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Si tienes unas sandalias de cuero nuevas que quieres ponerte, hay muchas formas de estirarlas para que queden agradables y cómodas. Para estirar el cuero rápidamente, puedes calentar las sandalias con un secador de cabello o rociarlas con agua antes de caminar con ellas mientras se enfrían o se secan. Hacer cosas como congelar las sandalias con bolsas de plástico llenas de agua o usar un estirador de zapatos durante la noche también es efectivo.

Método 1
Método 1 de 2:

Ponerte las sandalias para estirarlas

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  1. Póntelas para hacer un mandado rápido, sacar al perro o incluso simplemente para caminar por la casa. Si las usas durante períodos breves, comenzarás a estirarlas sin que te salgan ampollas por usarlas durante demasiado tiempo. [1]
    • Si las sandalias comienzan a lastimarte los pies, es hora de quitártelas.
  2. Usa un atomizador para humedecer el cuero, rociando una capa ligera de agua sobre las correas y los talones. Usa las sandalias durante al menos 30 minutos mientras se secan y se ajustan a la forma de los pies. [2]
    • Primero rocía un área pequeña del zapato con agua para probar el cuero, asegurándote de que no se manche. Deja que se seque por completo antes de decidir rociar todo el zapato.
    • Mojar las sandalias las hará más moldeables y, a medida que las uses, se secarán estirándose contra los pies.
  3. Ponte un par de calcetines muy gruesos hechos de un material como la lana o usa varios pares de calcetines para acolcharlas más. Ponte las sandalias de cuero sobre los calcetines y usa los zapatos en la casa. Camina todo lo que puedas para que el cuero comience a estirarse. [3]
    • Puedes estirar el cuero incluso mientras estás sentado, flexionando los pies sin siquiera caminar.
    • El acolchado adicional de los calcetines las ayudará a estirarse más rápido.
  4. Llena un recipiente con agua y sumerge completamente las sandalias de cuero. Usa una toalla para dar golpecitos en las sandalias, absorbiendo el exceso de agua. Camina con las sandalias mientras estén mojadas, dejándolas secar naturalmente en los pies. [4]
    • Haz una prueba en un área del zapato antes de sumergirlo por completo en el agua para asegurarte de que no altere el color de las sandalias.
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Método 2
Método 2 de 2:

Estirar las sandalias con objetos

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  1. Ponte varias capas de calcetines para proteger los pies. Ponte las sandalias de cuero y enciende el secador de cabello a temperatura media. Mueve el secador de cabello sobre el cuero, calentando todos los puntos que quieres estirar. Una vez que hayas terminado de calentar el cuero, continúa usando las sandalias, flexionando y moviendo los pies tanto como sea posible hasta que se hayan enfriado por completo. [5]
    • Calentar el cuero hace que se estire y se vuelva más flexible.
    • Ten cuidado con los detalles metálicos de las sandalias, ya que se calentarán más y podrían quemarte si los tocas.
    • Calienta el cuero de 30 segundos a un minuto a la vez, moviendo la boquilla del secador de cabello de un lado a otro para no calentar un lugar determinado durante demasiado tiempo.
    • Si quieres, agrega un acondicionador para cuero a las sandalias después de usar un secador de cabello para ayudar a evitar que se resequen debido al calor.
  2. Frota el borde curvo de la cuchara a lo largo del interior de las correas de las sandalias. Continúa frotando el cuero con la cuchara durante varios minutos, pasando por todas las áreas diferentes que quieras estirar. [6]
    • Frota la cuchara contra el cuero rápidamente para crear suficiente fricción para que el cuero se caliente. La fricción y el calor son los que hacen que el cuero se estire.
  3. Es útil colocar calcetines voluminosos en el estirador para que estire las correas de cuero de las sandalias. Pon las sandalias en el estirador y déjalas ahí durante la noche. Pruébate los zapatos por la mañana para ver cuánto se han estirado. [7]
    • Los estiradores de zapatos estirarán las sandalias empujando contra las áreas deseadas.
    • Deja las sandalias en el estirador cuando no las estés usando para que sigan estirándose.
    • Puedes encontrar un estirador de zapatos en una zapatería o una tienda departamental cercana, así como en línea.
  4. Abre una bolsa de plástico para congelador y llénala casi completamente con agua, sellándola herméticamente una vez que hayas terminado. Coloca la bolsa de plástico llena de agua en la sandalia de cuero de manera que llene el zapato como si lo tuvieras puesto. Haz lo mismo con la otra sandalia y colócalas en el congelador. Déjalas congelar durante la noche. [8]
    • Deja que los zapatos se descongelen durante 20 minutos antes de ponértelos.
    • Hazlo tantas veces como sea necesario hasta que el cuero se estire cómodamente.
    • Debido a que el agua se expande a medida que se congela, las sandalias se estirarán con las bolsas dentro de los zapatos.
  5. Humedece un periódico rociándolo con agua o tocándolo con un paño húmedo o una toalla de papel. Arruga el periódico y mételo en la sandalia, dándole forma al zapato para empujar hacia afuera las áreas que quieres estirar. Deja el periódico dentro hasta que se seque. [9]
    • Asegúrate de que el periódico solo esté húmedo y no gotee para no dañar los zapatos.
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Consejos

  • Lleva las sandalias de cuero a un profesional si no logras estirarlas.
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