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Los niños pequeños (de 1 a 3 años) recién empiezan a aprender los conceptos de independencia y posesión. En este punto, compartir puede convertirse en algo difícil de hacer. Si estás lidiando con niños pequeños que pelean constantemente por los juguetes, no te preocupes. Su comportamiento es normal y apropiado para su edad. La situación mejorará a medida que tus hijos crezcan. Mientras tanto, puedes tomar ciertas medidas para conservar la calma y enseñarles a tus niños cómo llevarse bien con otros.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Entiende el comportamiento de los niños pequeños

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  1. Los niños de uno o dos años están trabajando para dominar un gran número de habilidades como caminar, correr y saltar. También están mejorando sus habilidades motoras finas, como el uso de una cuchara, beber de una taza y desabrochar botones. Estas nuevas habilidades van de la mano con el desarrollo del sentido de sí mismos: la idea de que son seres independientes que pueden controlar sus propias acciones. Estos progresos son normales y emocionantes, pero los padres y maestros no los consideran apropiados ni aceptables (incluidas las peleas por juguetes). Los adultos tienen que respetar su etapa de desarrollo mientras les enseñan a respetar límites razonables.
    • Según Erik Erikson, psicólogo que desarrolló una teoría ampliamente aceptada sobre el desarrollo psicosocial, los niños están en medio de solucionar una crisis de desarrollo en particular: “autonomía (independencia) versus vergüenza y duda”. En otras palabras, los niños están trabajando para resolver las tensiones entre la confianza en uno mismo y el autocontrol.
  2. Las emociones tienden a fluir de forma intensa durante la infancia. Ellos sienten un tremendo entusiasmo por todas las cosas nuevas y diferentes que son capaces de hacer, pero al mismo tiempo tienen que lidiar con la “separación”. Los padres pueden dejar a los niños para que jueguen con independencia o para que se ocupen temporalmente de ellos mismos. Esta separación puede ser aterradora.
  3. El concepto de independencia, claro está, depende de la comprensión básica del “yo”. Una vez que los niños pequeños entiendan la diferencia entre ellos mismos y los otros, también empezarán a concentrarse en el concepto de posesión o propiedad: “es mío” como opuesto a “no es mío”. Pelear por los juguetes es una manifestación completamente normal de este conocimiento emergente. Compartir amenaza la percepción de los niños sobre la propiedad de determinados objetos.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Enséñale el concepto de compartir

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  1. Haz hincapié en que compartir es solo temporal. Puede que otro niño juegue con su juguete, pero al final siempre lo devolverá.
    • Ten en cuenta que el compartir no quita la propiedad. Es bueno aclararlo a los niños. Puedes decirles “ese es tu camión. Puedes dejar que alguien más juegue con él, pero aun así es tuyo”.
  2. Antes de que los niños empiecen a compartir sus juguetes con otros niños, pueden practicar compartir contigo. Pídele a los niños, de tanto en tanto, que te entregue su juguete favorito. Devuélveles sus juguetes después de un intervalo de tiempo determinado. Esto ayudará a que los niños distingan entre prestar y quitar.
  3. Remárcales que compartir un juguete es un gesto generoso y amable. Además, hazles saber que otros niños también compartirán sus juguetes y todos podrán jugar con juguetes nuevos y diferentes.
  4. Habla con los niños sobre lo que deben esperar en un día de juegos en el preescolar. Hazles saber de antemano que compartirán sus juguetes.
  5. Explícales lo que es la amistad y enséñales a los niños que la amistad involucra compartir juguetes y jugar juntos sin pelear.
  6. Te ayudará a darte cuenta de cuál de los niños tiene problemas. ¿Tu niño tiende a llevarse los juguetes lejos de los otros niños o se pelea con otros que toman sus juguetes? Enseña a los niños a lidiar con estos problemas de la mejor forma que puedan.
  7. Haz que los niños te vean compartiendo tus cosas con otros. Si te piden jugar con algo tuyo, permíteselos (siempre y cuando se trate de un objeto seguro para ellos y que no se dañará fácilmente). Haz hincapié en el hecho de que compartir es solo temporal y que sabes que pronto tendrás el objeto de nuevo.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Evita el conflicto

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  1. Una vez que hayas observado las situaciones que involucran compartir, debes ser capaz determinar qué situación es la que, al parecer, le causa problemas a ciertos niños. ¿Uno de los niños es sobreprotector con un juguete en particular? Considera la posibilidad de dejar que el niño deje ese juguete en algún otro lugar, lejos de los demás niños, durante el día de juego.
  2. Planifica que los niños jueguen juntos cuando hayan descansado y comido. Es seguro que los niños que están malhumorados, cansados y con hambre pelearán por los juguetes. Limita el tiempo de juego a una o dos horas. Prolongar este tiempo sería esperar demasiado de un niño pequeño.
  3. Cada vez que los niños jueguen juntos, lo mejor es establecer reglas claras y simples. Cualquier juguete que no se va a compartir debe ser guardado en otro lugar. El resto de juguetes debe ser compartido sin excepción alguna. Ten en cuenta establecer tiempos para el uso de los juguetes con los que juegan más y haz que se cumplan los límites acordados.
  4. Cuando un niño tiene que ceder su juguete favorito por un tiempo, ofrécele sustitutos interesantes. Si le das al niño algo divertido para hacer, puede que se distraiga tanto que ya no discutirá por el juguete original.
    • En general, lo es mejor es tener muchas opciones disponibles. Ten suficientes opciones a la mano y así tendrás múltiples alternativas para cada niño.
  5. En lugar de quitarles los juguetes a los otros niños, debes enseñarles a que pregunten primero si los pueden tomar. El modelo de lenguaje apropiado para los niños de esa edad sería: "¿puedo jugar con él, por favor?"
  6. Si los niños juegan un juego que requiere de más de una persona, ya sea un juego con una pelota o un juego de pizarra, será menos probable que peleen.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Ocúpate de las peleas

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  1. Cuando las riñas se desatan entre los niños, es tentador intervenir de inmediato. Sin embargo, es mejor darles la oportunidad de aprender y de crecer. Déjalos que intenten resolver el conflicto ellos mismos.
  2. compasión, convicción y consecuencias. Si los niños no pueden resolver el conflicto ellos mismos, como sucederá en la mayoría de casos, intenta tener estos tres conceptos básicos en mente. Ten compasión por lo que los niños sienten, experimentan y por las cosas con las que tienen que lidiar. Respeta sus convicciones, pero hazles saber que sus acciones tienen consecuencias.
  3. Si los niños continúan peleando por los juguetes, lo mejor es separarlos y darles un tiempo para que se tranquilicen. No dejes que sigan quitándose mutuamente los juguetes. Espera a que todos estén calmados para que intentes reconstruir lo que sucedió. La idea no es encontrar quién fue el “culpable”, sino encontrar una solución aceptable para el problema.
    • Para separar a los niños, solo sostén sus manos de forma firme y llévalos a distintas áreas. Diles que se deben quedar ahí e insiste hasta que obedezcan. Asegúrate de que todos estén calmados antes de dejarles abandonar sus respectivas esquinas.
  4. Si no puedes encontrar una solución adecuada o si los niños envueltos en la riña siguen muy disgustados como para discutir sobre el problema, entonces retira el juguete. Retírales el juguete poco a poco y amablemente. Luego, ponlo fuera de su alcance. Ignora cualquier grito o llanto que se produzca como resultado.
  5. Cuando intervienes para resolver las discusiones, deber darles las razones de tus acciones. Permite que los niños se expresen y escúchalos. Trata de involucrarlos en el proceso de la toma de decisiones.
  6. En general, lo mejor es abordar las discusiones por los juguetes con compasión y entendimiento. Hazles saber a los niños que sus sentimientos tienen valor. Está bien decirles “sé que compartir tu camión te pone triste y molesto, y está bien. Está bien sentirse triste y molesto, pero debes ser un buen amigo y dejar que Juan tenga su turno”.
  7. Si uno (o más) de los niños está muy molesto y triste, tienes que tomarte un tiempo para calmarlo y darle valor a sus emociones antes de que intentes enseñarles una lección sobre lo que es compartir. Cuando los niños están molestos, no se pueden concentrar bien en aprender. Solo se molestarán más si los regañas o si intentas darles un sermón.
  8. Mantente neutral y no le des mucha importancia al hecho de llegar a saber qué niño empezó la discusión. Incluso si uno de los niños está claramente equivocado, discutir sobre ese asunto no ayudará mucho. Concéntrate en hallar una solución.
  9. Incluso si, con frecuencia, uno niño en particular es el que causa las peleas por los juguetes, etiquetarlo y calificarlo de “acosador” o “cruel” no ayudará en nada. No debes decirles a los niños que son “egoístas” o “codiciosos” y nunca debes insultarlos. Hacerlo puede afectar su autoestima y su confianza en sí mismos. Además, si le dices a un niño que es un acosador, puede empezar a creerlo, lo que traerá como consecuencia más del comportamiento que intentas frenar.
  10. Dependiendo de la situación, puedes hacer que los niños pasen un tiempo de 10 a 15 minutos en silencio (poner a cada uno en su cuna funcionará bien para este propósito) o simplemente retira el juguete en cuestión.
  11. Cuando los niños estén calmados y cooperen de nuevo, elógialos varias veces. Dales abrazos y felicítalos por aprender a tranquilizarse y trabajar juntos.
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Consejos

  • Escuchar a los niños pelear por los juguetes puede ser realmente frustrante, pero es imprescindible que mantengas la calma. Cierra los ojos, respira profundo, toma un poco de agua y enfrenta la situación inmediatamente. Otras preocupaciones pueden esperar.
  • Si te das cuenta que te has frustrado demasiado con el comportamiento de los niños, ve si tienes la posibilidad de tomar un pequeño descanso. Mientras haya alguien más que supervise a los niños, está bien que salgas a dar un paseo, llames a una amiga o hagas algo que te tranquilice y puedas recuperar tu compostura.
  • Comprende que cada niño es un individuo único. No hay un calendario establecido para aprender a compartir. Sin embargo, recuerda que mientras más practiques, es probable que obtengas mejores resultados. Investiga si hay grupos de juego en tu localidad y fija varias fechas para que tus niños vayan a jugar.
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