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Los peces betta (que también se conocen como peces luchadores siameses) son mascotas populares debido a sus colores brillantes y aletas prominentes. Aunque generalmente prefieren vivir solos, los peces betta son criaturas sociables que pueden aburrirse con facilidad y necesitan una estimulación regular para mantenerse saludables. Por lo tanto, pueden y deben acompañarse de otros peces y no solo rodearse de simples objetos dentro de una pecera. Con el cuidado adecuado y una interacción regular, puedes forjar un vínculo saludable con tu mascota.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Escoger y cuidar del pez

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  1. Con el cuidado adecuado, los peces betta viven con normalidad entre dos y cuatro años. De manera ocasional, pueden llegar a vivir hasta diez años. Debes escoger un pez saludable y brindarle el cuidado adecuado para que puedas forjar una relación duradera con él.
    • La mayoría de las tiendas de mascotas ofrecen muchos más peces bettas machos que hembras, ya que los primeros son más coloridos y presentan aletas más grandes. Sin importar si escoges un macho o una hembra, debes buscar un pez que tenga un paladar de color brillante (no opaco) y aletas saludables e ilesas.
    • Es probable que creas que necesitas escoger un pez activo y entusiasta en lugar de uno más apacible, pero el comportamiento en la tienda de mascotas no es necesariamente un indicador de la personalidad del pez. Después de todo, es probable que solo esté exhausto de tener lidiar con personas que golpean su pecera todo el día.
    • Puedes encontrar estos y otros consejos de selección (además de mayor información acerca del cuidado) en el artículo sobre cómo cuidar un pez betta .
  2. Es probable que hayas visto a un pez betta en la casa o la oficina de otra persona nadando en un florero o incluso en un vaso. Dado que los peces betta con frecuencia prefieren vivir solos, muchas personas asumen erróneamente que no necesitan ni desean demasiada agua para sentirse cómodos.
    • Es probable que escuches a la gente mencionar que a los peces betta les encantan los espacios pequeños, ya que su hábitat natural son pequeños charcos que dejan las huellas de los búfalos en el sudeste asiático. Aunque los peces betta a veces se encuentran en cuerpos de agua muy acogedores, esto es más una prueba de su capacidad de adaptación durante la estación seca que un indicio de su estilo de vida preferido. [1]
    • En realidad, a los peces betta les gusta contar con bastante espacio para deambular, por lo que debes escoger una pecera que contenga entre 12 y 40 litros (3 y 10 galones). Esto puede parecer una pecera muy grande para un pez tan pequeño, pero es más probable que tu mascota se mantenga feliz y saludable de esta manera. [2]
    • También debes calentar la pecera entre 24 y 26 °C (76 y 80 °F) y contar con un filtro sencillo que no agite demasiado el agua (ya que los peces betta prefieren el agua estancada). Mantén la pecera limpia y cambia el agua en un cronograma regular.
    • Para conseguir más información acerca de la preparación y el mantenimiento de la pecera, puedes consultar el artículo sobre cómo cuidar un pez betta .
  3. Aunque a algunos peces betta no les importa compartir la pecera, muchos (especialmente los machos) se vuelven ansiosos, inquietos y agresivos cuando se enfrentan a otros peces que invaden su espacio.
    • Aunque se han ganado el nombre de “luchadores”, los peces betta machos están más interesados en establecer su dominio que en hacerse daño mutuamente. Sin embargo, las lesiones y la incomodidad general con frecuencia ocurren cuando dos o más machos (o solo un betta macho y cualquier otro pez) se juntan en una pecera. Por lo tanto, es mejor asumir que tu mascota debe vivir en soledad.
    • Es probable que un par de peces hembras tampoco se lleven bien, pero un grupo más grande (de hasta diez aproximadamente) puede sobrevivir. Esto se conoce como una “hermandad” de peces betta. En resumen, puedes dejar que una hembra nade sola o en grupo. [3]
  4. Por lo general, a un pez betta le sienta mejor una dieta bastante específica, que consta de tres alimentos principales: gránulos para peces betta, gusanos de sangre y camarones de salmuera (los dos últimos generalmente se suministran en forma liofilizada).
    • Deberían ser suficientes 2 raciones de 3 a 4 gránulos (desintegrados si tu pez es pequeño) o de 6 a 7 gusanos de sangre o camarones. Los peces betta pueden comer en exceso si tienen la oportunidad, lo que perjudica su salud. Además, pueden sufrir de estreñimiento, que se manifiesta como una hinchazón y que algunos indican que puede aliviarse con un guisante cortado. [4]
  5. Los peces betta también se conocen como peces luchadores siameses porque provienen del sudeste asiático y se sabe que los machos en particular suelen actuar de forma agresiva unos con otros.
    • Los peces betta son sobrevivientes adaptables, ya que ocupan los arrozales del sudeste asiático y se adaptan con facilidad a los ciclos de inundaciones y sequías.
    • El pez betta también es uno de los raros ejemplares de “peces laberíntidos”, lo que significa que pueden respirar oxígeno tanto del aire como del agua. Por lo tanto, mientras permanezcan húmedos, pueden sobrevivir fuera del agua por períodos cortos y vivir en pequeños estanques salobres (como lo hacen durante la estación seca) por períodos más largos. [5]
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Parte 2
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Forjar un vínculo con tu pez betta

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  1. Por lo general, a los peces betta les gusta vivir solos, pero también se aburren con facilidad y prefieren estar cerca de “donde se encuentra la acción” mientras marcan su propio “territorio”.
    • Debes colocar la pecera de tu mascota en una sección de la casa de tránsito intenso y que se encuentre ocupada de manera habitual (por ejemplo, la sala de estar o cerca de la cocina). A los peces betta les gusta el movimiento y la acción, incluso si no interactúas directamente con ellos. [6]
    • Reubica la pecera dentro de la habitación de vez en cuando para proporcionarle al pez un cambio de vista. Si le suministras cosas nuevas para ver, estas atraerán su atención y lo mantendrán interesado en tus tejemanejes. [7]
  2. Es difícil forjar un vínculo con una criatura de cualquier tipo que no tenga un nombre, así que debes buscarle uno que se adapte a su personalidad. Al igual que las listas de nombres de bebés que saturan la internet, también puedes encontrar sugerencias de nombres para peces betta si necesitas ayuda. [8]
    • Los peces betta son sensibles a las vibraciones dentro del agua causadas por sonidos (como las voces humanas), por lo que algunas personas consideran que sus peces pueden aprender a reconocer sus voces y acudir a su llamado. Verifica si puedes activar una respuesta regular mencionando el nombre de tu mascota cada vez que la visites.
    • Al menos, al hablarle a tu mascota le ofreces una oportunidad de interacción para que anhele y busque forjar un vínculo contigo. Después de todo, ¿quién no necesita un amigo que lo escuche?
  3. La reubicación de la pecera (como se indicó anteriormente) es una forma de cambiar la vista. Sin embargo, si solo contemplas a tu pez con regularidad, le brindarás algo nuevo en qué enfocarse y con el tiempo llegará a reconocerte.
    • Los peces betta machos son famosos por “aletear” al ver su reflejo en un espejo, ya que esta es la respuesta natural cuando se encuentran con otro pez betta. Existe un debate acerca de si el uso frecuente de un espejo es una práctica buena (como estimulación) o mala (por el estrés que produce), por lo que tal vez sea mejor que lo utilices con moderación o lo evites en lo absoluto para mantener a salvo a tu mascota. Ten en cuenta que algunos peces betta pueden mostrarse tímidos y asustados ante su propio reflejo.
    • Además del reflejo ocasional (si lo deseas), puedes hacer dibujos con marcadores de borrado en seco, pegar notas adhesivas cortadas en diferentes formas sobre la pecera, o simplemente colocar objetos nuevos e interesantes en la parte exterior. [9] Observa cómo el pez explora y reacciona ante estos fenómenos nuevos.
  4. Aunque tocar la pecera es una reacción humana natural, algunos expertos recomiendan que se evite esta práctica, ya que puede provocar una conmoción perjudicial en un pez desprevenido. Por el contrario, puedes deslizar el dedo sobre el cristal y observar cómo reacciona tu mascota.
    • Lo más probable es que el pez se acerque a tu dedo, e incluso lo siga mientras se desliza a lo largo del cristal. Es probable que puedas hacer que el pez rote mientras persigue tu dedo.
    • A los peces betta les gusta salir a la superficie, por lo que también puede ser una buena idea que le suministres juguetes y otros objetos para que se divierta. Las pelotas de ping-pong flotantes pueden resultar muy divertidas, tan solo asegúrate de que estén limpias.
    • Puedes echar un vistazo al artículo sobre cómo jugar con un pez betta para conseguir muchas más ideas de juegos.
  5. Al igual que con la mayoría de los animales (incluidos los seres humanos), la promesa de una recompensa en forma de alimento puede constituir una motivación poderosa durante el entrenamiento de un pez betta. Con un poco de paciencia y práctica, tu amigo acuático puede aprender algunos trucos divertidos.
    • Puedes enseñarle a tu mascota a comer de tus dedos colocándolos cerca de los gránulos que colocas en el agua. Deja que el pez termine de extraer toda la comida de tus dedos. Incluso tu mascota puede saltar del agua para tomar sus alimentos de tus dedos. [10]
    • El atractivo del alimento también puede enseñarle a tu pez a nadar (o incluso a saltar) a través de aros (que puedes confeccionar con tallos de chenilla, por ejemplo). Con la práctica, también puedes enseñarle a tu mascota a empujar la pelota de ping-pong con la que juega dentro de una red.
    • El artículo sobre Cómo jugar con un pez betta también constituye un buen recurso para conseguir ideas y métodos de entrenamiento.
  6. La mejor manera de forjar un vínculo con un pez betta es tratarlo como si fuera un amigo de verdad. Puedes visitarlo cuando uno o ambos estén felices o tristes, estresados o relajados, sanos o enfermos. El proceso para forjar un vínculo con cualquier tipo de criatura requiere esfuerzo, paciencia, sinceridad y cuidado.
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Advertencias

  • Siempre debes lavarte y enjuagarte bien las manos antes de tocar el interior de la pecera de tu mascota.
  • Consigue un “botiquín de primeros auxilios” para que estés preparado para cualquier enfermedad que tu pez betta pueda contraer.
  • Debes investigar antes de agregar otros amigos acuáticos y asegúrate de que la pecera sea lo suficientemente grande como para contener más peces.
  • Evita agitar la pecera, ya que podrías hacer que tu pez betta se estrese.
  • Si no utilizas un acondicionador de agua para acuarios, tu pez puede enfermarse y morir con mucha facilidad.
  • Evita mantener más de un pez macho en una pecera. Debes investigar antes de colocar a varias hembras juntas. Evita agrupar peces machos y hembras en una sola pecera.
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