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A algunos estudiantes les cuesta mucho recordar mantenerse callados en clase. Si eres un chico hablador y extrovertido que tiene este problema, no temas. Hay varios trucos simples que puedes utilizar para permanecer callado y fuera de problemas. Cambiando de hábitos (como sentándote al costado de estudiantes callados) y pidiendo ayuda, puedes aprender a dejar de hablar en clase.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Cambiar de hábitos

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  1. Si tu profesor te permite escoger tu propio asiento, siéntate al lado de un estudiante que no conozcas. Si te sientas al lado de un amigo, te será sumamente difícil concentrarte en mantenerte callado. También es útil elegir un asiento cercano al frente del salón. La proximidad al profesor hará que te sea difícil hablar en clase, puesto que es probable que el profesor te recuerde que debes quedarte callado.
    • También es buena idea buscar un estudiante que sepas que es muy callado y sentarte junto a él. Lo más probable es que no trate de entablar una conversación en medio de la clase, como lo haría tu mejor amigo.
  2. Presta atención a tus compañeros y probablemente notes al menos un estudiante reservado que casi nunca habla en clase. Considéralo tu guía e imita su comportamiento en el salón. Si se sienta prestando atención a la clase y con el libro abierto, debes hacer lo mismo.
  3. Antes de abrir la boca, piensa para ti mismo “¿Es algo que puede esperar?” o “¿Mi profesor se molestará si interrumpo para decirlo?”. Muchos estudiantes conversan en clase porque se olvidan de filtrar sus pensamientos antes de dejar que salgan como palabras. Si te olvidas de hacerlo, podrías soltar cualquier cosa que pienses para que todo el salón te escuche. Tómate el tiempo de realmente pensar en lo que vas a decir en clase para que sea relevante. Si solo es algo que interrumpe la clase, como “Este curso es aburrido, ¿falta poco para que termine la clase?”, no lo digas en voz alta.
    • Un buen truco es levantar la mano cada vez que pienses en algo que decir. Mientras esperas que el profesor te llame, piensa si lo que tienes que decir es relevante para lo que está explicando. Si no guarda relación con la clase, baja la mano y permanece callado.
    • Siempre levanta la mano cuando tengas una pregunta con respecto a la clase. No hablar en clase no significa que tus preguntas sobre la clase deban pasar sin ser respondidas.
  4. Si tienes demasiadas cosas que decir que te es casi imposible mantenerte callado, anótalas. A muchos estudiantes les cuesta quedarse callados cuando creen que tienen una broma divertida o un antídoto para el aburrimiento en clase, por lo que esta opción es excelente para no interrumpir la clase con una broma. Además, te servirá si piensas constantemente en cosas que te gustaría preguntarle a tu amigo en clase.
    • Toma una hoja de papel y anota todas las bromas en las que hayas pensado y todas las cosas que tienes que preguntarle a tu amigo, en lugar de decirlas en voz alta. Por ejemplo, si estás sentado en clase y recuerdas que tu mamá ha dicho que tu amigo podía quedarse a pasar la noche en tu casa este fin de semana, en vez de decírselo a tu amigo en clase, saca tu cuaderno y anota “Recordar decirle a Jimmy que mi mamá dijo que podía quedarse a pasar la noche en mi casa este fin de semana”.
  5. Aunque no implica hablar, nunca es buena opción que envíes un mensaje de texto con lo que tienes que decir. Nunca debes sacar tu celular en clase, pues te distrae de la clase y la interrumpe cuando el profesor tiene que detenerse y pedirte que lo apartes. Guárdalo en un lugar seguro como tu bolsillo o casillero.
  6. A veces el problema no es que no puedas mantenerte callado, sino que no puedes evitar responder a los habladores. Antes de que comience la clase, educadamente diles a los estudiantes que te rodean que no puedes conversar con ellos hasta que la clase termine. Luego, ignora sus comentarios en clase. En poco tiempo, se darán cuenta de que ya no hablarás en clase y dejarán de preguntarte.
    • Cuando estés en el pasillo antes de clase, lleva a tus compañeros a un lado y diles algo como “Ya no voy a conversar en clase. ¿Podemos más bien hablar en el almuerzo?”.
    • Puede ser difícil ignorar los comentarios en clase, en especial si alguien dice algo que te molesta. Si esto sucede, anótalo para que puedas decirle a esa persona que te molesta, en vez de responder con ira e interrumpir la clase.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Pedir ayuda

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  1. No hay por qué avergonzarse en pedirle a alguien que te ayude a dejar de hablar. Pídele a uno de tus amigos que te haga una señal siempre que empieces a hablar en clase. Tal vez pueda toser o darte un golpecito en el hombro. Sea cual sea la señal, asegúrate de que no implique hablarte en absoluto o irá en contra de tu propósito.
  2. Podría parecerte que tu profesor siempre te grita pidiéndote que dejes de hablar, pero puede ayudarte bastante si se lo pides. Dile que te cuesta no hablar en clase y fíjate si tiene sugerencias de cosas que puedes intentar. [1]
    • Después de clase, dile a tu profesor algo como “Estoy esforzándome mucho por dejar de hablar en clase, pero todavía me cuesta hacerlo. ¿Podría ayudarme?”. Lo más probable es que le encante darte algunos consejos para mantenerte callado.
  3. Pon una nota adhesiva en tu escritorio y escribe en ella algo que te recuerde no hablar. Cada vez que tengas ganas de hablar, mira esa nota.
    • Escribe algo como “Puedo hablar cuando la clase termine” o “El silencio vale oro”.
  4. No te desanimes . Sigue tratando de quedarte callado en clase. Podrías demorarte un poco en aprender estas nuevas técnicas, ¡pero no te rindas!
    • Fíjate objetivos realistas, pues quizás no puedas dejar de hablar por completo de la noche a la mañana. Para evitar frustrarte y desanimarte, empieza a concentrarte en no hablar en absoluto en la primera mitad de la clase. Una vez que eso se convierta en un acto reflejo, haz que tu objetivo sea no hablar en toda la clase.
  5. A medida que cumplas tus objetivos, recompénsate con un caramelo o con jugar 10 minutos más después de clases. Los refuerzos positivos como este te ayudarán a seguir así.
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Advertencias

  • No seas un patán ni grosero con tus amigos cuando te hablen. Siempre sé amable y pídeles con educación que no te molesten.
  • Siempre habla cuando te llamen.
  • Gritar "¡Shh!" en el salón de clases no es mejor que hablar.
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Cosas que necesitarás

  • papel o notas adhesivas (opcional)
  • lápiz o bolígrafo

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