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Una hipótesis es una descripción de un patrón en la naturaleza o una explicación sobre algún fenómeno del mundo real que puede demostrarse por medio de la observación y la experimentación. El método más común de utilizar una hipótesis en la investigación científica es mediante una declaración tentativa, comprobable y falsificable que explica algún fenómeno observado en la naturaleza. [1] Esto es lo que de manera más específica se conoce como hipótesis explicativa . No obstante, una hipótesis también puede ser una declaración que describe un patrón observado en la naturaleza. En este caso, esta declaración recibe el nombre de hipótesis de generalización . [2] [3] Las hipótesis pueden generar predicciones , las cuales son declaraciones que proponen que una variable impulsaré un cierto efecto o cambio en otra variable como resultado de un experimento controlado. No obstante, muchos recursos científicos promueven el mito de que una hipótesis simplemente es una conjetura educada y no es diferente de una predicción. [4] Podrás saber más sobre este malentendido en líneas más abajo.

Muchos ámbitos académicos, desde las ciencias físicas hasta las ciencias de la vida o las ciencias sociales, emplean pruebas de hipótesis para comprobar ideas con la finalidad de aprender sobre el mundo y obtener un conocimiento científico avanzado. Independientemente de que seas un académico o estudiante novicio en una clase de ciencia, será muy importante que comprendas qué son las hipótesis, y que puedas generar hipótesis y predicciones. Estas instrucciones te ayudarán a empezar.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Prepararte para escribir una hipótesis

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    Elige un tema. Elige un tema que te interese y en el que creas que sería bueno profundizar.
    • Si vas a escribir una hipótesis para una tarea escolar, es posible que te proporcionen el tema de la hipótesis.
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    Infórmate sobre las investigaciones existentes. Recopila toda la información que puedas sobre el tema que elegiste. Tienes que convertirte en un experto en el tema y comprender muy bien lo que ya se sabe sobre este.
    • Enfócate en la redacción académica. Deberás asegurarte de que la información sea imparcial, precisa y completa.
    • Puedes encontrar información en los libros de texto, en una biblioteca y en línea. Si estás en la escuela, también podrías buscar ayuda de los maestros, bibliotecarios y compañeros de clase.
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    Analiza la información. Dedica un tiempo a leer los materiales que hayas recopilado. Mientras lo hagas, busca y toma nota de las preguntas sin respuesta en la información, pues podrá proporcionarte ideas excelentes para las áreas que deberás investigar.
    • Por ejemplo, si te interesan los efectos de la cafeína en el cuerpo humano pero te das cuenta de que nadie parece haber explorado si afecta a los hombres de una manera distinta de las mujeres, podría ser un aspecto sobre el cual formular una hipótesis. Asimismo, si te interesa la agricultura orgánica, podrías notar que nadie ha probado si los fertilizantes orgánicos dan lugar a índices de crecimiento distintos en comparación con los inorgánicos.
    • En ocasiones, puedes encontrar espacios en la información existente al buscar frases como “se desconoce” o lugares donde dicha información esté claramente omitida. También podrías buscar una frase que parezca exagerada, improbable o demasiado buena para ser cierta, como el hecho de que la cafeína mejora las habilidades matemáticas. Si la afirmación es comprobable, podrías brindar un excelente apoyo al conocimiento científico por medio de tu propia investigación. Si confirmas que la información es verídica, esta será aún más creíble. Si no encuentras nada que la respalde, podrás ayudar en la corrección necesaria de ese aspecto científico.
    • El análisis de estos tipos de preguntas te proporcionará un excelente método para distinguirte al rellenar espacios importantes en un campo de estudio.
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    Genera preguntas. Después de analizar la información sobre el tema, realiza una o más preguntas sin respuesta que te interesaría explorar a mayor profundidad. A continuación, estas son las respuestas de investigación:
    • Con base en los ejemplos anteriores, puedes preguntar lo siguiente: “¿De qué manera afecta la cafeína a las mujeres en comparación con los hombres?” o “¿De qué forma los fertilizantes orgánicos afectan el crecimiento de las plantas en comparación con los fertilizantes inorgánicos?”. El resto de tu investigación estará orientado hacia la resolución de estas preguntas.
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    Busca pistas concernientes a lo que podría ser la respuesta. Una vez que hayas generado la(s) pregunta(s) de investigación, verifica si los hallazgos o teorías existentes relacionados con el tema proporcionan pistas que te permitan elaborar ideas acerca de las posibles respuestas a dichas preguntas. En ese caso, estas pistas pueden conformar la base de tu hipótesis.
    • Con base en los ejemplos anteriores, si descubres que existe un patrón donde se indique que algunos otros tipos de estimulantes parecen afectar a las mujeres en una proporción mayor a los hombres, esta podría ser una pista que indique que la cafeína puede tener los mismos efectos. Del mismo modo, si observas que los fertilizantes orgánicos parecen tener una relación con plantas de menor tamaño, podrías explicar este patrón con la hipótesis de que las plantas expuestas a un fertilizante orgánico crecen de forma más lenta que aquellas expuestas a un fertilizante inorgánico.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Formular la hipótesis

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    Determina las variables. Una hipótesis de generalización describe un patrón que creas que puede existir entre dos variables: una independiente y otra dependiente. Si tus experimentos confirman el patrón, podrías sugerir una razón por la que dicho patrón existe o incluso un mecanismo que lo genera. La razón o el mecanismo que sugieras se conoce como hipótesis explicativa .
    • Puedes considerar a la variable independiente como aquella que produce un cierto tipo de diferencia o efecto. En los ejemplos, la variable independiente sería el género (si una persona es de sexo masculino o femenino) y el tipo de fertilizante (si es orgánico o inorgánico).
    • La variable dependiente es aquello que se ve afectado (es decir, lo que depende) por la variable independiente. En los ejemplos anteriores, la variable dependiente sería el impacto medido de la cafeína o el fertilizante.
    • La hipótesis solo debe sugerir una relación. Más importante aún, solo debe tener una variable independiente. Si tienes más de una, no podrás determinar cuál es realmente la fuente de los efectos que puedas observar.
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    Genera una hipótesis simple. Una vez que hayas dedicado un tiempo a pensar en la pregunta de investigación y las variables, escribe tu idea inicial acerca de la manera en que dichas variables podrían estar relacionadas utilizando una simple frase declarativa.
    • En este punto, no te preocupes demasiado por ser preciso o detallado.
    • En los ejemplos anteriores, una hipótesis podría conformar una frase acerca de si el género de una persona puede resultar relevante en la manera en que se ve afectada por la cafeína. Por ejemplo, en este punto, la hipótesis podría ser simplemente la siguiente: “El género de una persona se relaciona con la manera en que la cafeína afecta su ritmo cardiaco”. La otra hipótesis conformaría una declaración general sobre el crecimiento de las plantas y el fertilizante. Por ejemplo, la hipótesis explicativa simple podría ser la siguiente: “Las plantas que recibieron diferentes tipos de fertilizante tienen tamaños distintos porque crecen a ritmos variados”.
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    Decide la dirección de la hipótesis. Las hipótesis pueden ser direccionales o no direccionales. Una hipótesis no direccional simplemente afirma que una variable afecta a otra de alguna manera, pero no dice específicamente cómo. Por su parte, direccional proporciona más información sobre la naturaleza (o “dirección”) de la relación, indicando específicamente la manera en que una variable afecta a otra.
    • Con base en nuestros ejemplos, las hipótesis no direccionales serían: “Existe una relación entre el género de una persona y la cantidad de cafeína que aumenta su ritmo cardiaco” y “Existe una relación entre el tipo de fertilizante y la velocidad a la que crecen las plantas”.
    • Las predicciones direccionales basadas en las hipótesis anteriores serían: “Las mujeres experimentarán un mayor incremento en el ritmo cardiaco después de consumir cafeína en comparación con los hombres” y “Las plantas fertilizadas con un fertilizante inorgánico crecerán con mayor rapidez que aquellas fertilizadas con uno orgánico”. De hecho, estas predicciones y las hipótesis que las permiten son tipos de declaraciones muy distintas. Podrás encontrar más información sobre esta distinción en líneas más adelante.
    • Si la literatura te brinda alguna base para hacer una predicción direccional, es mejor hacerlo, pues proporciona más información. Especialmente en las ciencias físicas, las predicciones no direccionales suelen parecer inadecuadas.
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    Sé específico. Una vez que tengas una idea inicial plasmada en papel, es momento para comenzar a perfeccionarla. Haz que tus hipótesis sean lo más específicas posible, de modo que quede completamente claro qué ideas probarás. Haz que tus predicciones sean específicas y medibles de modo que proporcionen evidencia de una relación entre las variables.
    • Si es necesario, especifica la población (es decir, las personas o cosas) sobre la que esperas obtener un conocimiento nuevo. Por ejemplo, si solo estuvieras interesado en los efectos de la cafeína sobre las personas de edad avanzada, tu predicción podría ser la siguiente: “Las mujeres mayores de 65 años tendrán un mayor incremento del ritmo cardiaco que los hombres de la misma edad”. Si te interesara únicamente la forma en que el fertilizante afecta a las plantas de tomate, tu predicción podría ser la siguiente: “Las plantas de tomate tratadas con fertilizante inorgánico crecerán con mayor rapidez durante los primeros 3 meses que aquellas tratadas con un fertilizante orgánico”.
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    Asegúrate de que tu hipótesis sea comprobable. La hipótesis debe sugerir una relación entre dos variables o una razón por la que dos variables se relacionan con la finalidad de que puedan observarse de manera factible y medible en el mundo real y observable .
    • Por ejemplo, no debes hacer una hipótesis como “El rojo es el color más bonito”. Esta declaración es una opinión y no puede comprobarse en un experimento. No obstante, proponer la hipótesis de generalización donde se indique que el rojo es el color más popular es algo que se puede comprobar por medio de una encuesta aleatoria simple. Si confirmas efectivamente que el rojo es el color más popular, tu próximo paso puede ser preguntarte lo siguiente: ¿Por qué el rojo es el color más popular? . La respuesta que propongas será la hipótesis explicativa .
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    Escribe una hipótesis de investigación. Por lo general, las hipótesis se expresan en forma de oraciones condicionales. Por ejemplo: “Si los niños consumen cafeína, su ritmo cardiaco aumentará”. Esta declaración no es una hipótesis. Este tipo de declaración es una descripción breve de un método experimental seguido de una predicción, y es la manera más común en la que se representa erróneamente las hipótesis en la educación científica.
    • Una forma sencilla de llegar a la hipótesis para este método y predicción es preguntarte por qué crees que los ritmos cardiacos aumentarán si los niños consumen cafeína. En este caso, la hipótesis explicativa puede ser el hecho de que la cafeína es un estimulante. En este punto, algunos científicos escriben lo que se conoce como hipótesis de investigación , una declaración que incluye la hipótesis, el experimento y la predicción en una sola frase.
    • Por ejemplo, Si la cafeína es un estimulante y algunos niños toman una bebida que la contiene mientras que otros, una que no la contiene, el ritmo cardiaco de los primeros aumentará más que el de los que no lo hicieron.
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    Contextualiza la hipótesis. Quizás suene extraño, pero los investigadores rara vez demuestran que una hipótesis es correcta o incorrecta. En lugar de eso, buscan evidencias para indicar que lo opuesto a sus hipótesis no sea cierto. Si existe la probabilidad de que lo opuesto (la cafeína no es un estimulante) no sea cierto, la hipótesis (la cafeína es un estimulante) probablemente sea cierta.
    • Utilizando el ejemplo anterior, si tuvieras que probar los efectos de la cafeína en el ritmo cardiaco de los niños, podría surgir evidencia que indique la falsedad de tu hipótesis (conocida en ocasiones como hipótesis nula ) en si los ritmos cardiacos de aquellos que consumieron esta sustancia y aquellos que no lo hicieron (conocidos como “grupo de control”) no cambien o lo hagan con la misma magnitud, o si no se produjera ninguna diferencia entre ambos grupos. Por otro lado, si quisieras probar los efectos de los diferentes tipos de fertilizantes, la evidencia que indique la falsedad de tu hipótesis sería que las plantas crecieron al mismo ritmo, independientemente del fertilizante utilizado, o si aquellas tratadas con un fertilizante orgánico lo hicieron con mayor rapidez.
    • Es importante tener en cuenta que la hipótesis nula en realidad aumenta su utilidad cuando los investigadores demuestran la relevancia de sus resultados por medio de datos estadísticos. Cuando se emplean datos estadísticos en los resultados de un experimento, significa que se busca demostrar la idea de una hipótesis estadística nula. Por ejemplo, se demuestra que no existe relación entre dos variables que no hay diferencia entre ambos grupos. [5]
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    Prueba tu hipótesis. Haz tus observaciones o lleva a cabo tu experimento. Tu evidencia puede permitirte rechazar tus hipótesis nulas, lo que sustenta tu hipótesis experimental. No obstante, la evidencia podría no permitirte rechazar tu hipótesis nula, lo que está bien. Cualquier resultado es importante, incluso cuando te envíe de vuelta al principio. ¡Tener que volver continuamente al principio y perfeccionar tus ideas es la forma en que la ciencia auténtica funciona en realidad! [6]
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Consejos

  • Al examinar la información, busca investigaciones similares a lo que quieres hacer e intenta basarte en los hallazgos de otros investigadores. No obstante, también busca afirmaciones que consideres sospechosas y ponlas a prueba por tu cuenta.
  • Sé específico en tu hipótesis, pero no tanto como para que no puedas aplicarla a nada en tu experimento específico. Al elaborar tus conclusiones, debes ser claro con respecto a la población en la que estás interesado. No obstante, ten en cuenta que a nadie (excepto tus compañeros) le interesará leer un documento con la predicción “Cada uno de mis tres compañeros de clase podrá realizar una cantidad distinta de flexiones”.
  • Evita incluir tus sentimientos y opiniones en tus investigaciones. En las hipótesis, nunca debe decir: “Yo creo…”, “Me parece…” o “Mi opinión es…”.
  • Recuerda que la ciencia no necesariamente es un proceso lineal y puede abordarse de diferentes formas. [7]
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Acerca de este wikiHow

Resumen del artículo X

Antes de escribir una hipótesis, piensa en las preguntas que aún no se han respondido sobre un tema específico y haz una suposición fundamentada sobre cuál podría ser la respuesta. Luego, identifica las variables en la pregunta y escribe un enunciado sencillo sobre la forma en que podrían relacionarse. Concéntrate en las variables y predicciones específicas, como la edad o el segmento de la población, para que sea más fácil probar la hipótesis. Para saber cómo probar la hipótesis, ¡sigue leyendo!

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