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Una introducción bien escrita le permite al lector saber de qué se va a tratar lo que va a leer. En ella, tendrás que trazar el alcance de tu argumento o análisis, ya sea que vayas a escribir un ensayo o una entrada de blog. Para escribir una buena introducción, primero capta la atención del lector con un gancho interesante. Luego, brinda unas cuantas oraciones de transición para llegar a tus ideas principales, yendo de una idea general a otras más específicas.

Método 1
Método 1 de 4:

Crear un gancho

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  1. Este gancho irá bien tanto en los escritos personales como en los ensayos académicos siempre y cuando escojas una cita adecuada. Por ejemplo, evita usar citas motivadoras en un trabajo académico, aunque esto sí será apropiado para algo más personal, como una entrada de blog. [1]
    • Asegúrate de que la cita esté relacionada con tu argumento. Esta debe conllevar a lo que vas a escribir en la introducción.
  2. Una afirmación audaz expresa una opinion de manera provocativa. Opta por una afirmación que de alguna manera sea original o polémica en vez de un hecho común y corriente. ¡Asegúrate de respaldar tu afirmación con hechos y pruebas! [2]
    • Por ejemplo, si vas a escribir un ensayo argumentativo con el fin de convencer al administrador de la escuela de no dejar tarea, podrías decir: “Las tareas en casa no contribuyen al éxito académico de los estudiantes”. [3]
  3. Una anécdota breve puede ser una manera divertida de atraer lectores. Sin embargo, debe ser una relacionada con tu tema, sino terminarás confundiendo a tus lectores. Tampoco debe ser de más de una párrafo, particularmente si vas a escribir un ensayo o un texto corto. [4]
    • La anécdota puede ser ficticia o real, pero debes redactarla como si se la contaras a un amigo, aunque siempre manteniendo el profesionalismo.
    • Por ejemplo, puedes escribir: “Cierta vez, hace mucho tiempo, una rama de animales se separó de un grupo de depredadores en la cadena de evolución. Estos animales tenían dientes afilados, eran depredadores feroces y al poco tiempo desarrollaron una naturaleza hipercarnívora. Con el tiempo, esta cadena terminó desarrollándose en el animal que ronronea en tu regazo: el gato doméstico”.
  4. Un ejemplo es parecido a una historia, salvo que por lo general suele ser de la vida real. Procura escribirlo de una manera más directa que una historia. [5]
    • Por ejemplo, si vas a escribir sobre las características de los gatos, puedes incluir un breve ejemplo sobre una característica que has visto en uno de los tuyos.
  5. Escoge una afirmación que sea breve en el sentido de que lleve a una idea principal más especifica. Sin embargo, no debe ser demasiado general, sino confundirás al lector.
    • Por ejemplo, si vas a escribir sobre las características de los gatos domésticos, no empieces con la evolución del universo, porque sería excesivamente general. Aunque sí podrías empezar con una cuantas líneas sobre cómo la evolución influyó en las características actuales de los gatos.
    • Podrías escribir: “El gato doméstico, con su frialdad depredadora, ha necesitado miles de años para evolucionar en el perfecto gato de sofá”.
  6. Escoge una pregunta incisiva que capte el interés del lector y le haga reflexionar sobre el tema. Evita reformular una pregunta que el tema incluya y no uses clichés.
    • Por ejemplo, si vas a escribir sobre la calidad del agua en tu comunidad, podrías empezar con la siguiente pregunta: “¿Sabías que está permitido que el agua potable contenga plomo”.
  7. Esta técnica se ha usado tanto que se convertido en un cliché. Por eso, salvo que realmente tengas que incluir una definición para la introducción de tu tema, lo mejor será no hacerlo.
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Método 2
Método 2 de 4:

Hacer la transición al tema principal

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  1. Esta parte de la introducción te llevará a ti y al lector del gancho hacia la idea principal del ensayo o texto. Brinda algo de información contextual en el gancho que acabas de incluir o indica cómo se relaciona con tu tema. [6]
    • Por ejemplo, si has usado una cita, podrías decir: “Dicha cita, del renombrado científico Juan Biólogo, muestra lo mucho a lo que han llegado los gatos en el transcurso de la evolución”.
  2. Muchas veces, el gancho es un poco más general que la idea principal, y esto no tiene nada de malo. En esta parte de transición, usa oraciones que delimiten tu tema hasta que llegues a la parte específica donde tendrás que hacer el análisis. [7]
    • Por ejemplo, si has empezado con una historia sobra la evolución de los gatos en un ensayo sobre las características de los gatos, podrías empezar a delimitar tus ideas mencionando primero qué características han heredado de sus ancestros. Luego, podrías pasar a las características que han desarrollado desde que se separaron de la rama de otros depredadores.
  3. En estas oraciones de transición, empieza agregando detalles específicos para que el lector se haga una idea de adónde te diriges. Usa estos puntos específicos para dirigirte hacia tu tema principal. [8]
    • Por ejemplo, podrías escribir: “Es imposible hablar sobre las características de los gatos sin al menos mencionar la evolución. Sin embargo, me enfocaré principalmente en los genes contemporáneos de los gatos domésticos”.
    • En esta parte, tendrás que informarle al lector que tu idea principal son los genes de los gatos domésticos para que así seas más específico. No obstante, aun así tendrás que dirigirte hacia la oración de la idea principal, donde tendrás que especificar qué tipo de genes tienes pensado abarcar.
  4. Brinda la información suficiente que le interese a tu lector y pueda seguir tus ideas. Pero no escribas todavía todo tu argumento, sino el lector no estará motivado a leer tu trabajo.
    • La introducción sirve para cautivar a los lectores. El truco es encontrar el equilibrio correcto entre brindar la información suficiente para captar su interés y no dar demasiada información que responda todas sus preguntas antes de tiempo.
    • Por ejemplo, podrías escribir sobre cómo tienes pensado mostrar la evolución de los gatos hasta ser los depredadores perfectos, pero no necesariamente tienes que mencionar el proceso en la introducción.
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Método 3
Método 3 de 4:

Escribir la idea principal

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  1. Esta afirmación será la idea principal de tu texto. Por general, la idea principal es una sola oración y es la parte más específica de la introducción. Esta oración debe ir al final del párrafo introductorio. [9]
    • Por ejemplo, si tu argumento es que las características de los gatos domésticos demuestran que son descendientes directos de depredadores más grandes, podrías escribir: “El gato doméstico exhibe características que demuestran que sus ancestros son depredadores de mayor tamaño”.
  2. Establecer un argumento consiste en parte en dar a los lectores una vista previa de lo por venir. Incluye indicadores, es decir, frases u oraciones específicas que le digan al lector qué tienes pensado abarcar en tu texto exactamente. De esta manera, el lector podrá buscar esos temas a medida que lee tu trabajo. [10]
    • Por ejemplo, podrías agregar esto a tu afirmación: “Con sus dientes afilados, su naturaleza carnívora y sus habilidades de caza sigilosa, el gato doméstico exhibe características que demuestran que sus ancestros fueron depredadores de mayor tamaño, un hecho demostrado por las características que comparten con los felinos de mayor tamaño en el mundo”.
    • Esta afirmación indica que vas a enfocarte en esas tres características y que tienes pensado mostrar una conexión con otros miembros de la familia felina.
    • En algunos casos, podrías optar por no incluir tus ideas principales en la introducción. Siempre y cuando las expliques en el cuerpo del trabajo y guarden relación con tu argumento, no habrá problema.
  3. Es costumbre que la oración de la idea principal sea la transición entre la introducción y el resto del texto. Por lo tanto, debe ir justo antes de empezar el cuerpo de texto. Sin embargo, si es necesario que lo hagas, puedes incluir una oración de transición para ayudar al lector a entender que vas a avanzar.
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Método 4
Método 4 de 4:

Escribir una introducción más efectiva

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  1. Te resultará tentador querer usar clichés o expresiones trilladas en las introducciones, sobre todo si en realidad no sabes qué decir. Sin embargo, así solo empezarás aburriendo al lector, lo cual no es un buen comienzo. [11]
    • Omite las frases o los clichés como “No hay mejor ahorrar que poco gastar” o “A quien madruga Dios le ayuda”.
    • La excepción es si puedes explicar cómo se conecta esa frase con tu tema de una manera particular o de una manera que el lector no espera.
    • Del mismo modo, omite las introducciones de libro, tales como: “Este ensayo trata….y mi tesis es la siguiente:…”. [12]
  2. Una introducción muy informal no suele ser apropiada para un ensayo académico, sobre todo uno científico. Por otro lado, una introducción demasiado formal no suele ir bien en las entradas de blog. A medida que escribas tu introducción, analiza si tiene el estilo apropiado.
  3. Es perfectamente normal escribir una introducción antes de escribir el resto de un texto. Sin embargo, es posible que tu argumento cambie durante el proceso de escritura. Por eso, lee bien tu introducción de nuevo para asegurarte de que encaje bien con tu trabajo.
    • Además, cuando parafrasees tu tesis en la conclusion, puedes revisar si tu introducción sigue guardando relación con el texto.
    • Revisa los puntos mencionados en la introducción que hayas pensando mencionar en tu trabajo. ¿Los abarcaste todos?
  4. En ocasiones, cuando se empieza un texto, uno no sabe exactamente los puntos que va a mencionar. Además, si eres como muchos, quizá escribir la introducción te sea la parte más difícil. Si este es el caso, escribirla después puede impulsarte a escribir el cuerpo de texto.
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Consejos

Si vas a escribir un ensayo, no tomes el camino fácil parafraseando la pregunta que el profesor te dé para hacerla tu tesis. Eso le dará a entender que no tienes tu propio argumento. Más bien, haz una introducción que muestre lo que piensas y lo que quieras decir. Claro que puedes usar elementos de la pregunta de desarrollo del ensayo, pero debes expandirlos con el argumento que vas a proponer en tu trabajo.

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