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Flotar de espalda es excelente para sentirse más cómodo en el agua y para divertirse relajándose sin todo el esfuerzo que implica nadar. Para flotar de espalda, tendrás que posicionar la cabeza, la parte superior e inferior del cuerpo de la manera correcta. Este modo de flotar no sólo es un gran truco para agregar a tu repertorio de natación, también es una técnica de seguridad si estás varado en alguna masa de agua. Si quieres aprender a flotar de espalda y disfrutar tu tiempo en el agua mucho más, tan sólo lee los pasos a continuación.
Pasos
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Siéntete cómodo en el agua. Para poder flotar de espalda sin entrar en pánico, deberás estar calmado y relajado en el agua, aunque no seas un nadador experto. Deberás aprender a flotar de espalda en una piscina, no en el mar ni en un lago con olas. Lo ideal sería que estés razonablemente cómodo en el agua y sepas nadar de punta a punta de la piscina sin ayuda.
- Si vas a flotar de espalda para aprender a nadar, entonces deberás tomar más medidas de precaución y tener un acompañante todo el tiempo.
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Consigue un acompañante. No trates de flotar de espalda solo la primera vez. Aunque hayas dominado otras técnicas de nado básicas, si es la primera vez que intentas flotar de espalda, además de tener un acompañante, asegúrate de estar en un lugar que tenga un salvavidas que pueda rescatarte en caso de que necesites ayuda.
- Tu acompañante deberá colocar su mano debajo de tu espalda y dejarte hacer los cambios corporales necesarios hasta que estés cómodo intentando esta técnica por tu cuenta.
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Prueba usar un dispositivo de flotación. Tener un dispositivo de flotación personal en tus brazos o en el torso también te ayudará a sentirte más cómodo en el agua. Si tienes un acompañante pero todavía no te sientes listo para intentar flotar de espalda por tu cuenta, prueba usar este dispositivo hasta que lo hagas sin él.
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Alinea tu cuerpo con la superficie del agua. Antes de que empieces a flotar de espalda solo, necesitarás alinear tu cuerpo con el agua; lo ideal sería que tu cuerpo empiece en una posición que sea casi paralela al agua o al fondo de la piscina. Incluso podrías ponerte de espalda y patear uno de los lados de la piscina hasta que tu cuerpo se deslice naturalmente por la superficie del agua.
- Cuando tu cuerpo ya esté alineado con la superficie del agua y tu espalda esté relativamente paralela al agua, será mucho más fácil adaptar el resto de tu cuerpo.
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Sumerge tus orejas en el agua. Si bien al principio no se sentirá cómodo colocar tus orejas dentro del agua, sólo inclina hacia atrás tu cabeza hasta que las orejas estén completamente sumergidas. Si tus orejas están fuera del agua, significa que tu cuello se tensará y tu cuerpo flotará con menos facilidad.
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Levanta la barbilla. Cuando tus orejas estén sumergidas, levanta la barbilla. La podrás levantar ligeramente, sólo 2 o 4 cm (1 o 2 pulgadas) del agua o incluso mucho más, de manera que apunte el techo o el cielo. Esto te ayudará a inclinar la cabeza hacia atrás y hará que todo tu cuerpo flote más.
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Asegúrate de que la línea del agua esté a la altura de la mitad de tus mejillas. A medida que sumerges tus orejas en el agua y empieces a levantar tu barbilla, asegúrate de que la línea del agua esté a la altura de la mitad de las mejillas. Podría estar un poco más abajo si levantas tu barbilla más pronunciadamente.
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Mantente centrado. Mantén tu cabeza centrada para que no se incline hacia los lados. Mantener tu cabeza centrada mantendrá el resto del cuerpo también centrado.Anuncio
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Posiciona tus brazos correctamente. Existen unas cuantas maneras de posicionar los brazos cuando se flota de espalda. Si eres totalmente nuevo en esto, dobla tus codos y coloca tus palmas debajo de la cabeza como si hicieras una sentadilla y luego estira tus codos para forzar al cuerpo a inclinarse hacia arriba mucho más. Prueba las siguientes sugerencias mientras posicionas tus brazos:
- Si te sientes más cómodo en el agua, podrías mover los brazos hacia detrás de la cabeza, imitando la posición de buceo, la cual cambiará el centro de flotación y equilibrará más el peso de tus piernas.
- También podrías mover los brazos hacia afuera o incluso podrías mantenerlos tan sólo a unos cuantos centímetros de tus costados.
- Sea lo que sea que hagas con los brazos, asegúrate de que tus palmas estén dirigidas hacia el techo o el cielo.
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Arquea la espalda ligeramente. Hacerlo te ayudará a inclinar tu cuerpo hacia arriba. Sólo arquea la espalda superior unos cuantos centímetros hacia arriba.
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Levanta el pecho. Mientras arqueas la espalda, levanta el pecho más de modo que salga del agua.
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Levanta el abdomen. También deberás levantar activamente el abdomen hasta que el torso salga de la superficie del agua.
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Dobla las rodillas. Dobla las rodillas para que las piernas se abran un poco. Si tus piernas están completamente estiradas, será más probable que te hundas.
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Deja que las piernas cuelguen. Después de doblar las rodillas, deja que las piernas cuelguen a cada lado separadas al menos por varios centímetros. Las piernas no flotarán naturalmente a la superficie del agua. Muchos adultos tienen las piernas más pesadas que los brazos y la parte superior del cuerpo, por lo que naturalmente podrían flotar hacia abajo. Este caso podría ser distinto en los niños pequeños, quienes no tienen piernas musculosas.
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Haz patadas con tus piernas (de ser necesario). Si sientes que tu cuerpo se hunde en la zona de las piernas, tan sólo haz algunas pataditas para que mantengas el cuerpo a flote. Podrás flotar de espalda y luego hacer las pataditas cada vez que sientas que te hundes o sólo hazlas continuamente para evitar hundirte.
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Haz cambios pequeños. Mientras estás flotando de espalda, escucha a tu cuerpo y observa si se hunde en algún lugar. Continúa pateando si te hundes cerca del área de tus pies y piernas, y mueve suavemente las manos y brazos en el agua si sientes que la parte superior del cuerpo está saliéndose de la posición correcta. También podrías tratar de levantar la barbilla más alto o arquear la espalda un poco más para que tu cuerpo flote más.
- Si sales de la posición de flotación, tan sólo alinea tu cuerpo con la superficie del agua y vuélvelo a intentar. Aprender a flotar de espalda toma su tiempo.
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Consejos
- También, arquea la espalda para encontrar un buen equilibrio.
- Asegúrate de que sepas nadar antes de intentar flotar. Hacerlo te ayudará a mejorar tu sentido del equilibrio y te brindará confianza en el caso de que sientas que te hundas.
- No le digas a tu acompañante que quieres flotar; sólo piensa que ya lo estás haciendo y cuando te suelte no habrá problema.
- Levanta tus caderas y mantenlas así.
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Advertencias
- No hagas esto estando lleno o casi lleno.
- Practica con un adulto cerca de ti.
- Si es la primera vez que intentas flotar, pídele a un profesor que te ayude. ¡No lo hagas solo!
- ¡Ten cuidado! Si recién estás aprendiendo, no intentes flotar en la parte profunda y no lo hagas si no hay nadie que te pueda ayudar.
- Aprende a nadar bajo el agua primero, porque te podrías hundir. Practica en una piscina de 1 metro (3 pies) de profundidad si mides más de 1,25 metros (5 pies).
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