Cómo hacer crepes

Hacer la masa

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   Bate los huevos y la sal. Empieza rompiéndolos en un bol. Usa un batidor para romper las yemas y lentamente, bate los huevos para combinar las claras y las yemas. Añade la sal y continúa batiendo hasta que esté incorporada.
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   Alterna leche y harina. Mide media taza de harina y añádela a los huevos. Bátelo hasta que sólo veas unos pocos grumos. Ahora añade media taza de leche a la mezcla y remuévelo hasta que quede bien incorporado. Continúa alternando leche y harina hasta que eches la cantidad necesaria que pone en la receta.

   • Batir la leche y la harina en pequeñas partes te ayuda a que los ingredientes se incorporen bien; si lo echas todo a la vez, quedará una masa grumosa.
   • Cuando hayas terminado de añadir la leche y la harina, la mezcla debe tener una textura suave.
   • Si prefieres usar leche desnatada, puedes hacerlo sin problema.
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   Agrega el azúcar y la mantequilla. Termina la mezcla echando primero el azúcar y luego la mantequilla derretida. Continúa batiendo hasta que la mezcla quede suave, sin grumos y de un color amarillo. La consistencia final debe ser fina y líquida, como si fuese leche entera. Si tiene más apariencia de masa de tortitas, añade 1/2 taza de leche.
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Cocinar los crepes

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   Calienta la sartén. Puedes hacer los crepes en una sartén antiadherente, una especial para crepes o una sartén normal. Elige una sartén que tenga aproximadamente 20cm (8 pulgadas) de diámetro. Coloca la sartén en la cocina, ponla a fuego medio y deja que se caliente. Rocía un poco de spray antiadherente para cocinar para evitar que se peguen. ^[1]
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   Echa la mezcla. Con un cazo de servir, pon más o menos 57ml (1/4 de taza) de la mezcla en el centro de la sartén. Si usas mucha masa harás unos crepes gruesos, y nos interesa que sean finitos. Usa una taza medidora para saber la cantidad exacta.
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   Gira la masa. Levanta la sartén y mueve la mano haciendo un movimiento circular para hacer que la mezcla se expanda del centro de la sartén a los lados, para así cubrir la superficie de la sartén en una capa fina. Si necesitas más mezcla para cubrir la sartén, pon un poco más. ^[2]
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   Deja que el crepe se haga. Pon la sartén en el fuego y deja que el crepe se cocine hasta que la parte de arriba quede sólo un poco húmeda. Usa una espátula para levantar cuidadosamente uno de los lados del crepe; debería despegarse sin problema y tener una especie de estampado (unas partes más oscuras que otras) en el otro lado. Esto significa que es el momento de darle la vuelta al crepe.

   • Si parece que el crepe todavía está húmedo en el medio, dale un poco más de tiempo.
   • No lo hagas demasiado tiempo, o la textura se volverá rugosa. Los crepes se cocinan de manera rápida, así que puede que en 45 segundos esté listo para darle la vuelta.
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   Dale la vuelta al crepe. Desliza la espátula bajo el crepe para que sujete la parte del centro y la mayor parte del peso del crepe. Con cuidado, dale la vuelta al crepe. Estira las partes que queden arrugadas para asegurarte de que se cocina por igual. Sólo necesitarás cocinar el otro lado durante 20 - 30 segundos.

   • Cuanto más practiques mejor te saldrá darles la vuelta. Si rompes uno, cómetelo y haz el siguiente.
   • Los chefs con maña pueden darle la vuelta a los crepes sin espátula. ¡Pruébalo si quieres!
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   Cuando el otro lado también esté cocinado, desliza el crepe por un lado de la sartén hacia un plato, ayudándote de la espátula. Continúa haciendo más crepes hasta que te quedes sin mezcla.
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Servir los crepes

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   Sirve los crepes con un relleno clásico de azúcar y mantequilla. Este es el relleno más popular en Francia. Los simples sabores de la mantequilla y el azúcar, resaltan el sabor de la masa. Calienta un poco de mantequilla en una sartén. Cuando empiece a hervir, pon el crepe en la sartén. Deja que se cocine en la sartén unos 45 segundos y dale la vuelta. Espolvorea una cucharadita de azúcar sobre el crepe. Dóblalo a la mitad, y luego a la mitad otra vez (quedará un triángulo). Pon el crepe en un plato y sírvelo.

   • Un chorrito de zumo de limón también es delicioso en este simple relleno.
   • Experimenta con diferentes tipos de azúcar. El azúcar morena y el azúcar glas son grandes sustitutos para el azúcar en grano.
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   Sirve los crepes con un relleno de chocolate. Los crepes rellenos de chocolate también son de los mejores. El proceso para servir un crepe de esta manera es simple: funde mantequilla en una sartén, añade el crepe y cocínalo durante 45 segundos en un lado y luego dale la vuelta. Echa chips de chocolate o trocitos de chocolate negro sobre el crepe. Dóblalo a la mitad y luego otra vez a la mitad. Ponlo en un plato y sírvelo.
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   Sirve los crepes con un relleno de frutas. Fresa, melocotón, manzana y ciruela son ideales como rellenos de crepes, especialmente cuando están espolvoreados con un poco de azúcar glasé. Usa fruta en conserva o fruta fresca para rellenar los crepes.
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   Sirve los crepes con un relleno salado. Los crepes son buenos a la hora de comer y pueden ser un buen sustituto de los sándwiches. Funde queso sobre el crepe, luego ponle trocitos de jamón, espárragos, espinacas u otras verduras. Dobla el crepe a la mitad y luego a la mitad otra vez y sírvelo.
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