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Tener un jardín puede constituir una manera maravillosa de cultivar tus propias verduras, embellecer tu propiedad o atraer la fauna local. Puedes cultivar un jardín excelente en el patio trasero, o plantar uno pequeño si tienes espacio limitado. Incluso puedes plantar un jardín utilizando nada más que contenedores. Si piensas hacer un jardín y no estás seguro de dónde comenzar, existen varias cosas que te podrían ayudar. Debes tener en cuenta los diferentes tipos de jardines, preparar el área y las herramientas, escoger las semillas y las plantas y luego cultivar el jardín.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Escoger un tipo de jardín

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  1. Existen muchos tipos diferentes de jardines y usos que les puedes dar, así que ten en cuenta lo que tu tipo ideal de jardín va a proporcionarte. Algunos de los diferentes tipos de jardines incluyen los siguientes: [1]
    • Huerto . Este es probablemente el tipo de jardín más popular y práctico. Al cultivar tus propias verduras, puedes ahorrar dinero y aumentar la cantidad de alimentos frescos que consumes.
    • Jardín de flores . Las flores le agregan belleza al jardín y pueden constituir un escape relajante para ti. Si te interesa principalmente embellecer tu propiedad, entonces un jardín de flores puede ser la mejor opción. Puedes cultivar plantas perennes, plantas anuales o un jardín mixto.
    • Jardín de mariposas o colibríes . No es posible cultivar mariposas ni colibríes, pero puedes plantar flores que los atraigan hacia tu jardín (por ejemplo, flores silvestres ricas en polen, eneldos, hinojos y algodoncillos). [2] Un jardín lleno de mariposas o colibríes puede ser un tipo excelente para planificar con los niños.
    • Jardín de vida silvestre . Este jardín ayuda a sustentar a los animales en tu área, ya que les proporciona fuentes de alimento y refugio. Por lo general, estas las plantas de este jardín son nativas del área, por lo que debes aprender cuáles son las especies locales para planificarlo. [3]
  2. Si cuentas con demasiado espacio, puedes plantar un jardín en el suelo. Si tienes espacio limitado o simplemente no deseas plantar el jardín en el suelo, también puedes utilizar contenedores. Puedes cultivar una variedad de diferentes plantas en macetas y mantenerlas en un patio o un área soleada del jardín. Algunas plantas incluso se desarrollan mejor en contenedores interiores, por lo que el uso de estos elementos puede ser ideal si vives en un departamento. [4]
    • Si vives en un área que cuenta con buena tierra y que no es demasiado rocosa ni arenosa, entonces una buena opción sería cultivar el jardín en el suelo.
    • Si cultivar el jardín en el suelo no es una opción viable, considera la posibilidad de comprar contenedores para cultivar las plantas o construir lechos de tierra elevados. Estos elementos que se encuentran por encima del nivel del suelo son excelentes, ya que son más fáciles de llevar en la espalda para moverlos alrededor del patio si lo deseas. Asegúrate de que los contenedores o los lechos sean lo suficientemente grandes para las plantas que deseas cultivar y que cuenten con un buen drenaje.
    • Si cuentas con poco espacio, pero aún deseas plantar un jardín al aire libre, entonces puedes cultivar uno vertical. Para este tipo de jardines, vas a necesitar macetas pequeñas o cajas apiladas y plantas de crecimiento vertical.
  3. Muchas plantas requieren alrededor de 6 a 8 horas de luz solar plena para que se desarrollen bien. Si no cuentas con un área que reciba mucha luz solar, aún puedes cultivar el jardín. Solo tienes que escoger plantas que se desarrollen en la sombra o con menos luz solar. [5]
    • Trata de revisar el área donde planeas cultivar el jardín varias veces al día en un día soleado para verificar cuánto tiempo brilla el sol sobre esa área. Por ejemplo, puedes verificar a las 7 a. m., las 11 a. m., las 2 p. m. y las 5 p. m. Luego, verifica si el sol brilla sobre esa área durante ese periodo. Si el sol brilla sobre un área durante dos o tres de tus controles, entonces es probable que las plantas amantes del sol se desarrollen mejor en esa área.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Preparar el jardín y las herramientas

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  1. La ubicación es importante al momento de planificar el jardín. Lo más importante es determinar si el área que deseas utilizar reciba suficiente luz solar. Luego, ten en cuenta si el tamaño es apropiado para lo que deseas hacer con él y también cómo vas a regar el jardín. Si se trata de un jardín grande, debes ser capaz de llevar una manguera hacia él. Si es más pequeño, debes ser capaz de llevar una regadera completa.
    • Si vas a cultivar un jardín de contenedores, es importante que identifiques un área adecuada para colocar macetas. El área debe recibir una buena cantidad de luz solar y contar con espacio suficiente de manera que las plantas crezcan de forma vertical, y deben ser fáciles de transportar a una fuente de agua o ubicarse en algún lugar que sea conveniente para llevarles el agua.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Lauren Kurtz

    Horticultora profesional
    Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014.
    Lauren Kurtz
    Horticultora profesional

    La horticultora profesional, Lauren Kurtz, recomienda lo siguiente: “Un jardín debe planificarse entre 6 y 12 meses antes de sembrar las plantas. Debes evaluar el área para verificar las condiciones de la tierra y la luz, construir infraestructuras como caminos o cercas, enmendar la tierra, y diseñar el jardín antes de comprar las plantas. La mayoría de las plantas deben sembrarse durante la primavera o el otoño”.

  2. Una buena tierra contará con una cantidad adecuada de cal, fósforo, nitrógeno y potasio. Averigua la cantidad de cada elemento que contiene la tierra y qué necesitas agregar para estimular el buen desarrollo de las plantas. Si vas a cultivar un jardín de macetas, no tienes que preocuparte por este detalle. Puedes emplear tierra para macetas apropiada para el tipo de plantas que vas a cultivar.
    • Puedes conseguir un kit casero de análisis de tierra en muchas ferreterías y tiendas de jardinería. Sigue las instrucciones para averiguar las propiedades de la tierra de tu jardín.
    • Puedes tomar muestras de tierra de tu jardín y enviarlas a un laboratorio local de pruebas certificado o al servicio de extensión universitaria. Es probable que le realicen pruebas de laboratorio a la tierra por un pequeño precio y te envíen los resultados en una semana. Este procedimiento resulta mucho más sencillo que probar la tierra por tu cuenta, pero cuesta más.
    • Toma varias muestras de tierra de tu jardín para asegurarte de conseguir resultados precisos.
    • Mide el pH de la tierra para verificar si es necesario realizar cambios para equilibrarla. Utiliza un kit de prueba de pH o elabora tu propia prueba casera y examina la tierra desde el jardín. Ciertas plantas prefieren diferentes niveles de pH, pero es mejor contar con tierra que tenga un nivel lo más cercano al neutro (de 7) en la medida de lo posible. [6]
  3. Una vez que hayas completado las pruebas de pH, debes preparar la tierra agregándole los nutrientes necesarios para estimular el crecimiento de las plantas.
    • Agrega materia orgánica para ayudar a enriquecer la tierra con nutrientes. Puedes utilizar compost (de tu propia pila de compostaje, si cuentas con una), hojas en descomposición, turba o estiércol descompuesto. Todos estos elementos se encuentran disponibles para su compra en centros de jardinería locales si no tienes fácil acceso a ellos.
    • Agrega fertilizante a la tierra para ayudar a sustituir el nitrógeno, el fósforo o el potasio que le pueden faltar. La etiqueta en la bolsa del fertilizante te indicará exactamente la cantidad de cada uno de estos nutrientes. Por ejemplo, los números 5-10-5 indican que el fertilizante contiene 5 % de nitrógeno, 10 % de fósforo y 5 % de potasio.
    • De acuerdo con los resultados de la prueba de pH, si la tierra es alcalina (por encima de 7), debes agregar cal o ceniza de madera para neutralizarla. Si la tierra es ácida (por debajo de 7), debes agregar turba u hojas en descomposición. [7] Dependiendo de las plantas que deseas cultivar, es probable que no sea necesario modificar el nivel de pH. Es más sencillo cultivar plantas que puedan sobrevivan en la tierra existente.
  4. Es importante que consigas información acerca de las condiciones de crecimiento de tu área. Busca en internet, habla con un consultor de jardinería local o comunícate con el servicio de extensión cooperativa.
    • Averigua cuándo comienzan y terminan las heladas en promedio para que sepas el momento adecuado para plantar. Si cultivas las plantas demasiado pronto o demasiado tarde, las semillas o las plantas pueden morir, por lo que es vital que te informes acerca del mejor momento para comenzar a plantar.
    • Consulta acerca de los patrones climáticos locales que podrían afectar el jardín.
    • Consulta el mejor momento para cosechar las frutas, las bayas y las verduras en tu área. La cosecha de algunas plantas puede resultar sencilla, pero otras requieren un poco más de información acerca del mejor momento para cosecharlas.
    • Crea un cronograma para sembrar cada una de las plantas específicas en función de sus requisitos de hábitat y necesidades de crecimiento. Es probable que tengas que cultivar algunas plantas más pronto en la temporada, mientras que otras no necesitan cultivarse hasta el verano. [8]
  5. Para que la jardinería sea lo más sencilla y relajante posible, es importante que cuentes con las herramientas adecuadas. Utiliza una pala de jardinería, guantes, una pala de dientes, cestas o cubos para colocar la maleza y al menos una regadera. Puedes comprar otras herramientas, pero esto no será necesario si tienes un jardín pequeño o mediano.
    • Si tienes un jardín grande, es probable que además tengas que comprar una carretilla, rastrillos, azadas, una podadora y una barrenadora para postes.
    • Ten en cuenta la instalación de un sistema de rociadores automáticos si no tienes el tiempo ni la capacidad para regar el jardín a mano. [9]
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Escoger las semillas y las plantas

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  1. Muchas plantas se desarrollan bien si las cultivas a partir de semillas. Busca los paquetes de semillas en un centro de jardinería local y verifica en la etiqueta cuánto tardan en crecer, cuándo es el mejor momento para plantarlas y cuánta agua necesitan.
    • El cultivo a partir de semillas puede tardar de uno a cuatro meses, dependiendo de lo que vas a plantar, por lo que es importante que planifiques con anticipación.
    • El cultivo a partir de semillas es la opción más económica, ya que un paquete de semillas cuesta solo unos cuantos dólares. Las plantas adultas compradas en tiendas de jardinería pueden costar entre 1 y 50 dólares cada una.
    • El cultivo a partir de semillas tiene la ventaja de que te permite plantarlas en un contenedor y mantenerlas en interiores, o plantarlas directamente en el suelo. Sin embargo, si plantas semillas en contenedores y la mantienes en interiores, puedes conseguir plantas más saludables que si las plantas en el suelo al aire libre. [10] Además, esto puede proporcionarles a las plantas un crecimiento más temprano, ya que no tendrás que esperar a la última helada.
  2. El beneficio de trasplantar una planta adulta al suelo o un contenedor es que ya se encuentra parcialmente cultivada y rendirá frutos más rápido. Además, la planta tendrá más probabilidades de sobrevivir y desarrollarse. El trasplante de plantas adultas toma solo unos minutos de trabajo una vez que has preparado el resto del jardín.
    • Puedes revisar las plantas adultas en una tienda de jardinería local y asegurarte de revisar las etiquetas para determinar si funcionan para el tipo de jardín que estás planeando crear.
  3. Si decides cultivar flores, también cuentas con la opción de plantar bulbos. Los bulbos son fáciles de plantar, y algunos de ellos (los perennes) vuelven a crecer cada año. Algunos bulbos son anuales y deben volver a plantarse cada año.
    • Ten en cuenta que los bulbos solo florecen durante unas cuantas semanas a la vez.
    • Busca bulbos de tulipanes, narcisos y aliums en una tienda de jardinería local que puedas plantar en tu jardín para que los disfrutes año tras año.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Plantar el jardín

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  1. Escoge dónde deseas ubicar cada planta en el jardín. Ten en cuenta la cantidad de luz solar que necesitan y el tamaño total que van a crecer. Comenzar con plantas pequeñas puede resultar engañoso, ya que algunas pueden llegar a ser muy grandes y con el tiempo van a necesitar parcelas o contenedores más grandes.
    • Por lo general, es seguro dejar aproximadamente 25 cm (10 pulgadas) de espacio entre cada planta, pero asegúrate de leer el empaque de semillas o la etiqueta de las plantas para verificar cuánto espacio van a necesitar.
    • También es necesario dejar suficiente espacio entre las filas para que puedas caminar entre ellas. Planea dejar aproximadamente 45 cm (18 pulgadas) entre las filas. [11]
    • Trata de mantener las plantas en grupos por variedad. Por ejemplo, puedes plantar todas las verduras en la misma sección del jardín y mantener las flores o las bayas en otra sección.
    • Averigua qué plantas crecen más altas, ya que crearán sombra con el tiempo y solo se deben plantar cerca de otras plantas que también crecen altas o requieren menos luz solar y más sombra.
  2. Coloca cada planta en el jardín según la disposición que has elaborado. Debes cavar un agujero que tenga el doble del tamaño y la misma profundidad del cepellón, o según se indica en el paquete de semillas. La profundidad puede variar entre 6 mm y 5 cm (¼ y 2 pulgadas) para las semillas dependiendo de lo que vas a sembrar. [12] No importa si vas a plantar en un contenedor o en el suelo. Debes seguir las pautas de profundidad que se indican en el paquete de las semillas.
    • Evita cavar un agujero demasiado profundo. Solo debes cavar lo suficiente como para dejar espacio para todas las raíces sin cubrir el tallo ni las hojas. La tierra en el suelo debe quedar nivelada con la tierra de la planta que vas a sembrar.
    • Coloca suavemente cada planta en el agujero para evitar dañar alguna de sus partes. Utiliza los dedos o una pala para agregar lentamente la tierra al agujero por encima de las raíces. Si la planta que vas a plantar está unida a las raíces (es decir, las raíces se envuelven alrededor del contenedor), debes masajearlas suavemente y aflojarlas antes de plantar. Este procedimiento ayuda a que las raíces se extiendan en la tierra circundante en lugar de continuar envolviéndose alrededor del cepellón, ahogando a la planta.
  3. Debes agregar tantos nutrientes en la tierra como sean posibles para que las plantas crezcan plenas y saludables. El mantillo suele ayudar con este proceso y también previene el crecimiento de malezas. [13] Distribuye el mantillo entre cada una de las plantas en una capa de aproximadamente 2 cm (1 pulgada) de espesor.
    • Para las verduras, debes agregar paja u hojas descompuestas como mantillo alrededor de las plantas para conseguir los mejores resultados.
    • Puedes utilizar astillas de madera o corteza como mantillo para las flores. [14]
  4. Las primeras semanas después de la siembra deben recibir un poco más de agua para ayudar a que las raíces se asienten. Sin embargo, debes evitar regarlas en exceso al inundar la capa superior del jardín. Solo es necesario que suministres aproximadamente 2 cm (1 pulgada) de agua por semana, por lo que es probable que no tengas que regar el jardín si llueve. [15]
    • Utiliza una regadera o un accesorio pulverizador en una manguera para regar las plantas. Debes regar desde lo alto para evitar dañar las hojas o los tallos.
    • Después de unos días de riego de 1 a 2 veces al día, puedes regar con menos frecuencia. Luego, pasa a regar una vez cada dos días aproximadamente. [16]
  5. Una vez que el jardín se encuentre instalado, debes darle tiempo para que crezca. Un jardín saludable puede durar varias temporadas si lo cuidas de forma adecuada. Asegúrate de detectar malezas en el jardín con regularidad y extraer las que encuentres.
  6. Si vas a cultivar un huerto, puedes colocar una cerca alrededor para protegerlo de la fauna silvestre. Esto no es absolutamente necesario, pero puede ayudarte si descubres que tienes invasores frecuentes.
    • Ten en cuenta que los ciervos pueden saltar muy alto. La cerca debe tener al menos 2 m y ½ (8 pies) de alto para evitar que estos animales salten a tu jardín. [17]
  7. Una vez que el jardín haya madurado, debes cosechar los frutos de tu trabajo. Recoge o corta con cuidado las verduras, las bayas, las hierbas y las flores para que las utilices en casa, o simplemente disfruta caminando y relajándote en el jardín si lo has creado con el fin de embellecer tu propiedad.
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Consejos

  • Puedes decorar el jardín con materiales reciclados para que tenga un diseño único.
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