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Definitivamente no quieres volver a tener un absceso doloroso. Lamentablemente, muchas personas experimentan abscesos recurrentes. No hay una manera de asegurarse por completo de que no volverán. Sin embargo, hay pasos que puedes seguir para aumentar las probabilidades de evitarlos. Debes seguir todas las instrucciones postoperatorias con cuidado, cuidar la herida y mantenerla limpia. Asimismo, conoce los síntomas y acude al doctor si crees que tienes un absceso recurrente.

Método 1
Método 1 de 3:

Seguir las instrucciones postoperatorias del doctor

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  1. Una recuperación fluida de tu absceso actual es la mejor medida para evitar los abscesos en el futuro. Programa un procedimiento quirúrgico para drenar el absceso. Por lo general, este es un procedimiento de un solo día. Consigue a una persona cercana (como un familiar o amigo) para que te lleve a casa. [1]
    • Podrías estar somnoliento a causa de la anestesia o el medicamento para el dolor, por lo que definitivamente necesitarás que te lleven. Tan pronto como sepas cuándo te realizarán el procedimiento, busca a una persona que esté disponible para que te lleve a casa.
    • Pídele que recoja todo medicamento recetado y te ayude a ponerte cómodo en casa.
  2. Reserva una cita para que el doctor te revise la herida. Por lo general, él querrá verte en aproximadamente 6 semanas, pero en algunos casos podría solicitar una cita de control en 2 o 3 semanas. Es una buena idea que programes la cita tan pronto como puedas, de modo que el cronograma del doctor no se llene. [2]
    • En la cita, el doctor te revisará para cerciorarse de que la herida se esté curando bien.
    • Asimismo, verificará que no haya ocurrido una fístula anal. Una fístula es un túnel pequeño que va del ano a un área abierta en la piel cerca del mismo. Estas suelen ocurrir debido a un absceso previo. Lamentablemente, casi el 50 % de las personas tendrán una fístula luego de la cirugía para el absceso. [3]
    • No puedes evitar una fístula, pero puedes reducir la probabilidad de que surja si sigues las instrucciones postoperatorias con exactitud.
  3. Lava el área como mínimo dos veces al día con un jabón suave y agua tibia para mantenerla limpia. Usa una toalla sanitaria suave o una gasa esterilizada en tu ropa interior para recolectar toda descarga del absceso en curación. El acolchado también te ayudará a sentirte más cómodo.
    • Cambia la toalla o gasa si se mancha, o como mínimo dos veces al día, para mantener el área limpia y libre de descargas.
  4. Podrás desplazarte, pero debes asegurarte de no agotarte después del procedimiento. No levantes nada demasiado pesado (no más pesado que una mochila llena) y no hagas ningún ejercicio. Sin embargo, debes caminar durante el día para mantener una buena circulación. [4]
    • Según tu trabajo, es probable que puedas retomarlo en 1 o 2 días. Si tu trabajo requiere mucha actividad física, primero conversa con tu doctor.
    • No vayas a nadar hasta que tu herida se haya curado por completo.
    • No manejes bicicleta por 6 a 8 semanas luego de tu cirugía.
    • Puedes tener sexo tan pronto como te sientas cómodo con ello.
  5. Quizás no tengas movimientos intestinales normales justo después de la cirugía; esto es normal. Resiste la necesidad de hacer esfuerzo o empujar. Si no tienes movimientos intestinales normales en 1 o 2 días luego de la cirugía, consulta con el doctor si un laxante es una buena opción para ti. Un laxante leve podría ayudar. [5]
    • Sigue las instrucciones para las dosis que el doctor te brinde o las indicaciones en el envase.
    • Para poder tener un movimiento intestinal con más facilidad, coloca un banco debajo de tus pies para elevarlos. Esto te ayudará a doblar las caderas y la pelvis tal como cuando estás en una posición de sentadilla. [6]
    • Luego de tener un movimiento intestinal, un baño de asiento puede ayudarte a mantener el área limpia y aliviar todo malestar a causa del movimiento intestinal.
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Método 2
Método 2 de 3:

Cuidar de la herida y tratar el dolor

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  1. Toma antibióticos según lo indicado. En muchos casos, el doctor te recetará antibióticos para después de la operación, por si hay una infección. Sigue todas las instrucciones del doctor sobre la manera de consumir tu medicamento. Termina todo el medicamento incluso si te sientes bien. [7]
  2. Es normal sentir dolor o sensibilidad en la región anal. Si el dolor es incómodo pero manejable, pregúntale al doctor si puedes tomar un analgésico de venta sin receta. Asegúrate de seguir las instrucciones sobre las dosis. [8]
    • Si tu dolor es más fuerte, consulta con el doctor sobre un medicamento para el dolor de venta con receta. Debes seguir sus instrucciones en torno al consumo de estos medicamentos.
  3. Un baño de asiento es un tratamiento terapéutico para el área anal y genital. Puedes tomar uno en la bañera al sentarte en 7,5 a 10 cm (3 o 4 pulgadas) de agua tibia, o puedes comprar un tazón pequeño de baño de asiento que encaje sobre el asiento del inodoro. Agrégale sal de Epsom o sal marina al agua, y siéntate en el baño de asiento por 15 a 20 minutos. Seca el área con toques suaves. [9]
    • Emplea una temperatura tibia que se sienta terapéutica, no demasiado caliente.
    • Puedes aplicarte una crema calmante después de tu baño de asiento.
  4. Usa agua con jabón tibia para limpiarte el área con cuidado, luego sécate con toques suaves usando una toalla limpia. Si se siente bien, siéntate en un baño poco profundo por 20 minutos de 3 a 5 veces al día. [10]
    • Límpiate con una toallita para bebés luego de un movimiento intestinal para mantener el área limpia y seca entre las duchas o los baños.
    • Solo usa un jabón suave y agua tibia. No uses antisépticos como el peróxido de hidrógeno y el alcohol, los cuales pueden ralentizar la curación.
  5. El doctor podría haber colocado gasa en tu herida luego de la cirugía. Pregúntale cuándo quitártela. Si tu herida supura o presenta descargas, puedes colocar más gasa sobre ella. [11]
    • Cámbiate de vendaje luego de limpiar el área.
    • Coloca una toalla higiénica en tu ropa interior para absorber toda descarga, si es necesario.
  6. Coloca hielo en la herida por 20 minutos en cada sesión, varias veces al día. Te sentirás más cómodo si colocas una tela delgada entre el hielo y tu piel. [12]
    • Coloca cubos de hielo en una bolsa o usa una compresa de hielo ya lista. Un paquete de gel refrescante también servirá.
  7. Con los cuidados adecuados, es probable que no tengas que preocuparte de nada durante el proceso de curación. Sin embargo, es importante que conozcas los signos de advertencia de que algo anda mal. Llama al doctor de inmediato si experimentas lo siguiente: [13]
    • un mayor enrojecimiento, hinchazón o dolor intenso
    • fiebre
    • vetas rojas que se extienden desde la incisión
    • sangre de color rojo brillante que se sale del vendaje o la gasa
    • sentir náuseas
    • incapacidad de expulsar gases
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Método 3
Método 3 de 3:

Identificar los síntomas y solicitar tratamiento

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  1. Los abscesos son comunes y pueden ocurrirle a cualquiera. Estos por lo general ocurren cuando las glándulas cerca del ano se obstruyen. Esto puede deberse al ingreso de bacterias o heces a las glándulas. El cáncer, la enfermedad de Crohn y un traumatismo aumentarán el riesgo de desarrollar abscesos o fístulas. [14]
    • Manejar bicicleta con frecuencia también puede contribuir con el desarrollo de un absceso anorrectal o hacer que vuelva a aparecer. [15]
  2. Los signos de un absceso incluyen al enrojecimiento, la hinchazón o la sensibilidad cerca del ano. También podrías tener fiebre, escalofríos y una sensación general de malestar. [16]
    • Es importante que tengas en cuenta que estos en su mayoría también son síntomas comunes de otras enfermedades.
  3. Reserva una cita con el doctor. Explícale tus síntomas y pídele que te haga un examen. Es probable que pueda diagnosticar un absceso al realizar un examen clínico simple. En ocasiones, podría usar tecnología de imágenes como un ultrasonido o una tomografía si sospecha de la presencia de una fístula profunda. [17]
    • La cirugía es la única manera de deshacerte de un absceso o una fístula, pero es un procedimiento simple y muy común.
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Consejos

  • Reposa mucho mientras te cures. Puedes dormir más y ser menos activo por varios días.
  • Mantente hidratado al tomar como mínimo 8 vasos de agua de 240 ml (8 onzas) todos los días.
  • Consume una dieta baja en fibra en los primeros días de curación. Por otro lado, puedes comer una dieta normal. Si sientes malestar estomacal, consume alimentos suaves como sopas, galletas saladas o tostadas. [18]
  • Conversa con el doctor si tienes alguna inquietud sobre el procedimiento quirúrgico.
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Advertencias

  • Siempre sigue las instrucciones del doctor con cuidado en torno a la medicina y el cuidado de la herida.
  • Llama al doctor de inmediato si experimentas algún dolor, enrojecimiento, hinchazón o fiebre.
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