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Los debates son una tarea común en la escuela secundaria y universidad en los que dos personas o equipos discuten un problema. En muchos sentidos, la estructura de un debate es similar a la que se escribe para ponencias y discursos. Sin embargo, ya que no todos están necesariamente familiarizados con esta forma de comunicación, es importante saber cómo esquematizar un debate para que tus opiniones se estructuren adecuadamente.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Crear el esquema básico

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  1. Cada formato tiene su propia estructura organizativa y tienes que basar el esquema sobre esta. Hay dos formatos comunes que se utilizan en las escuelas y en las competiciones. Los otros son simplemente variaciones de estos dos, lo que cambia es la cantidad de tiempo disponible y la organización de las diferentes rondas.
    • Uno de las formatos más comunes son los debates entre equipos. En la primera mitad del debate, cada equipo cuenta con dos rondas para presentar sus argumentos. En la segunda mitad del debate, cada equipo cuenta con dos rondas para refutar los argumentos presentados en la primera parte.
    • Los debates "Lincoln-Douglas" se organizan con el fin de permitir que una parte presente sus argumentos y luego el otro equipo pueda interrogarlos. Luego se invierten los papeles, el segundo equipo presenta sus argumentos y empieza a cuestionarlos. Al final, cada equipo tiene la oportunidad de hacer una refutación final.
  2. Independientemente del formato del debate, vas a tener la oportunidad de presentar tu posición sobre el tema. Reúne todas tus notas y busca argumentos recurrentes. En una hoja de papel aparte, haz una lista de los diferentes elementos que apoyen la argumentación, incluyendo citas, ejemplos, casos, hechos y estadísticas. No te olvides de anotar toda la información bibliográfica.
    • Utiliza adecuadamente la investigación disponible, no sólo los primeros resultados de Google, el punto es encontrar pruebas sólidas. Visita las bibliotecas y busca revistas y periódicos para obtener un buen material.
    • Para cada evidencia que apoye tu caso, trata de encontrar pruebas de lo contrario. Te ayudará para construir la argumentación más adelante.
    • Es mejor incluir más puntos que creas que vas a necesitar que no hacer una buena investigación y carecer de pruebas.
  3. Aunque el orden de la exposición esté determinado por el formato del debate, la estructura del esquema debe cumplir las reglas básicas. Si el debate es para una clase, es probable que recibas una matriz de valoración que determine estos principios.
    • Subdivide la información. Los títulos principales se componen de los argumentos, mientras que los subtítulos contienen las diversas evidencias.
    • Utiliza la numeración correcta. Cada apartado del esquema tiene una numeración particular. Para los títulos principales se usarán números romanos (I, II, III, IV). En los subtítulos, letras mayúsculas (A, B, C). La siguiente división tendrá números arábigos (1, 2, 3). Sé consistente en el uso de estas convenciones en todo el esquema.
    • Deja una sangría en cada división del esquema. La sangría te ayuda a seguir la línea argumental y mantiene el esquema organizado. [1]
  4. La tesis es tu principal argumento: el valor que intentas demostrar por medio de diversas pruebas. Comienza a construir el esquema del debate mediante la compilación de una lista de la evidencia que apoye tu tesis. Organiza la lista, de manera que los argumentos más fuertes y convincentes sean los primeros en presentarse, mientras que la evidencia refutable vaya en el medio. Deja el mejor argumento para el final. [2]
    • Si has planeado un debate prolongado, divídelo en secciones categóricas. Por ejemplo, los elementos que apoyen tu tesis pueden ser legales, morales o económicos.
    • Trata de tener, al menos, tres hechos de apoyo o evidencias en el esquema de la tesis.
    • En los debates, en particular, la calidad es mejor que la cantidad.
  5. Tendrás la oportunidad de rebatir o cuestionar la validez de los argumentos de la otra parte. Identifica los posibles argumentos que podrían utilizarse en tu contra. Quizás encuentres muchas de estas refutaciones durante la investigación. Utiliza la técnica de lluvia de ideas para contrarrestar estos argumentos en el caso de que la contraparte los usase. [3]
    • Encuentra contraargumentos, tanto para las partes individuales de su argumento como para su totalidad. Fortalecerá tu posición en el debate.
    • Con frecuencia, tu tesis será lo contrario a la suya, así que mientras que tus argumentos expongan los pros, la lista de ellos enumerará los contras de tu tesis. Si prestas atención, no sólo podrás demostrar que tu argumento es válido, sino que ayudarás a promoverlo.
  6. Una vez que establezcas la estructura de tu tesis y contraargumentos relacionados, empieza a añadir más detalles que serán de utilidad si vas a redactar un ensayo o debatir sobre el tema. Respeta el formato de los títulos, secciones y viñetas, pero escribe oraciones completas. Agrega aplicaciones útiles y evidencias. Haz que tu argumento esté bien redondeado y no se limite a anotar una lista de palabras.
    • Escribe este esquema más detallado, como si estuvieras hablando en el debate. Te ayudará en la redacción del texto y a entender tu propio argumento, así como a formular preguntas pertinentes y contraargumentos para tus oponentes.
    • Asegúrate de evitar las falacias lógicas en tu esquema de tesis y refutaciones. Un argumento bien constituido se basa en pruebas sólidas en las que te puedes apoyar si es necesario. [4]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Evitar falacias lógicas

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  1. Los polemistas novatos la utilizan en sus esquemas actuales al tergiversar la tesis oponente y describirla erróneamente a la audiencia. No lo hagas cuando presentes tu refutación e identifica cuándo lo hacen tus oponentes.
    • Por ejemplo, si estás en contra de la pena de muerte, tu oponente puede caer en la falacia del hombre de paja al acusarte de la falta de solidaridad y compasión hacia las familias de las víctimas y de no desear que los criminales paguen por sus crímenes.
  2. En la planificación de la exposición de tu tesis y refutaciones, es muy fácil caer en la tentación de usar la falacia de la pendiente resbaladiza. Se refiere al hecho de suponer que una cosa no es aceptable basado en la demostración de que sus consecuencias serán graves e imparables.
    • Por ejemplo, si argumentas que estás a favor de la legalización del matrimonio gay, tu oponente dirá que es una mala idea, ya que muy pronto se va a legalizar la poligamia y las relaciones bestiales en todos los estados.
  3. A menudo la utiliza la parte que ha perdido el debate, la falacia ad hominem es cuando, en lugar de atacar los méritos de una tesis que se presenta, el oponente hace ataques personales en contra de la persona que presenta el caso.
    • Por ejemplo, si has argumentado tu tesis de manera exhaustiva, pero tu oponente no, en su tiempo de réplica puede echarte en cara tus malas calificaciones o problemas con la bebida. Es algo que no está relacionado, puede o no ser cierto y no tiene ningún efecto en el debate.
  4. Cuando se utilizan preguntas difíciles en el debate, aparentemente apuntan a un fallo evidente en el argumento, pero en realidad buscan sorprender a la persona que está debatiendo. Las preguntas cargadas son las que tienen una base ofensiva, de manera que la persona que contesta la pregunta se ve obligada a defenderse a sí misma, incluso si no fuera cierto.
    • En un debate sobre la legalización de la marihuana, tu oponente te acusa de tomar drogas con la pregunta: "¿Es verdad que está interesado en legalizar la marihuana, porque tú mismo has tomado drogas en el pasado?".
  5. Cuando alguien no sabe muy bien qué decir o trata de evitar decir algo que pudiera parecer perjudicial para su tesis, a menudo utiliza un lenguaje ambiguo. Aquí es donde se dan explicaciones poco claras y descripciones muy vagas de cosas y eventos.
    • Por ejemplo, si le pides a tu oponente que aclare por qué exactamente debemos convertirnos a un sistema socialista y te dice algo sobre la forma en que las personas se beneficien de ella, pero no es capaz de proporcionar una evidencia clara, aparte de las razones emocionales.
  6. Es una de las falacias más comunes en la que se asume que algo es correcto o bueno simplemente porque es la creencia popular.
    • Por ejemplo, basar tu argumentación en el hecho de que muchas personas aprueban la pena de muerte como el método de castigo más eficaz.
  7. A menudo se utiliza al final de un debate para resaltar la bondad de tomar una decisión a tu favor; la falacia ocurre cuando se ofrecen solamente dos opciones finales (blanco o negro) cuando ciertamente puede haber otras opciones disponibles.
    • Por ejemplo, tu oponente afirma que, en conclusión, las únicas dos opciones son la legalización de todas las drogas o prohibirlas por completo.
  8. Al dirigirte a un público, es más fácil apoyarse en experiencias personales e historias como la base para un argumento en lugar de encontrar una evidencia clara que demuestre esa creencia.
    • Por ejemplo, tu oponente sostiene que, como su amiga decidió tener a su bebé en lugar de abortar y ahora se siente feliz, todas las mujeres se van a sentir de la misma manera. [5]
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Consejos

  • Los debates se basan en las evidencias y en la organización. Haz todo lo posible por encontrar la información apropiada y hacer que tus argumentos sean fáciles de seguir.
  • Mantén un registro de todos los casos y ejemplos que encuentres a medida que investigues. Esta información será útil cuando elabores las refutaciones.
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Advertencias

  • No te fíes de apelar a las emociones. A pesar de que las emociones suelen motivar el cambio, los debates se basan en la lógica y la evidencia. Mantén la calma y conoce la información en el campo.
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