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Los secuestros ocurren en todo el mundo y por todo tipo de razones. Involucran a familiares, acechadores sexuales y extorsionadores. Puedes volverte más consciente de situaciones que podrían ser peligrosas si les prestas mucha atención a tus alrededores. Si alguien te ataca y trata de secuestrarte, haz todo lo que puedas para escaparte: grita, corre e incluso respóndele luchando si fuera necesario. Si te preparas mentalmente para lo que harías en una situación así, estarás mejor preparado si ocurriera.

Método 1
Método 1 de 3:

Ser consciente de tus alrededores

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  1. Muchos atacantes buscan personas que están distraídas y no son conscientes de lo que pasa a su alrededor. No te quedes mirando a tu teléfono mientras caminas o estás en el bus, más bien, ten los ojos en el escenario y en las personas que están a tu alrededor. Esto te ayudará a identificar situaciones que podrían ser peligrosas. [1]
    • Está bien si tienes tu teléfono fuera o cerca, incluso podría ser útil si tienes que llamar para pedir ayuda. Solo no lo uses si después no podrás saber qué está pasando a tu alrededor.
    • Préstale atención a la forma en que las personas actúan, si alguien te sigue o te mira mucho, y a las rutas de escape que podrías usar en caso de que algo pasara.
  2. Incluso si la persona que está adentro se ve amable, confundida o perdida, no te acerques a una ventana abierta. De ser posible, corta camino y cruza la calle o pasa detrás de unas casas para alejarte de la persona desconocida que te está tratando de hablar. [2]
    • Algunas tretas que los posibles secuestradores usan es pedir direcciones o pretender que están buscando una mascota perdida. Ellos asumen que las personas, en especial los niños, se compadecerán y querrán ser útiles.
    • Si un auto se da la vuelta y regresa a ti, ve a la casa de un vecino o llama a tus padres o la policía. De ser posible, apunta su número de matrícula.
    • También podrías doblar y caminar en la dirección opuesta si crees que un auto te está siguiendo. Si voltea también, sabrás que tienes una situación posiblemente peligrosa a la mano.
  3. Cuando alguien te sigue de cerca, es importante buscar seguridad con otras personas o, al menos, alejarte lo suficiente como para que no te puedan agarrar fácilmente. El objetivo principal es evitar que se acerque tanto que te pueda tocar o coordinar un secuestro con otra persona que esté esperando cerca en un auto. [3]
    • Por lo general, es más seguro estar entre varias personas. Prueba meterte en una tienda o cruzar a una calle ocupada. Hay menos probabilidades de que un secuestrador ataque cuando la víctima está rodeada de otras personas.
  4. y estaciona tu auto en áreas bien iluminadas cuando estés afuera por la noche. Si has salido a comprar muy tarde después del anochecer, estaciona lo más cerca de la puerta de la tienda que puedas y trata de conseguir un lugar de parqueo debajo de un poste de luz. Si estás yendo a algún lugar después de que anochezca, trata de andar solo por áreas bien iluminadas donde haya otras personas alrededor. [4]
    • Si estás en una tienda, podrías pedirle a un trabajador que te lleve hasta tu auto.
    • Si llevas un arma paralizante contigo, asegúrate de saber cómo usarla. Si está olvidada al fondo de tu bolso, no te ayudará cuando te ataquen.
  5. Ten una palabra que solo tu familia y tú sepan. Si alguien se te acerca y dice que tus padres lo han enviado para llevarte en auto a casa por cualquier razón, tendrá que ser capaz de darte la palabra clave. Si no es así, escápate y busca a otra persona adulta. [5]
    • Esta palabra o frase clave debe ser simple, pero única entre tu familia, de modo que un desconocido no pueda adivinarla fácilmente.
    • Incluso si la persona que se te acerca sabe tu nombre y los de tus familiares, de todas maneras, pídele la palabra clave. Es posible que haya averiguado sus nombres de alguna otra manera y no conozca a tu familia en realidad.
  6. Confía en tu intuición y no pongas la cortesía por encima de tu seguridad personal. Si crees que una persona es rara o sientes vibras extrañas, hazle caso a esa sensación. Si en algún tipo de situación te sientes incómodo, no está mal irte o pedirle a alguien que vaya a recogerte. Los atacantes podrían aprovecharse de que las personas tienen que ser corteses o tienen miedo a ser descorteses, así que decide que confiarás en tu intuición y te mantendrás a salvo, incluso si eso quiere decir que tengas que ser “maleducado”. [6]
    • Nuestra intuición a menudo viene de una parte primitiva de nosotros mismos cuyo propósito es identificar las posibles amenazas a nuestra seguridad.
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Método 2
Método 2 de 3:

Escaparse del atacante

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  1. Si es posible, nunca te subas a un auto o vayas a otra ubicación con un atacante. De igual modo, si una persona te dice que tiene a tu familia o que le hará daño, es muy probable que esté mintiendo. Lucha, grita, corre y trata de escaparte antes de que el secuestrador tenga la oportunidad de subirte al auto. [7]
    • A veces, un secuestrador te dirá que nada malo pasará si le haces caso. No lo hagas. Esta solo es otra forma que usa para manipularte y lograr que vayas con él.
  2. Por alguna razón, es menos probable que las personas respondan a un llamado de “¡Ayuda!”. Trata de gritar lo siguiente: “No te conozco”, “Déjame en paz” o “No es mi mamá o papá” o “Un hombre en camiseta roja está tratando de llevarme”. Los datos específicos son excelentes para tratar de que las personas presten atención. [8]
    • Sigue gritando hasta que estés seguro y lejos de tu atacante.
  3. Si alguien agarra tu cartera, mochila, celular, chaqueta, bufanda o incluso camiseta, quítate esa capa de ropa o deja ese objeto y corre. Quizás tu reacción instintiva sea tirar del objeto, pero esto podría acercar al atacante hacia ti. Más bien, déjalo y aprovecha los pocos segundos de tiempo que hayas ganado. [9]
    • Con suerte, al soltar el objeto, tu atacante retrocederá unos cuantos pasos o incluso se caerá.
  4. Por ejemplo, menciona una enfermedad, un padre de familia o un cónyuge que es policía, un rastreador en tu cuerpo o cámaras en edificios cercanos; no importa si es verdad o no. El objetivo es hacer que el secuestro sea muy complicado o que sea un riesgo para el secuestrador de modo que decida dejarte ir. [10]
    • Si temes a una agresión sexual, di que estás embarazada o que tienes una enfermedad de transmisión sexual.
    • Di algo así: “Esos edificios que están ahí tienen cámaras, así que alguien verá tu cara y sabrá que me raptaste”. Sino, di “Mis padres me instalaron un chip, así que siempre saben dónde estoy. La policía te encontrará”.
  5. Si tu atacante logra meterte en un auto, aprovecha tus funciones corporales. Incluso podrías provocarte el vómito, sobre ti, tu atacante o el auto. En pocas palabras, trata de volverte lo más apestoso y asqueroso posible con la esperanza de que tu atacante te bote del auto. [11]
    • La idea es hacer la situación lo más difícil posible para el secuestrador. No hay reglas para cuando alguien te secuestra, así que pon en práctica cualquier idea que tengas para interrumpirlo.
  6. Llama a los servicios de emergencia de inmediato. Si tienes la posibilidad de usar un teléfono, llama a la policía. No llames o mandes un mensaje a un amigo o un familiar. Lo más importante es que informes a la policía que estás en problemas y el lugar dónde te encuentras para que puedan enviar ayuda. [12]
    • Si estás llamando de un teléfono, es posible que tu ubicación pueda rastrearse, así que mantén la llamada mientras estás corriendo incluso si no puedes hablar con la persona que responde.
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Método 3
Método 3 de 3:

Luchar con el atacante

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  1. Muérdelo lo más fuerte que puedas en cualquier parte del cuerpo que esté cerca de tu boca. Una mordidita, en la que te quedes con una capa delgada de piel entre los dientes, a menudo provoca más dolor que una mordida llena de carne. Quizás te dé asco morder a alguien tan fuerte que le partas la piel, pero no dudes en hacerlo. [13]
    • La idea es provocarle suficiente dolor a tu atacante como para que tengas tiempo de escapar.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Adrian Tandez

    Experto en autodefensa
    Adrian Tandez es el fundador e instructor principal de la Academia Tandez, un centro de entrenamiento de defensa personal de renombre mundial. Es un instructor certificado en Jeet Kune Do de Bruce Lee, artes marciales filipinas y silat con el legendario artista de artes marciales Dan Inosanto. Ha estado entrenando en estas artes por más de 25 años.
    Adrian Tandez
    Experto en autodefensa

    No te dejes secuestrar. Adrian Tandez, experto en defensa personal, señala: "Si te dejas secuestrar, tu probabilidad de supervivencia se vuelve extremadamente escasa y cooperar con un secuestrador empeora las cosas. Lucha con el secuestrador como si tu vida dependiera de ello . Luchar y escapar te brinda una mejor probabilidad de supervivencia que si te dejaras atar y llevar".

  2. Usa tus extremidades libres para atacar al secuestrador en lugar de tratar de liberar las que tengas atadas . Si el atacante sostiene tus brazos a los costados, usa las piernas, los pies y la cabeza para atacarlo en lugar de forcejear para liberar tus brazos. De igual modo, si el atacante te ha inmovilizado las piernas, usa los brazos, las manos, el torso y la cabeza para atacarlo. [14]
    • Esto usa tu energía para defenderte y atacar en lugar de cansarte tratando de liberar las otras extremidades. Evidentemente, haz lo que puedas para liberarte, pero trata de enfocarte en atacar y causarle daño a tu secuestrador.
  3. : los pies, las canillas, la ingle, la garganta y los ojos. Estas áreas son las que le provocarán suficiente dolor como para aturdirlo y detenerlo momentáneamente. Písale los pies y los dedos de los pies, ráspale las canillas con tus zapatos, golpéalo en la garganta o agárrale la tráquea, dale con la rodilla o el puño en la ingle y mete tus dedos dentro de la cavidad de sus ojos. [15]
    • El objetivo de luchar con tu atacante no es ganar la pelea, sino ganar tiempo para escaparte. Entonces, apenas puedas, libérate de la persona y empieza a correr y a gritar.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Adrian Tandez

    Experto en autodefensa
    Adrian Tandez es el fundador e instructor principal de la Academia Tandez, un centro de entrenamiento de defensa personal de renombre mundial. Es un instructor certificado en Jeet Kune Do de Bruce Lee, artes marciales filipinas y silat con el legendario artista de artes marciales Dan Inosanto. Ha estado entrenando en estas artes por más de 25 años.
    Adrian Tandez
    Experto en autodefensa

    Considera la posibilidad de llevar un curso de defensa personal para que estés preparado en caso de encontrarte con un atacante . Si no tienes ningún entrenamiento, podrías entrar en un estado de shock si alguien te secuestra. No obstante, si al menos has pasado por un entrenamiento que te haya preparado para una situación como esta, tendrás más probabilidades de poder escapar.

  4. Muchas cosas pueden convertirse en armas, así que palpa a tu alrededor y agarra lo que puedas para lanzárselo a tu atacante. Las llaves se pueden usar para cortar a alguien, los libros se pueden tirar en la cabeza y los ladrillos y otros objetos que encuentres en el pavimento podrían lastimar gravemente a tu atacante y dejar que te escapes. [16]
    • Si usas zapatos de tacón, incluso podrías sacarte uno y usarlo como arma.
  5. Recuerda que no estás tratando de ganar una pelea, sino de salvar tu vida. Apenas hieras o aturdas al secuestrador, empieza a escapar y a gritar. No mires hacia atrás, pues podría retrasarte. Solo corre sin detenerte hasta llegar a un lugar seguro. [17]
    • Llama a la policía apenas puedas. Es posible que regresen a la escena del ataque para encontrar al perpetrador. También puedes hacer la denuncia, dejar que te revisen para ver si estás herido y darles detalles a los policías sobre tu atacante.
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Consejos

  • Toma un curso de defensa personal para aprender a desarmar a un atacante.
  • Invierte en un arma paralizante o un silbato de alerta para tenerlos contigo todo el tiempo.
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