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A muchos perros les encanta el agua y pueden llegar a ser excelentes nadadores con el tiempo. Sin embargo, para lograr que llegue a este punto, debes lograr que asocie el agua con algo seguro y positivo. La presentación debe empezar cuando el animal es joven y debe ser una experiencia llena de refuerzos positivos que ayuden a desarrollar esa afinidad por el agua. Asimismo, deberás tomar precauciones para mantener a tu mascota segura. Si empiezas a temprana edad y haces que tu perro se divierta con el agua, sin dejar de prestar atención a su seguridad, podrías tener un nadador experto antes de lo esperado.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Preparar al perro

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  1. Enséñale al perro a acercarse a ti cuando lo llamas. Si vas a dejar que tu perro esté en el agua, es importante que obedezca órdenes. Considera que estos animales no siempre pueden ver el peligro o posibles dificultades mientras están nadando, así que debes estar seguro de que tu mascota te hará caso e irá hacia ti si notas un problema en su camino. De esta manera, la mantendrás segura y la experiencia será menos estresante para ti también.
    • Considera que incluso si tienes al perro sujeto con una correa, que es necesario cuando recién aprende a nadar, este debe saber acercarse a ti cuando lo llamas. No debería ser necesario jalarlo con la correa, ya que esto podría ser peligroso.
  2. Si bien es importante que el perro esté entrenado antes de que lo lleves a nadar, es buena idea que se acostumbre al agua desde antes. Puedes empezar a familiarizarlo con el agua desde que tiene alrededor de 8 semanas. Por lo general, esta es la edad que tienen los cachorros que ofrecen los criadores autorizados. [1] [2] [3]
    • Si un cachorro se acostumbra al agua desde temprano, lograr que aprenda a nadar más adelante será mucho más sencillo.
    • Puedes permitir que el pequeño camine en un pequeño charco de agua de un par de centímetros de profundidad, pero no más, y siempre bajo tu supervisión.
    • Asimismo, permitir que un cachorro vea a un perro adulto nadar podría hacer que se interese en el agua. Esta experiencia le demostrará que nadar es parte natural de la vida.
  3. Dale al cachorro un tazón plano con agua para que juegue o coloca un aspersor en el jardín en un día soleado y permite que corra libre. Sin importar lo que decidas hacer, la idea es que el animal pueda asociar el agua con algo positivo desde pequeño. [4]
    • Una de las razones por las que algunos perros prefieren no acercarse al agua es porque la asocian con algo malo. Por ello, lo mejor que puedes hacer para familiarizar a tu mascota con el agua de manera segura es hacer que se interese y le pierda el miedo desde pequeña.
  4. Algunos perros son nadadores natos. Se sienten cómodos en el agua de inmediato y parecen estar hechos para nadar. Pero también hay perros que son lo contrario. Si tienes una raza conocida por su afinidad por el agua, como un labrador retriever o un perro de agua portugués, puedes esperar que tu mascota se convierta en una excelente nadadora. Sin embargo, si tienes un perro con patas cortas que no es conocido por su buena condición física, como un chihuahua o un pug, entonces la probabilidad de que se convierta en un buen nadador será mucho menor. [5]
    • Incluso si no es probable que tu perro sea buen nadador, de todos modos es importante que le presentes el agua desde temprana edad y que te asegures de que pueda flotar. Esto es esencial por su propia seguridad. Además, podría ayudarle a disfrutar de su tiempo en el agua, incluso si no es muy buen nadador.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Enseñarle al perro a nadar

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  1. Cuando el perro tenga entre 2 y 5 meses, puede empezar a enseñarle a nadar. A esta edad tendrá suficiente fuerza y resistencia física para poder llevar sus primeras lecciones de natación. No introduzcas a un perro principiante al agua profunda y fría con la esperanza de que sepa nadar automáticamente. Debes permitir que tenga un proceso de aprendizaje gradual, al igual que con los seres humanos.
    • Deja que el perro pase mucho tiempo jugando y divirtiéndose en un charco poco profundo que esté a una temperatura neutral antes de llevarlo a aguas más profundas. De esta manera, podrá asociar el agua con algo positivo desde el inicio. [6]
    • Pasa tiempo jugando lo que más le guste a tu perro en aguas poco profundas. Puedes hacer que corra y explore el área, o que traiga sus juguetes; cualquiera que sea su juego favorito.
    • Algunos perros son mejores nadadores que otros. Esto puede depender del caracter del animal, pero por lo general esta habilidad está relacionada con la raza.
  2. Si te preocupa la seguridad de tu mascota, puedes ponerle un chaleco salvavidas para cerciorarte de que no se ahogue. Existen muchos tipos de flotadores de entre los que puedes elegir y que están diseñados para darle seguridad al perro mientras disfruta del agua. Generalmente, son como chalecos que se ajustan alrededor del pecho y la barriga. [7]
    • Al igual que los flotadores para humanos, es importante que consigas uno del tamaño adecuado para tu mascota. Recuerda que tiene que mantener a tu perro sobre el agua, así que tiene que quedarle ceñido al cuerpo.
    • Los flotadores para perros suelen tener una especie de mango en la espalda para que puedas elevarlo con mayor facilidad, ya sea en caso de que tenga algún problema o si simplemente quieres que salga del agua.
    • Si tu perro es viejo y tiene dificultades para moverse, usar un flotador es una buena manera de permitirle disfrutar del agua sin preocuparte por la posibilidad de que se canse y se ahogue.
  3. No asumas que puedes simplemente decirle al animal que entre solo y este lo hará. Lo más probable es que necesite que lo animes y apoyes entrando con él. Si el perro es tímido, puedes cargarlo y llevarlo al agua para mostrarle que estás para ayudar. Sujétalo bien y permite que patalee un poco con sus patas mientras lo sostienes. [8]
    • Considera que es posible que debas entrar al agua con tu perro varias veces hasta que se sienta cómodo en aguas más profundas.
    • Si tu mascota tiene miedo, sujétala bien y no la obligues a nadar sin tu apoyo.
    • Si colocas el brazo alrededor del estómago del perro, podrá patalear con las patas traseras y delanteras mientras lo sostienes.
    • Prepárate para la posibilidad de que tu perro trate de huir. Sujétalo bien, de preferencia con un arnés o un flotador, para que no pueda alejarse si le da miedo.
  4. Si tu mascota quiere salir, no la obligues a quedarse. Esto solo hará que se sienta más ansiosa cuando vuelva a entrar al agua. Lo mejor es aprovechar para hacer que nade un poco hacia la orilla para salir del agua.
    • Permitir que el perro nade una distancia corta hacia la orilla es una buena manera de hacer que practique. Vigílalo y asegúrate de que ayudarlo si parece tener problemas.
    • Asimismo, es buena idea pedirle a un amigo que se quede en la orilla y llame al perro. Si estás en el agua con tu perro, tu amigo puede llamar al animal con un premio para hacer que nade hacia él por su propia voluntad.
  5. Aprender a nadar puede ser agotador para un perro, ya que requiere el uso de músculos diferentes a los que emplea normalmente y mantenerse a flote consume muchas calorías. Si notas que se ve cansado o jadea mucho, es mejor tomar un descanso largo o simplemente terminar la sesión y regresar a casa.
    • La cantidad de tiempo que tu mascota puede pasar nadando mientras aprende varía según el perro. Asegúrate de vigilarla de cerca y ser precavido con la duración de las lecciones.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Reforzar las habilidades del perro

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  1. Ten en cuenta que puede ser intimidante para el animal nadar en un lugar muy grande, incluso si ya puede patalear. Es mejor avanzar de manera progresiva hasta que el perro ya no alcance el fondo en un cuerpo de agua pequeño pero hondo, como un estanque profundo.
    • No poder tocar el fondo del agua mientras estás cerca de la orilla, y por tanto, cerca de un lugar seguro, es mucho más sencillo de superar que tener que nadar una distancia larga si tienes algún problema.
  2. Al igual que la mayoría de las habilidades, tu perro irá mejorando con la práctica. Si quieres que sea un excelente nadador, ya sea porque quieres darle un trabajo como perro de caza o porque tú realizas actividades en el agua, tendrás que reforzar sus habilidades regularmente. [9]
    • Acostúmbrate a llevar a tu perro al río o a un lago todas las semanas mientras aprende a nadar. Recuerda que la práctica regular le ayudará a mejorar sus habilidades considerablemente.
    • No olvides que el perro no debe nadar en aguas heladas, así que será mejor que no lo lleves a practicar durante el invierno. El agua demasiado fría podría causarle hipotermia y el choque a su organismo puede hacer que se ahogue.
  3. Si inicialmente todo sale bien, no asumas que ya no necesita supervisión. Todos los perros necesitan que los vigilen mientras nadan, ya sea que recién estén aprendiendo o que sean nadadores experimentados.
    • Un perro que recién aprende a nadar se cansará más rápido, ya que esta actividad require el uso de músculos diferentes a los que ejercita normalmente y una mayor resistencia física. Es decir, tu mascota podría pasar de estar feliz a estar en problemas de un momento a otro. Por ello, tendrás que permanecer atento a cualquier cambio.
    • Mantener controlado a un perro durante el periodo de aprendizaje es muy importante. Esto quiere decir que debes tenerlo sujeto, de preferencia mediante un arnés, mientras se siente más cómodo en el agua para que puedas ayudarlo si tiene algún problema.
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