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El mal genio es un mal que aqueja a muchas personas. Puede ser ocasionado por razones externas, como también por circunstancias que te afectan internamente. Quienes conviven con el mal genio regularmente pueden perder los estribos por cosas que podrían arreglarse manteniendo la calma. Sigue leyendo para descubrir cómo evitarlo y, llegado el momento, cómo enfrentarlo.
Pasos
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Reserva tiempo para meditar. Así podrás analizar las situaciones que transcurren durante el día y encontrar las razones que produjeron tu mal genio. La meditación ayudará a que tomes el control de tus emociones.
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Procura tener un estilo de vida activo. Mantenerte en movimiento ayudará a mejorar tu salud y tu estado anímico.
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Duerme las horas que tu cuerpo necesita. Muchas veces el buen dormir aumenta las posibilidades de que tu buen ánimo se mantenga por más tiempo.
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Aléjate de las personas malhumoradas. La gente con mal genio tiende a contagiar sus estados de ánimo y llevarte a ver el lado negativo de las cosas.
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Procura concentrarte en actividades que te agraden. Leer, bailar, escuchar música, caminar, son algunas de las actividades que puedes elegir para cambiar positivamente tu estado de ánimo.
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Mantente consciente de tus emociones. Si eres capaz de detectar la razón por la que tienes mal genio entonces te será fácil revertir la situación.Anuncio
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Relájate. Ante situaciones que te ocasionan mal humor respira profundo y despeja tu mente con cosas agradables.
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Mantente alejado de las discusiones. Ten presente que al estar de mal genio cualquier cosa que digas puede ser mal interpretada y empeorar la situación.
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Encuentra tu zona de confort. Si el mal genio se escapa de tu control es posible que necesites un lugar donde te sientas tranquilo y cómodo. Elige una habitación, un jardín o algún sitio de tu agrado.
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Piensa las cosas antes de enojarte. ¿Escuchaste alguna vez decir que los problemas se solucionan con la cabeza fría? Es totalmente cierto.
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Ten presente las cosas que te hacen sentir bien. Recordar alguna canción, un momento feliz, una persona agradable, alguna película, podría hacerte sonreír y cambiar tu estado de ánimo.
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Piensa que la mayoría de las veces lo que motivó tu mal genio es algo sin mayor trascendencia. Una situación momentánea, un mal acontecimiento o comentarios desagradables se transformarán en aprendizajes que vislumbrarás en el futuro.
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Trata de no perder el control y de no agraviar a quienes quieren ayudarte. Todo lo que digas puede empeorar la situación y, sin querer, herir a quienes se preocupan por ti.
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Desahógate. Contar tus problemas a una persona de confianza te ayudará a enfocarte mejor y buscar posibles soluciones a tus problemas.Anuncio
Consejos
- Procura no reprimir tus sentimientos de enojo. Libera tu rabia frente a un espejo, al observar tus reacciones podrás evitar realizarlas frente a los demás.
- También puedes liberar tus emociones en un ambiente propicio, por ejemplo, frente a un psicólogo, psiquiatra o en grupos que trabajen con dinámicas específicas que te ayuden a ejercer el autocontrol.
- En muchos casos la causa del mal genio son las presiones a las que una persona puede ser sometida.
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Advertencias
- El mal genio daña y deteriora las relaciones interpersonales. Quienes te rodean se ven afectados directamente por tu mal humor.
- Si tienes mal genio puede ser porque estás reaccionando a problemas de tu vida cotidiana y/o porque es parte de tu personalidad, por lo que puede que necesites buscar ayuda profesional, a veces una pequeña ayuda puede transformarlo todo.
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