    • Otro problema que puede surgir es el intercambio frecuente de puntos de vista, en donde saltas de los pensamientos de un personaje a los de otro dentro de una escena. Aunque técnicamente es una forma correcta de hacer un punto de vista en tercera persona omnisciente, esta técnica puede confundir al lector y dar como resultado que se acumulen demasiados pensamientos en la escena. [10]
    • Sé consistente con las etiquetas de dialogo para evitar la confusión. También podrías tener que usar los nombres de los personajes si tienes varios del mismo sexo.
  2. Para evitar confundir a tu lector e intercambiar frecuentemente el punto de vista, concéntrate en crear un puente o un cambio fluido a otro personaje en la escena.
  3. Hazlo llamando la atención hacia el personaje y describiendo las acciones o los movimientos del personaje en la escena.
    • Por ejemplo, si cambias de la perspectiva de Paul a la de John, podrías mencionar: “John se masajeó su zona lumbar, donde fue golpeado. Notó a Paul parado a su lado. ¿Será que Paul se chocó con él? Pensó John”.
  4. Esta es una buena forma de cambiar a un nuevo punto de vista. Una vez que el nuevo personaje tome el mando en la acción, continúa con sus pensamientos o sentimientos.
    • Por ejemplo: “John estampó su trago sobre la barra. ¿Quién es el patán que me golpeó? Gritó. John notó a Paul, parado a su lado. ¿Quién es ese tipo?, pensó John”.
  5. La tercera persona omnisciente puede ser difícil de dominar en tus intentos iniciales, especialmente si no estás acostumbrado a escribir en las cabezas de muchos personajes diferentes y aún estás aprendiendo cómo pasar de un personaje a otro. [11]
    • Siéntate y escribe muchas escenas en este punto de vista para tener una idea. Relee y edita tu trabajo para ver en dónde hay intercambios frecuentes de puntos de vista o dónde hay rupturas del punto de vista y corregirlos.
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Consejos

  • Una de las mejores maneras para mejorar el punto de vista de tercera persona omnisciente es leer las obras de otros escritores que estén bien escritas en este punto de vista. Observa atentamente las transiciones que usa el escritor para moverse de un personaje a otro sin interrupciones y trata de imitar su enfoque en una escena que estés trabajando.
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