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Si tu perro tiene una herida abierta, ya sea por una cirugía o un accidente reciente, querrá lamérsela por instinto. Lamentablemente, lamerse puede volver a abrir la herida y causar una infección. Un cono o un collar son la manera tradicional de evitar que un perro se lama una herida. También puedes tratar de cubrirla con una manga o un vendaje resistente. En combinación con estas técnicas, capta la atención del perro para desviar su atención de la herida lo más que puedas mientras se cura. [1]

Método 1
Método 1 de 3:

Usar un collar

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  1. Envuelve una cinta métrica para tela con firmeza alrededor del cuello de tu perro para medir su grosor. Si no tienes una cinta métrica, puedes usar una agujeta de zapato o una cuerda, y luego medir la cuerda con una regla. Para los collares tipo férula, también tendrás que medir el largo del cuello de tu perro, desde su mentón hasta sus hombros. [2]
    • Los conos y collares por lo general requieren un encaje relativamente ajustado para evitar que el perro se los quite. Cada tipo tiene su propio tamaño y podría tener sus propias instrucciones de medición en lo que respecta a qué parte del cuello de tu perro debes medir.
    • Ten en cuenta el collar de tu perro cuando lo midas para el cono o el collar ortopédico. Algunos estilos collar no funcionan con collares ortopédicos que se colocan sobre la cabeza del animal, en lugar de asegurarlo alrededor de su cuello.
  2. El cono de plástico (también llamado cono “isabelino”) es el método tradicional para evitar que un perro se lama una herida. Por lo general, esta es la protección inicial que el veterinario brindará. Los conos transparentes suelen ser menos aterradores para los perros en comparación con los opacos, ya que el animal podrá ver a través de ellos. [3]
    • Presta mucha atención a tu perro mientras usa un collar isabelino. Estos collares no permiten la visión periférica, por lo que tu perro podría ser más torpe de lo normal.
    • Tu mascota podrá comer y tomar sin problemas con el collar puesto, pero requerirá un tiempo para adaptarse y quizás no le guste. Supervísalo para garantizar que coma y beba agua. Si se rehusa a comer o tomar agua mientras usa el cono, usa un tipo de collar diferente o quítale el cono para permitir que coma.
    • Si estás lejos de casa por un periodo prolongado, como en el trabajo o la escuela, será una buena idea que coloques en su jaula a tu perro si usa un collar isabelino, de modo que no se lesione.

    Consejo: dado que el cono isabelino es tan ancho, tu perro podría quedarse atorado o tener dificultad para pasar por áreas más angostas alrededor de tu casa. Podrías tener que cambiar la ubicación de algunos muebles para adaptarlos a tu perro mientras use el cono.

  3. El cono de plástico duro podría limitar el movimiento de tu perro en exceso o causarle dificultades para dormir. También hay algunos perros que simplemente rechazan el collar de plástico duro y tratan de destruirlo. Los collares suaves o inflables podrían funcionar mejor para estos perros. [4]
    • Hay muchos otros collares que no funcionarán con los perros de nariz larga y cuello delgado, como el galgo inglés o el dóberman.
    • Algunos collares inflables pueden perforarse con facilidad, por lo que esta variedad podría no funcionar si tu perro trata de quitárselo con las garras en reiteradas ocasiones.
  4. Hay muchos tipos de collares y conos disponibles en las tiendas de mascotas y en internet. Es difícil saber cuál tolerará mejor tu perro, hasta que se lo hayas probado. El que crees que podría rechazar puede ser el que considere más cómodo. [5]
    • Si vas a comprar un cono en una tienda de mascotas, es probable que puedas llevar a tu perro y probárselo allí. De lo contrario, compra diversos tipos para probárselos y regresa los que no uses.
    • Ten en cuenta que el tamaño del cono que tu perro necesite dependerá del tipo y la ubicación de su lesión. Por ejemplo, si ha tenido una cirugía de ojo, solo necesitará un cono pequeño para evitar que se lo frote. No obstante, si ha tenido una lesión en la punta de la cola, necesitará un cono más grande para evitar que la alcance.
  5. Algunos perros están determinados a quitarse los conos que tanto detestan de su cuello y nada evitará que los destruyan. Si tu perro es así, puedes probar una férula para cuello similar a la que los humanos usarían luego de sufrir una lesión de cuello, como un latigazo. [6]
    • El tamaño de la férula dependerá del largo del cuello del perro, no el ancho. Si tu perro tiene un cuello muy largo (como un galgo inglés) o uno muy corto (como un pug), la férula podría no ser muy eficaz.
    • Si su herida está en sus pezuñas delanteras, es probable que estas férulas no eviten que se lama las heridas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Cubrir la herida

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  1. Usa agua de grifo tibia o una solución salina para limpiar la herida con cuidado. Puedes mezclar tu propia solución salina al agregarle una cucharadita de sal a dos tazas (500 mL) de agua. [7]
    • El veterinario podría recomendarte usar un tipo específico de jabón o solución de limpieza para limpiar la herida. Solo usa jabones o soluciones que el veterinario recomiende. No uses ningún otro jabón, desinfectante u otro limpiador diseñados para personas. Estos podrían irritar la piel del perro y retrasar el proceso de curación.
    • Después de limpiar la herida, sécala con toques suaves antes de aplicar alguna loción medicada o vendajes.
  2. El veterinario podría recetar una loción o un ungüento medicados para que los apliques en la herida de tu perro. Aplícalos justo después de limpiar la herida y deja que se sequen antes cubrirla con un vendaje. [8]
    • Si tu perro se lame con frecuencia y se quita el medicamento, aplícaselo justo antes de que lo alimentes. La comida desviará la atención de tu perro, y para cuando termine de comer, es probable que haya olvidado el medicamento.
  3. Los vendajes para perros varían en forma y tamaño, dependiendo del tamaño de la herida y la ubicación de la misma en el cuerpo del animal. El vendaje debe ser lo suficientemente grande como para cubrir la herida por completo y permitirte que lo asegures en su lugar. [9]
    • En el caso de las heridas en las patas o las pezuñas de un perro, hay vendajes especiales que puedes usar y que lucen como una manga o una bota. Estos garantizan que la herida se mantenga limpia mientras se cura.
    • Usa cinta quirúrgica para adherir el vendaje al cuerpo del perro. [10]
  4. Estos aerosoles están disponibles en las tiendas de suministros para mascotas y en internet, y están diseñados para evitar que tu perro trate de lamerse la herida o masticar los vendajes que la cubren. Por lo general, tienen un sabor desagradable que evita que el perro se lama. [11]
    • Estos aerosoles no funcionan con todos los perros. Algunos simplemente los lamerán y se los quitarán, a pesar del sabor desagradable, y luego se lamerán la herida o el vendaje.
  5. Además del vendaje, podrías tener que usar una capa adicional para proteger la herida del perro mientras se cura. Hay mangas disponibles en las tiendas de suministros para mascotas, las cuales se usan para este fin. También puedes hacer una por tu cuenta al modificar una prenda vieja. [12]
    • Por ejemplo, una pantimedia de nailon con la punta cortada funcionará para cubrir una lesión en la pata, o incluso una en el torso de un perro más pequeño.
    • También puedes usar camisetas, bóxers, suéteres o prendas de bebé para cubrir el área.

    Variación: si tu perro tiene un saco o un suéter para perro que le gusta usar, esto podría cubrir la herida (en especial, las heridas en el torso).

  6. Quítate el vendaje y limpia la herida. Revisa el vendaje para identificar toda descarga que provenga de la herida. Si la herida sigue sangrando o segrega pus de color o mal olor, lleva a tu mascota al veterinario nuevamente (la herida podría haberse infectado). [13]
    • El veterinario podría darte instrucciones diferentes para limpiar la herida del animal y cambiar sus vendajes. Si necesitas desviarte de estas instrucciones, primero consulta con el veterinario para saber si no habría problema.
    • Busca en internet para encontrar diferentes tipos de prendas quirúrgicas para proteger la herida de tu mascota, como mangas y camisetas.
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Método 3
Método 3 de 3:

Distraer a tu perro

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  1. Un paseo tranquilo con su correa puesta lo ayudará a centrarse y reestablecerá la relación entre ustedes. Los paseos son útiles en especial si tu perro está usando un cono o un collar, ya que le darán a tu perro una oportunidad segura para adaptarse. [14]
    • La mayoría de los perros se acostumbrarán al cono en una hora si saben que están seguros. Mantén a tu perro con una correa corta y háblale con un tono de voz relajante y tranquilo.
    • Mientras tu perro use un cono o collar, siempre mantenlo con su correa puesta cuando den paseos.
  2. Restringe la actividad de tu perro hasta que la herida se haya curado de forma parcial, sobre todo si tu perro tiene una incisión quirúrgica. No deberás correr el riesgo de volver a abrir la herida mediante actividades, ni de hacer que esta se infecte. [15]
    • Pregúntale al veterinario cuánto tiempo tendrás que esperar antes de poder dejar que tu perro corra o juegue sin correa. Según la gravedad de la herida y su ubicación, el veterinario podría querer que esperes más.
  3. Si le das un tazón de comida, es probable que se la coma de inmediato. Ocultar galletas y comida seca para que la busque le dará un desafío y lo distraerá para que no piense en sus heridas. [16]
    • Esta técnica de distracción funciona muy bien si tienes un sabueso o un perro similar que cace de forma instintiva.
    • Recuerda en dónde has ocultado las golosinas, de modo que puedas recuperarlas y desecharlas de forma apropiada si el perro no las encuentra en un día.
  4. Si tu perro disfruta aprendiendo tareas y trucos nuevos, esta puede ser una forma maravillosa de distraerlo para que no piense en su herida, de manera que no sienta la tentación de lamerla. Elige un truco que sea desafiante, pero que sepas que puede dominar. [17]
    • Evita los trucos que requieran demasiada actividad, en especial si la herida sigue curándose. Por ejemplo, quizás puedas entrenar a tu perro para sentarse o pedirte, pero enseñarle a atrapar un disco volador en el aire podría ser demasiado.

    Consejo: también puedes darle su juguete favorito para que juegue con él o llevarlo de compras para conseguirle un nuevo juguete en la tienda de mascotas de tu localidad. Asegúrate de darle mucha atención positiva y juguetona mientras su herida se cura, a fin de evitar que la toque.

  5. Si a tu perro le gusta perseguir cubos de hielo, adorará perseguir uno hecho con salsa o caldo de carne. Mientras tu perro persiga la golosina de cubo de hielo, es probable que olvide que se quiere lamer la herida. [18]
    • Es mejor darle esta golosina al aire libre, ya que puede ensuciar mucho. Los cubos de hielo se derretirán luego de un tiempo, y terminarás con un charco de salsa de carne que tendrás que limpiar.
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Consejos

  • Mantén los productos para el cuidado de heridas en un kit de primeros auxilios para tu perro, de modo que puedas tratar las abrasiones o laceraciones pequeñas por tu cuenta, en lugar de dejar que el perro las lama. [19]
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