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La diverticulitis es un problema común en los Estados Unidos, la padecen entre el 5 y el 10 % de los adultos mayores de 45 años de edad y el 80 % de ellos, superan los 80 años de edad. [1] Es menos frecuente en Asia y África. La diverticulitis es una condición que consiste en la inflamación o infección de las bolsas de tejidos en el colon (o intestino grueso), lo que hace que sobresalgan de la vía normal del colon. Estas bolsas (o sacos) son zonas debilitadas del tejido que normalmente se desarrollan en la parte inferior del colon. Si es grave, esta condición puede llegar a ser mortal. En ocasiones, no produce ningún síntoma, pero los síntomas más comunes son fiebre, dolor en el lado inferior izquierdo del abdomen, náuseas, vómitos, estreñimiento y diarrea. [2]

Método 1
Método 1 de 3:

Prevenir la diverticulitis

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  1. La dieta rica en fibra ayuda a reducir las probabilidades de diverticulitis. Trata de ingerir entre 25 y 35 g (0,8 y 1,2 onzas) de fibra al día. La fibra, sustancia presente naturalmente en muchos alimentos, facilita la evacuación de las heces y les agrega volumen. Cuando las heces carecen de volumen, el colon debe hacer un mayor esfuerzo para expulsarlas. [3] Este esfuerzo aumenta la probabilidad de que se formen las bolsas. Los alimentos ricos en fibra incluyen ciruelas pasas, manzanas, peras, frijoles negros, frijoles rojos, papas, calabacín, espinaca, granos enteros, cereal de granos enteros, arroz marrón y avena.
    • Dichos alimentos ayudan a evitar el estreñimiento y aumentan la frecuencia de las deposiciones, lo que permite mantener el colon despejado y disminuye el riesgo de inflamación y obstrucción. [4]
    • La fibra insoluble en la forma de celulosa se relaciona con una disminución de la incidencia de la diverticulitis. Los alimentos ricos en esta fibra insoluble son apio, manzanas, pasas, ciruelas pasas, frambuesas y fresas. [5]
    • Sin embargo, existen estudios recientes que afirman que las dietas ricas en fibra no necesariamente previenen la diverticulitis asintomática. Se necesitan más estudios para saber la relación exacta que existe entre las dietas ricas en fibra y dicha condición. [6]
  2. Si bien la cantidad de agua que tomas depende de tu talla y la cantidad de ejercicio que practicas, debes tratar de hidratarte a diario. El agua ayuda a limpiar los intestinos. Cuando no tomas suficiente agua, corres el riesgo de sufrir de estreñimiento, lo que puede dar lugar al desarrollo de la diverticulitis.
    • Aunque esto puede variar de una persona a otra, en general los hombres deben consumir 3 litros o 0,8 galones (lo que equivale a 13 tazas) de agua al día y las mujeres deben tomar 2,2 litros (0,6 galones), el equivalente a 9 tazas. [7]
  3. El ejercicio favorece las evacuaciones normales, lo que ayuda a evitar la diverticulitis y el sangrado diverticular. Cualquier tipo de ejercicio que te mantenga en movimiento será útil, por ejemplo: caminar, trotar, bailar, hacer aeróbicos y montar bicicleta. Trata de ejercitarte 5 veces por semana, mínimo 30 minutos a la vez.
    • El ejercicio también ayuda a bajar de peso, lo que te impide ser obeso, un factor de riesgo importante para la diverticulitis. [8] [9]
    • Si sufres de estreñimiento crónico, incluso un aumento de la actividad física de al menos 10 minutos diarios, será de utilidad. Esto puede incluir ejercicios cardiovasculares como correr y montar bicicleta y el entrenamiento de resistencia como levantar pesas o escalar rocas.
  4. Las dietas con un alto contenido de grasas (y específicamente las carnes rojas) te predisponen a desarrollar la enfermedad diverticular. [10] Para ayudar a reducir las probabilidades de diverticulitis, debes limitar la cantidad de carnes rojas y otras proteínas grasosas de origen animal que consumes en tu dieta. No existe una cantidad exacta que debas consumir por semana, pero evita la carne roja más de una vez por semana. En vez de eso, come proteínas alternativas como pollo, pescado, tofu, productos de soya, frijoles y almendras.
    • La carne roja se relaciona con un aumento de 1,5 veces de la diverticulitis en las personas de un estudio. [11]
  5. Deja de fumar . Los fumadores corren mayor riesgo de diverticulitis y también harán que la enfermedad progrese con más rapidez. [12] Si fumas, habla con tu doctor sobre dejar el cigarrillo. Existen muchas formas de dejar de fumar para siempre (desde dejarlo de golpe hasta usar un parche o chicle de nicotina o seguir un programa específico para dejar el tabaquismo) y el doctor estará encantado de apoyarte.
  6. Se ha descubierto que un IMC alto y una proporción cintura-cadera alta aumentan el riesgo de diverticulitis. Es posible que el exceso de grasa en el abdomen te ponga en riesgo de diverticulitis, ya que tener una mayor circunferencia de cintura también te pone en un mayor riesgo. [13]
    • Consulta con tu doctor o calcula tu IMC . Si tu IMC está entre 25 y 29,9, indica que tienes sobrepeso y si es superior a 30, indica que eres obeso. [14] Consulta con tu doctor para elaborar un plan para bajar de peso, en el que debes incluir cambios en tu dieta y el ejercicio.
  7. Si te estriñes, no trates de esforzarte para hacer tus deposiciones, ya que podrías hacer que las heces queden atrapadas en las bolsas existentes, lo que podría dar lugar a la diverticulitis. [15]
    • En vez de eso, en caso de estreñimiento, saca una cita con tu doctor o ve a la farmacia de tu localidad para obtener ablandadores fecales o alguna otra forma de tratamiento que te permita evacuar sin esfuerzo.
  8. Ciertos fármacos pueden aumentar el riesgo de diverticulitis. El uso regular de la aspirina o los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) puede aumentar el riesgo de diverticulitis y sangrado diverticular, al igual que el uso de corticosteroides y analgésicos opiáceos. [16] [17] Si tomas cualquiera de estos fármacos regularmente, consulta con tu doctor sobre dejar de usarlos y la posibilidad de probar medicamentos alternativos.
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Método 2
Método 2 de 3:

Reconocer los síntomas

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  1. La inflamación de las bolsas que se forman en el colon puede provocar dolor. Este puede manifestarse en el lado derecho o izquierdo del colon, dependiendo de la ubicación de las bolsas. [18]
  2. Cuando las bolsas se infectan con bacterias, el cuerpo sube la temperatura interna para combatir la infección. Dado que la inmunidad del cuerpo se fortalece a temperaturas altas, el cuerpo eleva naturalmente tu temperatura para combatir las bacterias. [19]
    • Los escalofríos pueden surgir como una reacción a la fiebre. Podrías fluctuar entre sentirte muy caliente y sentir mucho frío.
    • Presta atención si tu apetito no es tan intenso como de costumbre. La pérdida del apetito también puede relacionarse con la fiebre que surge en respuesta a una infección en el colon.
  3. Cuando las bolsas se forman y se infectan en el colon, se altera el sistema digestivo. La digestión de los alimentos tarda más tiempo, lo que provoca una acumulación de gases en el abdomen.
    • Esto puede generar una gran malestar y distensión abdominal.
  4. Aunque el estreñimiento es común con la diverticulitis, también es posible experimentar diarrea. Cuando el intestino grueso está bajo presión, más agua puede pasar en las heces, en vez de ser absorbida por el cuerpo. Esto puede provocarte diarrea. [20]
    • La diarrea, a su vez, da lugar a la deshidratación, lo que puede provocar mareos.
  5. Cuando sufres de estreñimiento, los alimentos que pasan por el sistema digestivo pueden ejercer mucha presión en las paredes de los intestinos. Esta presión puede producir calambres abdominales, espasmos musculares y dolor. [21]
  6. Esto se da cuando el recubrimiento mucoso se inflama gravemente y las bolsas empiezan a sangrar. Como resultado, aparece sangre en las heces. Contáctate con tu doctor si notas heces sanguinolentas. [22]
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Método 3
Método 3 de 3:

Tratar la diverticulitis

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  1. Existen ciertas situaciones que te ponen en riesgo de diverticulosis. Estas pueden ser relacionarse con la genética o el estilo de vida, pero la vejez también desempeña un factor importante. Los factores de riesgo incluyen: [23]
    • edad avanzada
    • debilidad en el colon o la pared intestinal
    • estreñimiento
    • dietas bajas en fibra o ricas en grasa animal
    • aumento de la presión intestinal debido a la acumulación de heces
    • genética
    • uso de medicamentos como esteroides, opiáceos y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como naproxeno e ibuprofeno
    • obesidad
    • fumar
    • falta de ejercicio
  2. Si crees que podrías tener diverticulitis, acude al doctor para que te realice varios exámenes. Tu doctor podría administrarte un enema de bario y luego sacarte una radiografía que mostrará las zonas inflamadas del colon. Él también podría hacer una inspección visual de tu colon con un telescopio corto o largo para buscar la existencia de las bolsas inflamadas.
    • Si tu condición te causa un dolor intenso, el doctor podría realizar una tomografía computarizada o un ultrasonido para buscar las bolsas características. [24]
  3. Si te diagnostican esta condición en una etapa temprana, es posible que tengas que seguir una dieta líquida para ayudarte a limpiar tu organismo y permitir la recuperación de tus órganos. Podrás retomar una dieta sólida cuando desaparezcan los síntomas. [25]
    • En situaciones más graves, podrían someterte a una dieta líquida por vía intravenosa, lo que implica quedarte en el hospital durante la recuperación del colon. Los alimentos inyectados por vía intravenosa contienen carbohidratos, vitaminas, proteínas, grasas y minerales para asegurarte de consumir una dieta equilibrada.
  4. Dado que la mayoría de los pacientes no presentan síntomas o los síntomas son mínimos, el tratamiento normalmente es ligero. Por lo general, se prescribe una dieta rica en fibra para evitar el estreñimiento y la formación de las bolsas inflamadas.
    • Si el tejido inflamado se infecta o se llena de pus, los tratamientos varían desde un tratamiento con antibióticos orales en casa (como Levaquin y Flagyl) hasta un tratamiento hospitalario con antibióticos por vía intravenosa que incluyen los mismos medicamentos o clindamicina para encargarse de las bacterias anaerobias. Si la condición es grave, podrían realizarte un drenaje quirúrgico con lavado estéril y resección del colon. En general, se administra 200 a 400 mg de dichos medicamentos dos veces al día, aunque la dosis depende de la gravedad de la infección.
    • El fármaco llamado mesalamina con frecuencia se usa con el probiótico Lactobacillus casei para ayudar a prevenir la reaparición de la enfermedad. [26]
  5. Consulta con tu doctor sobre el uso de paracetamol para combatir el dolor que provoca tu condición. También puedes tomar mesalazina para combatir los dolores abdominales. [27]
    • También existen otros medicamentos que sirven para controlar los espasmos musculares, incluido el buscopan. Tómalos según las indicaciones de tu doctor.
  6. Aunque esta condición normalmente no es problemática, pueden surgir graves complicaciones. La diverticulitis puede provocar un absceso, una masa infecciosa llamada flemón o peritonitis, una infección del revestimiento de la pared abdominal causada por una bolsa rota. Algunas de estas afecciones pueden llegar a ser mortales si no se tratan de forma adecuada.
    • Si te da una peritonitis a causa de la diverticulitis, te internarán en el hospital para recibir antibióticos por vía intravenosa y una posible intervención quirúrgica. [28]
  7. Si sientes mucho dolor en el cuadrante inferior izquierdo que empeora con el tiempo, es probable que tengas un absceso. También es posible que experimentes un dolor insoportable en todo el abdomen con tan solo una ligera palmadita. Dicho absceso puede drenarse mediante un drenaje percutáneo con una aguja guiada por una tomografía computarizada, procedimiento en el que la aguja se inserta a medida que el paciente recibe la anestesia. El pus se drena con la guía de la tomografía para evitar la cirugía. Sin embargo, algunos casos sí requieren cirugía.
    • En otros casos graves, podría ser necesario someterte a una resección del colon, procedimiento que consiste en unir dos secciones del colon con una sutura después de que el doctor corta la zona infectada y enferma.
    • Cerca del 15 al 30 % de los pacientes con diverticulitis tendrán que someterse a la intervención quirúrgica. Las tasas de tratamiento quirúrgico de la diverticulitis sin complicaciones se han reducido del 17,9 % en 1991 al 13,7 % en 2005. [29]
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Consejos

  • Aunque se cree que es una causa común, no existen pruebas de que el viejo mito de que los frutos secos, las semillas y las palomitas de maíz sean responsables de la diverticulitis. [30]
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Referencias

  1. Wilkins, Thad, Embry, Katherine, and George, Ruth. Diagnosis and Management of Diverticulitis American Family Physician 2013 May 1; 87 (9) 612-620.
  2. http://www.medicinenet.com/diverticulosis/article.htm
  3. Strate LL. Diverticulosis and dietary fiber: rethinking the relationship. Gastroenterology. 2012; 142 (2): 205–207* 2,5.
  4. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/diverticulitis/basics/lifestyle-home-remedies/con-20033495
  5. Martin, Sean, and Stocchi, Lucca. New and Emerging Treatments for the prevention of recurrent diverticulitis Clinical Experimental Gastroenterology 2011; Vol 4 203-212 s1 5373
  6. Perry, Anne F., Barrett, Patrick, and Park, Doyun. A High Fiber Diet Does Not Protect Against Asymptomatic Diverticulosis. Feb 2012 Vol 142 (2) 266-272 e1
  7. http://www.mayoclinic.org/healthy-living/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/water/art-20044256
  8. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/diverticulitis/basics/lifestyle-home-remedies/con-20033495
  9. http://www.heart.org/HEARTORG/GettingHealthy/PhysicalActivity/FitnessBasics/American-Heart-Association-Recommendations-for-Physical-Activity-in-Adults_UCM_307976_Article.jsp
  1. http://www.mccordresearch.com/sites/default/files/pdf/Prebiotic-Fiber/Fiber%20and%20diverticular%20disease.pdf
  2. Martin, Sean, and Stocchi, Lucca. New and Emerging Treatments for the prevention of recurrent diverticulitis Clinical Experimental Gastroenterology 2011; Vol 4 203-212 s1 5373
  3. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20501352
  4. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2643271/
  5. http://www.nhs.uk/Conditions/Obesity/Pages/Diagnosis.aspx
  6. https://www.gutsense.org/gutsense/diverticular.html
  7. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3081980/
  8. http://www.aafp.org/afp/2011/1115/p1163.html
  9. Norton, J. A. (2008). Surgery: Basic science and clinical evidence. New York, NY: Springer.
  10. Bland, K. I., & Fischer, J. E. (2007). Mastery of surgery. Philadelphia, Pa: Lippincott Williams & Wilkins.
  11. Givel, J.-C., & Mortensen, N. J. M. C. (2010). Anorectal and colonic diseases: A practical guide to their management. Berlin: Springer.
  12. Messmann, H., & Barnert, J. (2006). Atlas of colonoscopy: Techniques, diagnosis, interventional procedures. Stuttgart: Thieme.
  13. Givel, J.-C., & Mortensen, N. J. M. C. (2010). Anorectal and colonic diseases: A practical guide to their management. Berlin: Springer.
  14. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/diverticulitis/basics/risk-factors/con-20033495
  15. http://www.medicinenet.com/diverticulosis/page4.htm
  16. Norton, J. A. (2008). Surgery: Basic science and clinical evidence. New York, NY: Springer.
  17. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16633103
  18. http://www.patient.info/medicine/mesalazine
  19. Wilkins, Thad, Embry, Katherine, and George, Ruth. Diagnosis and Management of Diverticulitis American Family Physician 2013 May 1; 87 (9) 612-620.
  20. Wilkins, Thad, Embry, Katherine, and George, Ruth. Diagnosis and Management of Diverticulitis American Family Physician 2013 May 1; 87 (9) 612-620.
  21. http://www.mayoclinic.org/diverticulitis-diet/expert-answers/FAQ-20058293?p=1

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