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La azúcar estirada es un tipo de proceso para hacer caramelo que da como resultado hermosos pedazos opacos con un brillo satinado. Se utiliza con mayor frecuencia para hacer cintas y lazos de azúcar, pero también se puede usar para esculpir otras piezas. El proceso es de nivel avanzado, pero si eres nuevo en hacer caramelo de todas maneras puedes intentarlo.

Ingredientes [1]

  • 270 ml (1 taza y 2 cucharadas) de agua
  • 450 g (5 tazas) de azúcar granulada
  • 35 ml (2 cucharadas y 1 cucharadita) de vinagre de sidra
  • aceite aromático de caramelo (opcional)
  • colorantes alimentarios en pasta (opcional)
Parte 1
Parte 1 de 3:

Cocinar la azúcar

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  1. Asegúrate de utilizar azúcar blanca granulada. No utilices la de color dorado. Revuelve todos los ingredientes hasta que la azúcar se haya disuelto casi por completo.
  2. Asegúrate de que no toque el fondo. La temperatura es muy importante, así que no olvides utilizar uno. Puedes comprarlo en la sección de repostería de una tienda de arte y manualidades o cualquier lugar donde vendan implementos de cocina.
  3. No la revuelvas mientras se cocina o se cristalizará. De rato en rato, limpia los lados de la olla con una brocha remojada en agua fría. Esto contribuirá aún más a que el azúcar no se vuelva a cristalizar en las paredes de la olla.
  4. Extiende de 3 a 4 tapetes, luego distribuye la azúcar entre ellos por igual. Estos tienen que ser flexibles, pues los utilizarás para doblar la azúcar hasta que se enfríe lo suficiente como para manipularla.
    • No raspes el caramelo que sobre para sacarlo del bol. [2]
  5. [3] Déjalo enfriar unos cuantos minutos. Después, agrégale unas cuantas gotas de aceite aromático o colorante alimentario directamente en la azúcar. Incorpóralas con un pincho de madera y movimientos en zigzag. Utiliza un solo color y sabor por cada tapete.
    • No utilices colorante alimentario líquido, pues no se incorporará bien en la azúcar.
    • Combina el color con el sabor. Puedes usar lima con amarillo, limón con verde, cereza con rojo, entre otros.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Estirar la azúcar

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  1. Escoge una combinación de color y sabor para comenzar y colócala debajo de una lámpara. Coloca los demás tapetes debajo de lámparas diferentes. Estos aparatos evitarán que la azúcar se endurezca muy rápido mientras trabajes con ella. [4] Finalmente, ponte un par de guantes de vinilo o plástico.
  2. Dobla el tapete por la mitad a lo largo y presiona el azúcar adentro. Desdóblalo y vuélvelo a doblar por la mitad pero a lo ancho. Sigue doblando y desdoblando el tapete hasta que la azúcar empiece a aglutinarse y ya no esté pegajosa. [5]
    • Al principio, el tapete se va a pegar a la azúcar. Las primeras veces, tendrás que tirar con fuerza y rapidez para abrirlo. [6]
    • Otra opción es tirar de los bordes externos del cúmulo de azúcar hacia el centro hasta que tengas una masa.
  3. Primero hazla rodar en el tapete con la palma de la mano, después dóblala por la mitad. Agarra los dos extremos y tira de ellos. Continúa doblándola y estirándola hasta que empiece a ponerse opaca y adopte un brillo satinado. Sin embargo, no exageres o se volverá a cristalizar y perderá el brillo. [7]
    • Este proceso de doblar y estirar tomará de 4 a 5 minutos. [8]
  4. Una vez que uno de los tapetes esté listo, pasa a trabajar con el siguiente. Mantén la azúcar estirada debajo de la lámpara de calor secundaria para que no se endurezca. Puedes ahorrar tiempo si colocas varios cúmulos de azúcar estirada en un solo tapete. Deja un poco de espacio entre uno y otro para que no se unan.
  5. Escoge un color para comenzar y ponlo debajo de la lámpara de calor principal. Aprieta, haz rodar y estira la azúcar hasta alcanzar la forma deseada. Una vez que estés satisfecho con ella, ponla en una hoja de papel encerado en frente de un ventilador para que se enfríe. [9]
    • Mantén el resto de la azúcar debajo de la lámpara de calor secundaria.
    • ¡Lee la siguiente sección si quieres más ideas para esculpir!
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Darle forma a la azúcar

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  1. Coloca dos colores juntos, uno al lado del otro. Sostenlos por los extremos y estíralos a lo largo. Después, córtalos por la mitad a lo ancho. Coloca los pedazos uno al lado del otro nuevamente, estíralos y córtalos. Repite el proceso una vez más para completar la cinta. [10]
    • Corta los extremos abultados de las cintas.
    • Dobla la cinta para hacer un lazo o un bucle.
    • Envuelve la cinta en tu dedo o en un tubo estrecho para hacer un espiral.
  2. Saca un pedazo del tamaño de una nuez, luego forma una bolita con las palmas de tus manos. Aplánala con presión y dale la forma de un círculo, un corazón o un óvalo. Métele un palito para chupetín y colócalo en un tapete de silicona para horno. [11]
  3. Haz rodar el caramelo para formar una cuerda gruesa de 1 cm (1/2 pulgada). Para darle una textura adicional, gira la cuerda. Deja que el caramelo se enfríe, luego, pártelo en pedazos de 4 cm (1 ½ pulgadas) de largo. [12]
    • También puedes cortar el caramelo con un par de tijeras limpias de cocina antes de que se enfríe. [13]
  4. Estira y haz rodar un poco de azúcar hasta formar una cinta delgada o una cuerda. Envuélvela alrededor de una varilla ligeramente engrasada para formar un espiral, como un bastón de azúcar. Deja que la azúcar se enfríe y después deslízala fuera de la varilla. [14]
  5. Saca un pedazo pequeño y dale la forma de un cuadrado. Haz rodar dos esquinas diagonales hacia adentro para formar un cono. Saca más pedazos y aplánalos para formar pétalos de distintos tamaños. Presiona los pétalos en la base del cono. Luego, haz un tallo con azúcar verde y mételo en la rosa. [15]
    • Primero empieza con los pétalos más pequeños y ve aumentado el tamaño hasta llegar a los más grandes.
    • Sobrepón un poco los pétalos, luego tira de las puntas hacia abajo. Esto le dará un toque realista a la rosa.
    • Para hacer el tallo, enrolla una cinta de azúcar verde alrededor de un pincho aceitado, después sácalo.
    • Si la rosa no se adhiere al tallo, puedes fijarla con una llama de fuego.
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Consejos

  • Una vez que le hayas dado forma a la azúcar, no es necesario mantenerla debajo de la lámpara de calor. Sin embargo, puedes acelerar el proceso de enfriamiento colocando la pieza frente a un ventilador. [16]
  • El vinagre ayudará a que la azúcar no se cristalice. Si no tienes, prueba con jugo de limón. [17]
  • Si no tienes una lámpara de calor, estira la azúcar sin ella. Si empieza a endurecerse, ponla al microondas por unos segundos. [18]
  • Si el caramelo se te pega a las manos, engrásalas con mantequilla ablandada. [19]
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Advertencias

  • La azúcar estirada es una técnica avanzada. Es muy recomendable que tomes unas clases. [20]
  • Ten cuidado con la azúcar. Va a estar muy caliente y puede quemarte la piel o producirte ampollas. [21]
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Cosas que necesitarás

  • una olla
  • un termómetro para caramelo
  • tapetes de silicona para horno
  • lámparas de calor
  • guantes de plástico o de vinilo

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