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¡No hay nada peor que no estar equipado! Ahora, eso no significa que alguna vez te encontrarás en una situación en que no tengas más remedio que forjar tu propio cuchillo, pero ¿quién sabe? Podría ocurrir y, si sucediera, estarás agradecido por haber leído este artículo. Para forjar tu propio cuchillo, tendrás que calentar acero, martillarlo para darle forma, y endurecerlo y templarlo para que sea más fuerte.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Forjar la punta

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  1. La temperatura apropiada varía, pero un fuego de carbón con aire soplado será suficiente. [1]
    • Una pieza de acero 01 es ideal para este proyecto.
    • Siempre debes usar protección ocular y guantes cuando trabajes con metales calientes.
  2. El acero debe estar a 1150 o 1200 °C (2100 a 2200 °F), y tendrá un color amarillo o pajizo. [2]
    • Usa pinzas de forjar siempre que quieras quitar el metal de las llamas, dado que estará muy caliente.
  3. Coloca un extremo del acero caliente en un yunque mientras sujetas el otro extremo con pinzas de forjar. Luego, usa un martillo redondo para golpear una de las esquinas del extremo del acero caliente y darle la forma de la punta de un cuchillo. El lado plano será más adelante el filo de la hoja, y el lado curvo será la espina cuando termines. [3]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Aplanar la hoja

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  1. La espiga es la parte del cuchillo que va en el mango. Deja aproximadamente 5 cm (2 pulgadas) o más en el extremo de acero opuesto al punto de la espiga. [4]
    • Usa una regla para medir el extremo del metal. Luego, martilla una pequeña marca en el lugar donde comienza la espiga para tener como referencia. [5]
  2. Vuelve a calentar el metal. Luego, golpea hileras con el martillo en la hoja para estrechar el acero y dale una forma cónica distal. Trabaja en ambos lados de la hoja para evitar que se deforme. [6]
    • Los cuchillos generalmente tienen una forma cónica distal, lo que significa que la hoja se afina a medida que se acerca al punto. [7]
  3. Martilla el borde plano de un lado de la hoja. Luego, voltea la hoja y martilla el lado plano del otro lado. Sigue así mientras trabajas en ambos lados para que queden uniformes. Ten en cuenta que martillar los biseles hará que la hoja se doble hacia la espina, lo cual es normal. [8]
    • Los biseles son las pendientes leves en cada lado de la hoja que van hacia el filo.
  4. Ambos problemas causan inclusiones que debilitan la hoja. [9]
    • Si observas que el metal se pliega sobre sí cuando martillas el filo o la espina, coloca la hoja plana en el yunque y martilla los bordes hacia abajo para que vuelvan a estar planos.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Reforzar y afilar el cuchillo

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  1. Permite que se enfríe con el aire entre cada calentada hasta que el color rojo desaparezca. Después de la tercera vez que lo calientes, permite que se enfríe en el fuego toda la noche. Enfriarlo muy lento hará que sea más blando y fácil de limar. [10]
  2. Pasa los bordes y laterales de la hoja hacia adelante y atrás sobre una lija de papel para alisarlos. [11]
  3. Solo debes sumergir el metal en sentido vertical. Cualquier otro ángulo, por más pequeño que sea, creará burbujas alrededor del metal, causando una deformación que tendrás que volver a forjar. [12]
    • Deja el acero en el aceite durante 30 a 60 minutos.
  4. También puedes dejarlo en un lugar caliente cubierto con algunos carbones, como una caja de ladrillo improvisada. [13]
    • Sumergir la hoja en aceite para motor la endurece, pero también más quebradiza, por lo que es importante templarla después. El templado hará que la hoja sea más dura y menos quebradiza.
  5. Puedes hacer agujeros y pasadores de madera en la espiga o envolver la espiga con cable o alambre. También puedes hacer una espiga puntiaguda, ponerla en un bloque de madera y limar la madera para darle forma.
  6. Por último, usa un suavizador de navajas de cuero con pasta para pulir para quitar la rebaba y tener un borde bien afilado. [14]
    • Comienza con el lado de grano grueso de la piedra de afilar. Sujeta el filo del cuchillo contra la piedra a un ángulo de 22 grados y pasa la hoja hacia adelante en la piedra 10 veces de cada lado. Luego, repite con el lado de grano fino de la piedra.
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Consejos

  • Tómate tu tiempo. La habilidad de hacer un cuchillo mejora cuanto más tiempo practiques.
  • Trabaja el metal en la misma cantidad en ambos lados para que sea uniforme.
  • Es más fácil si haces un molde de arcilla y moldeas el metal antes de usar el yunque para que tenga forma y sea más fácil de afilar.
  • No toques el metal hasta que esté frío a tal punto que puedas ver el color del metal con el que has comenzado.
  • El yunque debe estar posicionado a cierto nivel para que esté justo a la altura de los nudillos. Si no ajustas la altura correctamente, podrías experimentar dolor en la zona lumbar y no poder forjar de manera apropiada.
  • No pretendas que tus primeros cuchillos sean perfectos, a menos que tengas habilidades de herrería. Se necesitan meses o años de práctica para hacerlo bien. Para aprender, haz herramientas simples como martillos, sacabocados, clavos, etc. Además, evitarás la vergüenza que podrías sentir en las clases de forja cuando un cuchillo termina siendo una cuchara.
  • Trabaja con el metal solo cuando esté al rojo vivo o más, pero no lo calientes tanto al punto que puedas ver chispas que salen del metal. Algunos metales comienzan a perder sus enlaces químicos y se vuelven quebradizos al enfriarse, como el hierro y el hierro fundido.
  • No golpees el metal con mucha fuerza con el martillo. Por más que la cara esté plana, terminarás haciéndole un gran terrón.
  • Si quieres facilitar las cosas, usa un metal fino que no sea más grueso que una llave de bronce. Fórjalo en frío (sin calor) para darle la forma que quieras, lima un borde y afila con una piedra para afilar o cualquier superficie de esmerilado fino.
  • No uses materiales peligrosos (incluso ácido) para limpiar, moldear y bañar el metal. Los lingotes de plomo derretido son suficientes para causar problemas de salud a largo plazo. Si tienes dudas con respecto al material, corta una pequeña pieza y derrítela a distintas temperaturas de metales. Usa una mascarilla respiradora y protección ocular mientras pruebes materiales desconocidos.
  • Escoge un metal que le proporcione al cuchillo una vida útil larga. A fin de cuentas, el acero es el mejor metal para hacer cualquier herramienta o producto, pero puede ser costoso y difícil de forjar. No uses metales blandos como estaño, zinc, etc. Si solo tienes pequeños incrementos, fúndelos, pero ten cuidado con el punto de ebullición y derretimiento del metal y con la mezcla.
  • El hecho de que un metal no brille no significa que no esté caliente. Ten cuidado siempre que lo toques.
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Advertencias

  • Al enfriar el filo de la hoja (paso 9), existe la posibilidad de que se deforme.
  • El cuchillo estará afilado, ¡así que no lo pruebes en tu dedo pulgar!
  • Trabajar con metales es muy peligroso. Sé inteligente, concéntrate y ten cuidado cuando forjes. Si observas un metal que sabes que no has enfriado, usa pinzas, en vez de las manos.
  • No coloques las herramientas cerca de la forja por más de 10 segundos, y no las toques con las manos. Permite que se enfríen con el aire.
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Cosas que necesitarás

  • metal
  • horno
  • martillo redondo
  • pinzas para forjar
  • hoja de lija
  • aceite para motor
  • piedra de afilar
  • lima fina
  • suavizador de navajas de cuero

Acerca de este wikiHow

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