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Tomar el rol de un estudiante y padre de familia a la vez puede ser abrumante. Podrías preguntarte cómo encontrarás el tiempo para equilibrar tus responsabilidades educativas y del cuidado de tus hijos si los tienes y si consideras volver a estudiar. Desvelarte para terminar un deber podría haber funcionado cuando eras más joven, pero lidiar con tus hijos con poco o nada de sueño es la fórmula para el desastre, y tus estudios también se verán afectados por esta razón. Sin embargo, puedes llegar a ser un estudiante y padre satisfactorio con un poco de planificación, paciencia y perseverancia.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Aprovechar al máximo el tiempo en casa

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  1. Designa unos momentos específicos (al menos una vez por día) en los que tratarás de estudiar con pocas distracciones y colócalos en tu calendario, planificador o programador. Notarás que no siempre podrás ceñirte a este horario, pero tener una rutina de estudio te ayudará a ser tan eficiente como sea posible y evitará que dejes que las labores paternales invadan tu tiempo para estudiar en casa. [1] [2]
    • Debes experimentar con diferentes horas del día o de la noche para descifrar qué periodos funcionan mejor para ti. ¿Te concentras mejor justo después del trabajo? ¿Después de la cena? ¿A altas horas de la noche? Solo tú puedes determinarlo.
    • Considera crear un horario de estudio rotativo si tus responsabilidades paternales y tus obligaciones cambian cada día; solo asegúrate de escribirlo en algún lugar de modo que no lo olvides y te desvíes de tu horario. En cuanto más consistente sea tu horario, más fácil será ceñirte a este.
    • Tener un horario para estudiar no quiere decir que no puedas hacer espacio para algunas sesiones adicionales de estudio cuando tengas el tiempo. En realidad, hacerlo puede ayudarte a disipar tu carga laboral y evitar que te sientas agobiado.
  2. Dentro de lo posible, crea un espacio en casa en el que puedas estudiar con poca distracción. Para que esta estrategia sea efectiva, haz que esta área se encuentre terminantemente fuera de los límites de tus hijos. Además de ayudarte a mantenerte enfocado mientras estudias, también te ayudará a asegurar que tus hijos no pierdan o alteren tu trabajo por terminar o que lo hagan con el lugar en el que te quedaste en el libro de texto o la guía de estudio.
    • Si no tienes un espacio en tu casa para designarlo al estudio, al menos ten una caja, un cajón o un gabinete en donde puedas almacenar todos tus materiales mientras no los usas. De esta forma, tu trabajo se mantendrá a salvo.
    • Sin embargo, si sí lo tienes pero no puedes alejar siempre a tus hijos de este lugar, entonces asegúrate de que comprendan que mientras que estudias no pueden ingresar en esa habitación o perturbarte a menos que haya una emergencia.
  3. Tener un horario fijo de estudio puede ser definitivamente beneficioso, pero también deberías buscar unas porciones pequeñas de tiempo a lo largo del día que puedas dedicar solo para el estudio. De esta manera, tu estudio se integrará a tus obligaciones familiares y no sentirás que pierdes el tiempo que sueles pasar con tus hijos.
    • Estudia un poco mientras la pasta se cocina para la cena o la carne de res se asa en el horno. Estudia mientras esperas a que tu hijo termine de practicar fútbol americano o mientras esperas en la cola cuando haces algunos recados. Esto te permitirá incrementar al máximo tu tiempo y sentirás que puedes cumplir con tus obligaciones familiares.
  4. Asígnales algunos quehaceres de la casa mientras estudias si tienen la edad suficiente para hacerlos. Esto ayudará a que se mantengan ocupados mientras estudias de modo que puedas enfocarte en tu trabajo. Asimismo, ¡la ventaja de esta acción es que se cumplirán con las labores de la casa y se les enseñará a tus hijos la ética de trabajar! [3]
    • Si tus hijos van a la escuela, establecer la regla de que hagan su tarea mientras estudias puede ayudar a evitar las distracciones imprevistas durante tu tiempo planificado para estudiar.
    • Si tus hijos son muy pequeños como para hacer los quehaceres, hacer que te ayuden podría no funcionar. Sin embargo, incluso a los niños pequeños se les puede asignar hacer unas labores "falsas" que se pueden percibir como un juego, como barrer.
    • Si tus hijos se resisten a este plan, considera desarrollar un sistema de puntos o de premios en el que puedan recibir unos beneficios pequeños por hacer una labor. Por ejemplo, dos horas de labores pueden hacer que ganen treinta minutos de ver la televisión sin interrupciones.
  5. Si tu pareja o tu cónyuge viven contigo y tus hijos, puedes sentarte con esta persona y discutir tus horarios planificados para estudiar. Luego, puedes pedirle ayuda y apoyo a medida que trates de estudiar durante el día. Puede apoyarte al ofrecerse a ocuparse de los niños durante tus horas para estudiar o al hacer los quehaceres para los niños que no puedas hacer debido a que estudias.
    • No temas pedirle ayuda a tu pareja. La paternidad debe ser un esfuerzo en equipo, y tu pareja debería tener la disposición de apoyar tus objetivos educativos.
  6. Si puedes costear pagarle a alguien para que te ayude con el cuidado de los niños o las labores del hogar (como la limpieza o la cocina), hazlo. Esto te librará de mucha carga y te dará tiempo para estudiar cuando lo necesites. Sin embargo, si no puedes costearlo, considera llegar a un acuerdo con un familiar o amigo. Un plan como este puede llegar a ser beneficioso para ambas partes, y te permitirá tener tiempo para estudiar sin tener que atender a tus hijos. [4]
    • Si tu cónyuge se encuentra en casa, definitivamente será capaz de controlar la responsabilidad adicional de vigilar a los niños por su cuenta algunas noches a la semana. Lo ideal es que discutan este tema antes de que decidas volver a estudiar.
    • Si te decides por contratar a alguien que cuide a tus hijos mientras estudias, trata de encontrar a una persona que pueda acoplarse a tu horario ideal de estudio.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Beneficiarte de un tiempo en el campus universitario

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  1. Tener una familia obviamente es una prioridad para la mayoría de las personas, pero si te comprometes a volver a estudiar, haz que valga la pena. Dejar de ir a unas clases porque te sientes culpable por estar lejos de tu familia solo reducirá el beneficio que recibes de los estudios. Si se trata de un estudio que te importa, aprovéchalo al asistir a todas las clases.
    • De vez en cuando, podrías experimentar algunas situaciones o algunos conflictos de horarios relacionados con la paternidad que te impidan ir a clases. Si una circunstancia inevitable surge, asegúrate de explicárselo a tu profesor con anticipación y preguntarle qué puedes hacer para compensarlo.
    • Asegúrate de conseguir los apuntes de la clase de un compañero de clase si no logras asistir a una. Sin embargo, ¡debes comprender que esto es un mal sustituto de realmente asistir a la clase y participar en esta!
  2. Asistir a las clases es importante, pero no es suficiente para ser exitoso. Si te tomas la molestia de ir a clases, asegúrate de aprovecharla al participar activamente en las actividades y discusiones que se dan allí al hacer unas preguntas y tomar unos apuntes diligentemente sobre el material que se presenta. Esforzarte más mientras estás en clase puede significar estudiar menos luego y tener más tiempo con tus hijos.
    • Piensa en el tiempo en la clase como la oportunidad principal que tienes para aprender sin distracciones. Este es un tiempo durante el que se garantiza que nadie te perturbará, así que no lo desperdicies al preocuparte por lo que tienes que hacer en casa o al sentirte culpable por no poder estar con tus hijos. [5]
  3. Presta atención a los días, las horas y los lugares cuando escojas tus clases. Tómate el tiempo para crear un horario que te facilite tanto como sea posible comprometerte a asistir a las clases. Trata de acumularlas de modo que no tengas que ir varias veces al campus universitario al día o para que solo tengas que ir a este algunos días a la semana. [6] [7]
    • Dentro de lo posible, utiliza el transporte público para ir a clases y regresar a casa de modo que puedas estudiar durante el tiempo en el que te transportas. Si lo haces, solo asegúrate de que tu horario de clases se acople al horario del autobús o tren.
    • Si no tienes un trabajo habitual, trata de programar tus clases durante el día mientras tus hijos están en la escuela. Esto mitigará el tiempo que tienes que estar lejos de ellos.
  4. Normalmente, las universidades cuentan con muchos recursos disponibles para sus estudiantes para ayudarles a estudiar, manejar su tiempo e incluso para completar sus deberes. Pregúntale a tu consejero o asesor académico acerca de estos servicios o revisa la página web de tu universidad para conseguir mayor información al respecto. [8]
    • Pídele a tu asesor académico que te ayude y aconseje cuando lo necesites. Este es uno de los mejores recursos que tienes disponible. Este profesional puede ayudarte a aprovechar tus esfuerzos.
    • No olvides los recursos que no se relacionan directamente con tus estudios, como el centro de salud, los servicios para discapacitados y las instalaciones recreacionales. En cuanto más equilibrado te sientas en general, mejor podrás desempeñarte en tus estudios.
  5. Busca unas áreas designadas para el estudio en el campus universitario para lograr algunas sesiones rápidas de estudio mientras estás entre clases o mientras esperas a que el tráfico se aminore antes de conducir a casa. La biblioteca puede tener unas áreas designadas para estudiar en las que puedes encontrar un espacio amplio con un escritorio, unos laboratorios de computadoras, unos libros de referencia y una atmósfera silenciosa y relajada. [9]
    • Podrías incluso considerar hacer que estos espacios de estudio dentro del campus universitario sean tu lugar designado para hacer todos tus trabajos después de clases, aunque dependerá de cuán lejos esté de tu casa. Esta es una buena manera de evitar las distracciones en casa.
    • Al mantener separados tu vida académica y hogareña, puedes hacer un uso más eficiente de tu tiempo porque no tendrás que desempeñarte en ambas áreas al mismo tiempo. Después de todo, se sabe que los niños no suelen permitirles voluntariamente a sus padres tener un tiempo para ellos.
  6. Ellos tienen unas horas de consulta por cada día que enseñan. Esta es una oportunidad principal para conseguir su ayuda con los proyectos, deberes o temas con los que puedas tener dificultades. Colócalas en tu horario y planea ir cada semana, incluso si no necesitas ayuda desesperadamente. Esto te ayudará a tener una relación con tus profesores y evitará que tengas que reorganizar tu horario cuando sí necesites una ayuda adicional.
    • Si las horas de consulta de tus profesores no se acoplan a tu horario, explícales tu situación y pídeles acondicionar una cita recurrente justo después o antes de una clase.
    • Si eres un estudiante remoto (asistes a clases en línea), tus profesores podrían tener unas horas de consulta en línea. Asegúrate de utilizarlas como lo harías en persona.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Hacer que tu vida sea más fácil

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  1. Trata de no cavilar obsesivamente sobre unos pensamientos negativos, como preocuparte por lo que no has estudiado en mucho tiempo, por ser mayor que los otros estudiantes o por no deber separarte mucho de tu familia. Hazte recordar que lo haces para mejorarte y que tienes el apoyo de tu familia, además de la madurez y la experiencia para triunfar.
    • Decidir volver a estudiar es uno de los pasos más difíciles. Cuando lo hayas hecho, podrás sentir comodidad con el hecho de que has tomado una decisión difícil y que te encuentras en una posición de la que te puedes beneficiar.
    • Recuerda que al hacer algo tan significativo para ti, das unos pasos para convertirte en alguien mejor, lo que favorecerá a tus hijos a la larga. Descarta los pensamientos que se enfoquen en que tu elección es egoísta o mala para tus hijos.
  2. Si se te entrega un sílabo del curso o un programa, tómate el tiempo de planificar con anticipación de modo que puedas asegurarte de completar los deberes a tiempo. Esto puede requerir de programar algo de tiempo adicional para estudiar antes de las fechas de presentación o los exámenes. Prepararte para lo que se avecina te ayudará a evitar que te retrases, de lo que puede ser difícil recuperarse, en especial mientras se lidia con los niños y los estudios.
    • Una buena forma de controlar tus estudios es haciendo un poco cada día, en vez de estudiar intensamente en poco tiempo antes del examen final. [10] Incluso si solo puedes reservar veinte minutos al día, este tiempo se acumulará a tu favor si te comprometes a estudiar durante ese periodo.
    • Si tienes problemas para mantenerte al día, solicítale una ayuda adicional a tu profesor con respecto a unos conceptos del curso, más ayuda a tu cónyuge para cuidar a los niños, o añade unos treinta minutos al día al horario de la persona que se ocupa de tus hijos.
  3. Sin importar cómo lo hagas, ser un padre de familia y un estudiante no es una labor fácil. Trata de no presionarte demasiado para destacarte en todo. Tus objetivos educativos se deben fijar según lo que esperas lograr a la larga y dentro del contexto de tu vida personal y familiar. ¿Tomas una clase por diversión o porque tiene que irte bien para conservar tu trabajo?
    • Descifra lo que tienes que hacer para aprobar tus clases, comprométete a eso y enorgullécete de lo que logres adicionalmente.
    • En el peor posible escenario académico, podrías desaprobar una clase y tener que volver a tomarla. Esta es una consecuencia mucho menos grave que si hubieras descuidado a tus hijos por mantener el interés de estudiar más arduo. Tus prioridades como padre deben ayudarte a definir lo que puedes lograr razonablemente en tus estudios. [11]
  4. A pesar de que puede ser difícil equilibrar una vida académica y familiar, debes tratar de no sentir culpa por pasar un tiempo lejos de tus hijos. Puedes seguir estando entregado a tus hijos y a lograr tus objetivos personales, en especial si estableces un horario de estudio según tus obligaciones familiares.
    • De igual forma, puedes ver a tus propósitos educativos como un comportamiento positivo que tus hijos pueden utilizar como modelo. Tu habilidad para equilibrar los estudios y la familia puede actuar como un ejemplo positivo al que tus hijos pueden observar y que, con suerte, puede actuar como modelo para ellos en el futuro.
  5. Evita dejar que tus estudios consuman tu vida al asegurarte de no perderte de los momentos especiales con tus hijos. De ser necesario, programa un tiempo para pasarlo con ellos haciendo unas actividades divertidas o para relajarse juntos. Esto te ayudará a que evites sentirte agotado, te aliviará de la culpa que puedas sentir por pasar mucho tiempo estudiando y te ayudará para que tu familia se mantenga unida. [12] [13]
    • El tiempo familiar puede incluir asistir al recital o evento deportivo de un hijo, ver una película juntos o incluso tomar unas vacaciones cortas. Reserva un tiempo para la actividad que junte a tu familia.
    • Quizás podrías arrepentirte de perderte de algunos momentos primordiales en la vida de tus hijos mucho más que perderte una clase o incluso un examen. Este es un tema en el que debes pensar cuando programes tu horario y tus prioridades.
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Consejos

  • Aprende a reconocer cuándo estás muy cansado. No te sientas mal por priorizar tus responsabilidades y reducir algunas de ser necesario.
  • No olvides programar un tiempo para relajarte, ejercitarte o participar en las actividades que prefieras. Esto te ayudará a mantenerte enfocado cuando tengas que volver a estudiar y a mantenerte positivo.
  • Comunica la importancia de tus estudios a tus hijos. Si comprenden que se trata de un asunto que te importa, podrán brindarte paz y tranquilidad cuando las necesites.
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Advertencias

  • Ten cuidado de no descuidar las necesidades emocionales y psicológicas de tus hijos. Si uno de ellos siente que siempre le abandonas para estudiar, podría comenzar a tener resentimientos hacia tu estado como estudiante y podría reaccionar mal.
  • No sacrifiques tu bienestar solo para tener una clase adicional. Podrías sufrir algunas consecuencias negativas en tu salud y no podrás beneficiarte de ninguna clase si estás muy exhausto como para ocuparte de tus estudios.
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