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Es fácil ser olvidadizo cuando se tiene un horario ajetreado, pero eso no lo hace menos frustrante. Ya sea que tengas que recordar reuniones, citas y fechas importantes o que no quieras olvidar recuerdos preciados, hacer unos cuantos cambios sencillos en tu rutina diaria puede ayudarte a no ser olvidadizo. Hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar tu memoria, por ejemplo, programar recordatorios, hacer juegos mentales, hacer recuerdos y hasta tener una noche reparadora de sueño.

Método 1
Método 1 de 4:

Organizar tu tiempo y actividades

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  1. Lleva una lista de quehaceres diaria . Lleva una libreta pequeña donde puedas anotar los quehaceres que tienes que hacer. Si estás en medio de algo importante y te interrumpen, anotar lo que tienes que hacer después te ayudará a recordar. [1]
    • Si no te gusta hacer notas a mano, usa una libreta en el teléfono, tableta o computadora para hacer una lista de quehaceres corta electrónicamente.
  2. Si estás ocupado con la escuela, el trabajo o atendiendo a tu familia, puede ser difícil estar al corriente de todos los quehaceres, las reuniones y los eventos pendientes. Un calendario te ayudará a no olvidar fechas de entrega y reuniones.
    • Usa calendarios mensuales en la casa y en la oficina para eventos que sean exclusivos del trabajo o la familia. Un calendario en la oficina te ayudará a recordar reuniones importantes y los cumpleaños de tus colegas, mientras que un calendario en la casa te ayudará a estar al tanto de próximos viajes, citas o eventos especiales con la familia.
    • Lleva un calendario en tu celular o en tu bolso para que puedas actualizarlo sobre la marcha.
  3. Si tienes que hacer algo de manera periódica, por ejemplo, tomar medicamentos o despertarte a cierta hora, hay diversas maneras para que recordarlo sea más fácil. Prueba las siguientes estrategias para avisarte:
    • Escribe una nota y ponla en un lugar donde siempre mires, por ejemplo, cerca de la pantalla de la computadora, en el refrigerador o en el espejo del baño.
    • Pon una alarma. Programa alarmas durante todo el día en tu celular, reloj u otro dispositivo para hacerte recordar eventos importantes.
  4. Forma hábitos para ayudarte a recordar las cosas. Si, por ejemplo, siempre olvidas llevar tu colchoneta para yoga para la clase después del trabajo, puedes esforzarte para convertirlo en parte de tu rutina diaria y formarte un hábito nuevo. Formar un hábito nuevo lleva tiempo (más tiempo para algunos que para otros), pero es posible. Procura formar hábitos nuevos usando las 3 “R”: recordatorio, rutina y recompensa. [2]
    • Recordatorio: esta es la señal que da inicio al comportamiento. Procura escoger algo que ya hagas a diario como recordatorio. Por ejemplo, digamos que escoges la ropa que vas a ponerte el día siguiente antes de acostarte. Úsalo como señal para alistar la colchoneta de yoga junto con tu bolso para el trabajo. Aprovechar algo que ya es un hábito establecido puede ayudarte a recordar.
    • Rutina: esta es la acción. Siguiendo con el ejemplo anterior, la acción sería alistar la colchoneta de yoga. También puede ser limpiarse los dientes con hilo dental, bajar el asiento del retrete, pagar una cuenta o cualquier otra cosa que tengas que hacer.
    • Recompensa: esta es la paga por dicho comportamiento. Si algo bueno sucede gracias a tu rutina, es más probable que sigas haciéndola. Puedes incluso felicitarte cada vez que la termines, por ejemplo, diciéndote “¡Sí! ¡Lo logré!”.
  5. Evita postergar las cosas . De seguro postergas algo porque va a tomar mucho tiempo, no es divertido, te estresa o no parece importante. Pero cuando hay que entregarlo, de pronto te alborotas para hacerlo porque lo olvidaste o lo seguías postergando.
    • Si sueles postergar las cosas y olvidas algo, probablemente sea una combinación de evasión activa y mala memoria.
    • Identifica las cosas que no dejas de “olvidar” que pueden deberse a la costumbre de postergar. Cuando identifiques las cosas o actividades que te impulsan a postergar las cosas, tendrás menos probabilidades de olvidarlas. Además, podrás buscar maneras de lidiar con estos factores estresantes de manera efectiva.
  6. Con un estilo de vida ajetreado y estresado, puede haber cosas que tú u otras personas hacen que te distraen e impiden hacer las cosas que tienes que hacer. Las distracciones pueden ser tu propia técnica de evasión o pueden ser fuerzas externas que impiden que te concentres. [3]
    • ¿Hay gente en el trabajo o la escuela que consume de manera regular todo tu tiempo y energía? Esas personas pueden ser fuentes externas de distracción e inhibir tu concentración.
    • ¿Te preocupas por algo de manera regular que dificulta tu capacidad de concentración? Al centrar tu tiempo y energía en las preocupaciones, es probable que reduzcas tu capacidad para recordar las cosas que tienes que hacer.
    • Procura minimizar las distracciones en el trabajo desactivando las notificaciones de los correos electrónicos y designando un tiempo especifico al principio y al final de cada día para responderlos. Pon tu teléfono en silencio y, si tienes tu propia oficina, cierra la puerta cuando tengas que concentrarte y no quieras que te molesten.
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Método 2
Método 2 de 4:

Cuidar la mente

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  1. Evita llenar tu día con reuniones, eventos o quehaceres al punto de no tener tiempo de relajarte. Estar ocupado no es una competencia y tu mente no tiene que sentirse sobrecargada de manera regular. Hazte de tiempo para que no estés demasiado agotado ni estresado. [4]
    • Si eres estudiante, asegúrate de que tu trabajo escolar y tus actividades extracurriculares no consuman todo tu tiempo. Recuerda tomar pausas, en especial si estás frente a una pantalla de computadora por más de 2 horas seguidas.
    • Si estás enfocado en tu profesión, asegúrate de poner límites a tu “tiempo laboral” y “tiempo personal”. No permitas que todo tu tiempo se convierta en “tiempo de trabajo”.
    • Si eres padre de familia o cuidas a alguien, es importante que saques tiempo cada día o semana para hacer algo especialmente para ti. Tu vida puede estar centrada en cuidar a otras personas, pero para evitar el agotamiento emocional o niveles altos de estrés, tienes que tener tiempo para ti.
  2. Mantén tu cerebro activo con juegos o pasatiempos que estimulen la concentración y te ayuden a entrenar la fuerza mental. Si bien ejercitar todo el cuerpo te mantiene saludable y reduce el estrés, prueba las siguientes actividades para ayudarte a mantener un cerebro saludable: [5]
    • Juegos mentales y rompecabezas. Haz todos los días un crucigrama, Sudoku, un pupiletras u otro juego que requiera de procesos mentales y concentración.
    • Toca música. Tocar un instrumento puede mejorar la concentración, ya que hay que estar concentrado en encontrar la nota correcta y mantenerse en armonía con la música.
    • Lee un libro. La lectura requiere de concentración mental y estimula la imaginación.
  3. Toma en cuenta tu historial médico familiar. ¿En tu familia hay un historial de demencia, trastorno tiroideo o algún problema de salud mental? Habla abiertamente con el profesional. Dile qué medicamentos tomas actualmente y tu historial médico familiar para que pueda evaluar tus riesgos de sufrir un trastorno de memoria. [6]
    • Algunos medicamentos tienen efectos secundarios que afectan la memoria. Cuéntale a tu médico qué medicamentos tomas y pregúntale cuáles son los riesgos de que causen trastornos de memoria.
    • Ciertos problemas médicos, como los trastornos de la tiroides, afectan la agudeza mental. Hazte un examen medico para descartar cualquier problema médico subyacente que pueda empeorar una mala memoria.
    • La mala memoria, la falta de concentración y la fatiga pueden deberse a un problema de salud mental no tratada (o mal tratada). Infórmale a tu médico de cabecera o a un profesional de la salud mental cualquier síntoma que tengas de depresión, ansiedad, estrés o mala concentración.
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Método 3
Método 3 de 4:

No olvidar recuerdos importantes

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  1. Hay más probabilidades de recordar cosas cuando se tienen emociones fuertes. Ponte a pensar en los momentos en que eras más feliz. Es más probable que la excitación emocional te ayude a retener un recuerdo en lugar de la importancia de la información. [7]
    • Tómate un rato todos los días para reflexionar en los recuerdos positivos del pasado. Pueden ser una fuente de afirmación y motivación que pueden ayudarte a no ser olvidadizo.
  2. Si te preocupa la posibilidad de olvidar eventos importantes del pasado, habla sobre ellos con tus amigos y familiares de manera regular. Rememorar el pasado también puede ayudar a fortalecer las relaciones personales del presente.
    • Contempla las maneras en que puedes compartir recuerdos con personas de generaciones diferentes. Conversa con tus familiares de más edad y compara tus experiencias de vida con las experiencias de tus padres, abuelas u otros adultos mayores. [8]
  3. Los logros, las reuniones familiares y las vacaciones importantes pueden ser recuerdos preciados. Para no olvidar estos eventos, haz cosas que te hagan acordar de ellos, por ejemplo:
    • álbumes de fotos o fotos enmarcadas
    • cajas de recuerdos
    • manualidades, tales como edredones con símbolos de los eventos importantes
    • video o una película de los eventos
    • suvenires
  4. Escribe acerca de eventos importantes en un diario o cuaderno . Para registrar el presente a medida que se desarrolla, escribe lo que piensas durante el desarrollo del evento. Los diarios personales ayudan a mantener los recuerdos vivos. Después, podrás revisar tus años de escritor y podrás recordar cómo te sentías en ese momento.
    • Los diarios suelen ser la manera más personal de registrar los recuerdos. Pueden brindar el contexto y los detalles que una fotografía no puede.
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Método 4
Método 4 de 4:

Mantener el cerebro saludable

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  1. La dieta afecta todos los aspectos del cuerpo, incluido el cerebro. Potencia la capacidad de tu cuerpo y cerebro para concentrarte y retener los recuerdos llevando hábitos alimenticios saludables. Evita la comida chatarra y bebe abundante agua. Incorpora los siguientes alimentos buenos para el cerebro en tu dieta: [9]
    • Verduras de hoja verde y crucíferas. Prueba el brócoli, la col, la col rizada o la acelga.
    • Las bayas oscuras. Come arándanos, cerezas y moras como bocadillos.
    • Pescado y demás proteínas con ácidos grasos omega 3. Come huevos, salmón y atún.
    • Nueces y semillas. Opta por las nueces de Castillas, castañas de cajú y almendras.
  2. Ten una noche reparadora de sueño . Dormir lo suficiente (procura dormir de 7 a 9 horas por noche) le permitirá a tu mente y cuerpo tener tiempo para recuperarse y relajarse antes de que empiece otro día ajetreado. Negarte un descanso adecuado puede hacerte perder la concentración, la memoria y cierto grado de capacidad para realizar las actividades del día a día. [10]
    • El sueño no debe verse como algo sin importancia o como un extra que tienes que hacer. Inclúyelo entre tus prioridades para mantenerte atento.
    • Mantén un ciclo de sueño constante para evitar brotes de insomnio y agitación por la noche.
    • Créate una rutina a la hora de dormir centrada en la relajación. Toma una ducha o baño para relajar tus músculos, ponte a escuchar música o medita.
  3. El ejercicio regular ha demostrado no solo ayudar a mantenerse en forma y mantener la buena salud del corazón, sino que también mejora la circulación de la sangre al cerebro. Esto significa que mantenerse activo no solo ayuda al cuerpo sino también a la mente. Hay muchas maneras diferentes de mantenerse en forma. Puedes hacer lo siguiente: [11]
    • Únete a un gimnasio o toma clases de fitness.
    • Haz yoga, baile u otro ejercicio que se centre en la flexibilidad.
    • Sal al aire libre. Da una caminata en la naturaleza, ve de senderismo o a nadar.
    • Busca un compañero de ejercicios para mantenerte motivado.
    • Haz ejercicios de bajo impacto y estiramientos en casa.
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Consejo de experto

Si quieres recordar tus quehaceres diarios de manera efectiva:

  • Programa varias alarmas en tu teléfono. Para diversos quehaceres o reuniones, algunas personas llegan a programar hasta 10 alarmas diferentes. Tener varios recordatorios durante el día ayuda a entrenar la memoria y garantiza la realización de dichos quehaceres.
  • Graba notas en tu teléfono. Si tienes una larga lista de quehaceres, puedes usar la aplicación de grabación de voz en tu teléfono para grabar tus ideas. Si tienes muchas cosas en la cabeza, una nota de voz puede ayudarte a recordarlas rápidamente y luego podrás transcribir fácilmente la grabación si necesitas un documento escrito de tus ideas.
  • Lleva una ficha de 10 x 15 cm (4 x 6 pulgadas). Puede parecer anticuado, pero una ficha y un lápiz o bolígrafo son excelentes para escribir ideas y quehaceres rápidamente. Las fichas pueden comprarse al por mayor y son relativamente baratas. Escribir físicamente el quehacer en una ficha estimula la memoria conductual y refuerza la capacidad para recordar.

Advertencias

  • Si bien el cerebro humano se deteriora con la edad, no quiere decir necesariamente que vas a desarrollar demencia o Alzheimer. Todo el mundo tiene lapsus de memoria en algún momento u otro. Analiza si tu mala memoria sigue un patrón regular que empeora con el tiempo y si afecta tu relación con los demás. [12]
  • Si tu mala memoria te pone a ti (o a otra persona) en riesgo debido a que pierdes la noción del tiempo o confundes lugares o personas, consulta con tu médico.
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