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Los dátiles son frutos que normalmente se consumen deshidratados y tienen muchas propiedades beneficiosas para la salud. Su sabor es dulce, lo cual hace de este fruto una estupenda alternativa al azúcar para endulzar los batidos y los postres. Los dátiles saben mejor cuando consiguen retener parte de su humedad natural, por lo que es fundamental guardarlos adecuadamente. Si tienes pensado consumir los dátiles en un plazo de una semana, déjalos en la despensa dentro de un recipiente hermético. También puedes guardarlos en el frigorífico para conservarlos durante un periodo máximo de un año. Si compras los dátiles en grandes cantidades o piensas tardar más tiempo en consumirlos, guárdalos en el congelador.

Método 1
Método 1 de 2:

Guardar los dátiles para su uso inmediato

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  1. Las fiambreras de plástico o de cristal funcionan bien. Compáctalos todo lo que quieras dentro del recipiente. [1]
    • Otra opción consiste en meter los dátiles en una bolsa de plástico con cierre hermético. Extrae el aire y sella la bolsa.
  2. Deja los dátiles en la despensa o en la encimera. Asegúrate de protegerlos de la luz solar directa si los colocas en la encimera. Mantenlos también alejados del fogón y del horno. [2]
    • Los dátiles Deglet Noor y Zahidi se consideran dátiles semideshidratados.
  3. A diferencia de los dátiles semideshidratados, los dátiles blandos no son curados antes de su recolección. Para mantener su sabor y su frescura, guárdalos en el frigorífico. [3]
    • Las variedades Medjool, Khadrawy, Halawy y Barhi son algunos ejemplos de dátiles deshidratados.
  4. Los dátiles no se echan a perder en una semana. En realidad, aguantan mucho tiempo en buen estado (hasta un mes), si se guardan a temperatura ambiente dentro de un recipiente hermético. Sin embargo, la intensidad de su sabor disminuye cuanto más tiempo pasen en la despensa.
    • Conforme los dátiles sigan secándose, pueden ir apareciendo manchas blancas sobre o bajo la piel. Estas manchas son cristales de azúcar. Puedes disolver los cristales de azúcar con calor moderado.
    • Si detectas olor a podrido, decoloración o pérdida notable del sabor, es señal de que los dátiles han caducado.
  5. Mete los dátiles en el frigorífico. Guarda los dátiles en el frigorífico durante un periodo máximo de un año si es necesario. El frigorífico mantendrá el sabor fresco de los dátiles para el momento en que te apetezca comerte alguno.
    • Los dátiles semideshidratados tal vez duren más tiempo en el frigorífico que los dátiles blandos.
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Método 2
Método 2 de 2:

Congelar los dátiles para usarlos más adelante

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  1. Extrae el aire de la bolsa antes de sellarla. Otra opción consiste en utilizar un recipiente hermético, como una fiambrera de plástico o de cristal. Cuando metas los dátiles en el recipiente, deja 1 cm (0,4 pulgadas) de espacio extra para la expansión que tiene lugar durante la congelación. [4]
  2. De esta forma, los dátiles se congelarán antes, reteniendo su frescura y su sabor. Guardar los dátiles en el congelador es una estupenda opción si piensas consumirlos mucho más adelante, o si no sabes con seguridad cuándo los usarás. [5]
  3. De esta forma, los dátiles tendrán tiempo de descongelarse antes de que te los comas o los utilices en alguna receta. Los dátiles una vez descongelados deben tener exactamente el mismo sabor que tenían cuando los compraste. [6]
    • Si tienes que utilizar los dátiles inmediatamente después, déjalos a remojo en un bol con agua caliente. Estarán blandos y listos para su consumo en 30 minutos.
  4. Los frutos deshidratados, como los dátiles, pueden aguantar muchos años en el congelador si se guardan en recipientes bien sellados. Asegúrate de guardar los dátiles en un recipiente hermético para evitar que se quemen debido al frío extremo. [7]
    • Si una vez que saques los dátiles del congelador detectas manchas de decoloración, pérdida notable del sabor u olor a podrido, es señal de que han caducado.
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Consejos

  • Los dátiles contienen muchas vitaminas y minerales como el potasio, el magnesio, el manganeso, el cobre y la vitamina B6. También son una estupenda fuente de fibra.
  • Debido a su alto contenido en fibra, los dátiles favorecen la digestión y pueden aliviar los síntomas del estreñimiento. [8]
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