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Los afiches y otras obras de arte se disfrutan mejor cuando se exhiben en una pared para que todos los vean. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando coleccionas más afiches de los que puedes colocar en las paredes? Los coleccionistas de afiches dedicados suelen guardarlos en lugares menos expuestos y más seguros para preservarlos mejor, y los afiches preservados en buen estado conservarán su valor si decides venderlos en algún momento. Hay varias maneras de guardar los afiches, dependiendo del espacio y el presupuesto que tengas, el tiempo que quieras guardarlos, y la frecuencia con la que te gusta mirarlos.
Pasos
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Elige un espacio seco y seguro para guardarlos. Según la cantidad de afiches que tengas, podrías tener que guardar un rollo o decenas de ellos. Si solo tienes un par de afiches, podrás guardarlos dentro de un solo rollo. Puedes guardar un rollo en cualquier lugar; pero si tienes varios, es evidente que necesitarás un área de almacenamiento más grande. Elige o crea un espacio apropiado en el que los rollos no se dañen con lo siguiente:
- humedad
- calor o luz
- plagas como hormigas y termitas
- objetos que les caigan encima o se choquen con ellos
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Compra tubos y envoltorios de plástico sin ácido. Compra la cantidad correcta de tubos para guardar los afiches, y algunos envoltorios plásticos sin ácido para una mayor protección. El plástico sin ácido protegerá los afiches de todo posible daño causado por los químicos que suelen encontrarse en los productos de plástico o cartón más baratos. [1] X Fuente de investigación
- Puedes conseguir fácilmente este tipo de plástico de “archivado” sin ácido en internet, y la mayoría de las principales tiendas de suministros de oficina o envasado tendrán tubos de cartón con tapas en ambos extremos.
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Usa etiquetas adhesivas para poder ver con facilidad qué afiches están dentro de los tubos. Colócalas en cada tubo y anota qué afiches están guardados en los tubos.
- Puedes escribir el título del afiche directamente en las etiquetas o usar letras para designar cada tubo (p. ej., tubo A, tubo B, etc.), y luego escribir números que correspondan a cada título. Anota los títulos de los afiches, en qué tubo están y el número que les corresponde en un registro mayor.
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Separa los afiches que te guste mirar con frecuencia antes de enrollarlos y guardarlos. Es mejor mantenerlos en sus propios tubos separados. Esto evitará que los dañes por accidente cuando los retires del tubo con frecuencia.
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Compra cajas cuadradas para almacenar afiches si tienes muchos rollos que guardar. Puedes conseguir y comprar estas cajas con facilidad en internet. Estas están diseñadas para un almacenamiento más eficiente. Si tienes muchos afiches que guardar, podrás almacenar las cajas cuadradas de una manera más ordenada que con los tubos cilíndricos.
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Prepárate para sostener los afiches. Primero lávate y sécate bien las manos. Lavarte las manos con agua caliente bastará, ya que debes evitar los químicos que suelen estar presentes en los jabones. También puedes usar guantes limpios de algodón blanco, nailon, látex sin polvo o vinilo.
- Usa ambas manos cuando sostengas los afiches, y ten mucho cuidado.
- Nunca los levantes de una esquina, ya que puedes rasgarlos.
- No los arrastres por las superficies porque puedes rayarlos.
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Límpialos en seco antes de guardarlos, y elimina toda tierra, residuo pegajoso o pedazo de cinta vieja antes de enrollarlos dentro del plástico sin ácido. Esto evitará que todo contaminante los dañe una vez que estén dentro de los tubos. Sin embargo, no uses productos de limpieza que contengan químicos que también podrían dañar los afiches.
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Envuélvelos dentro del plástico sin ácido. Consigue una superficie plana y amplia (como una mesa, una cama o el suelo), y coloca el plástico protector primero. Asegúrate de que el plástico tenga una superficie “más extensa” que el afiche más grande.
- Primero coloca el afiche más grande, luego el segundo más grande y así sucesivamente. El más pequeño debe ir al final.
- Puedes colocar más plástico entre los afiches si lo deseas, pero esto no es esencial.
- Enrolla los afiches dentro del plástico y pega este último con cinta para que permanezca enrollado.
- Envuelve los extremos con cuidado (como la envoltura de un caramelo) o mete el plástico en los extremos del rollo.
- Introduce los afiches enrollados en su protector plástico dentro del tubo de cartón, séllalo, etiquétalo y guárdalo.
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Supervisa la colección de afiches almacenados luego de un tiempo. Asegúrate de que los tubos no se hayan dañado con la humedad, la luz fuerte, el calor, los objetos que les hayan caído encima o se hayan chocado con ellos, o las plagas como las hormigas o las termitas.
- Cambia todo tubo con signos de deterioro por uno nuevo.
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Elige un lugar seco y seguro para guardar los afiches. Algunos coleccionistas de afiches más dedicados prefieren los portafolios. Básicamente, son maletas grandes, pero delgadas, que están diseñadas para guardar obras de arte en su interior. Estas suelen tener una solapa que se abre como la de un sobre, o un cierre alrededor del borde. Los portafolios suelen tener un asa para que puedas llevarlos como maletas de gran tamaño, ¡y son perfectas para retirarlos de lugares como la parte inferior de una cama!
- Elige o crea un espacio con un área lo suficientemente grande.
- Es mejor mantener los afiches planos, si es posible.
- Asegúrate de que no se dañen con la humedad, el calor, las plagas o los objetos que les caigan encima o se choquen con ellos.
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Compra los portafolios que necesites. Puedes conseguirlos en las tiendas de arte y en las de suministros de oficina más importantes, o en internet. Los portafolios son más costosos que los tubos de cartón, pero permiten guardar los afiches planos, lo que significa que será menos probable que se doblen por accidente. Los portafolios tipo estuche suelen ser mucho más duraderos que los tubos de cartón, y algunos pueden cerrarse con seguro.
- No elijas los que están hechos de material suave y flexible si quieres apoyarlos contra una pared, ya que con el tiempo empezarán a doblarse y esto podría dañar los afiches en su interior.
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Lávate y sécate bien las manos antes de sostener los afiches. Usa agua caliente y evita el jabón. Los químicos que suelen estar presentes en la mayoría de los jabones y detergentes pueden dañar los afiches.
- También puedes usar guantes limpios de algodón blanco, nailon, látex sin polvo o vinilo.
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Coloca los afiches entre láminas protectoras de plástico sin ácido. Consigue una superficie plana y amplia, y coloca el plástico primero, luego extiende el afiche sobre él asegurándote de que al menos 2,5 cm (1 pulgada) del plástico sean visibles alrededor de los bordes del afiche. Luego coloca otra lámina de plástico sobre el afiche, lo que lo protegerá entre ellas.
- También puedes proteger los afiches de esta manera con cartulinas duraderas sin ácido (nuevamente, con dimensiones más grandes que las de los afiches) en lugar del plástico o junto con él.
- Por otro lado, use micas plásticas transparentes sin ácido que sean lo suficientemente grandes como para contener los afiches.
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Usa sujetapapeles para asegurar los afiches protegidos entre plástico si así lo deseas. Puedes usar broches aprietapapel de plástico o sujetapapeles grandes para asegurar los afiches entre el plástico o la cartulina. Asegúrate de que los sujetapapeles presionen los bordes sobresalientes del plástico o la cartulina, no los afiches; de lo contrario, podrían causar hendiduras. No uses grapas metálicas, ya que pueden rayarlos o rasgarlos.
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Coloca etiquetas adhesivas en los portafolios y en los plásticos o cartulinas que contengan los afiches. Usa estas etiquetas para señalar qué afiches contiene el portafolio, y cuáles se encuentran dentro de cada sección de plástico o cartulina.
- Pega las etiquetas en el exterior del plástico o la cartulina (el lado contrario al del afiche).
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Guarda los afiches protegidos dentro del portafolio. Si vas a usar micas plásticas sin ácido, es una buena idea medir primero un pedazo de cartón de montaje sin ácido más rígido para colocarlo en la mica como un respaldo suelto para el afiche. No dañes el afiche pegándolo o fijándolo de otra forma al cartón.
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Guarda el portafolio. Coloca el portafolio en el lugar seleccionado. Revísalo de vez en cuando para garantizar que no se dañe con el calor, la humedad, las plagas o los objetos que le caigan encima o se choquen con él.Anuncio
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Elige el lugar donde vas a colocar los montones de afiches de forma libre. Evidentemente, no debes apilarlos en un lugar en el que obstaculicen el paso o puedan causar un accidente. Otro punto a tener en cuenta es la accesibilidad: con este método, no podrás acceder con facilidad a los afiches que te guste mirar con frecuencia, ¡en especial si están justo al fondo de un montón en un espacio muy abarrotado debajo de la cama!
- Otro aspecto a considerar es el peso: un montón de afiches apilados puede llegar hasta el techo, pero si planeas apilar muchas láminas de vidrio reforzado pesadas y mantener los afiches presionados de forma apropiada, será mucho más seguro hacerlo en un suelo sólido, y no uno suspendido.
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Reúne lo que vas a necesitar. Puedes ser más creativo con los materiales que uses para apilar los afiches de forma libre, pero puedes seguir colocándolos entre plástico sin ácido para así estar más tranquilo.
- Los marcos con una parte delantera de vidrio son ideales para guardar los afiches de esta forma. Sin embargo, se recomienda evitar las láminas de metal que se oxidan o los tableros de madera que pueden deformarse, liberan resinas o incluso albergan humedad y moho.
- Otra opción ideal es colocar los afiches entre láminas de vidrio plano.
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Limpia todo el vidrio que decidas usar antes de colocar los afiches entre dos láminas del mismo. Si el agua destilada (disponible en la mayoría de las farmacias) no es lo suficientemente fuerte como para limpiarlo de forma apropiada, asegúrate de que el agente de limpieza que compres no contenga químicos que podrían dañar los afiches. Verifica que el vidrio esté totalmente seco antes de usarlo. Con este material, no debes colocar el montón en lugares en los que la luz fuerte pueda filtrarse y dañar los afiches. [2] X Fuente de investigación
- Las láminas de vidrio delgadas no deben amontonarse muy alto, ya que podrían agrietarse por el peso del montón y causar daños.
- El vidrio reforzado es fantástico, pero recuerda que es muy pesado.
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Coloca los afiches entre los materiales que uses para el montón de afiches apilados de forma libre. No seas impaciente cuando lo hagas. Debes colocar cada afiche totalmente plano, ya que es probable que el peso del montón haga que todo doblez accidental se vuelva permanente.
- Puedes crear una montón de afiche apilados libremente con tu colección de afiches hasta la altura que desees, solo recuerda que este método te causará mucho trabajo cuando tengas que moverlos o quieras verlos.
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Referencias
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