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Muchas personas quieren dejar el hábito del cabello procesado y lucir un cabello natural. Existen muchos beneficios en cuanto a hacer la transición a tu cabello natural, entre ellos una menor cantidad de visitas al salón de belleza y de daños a tu cabello. Si bien esto tomará tiempo, con un poco de amor y paciencia, podrás volver a lucir tu cabello natural.

Método 1
Método 1 de 4:

Empezar con la transición

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  1. Después de tomar la decisión de hacer la transición, debes considerar la cantidad de tiempo que quieras que dure este proceso o que debas dedicarle. Es posible que, al principio, creas que quieres realizar la transición durante un año pero te canses después de tres meses de tener dos texturas diferentes y simplemente te cortes todo el cabello alisado.
    • En caso de que quieras quedarte tanto con tu cabello alisado como con tu cabello natural, debes idear un peinado estándar en el que combines ambas texturas.
    • Puedes probar con un nudo estilo bantú o con un peinado twist out para mezclar con mayor facilidad ambas texturas de cabello muy diferentes en un solo peinado. [1]
  2. Las personas deciden regresar a su cabello natural por diversas razones. Una de las principales es debido al cabello dañado. Después de que sepas en qué estado se encuentra tu cabello, podrás saber cuál será tu siguiente paso. Por ejemplo, quizás sea necesario que cortes una gran cantidad de tu cabello o bien tan solo que te realices un tratamiento de acondicionamiento profundo mientras esperas que te crezca.
    • En caso de que no estés seguro, puedes pedirle a un estilista o peluquero que te examine el cabello, ya que ellos podrán ayudar a orientarte en la dirección correcta.
  3. Al hacer esta transición con tu cabello, uno de los aspectos más importantes es humectarlo de la forma adecuada. El cabello naturalmente rizado suele necesitar tratamientos de humectación profunda para así poder mantenerse saludable. Para empezar, puedes emplear tratamientos de proteína una o dos veces al mes y luego empezar con los tratamientos humectantes con acondicionamiento profundo. Si conservas la humedad, evitarás los daños. [2]
    • En algunos casos, los productos exigen que te dejes el tratamiento durante 5 minutos, mientras que, en otros, se necesitan 30 minutos para que funcionen. Puedes usar el acondicionador a la par que realizas tus quehaceres domésticos. De esta forma, ahorrarás tiempo.
  4. Para desenredarte el cabello, debes hacerlo cuando aún esté mojado y resbaladizo empleando un acondicionador en seco y un peine de dientes anchos. Empieza por las puntas y desplázate hacia la parte superior hasta las raíces. Al pasarte un cepillo a la fuerza desde la parte superior hasta la inferior de forma que avance rápidamente a través de los nudos, en esencia te sacas el cabello de raíz, lo cual les hace mucho daño a tu cabello y tu cuero cabelludo. [3]
    • Debes cepillarte el cabello por las noches de forma que los aceites naturales se desplacen desde la zona de las raíces a través del tallo. Cepíllate en secciones más delgadas para así tener la certeza de incorporar todo tu cabello. [4]
    • Ten particular cuidado en la zona en donde la textura natural se encuentre con tu cabello alisado. A esta se le conoce como la línea de demarcación y constituye la parte más frágil del cabello. Debes tomarte tu tiempo al desenredarte y peinarte el cabello. [5]
  5. Debes tratarlos con el mismo cuidado que las puntas. Esto se debe a que los bordes son muy delicados y se romperán con mayor facilidad que el resto del cabello. Debes prestarles la misma cantidad de atención a los bordes y la nuca que a las puntas, y ser diligente en cuanto a humectar y sellar primero las puntas de tu cabello. Evita descuidar los bordes y la zona de la nuca, particularmente la zona detrás de la hélice de la oreja, al aplicarte un producto humectante y un acondicionador. Dobla la oreja hacia abajo y asegúrate de cuidar esa zona.
    • Evita los peinados que ejerzan demasiada tensión sobre tus sienes y nuca.
    • Utiliza un suero de aceite natural para que los bordes se mantengan lisos y protegidos.
  6. Si las recortas con regularidad, esto puede serte útil para hacer la transición con mayor rapidez a tu cabello natural. Al recortarlas, evitas que las puntas abiertas se desplacen mucho hacia arriba por los mechones de tu cabello y, de esta forma, ocasionen que sea necesario un corte más drástico. En ocasiones, quizás te parezca que tu cabello no crece. Sin embargo, es posible que el problema sea en realidad que las puntas se rompen con mayor rapidez que aquella con la que te crece el cabello. Esto genera la ilusión de que tu cabello está atrofiado.
    • Realízate cortes regulares entre cada 4 y 6 semanas. De esta forma, evitarás que tu cabello se haga más largo.
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Método 2
Método 2 de 4:

Darles mantenimiento a dos texturas de cabello

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  1. Es posible que esto sea fácil si anteriormente has seguido la guía general para el cabello alisado en cuanto a los retoques cada 8 semanas. Empieza a pensar en peinados apropiados de transición para los meses venideros y aprovecha este tiempo para poner en práctica diversos estilos y así determinar si hay algunos que quieras adoptar. [6]
    • Considera las extensiones de trenzas. Estas constituyen una excelente forma de hacer que dejes de pensar en el crecimiento del cabello, además de que hacen que no tengas que peinarte tanto todos los días.
    • Evita optar por algún peinado para el que tengas que usar una plancha para el cabello o un rizador. Debes elegir un peinado que te prepare para cuando tengas tus rizos naturales.
  2. Aquí es cuando puede ser más desafiante hacer la transición debido a que deberás prestar mucha atención al cuidar de tu cabello en la línea de demarcación (es decir, la zona en donde el cabello alisado y el cabello nuevo que te esté creciendo se encuentran). Esta es una zona de particular fragilidad en donde encontrarás la mayor cantidad de daños. [7]
  3. Es posible que te haya crecido entre 5 y 7,5 cm (2 a 3 pulgadas) de cabello nuevo. Ten en cuenta que los rizos nuevos que te crecerán tendrán un aspecto visiblemente diferente que el del cabello alisado. Quizás no percibas tanta diferencia si has empleado un tratamiento texturizador en lugar de un tratamiento para alisar. Podría ser desafiante tener que peinarte todos los días, por lo que debes probar con peinados que aprovechen tus rizos al máximo en lugar de esforzarte por alisar este cabello nuevo que te haya crecido.
    • Recorta entre 2,5 y 5 cm (1 a 2 pulgadas) de cabello y luego continúa con los tratamientos con proteínas y de acondicionamiento profundo.
  4. Cuando te haya crecido alrededor de 10 cm (4 pulgadas) de cabello nuevo, quizás quieras deshacerte del cabello procesado. Podría parecer que las puntas de tu cabello apenas se sostienen. Mientras más pronto te deshagas de las puntas procesadas, podrás empezar más pronto a comprender la textura única de tu cabello y a trabajar con ella. Podrías considerar la posibilidad de cortarte las puntas procesadas si es que tu cabello alisado es más corto que el cabello nuevo que te haya crecido. [8]
    • Si bien esto podría ser difícil para las personas que prefieran tener el cabello largo, ten en cuenta que las puntas delgadas y rotas no te favorecerán.
  5. Para este punto, conocerás mejor tu textura natural y habrás empezado a comprender la forma de lidiar con ella. Una vez que te cortes el resto del cabello alisado, observarás que tu cabello es único y hermoso y que puedes aceptarlo.
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Método 3
Método 3 de 4:

Hacerle mantenimiento a tu cabello con hábitos saludables

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  1. Cuando recuperes tu cabello natural hermoso, debes tratarlo con cuidado. No dejes de peinarte suavemente, comprar productos buenos, realizarte tratamientos semanales de acondicionamiento profundo y emplear una cantidad limitada de calor. Sigue la mayor cantidad posible de estos cambios, incluso si no puedes ceñirte a todos ellos. Obtendrás mejores resultados mientras más constante seas en cuanto a los hábitos saludables para tu cabello.
    • Lleva un diario. Dedica un tiempo una vez cada dos semanas a escribir cómo le va a tu cabello. De esta forma, podrás fijarte si hay mejoras, y también podrá serte útil para determinar qué productos te funcionan y cuáles no.
  2. Si lo haces, despojas a tu cuero cabelludo y tu cabello de los aceites, y haces que queden secos. Por lo general, el cabello rizado no suele tornarse demasiado aceitoso, por lo que atrae una menor cantidad de suciedad. Esto quiere decir que no debes lavártelo todos los días. [9]
    • Si bien será necesario que experimentes un poco, debes lavarte el cuero cabelludo desde cada dos días hasta cada tres semanas.
    • Si tu cabello tiene una longitud de menos de 10 cm (4 pulgadas), si es aceitoso independientemente de la longitud, si tienes que lidiar con la caspa o tienes un empleo en el que debas realizar una gran cantidad de actividad física o lidiar con mucha suciedad, debes lavarte el cabello entre cada 2 y 3 días.
    • Si tu cabello tiene una longitud mediana y no es aceitoso, puedes lavártelo entre cada 1 y 3 semanas.
  3. Con las yemas de los dedos o un cepillo de cerdas suaves, hazte un masaje ligero en el cuero cabelludo. Esta técnica no solo es buena porque te brinda beneficios relacionados con la liberación del estrés, sino también porque fomenta la circulación hacia el cuero cabelludo y los folículos del cabello. Si tienes una mejor circulación, esto hace que tengas más oxígeno y fomenta el crecimiento del cabello.
    • Debes hacerte el masaje antes de lavarte el cabello o bien al momento de aplicarte el champú en la ducha.
  4. Si consigues champús y acondicionadores buenos, esto marcará una gran diferencia en la calidad y la textura de tu cabello. Por tanto, evita los productos baratos para el cabello. Fíjate en qué productos están a la venta en tu salón de belleza o pídele ayuda a tu peluquero en cuanto a los que debas comprar y dónde puedes conseguirlos.
    • Opta por productos naturales para el cabello para así no tener que exponerte innecesariamente a los químicos. [10]
    • Utiliza productos que funcionen para tu tipo de cabello, personalizando de esta forma tu champú y acondicionador. Existen champús y acondicionadores diseñados específicamente para tratar cualquier tipo de cabello (grueso, fino, aceitoso, seco o con frizz).
  5. Puedes obtener muchos peinados hermosos sin tener que usar calor, por lo que debes guardar la plancha y usarla con moderación. Si le aplicas calor a tu cabello a la fuerza, sus células se descomponen y, a la larga, se desprenden; mientras que, si utilizas métodos más naturales para lograr el mismo peinado, tu cabello tendrá un aspecto más saludable y se mantendrá más fuerte.
  6. Al dar vueltas con la cabeza en la cama, tu cabello puede romperse en la almohada y las sábanas. Por tanto, debes dormir todas las noches con el cabello envuelto en un pañuelo de seda o de satén. Como otra opción, puedes usar una funda de satén o de seda para tu almohada. De esta forma, reduces la fricción contra tu cabello y esto evita el desarrollo de puntas abiertas y daños. [11]
  7. El cabello se desarrolla bien debido a determinadas vitaminas que puedes encontrar en una dieta saludable. La biotina incrementa la elasticidad del cabello, lo protege contra la sequedad y produce queratina, la cual constituye un componente fundamental del cabello saludable. De esta forma, se fomenta la salud del cabello. Por otro lado, la vitamina A ayuda a producir sebo saludable, la cual es una sustancia aceitosa que produce el cuero cabelludo y que hace que el cabello se mantenga hidratado. Por último, la vitamina E es un antioxidante que ayuda a neutralizar los radicales libres, además de incrementar la absorción de oxígeno para así ayudar con la circulación sanguínea del cuerpo, lo cual a su vez ayuda a que tu cuerpo produzca cabello nuevo. [12]
    • Para obtener biotina, consume arroz integral, bulgur, guisantes, lentejas, avena, frutas y vegetales.
    • Para obtener vitamina A, debes incorporar a tu dieta el aceite de hígado de bacalao, el aceite de kril, las zanahorias, la espinaca y los duraznos.
    • Para obtener vitamina E, puedes consumir frijoles, soya, vegetales de hoja, aceite de germen de trigo y nueces.
    • Puedes suplementar cualquiera de estas vitaminas que no obtengas mediante tu dieta tomando píldoras vitamínicas.
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Método 4
Método 4 de 4:

Alejarte del cabello teñido

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  1. En caso de que, como muchas personas, el color de tu cabello procesado sea diferente del de tu color natural, será necesario que te tiñas el cabello una vez más para que esté del mismo color que el cabello que te esté creciendo. De esta forma, podrás dejarte crecer el cabello natural y ocultar el lugar en donde las raíces se encuentren con el cabello procesado.
    • Es necesario que sigas este paso para evitar que tu cabello tenga dos tonos.
    • No debes hacerlo por tu cuenta.
    • Pídele a tu estilista que elija un color permanente para tu cabello que sea igual al del cabello natural que te esté creciendo. De esta forma, conforme te lo vayas dejando crecer, tu cabello tendrá un mismo tono.
  2. En caso de que tu cabello esté dañado, partido o muy seco, puedes considerar la posibilidad de cortarte una gran cantidad de él. En ocasiones, puede llegar a estar tan dañado que no podrás teñirte más el cabello procesado de forma que esté del mismo color que tus raíces. Debes evitar conservar el cabello de aspecto dañado tan solo porque quieras tenerlo largo.
    • Si te cortas el cabello, esto ayudará a que la transición a tu cabello natural sea más rápida.
  3. Teñirte el cabello les pasa factura a los folículos, por lo que debes evitar todo aquello que continúe haciendo que tu cabello se seque (por ejemplo, peinarte utilizando herramientas con calor o aplicarte champú con demasiada frecuencia).
    • Después de ducharte, deja que tu cabello se seque al aire.
    • Una vez por semana, realízate un tratamiento de acondicionamiento profundo para que se conserve la humedad.
  4. Después de que recuperes tu cabello natural, no debes volver a usar químicos fuertes como si nada hubiera pasado. Incluso el tinte semipermanente para el cabello y los productos tonificantes obstruirán los folículos capilares y dañarán tu cabello natural. No olvides que los productos iluminadores no son para nada naturales y te ocasionarán daños.
    • Los productos iluminadores te aclaran el cabello sin que tengas que usar un decolorante, pero de todas formas cambian los folículos del cabello. Asimismo, crearán una diferencia visible en el tono de tu cabello cuando empiecen a crecerte las raíces y estas tengan un color más oscuro.
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Advertencias

  • La vitamina A es esencial para el cabello saludable, pero de todas formas debes consumirla con cuidado. El exceso de vitamina A puede ser tóxico y, de hecho, conllevar la caída del cabello. Solo debes consumir un máximo de 25 000 UI al día, ya sea mediante suplementos, en tu dieta o con una combinación de ambos. [13]
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