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Existen muchos métodos para fabricar jabón. Existe el proceso en frío, el proceso por calor, el proceso de derretir y verter. Entre las distintas técnicas, el proceso en frío es el método más popular para fabricar jabón desde cero.
Pasos
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Reúne todos los materiales que necesitarás: gafas de seguridad (goggles), guantes de hule, una olla limpia de acero inoxidable, un tazón de cristal, un recipiente de cristal graduado, una báscula, utensilios de plástico resistente para revolver, termómetro de cocina (dos de ser posible: uno para los aceites y otro para la lejía), los ingredientes para la receta que formará tu mezcla de jabón, y moldes pequeños de la forma que prefieras para tus jabones.
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Llena el recipiente de cristal graduado con la cantidad adecuada de agua destilada, conforme lo indique la receta que elegiste. Nota importante: la naturaleza cáustica de la lejía dejará marcas pequeñas en el cristal, dándole la apariencia de estar escarchado. El recipiente seguirá funcionando bien, pero la modificación de su apariencia es permanente.
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Añade la cantidad adecuada de lejía para crear la solución de agua y lejía; hazlo lentamente, revolviendo bien. Las dos sustancias tendrán una reacción inicial que hará subir la temperatura de la mezcla hasta que se torne muy caliente. Asegúrate de siempre añadir la lejía al agua y no en el orden inverso; el agua cayendo rápidamente podría provocar una explosión “volcánica” de burbujas.
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Deja reposar tu solución de agua y lejía en un lugar seguro para que pueda enfriarse.
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Pesa tus aceites para tener la cantidad indicada en tu receta; usa la olla de acero inoxidable para calentarlos (o derretirlos, si están en estado sólido) sobre una flama media.
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Cuando tanto tus aceites como tu solución de agua y lejía lleguen a la misma temperatura –idealmente alrededor de los 43 °C– incorpora lentamente la solución de lejía en la olla con los aceites para crear la mezcla de tu jabón. En este paso se recomienda usar las gafas de seguridad y los guantes de hule por si alguna gota de lejía llegara a salpicarte.
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Revuelve vigorosamente la mezcla de jabón. Continua agitando constantemente durante unos 15 minutos, hasta que la mezcla comience a espesarse como un pudín. A este punto de la mezcla se le conoce como etapa de “delineado”. Puedes usar una licuadora de mano para acelerar la transición de la mezcla hasta esta etapa.
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Una vez que la mezcla haya alcanzado la etapa de “delineado”, puedes añadir los aceites con esencia, otras hierbas y fragancias, o pigmentos para el tono que quieres darle al jabón. La etapa de “delineado” se puede reconocer precisamente por las líneas y patrones que el instrumento con el que estés revolviendo deja sobre la superficie espesa de la mezcla.
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Vierte tu mezcla de jabón en los moldes; asegúrate de distribuirla uniformemente para crear barras de jabón de tamaño parecido.
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Guarda los moldes en un lugar tibio y permite que el jabón repose y se solidifique durante las siguientes 24 o 48 horas. Envolver los moldes en una toalla o una frazada ayuda a mantener la temperatura tibia de los jabones y acelera su proceso de “curación”.
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Después de que el jabón se haya solidificado, todavía tendrá un contenido alto de agua. Retira el jabón de los moldes, córtalo si las barras aún no son del tamaño que deseas, y permite que tus jabones se añejen durante cuatro o seis semanas antes de usarlos.Anuncio
Consejos
- Usar una licuadora de mano en lugar de un utensilio de plástico para revolver la mezcla puede hacer mucho más rápido el llegar a la etapa de “delineado”.
- Mide o pesa tus aceites por adelantado para agilizar el proceso.
- Es difícil lograr que la mezcla se espese lo suficiente para llegar al “delineado” si permites que los ingredientes se enfríen demasiado en el paso previo: la temperatura de la solución de lejía y los aceites nunca debe bajar de los 37°C.
- También puedes usar un tazón de plástico resistente, en lugar de uno de vidrio, para la solución de agua y lejía.
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Advertencias
- La sosa es en extremo cáustica. No prepares jabón si hay niños o mascotas que podrían resultar heridos; ten vinagre a la mano para aplicar si una parte de tu piel entra en contacto con la lejía.
- Siempre usa equipo de seguridad: guantes de hule y gafas protectoras.
- La mezcla de jabón todavía será algo cáustica al momento de colocarla en los moldes. Manéjala con cuidado.
- Si la solución de lejía toca tu piel, primero sacude todos los cristales de lejía de la superficie afectada y luego enjuágala bajo un chorro de agua abundante. El vinagre es bueno para neutralizar la acción de la lejía en superficies como barras de cocina, pero le toma tiempo actuar. Si usas vinagre para tratar una parte de tu piel que entró en contacto con la lejía, ésta continuará su efecto abrasivo mientras el vinagre comienza a actuar: por eso es mejor primero diluir la lejía enjuagándola con agua abundante y luego aplicar el vinagre.
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