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Incluso desde los tiempos de los pizarrones de tizas, los estudiantes han tenido dificultades para mantener su concentración y compostura durante todo el año escolar. Afortunadamente, hay muchísimos pasos que puedes seguir para hacer que un año escolar pase más rápido e incluso aprender adecuadamente en el camino. En general, tendrás que esforzarte bastante para participar más en tus clases e identificar los problemas que podrían impedirte tener experiencias positivas en la escuela.

Método 1
Método 1 de 4:

Estimular tu cerebro

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  1. Incluso cuando una clase es muy aburrida, puedes convencer literalmente a tu cerebro, al menos hasta cierto grado, de que te diviertes. Suena muy bueno como para ser cierto, pero pruébalo. Solo piensa “Oye, en realidad me interesa este material. Comienzo a disfrutar realmente esta clase”. [1]
    • Lo creas o no, el dicho antiguo que indica que el tiempo vuela cuando te diviertes es en realidad respaldado por cómo funciona tu cerebro.
    • De esta forma, repite para ti que te diviertes, incluso si admites que no te regocijas, para hacer que parezca como si el tiempo pasara más rápidamente.
  2. Por más simple que suene, cambiar tu perspectiva visual del mundo te ayudará a hacer que tu tiempo pase más rápidamente porque toda la nueva información ocupará tu mente. Incluso el mismo salón de clase se verá completamente diferente desde un ángulo nuevo. Tu cerebro monitoreará la nueva información sin siquiera pensarlo, lo que hará que el tiempo pase más rápido. [2]
    • La novedad puede ser una herramienta poderosa que te ayude a encontrar alegría en lo que haces, lo cual a su vez puede hacer que el tiempo pase volando. Es fácil quedarte atrapado en la rutina durante el año escolar, pero encontrar incluso pequeños estímulos nuevos puede ayudarte a salir de esa rutina.
  3. Un método alternativo para tomar apuntes es otra manera de brindarle estimulación a tu cerebro. Esto también es muy constructivo, ya que pensarás en cómo organizar el material académico que se enseña. Trata de tomar apuntes en viñetas, párrafos cortos o incluso con dibujos pequeños y relevantes con cierta frecuencia, y cíñete a lo que disfrutes. [3]
    • Cuando consideres cómo tomar apuntes de manera diferente, pregúntate “¿Cómo puedo transmitir esta información de una manera más interesante, pero igual de precisa?”.
  4. Desafiarnos con labores específicas incrementa la energía y la emoción con la que las emprendemos. Esto funciona mucho mejor cuando el desafío tiene un poco de drama incorporado. Para intensificar tu propio nivel de concentración, imagínate una situación rápida en la que debes realizar la labor de concentrarte por completo, ¡o si no...! [4]
    • Por ejemplo, finge que el profesor es un hombre lobo, pero solo se transforma en una bestia que echa espuma por la boca cuando ve que los ojos de los estudiantes se nublan. Ha habido desapariciones misteriosas en su clase todos los años. ¿Tu clase puede ser la única que salga sana y salva con todo el conocimiento de las lecciones brindadas por el profesor?
    • Desafíate a lograr labores específicas. Si sueles ser un estudiante callado, ten el objetivo de participar verbalmente en la próxima clase. Si sueles terminar tu trabajo en clase rápidamente, fíjate si puedes realizar algo con otro estudiante que no haya terminado.
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Método 2
Método 2 de 4:

Aprovechar las oportunidades divertidas

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  1. Haz alguna actividad física entre las clases o en el receso. Tus descansos serán muy beneficiosos si pasas de tu cerebro a tu cuerpo en varios instantes durante el día. Esto ayudará a deshacerte de la incomodidad que sientes por estar sentado y rejuvenecer tu mente para que aprenda constantemente. [5]
    • Incluso si es por cinco minutos, encuentra una esquina donde puedas estirarte o hacer algunas poses de yoga.
    • Haz que tu corazón se acelere al hacer 10 flexiones y 20 tijeras.
  2. Trata a tus fines de semanas como descansos de la escuela. A pesar de que es posible que tengas que ponerte al día con algunas de tus tareas, no dejes que las responsabilidades escolares dominen tu fin de semana. De lo contrario, las semanas solo seguirán durando mucho tiempo. Planifica algo divertido. Dentro de lo posible, realiza una actividad física cada fin de semana.
    • Invita a los estudiantes con los que no sueles pasar el tiempo para que se unan a hacer actividades grupales. Es posible que termines conociendo a un nuevo amigo, un nuevo compañero de estudio, ¡o ambos!
  3. Una manera de asegurarte de siempre hacer cosas y socializar es aprovechar las oportunidades extracurriculares que la escuela ofrece. Únete a un equipo deportivo como una manera muy divertida de conocer amigos, mantenerte saludable y ocupar tu tiempo constructivamente.
    • Otra opción excelente es unirte a la banda escolar. La habilidad de tocar un instrumento podría ser una actividad que disfrutes hacer el resto de tu vida. Además, hay algo muy divertido en las personas que forman parte de una banda.
    • Otra opción, en caso esté disponible, es un club de teatro. La actuación puede prepararte para hablar en público o para presentación. Además, puede ser una excelente forma de probar algo nuevo.
    • Desafíate a encontrar una actividad fuera de tu zona de confort. Busca nuevas oportunidades para crecer o a nuevas personas que te ayuden a hacer que el año escolar sea divertido e interesante.
  4. Al menos, ten el objetivo de saludar a los otros estudiantes en el corredor. Otro truco para divertirte más y ser más social en la escuela es aprovechar las fechas festivas bobas u otras oportunidades para añadirle algo de diversión al día.
    • Si una de tus clases realizará un evento especial, o si tu escuela organizará algún tipo de velada, vístete apropiadamente.
    • Engalanarse no es solo más divertido de lo que piensas, sino que te colocará firmemente dentro de la multitud divertida en la escuela.
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Método 3
Método 3 de 4:

Participar más en tus clases

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  1. Al ser un estudiante, tu responsabilidad más importante es aprender el material académico que tus clases cubren. El simple hecho de tomar en serio tus clases no solo ayuda a que el año escolar pase más rápido, sino que también es importante recordar por qué estás en la escuela en primer lugar. [6]
    • Hacerte recordar tu responsabilidad como estudiante te motivará a presentarte con preparación a tus clases y con voluntad para aprender.
    • Si tu mente comienza a divagar durante clases, piensa “Ahora, la mejor acción que puedo hacer es prestar atención”.
  2. Escuchar por completo te ayudará a comprender mejor el material académico y también podría incrementar tu interés en las clases. A medida que escuches, toma apuntes acerca de las cosas que te parezcan interesantes o que no comprendas por completo y piensa en las preguntas que podrías tener. [7]
    • Si hay algo que no te queda claro, levanta la mano y pregunta al respecto. Ten en cuenta que otros estudiantes también podrían beneficiarse de la pregunta que tienes.
  3. No tienes que ser el preferido de los profesores para llevarte bien con ellos. Si te aburres en cierta clase y no puedes evitar pensar en otras cosas que no guardan relación con la clase, habla con tu profesor al respecto. ¡Recuerda que tu profesor también fue alguna vez un estudiante! [8]
    • Pide hablar con tu profesor después de clases. Infórmale cómo te sientes.
    • Di “Tengo dificultades para realizar el material académico del curso y me pregunto si tiene algún consejo que brindarme”.
    • ¡Pregúntale a tu profesor acerca de lo que le interesa del tema que enseña!
  4. Piensa en las maneras en las que puedes actuar de manera diferente durante las clases dificultosas o aburridas. El hecho es que no siempre disfrutarás de cada clase o profesor. Sin embargo, puedes encontrar algo acerca de cada clase o profesor del que puedes aprender. Tómate un momento para preguntarte “¿Qué puedo aprender de esta clase?”. [9]
    • Averigua si un profesor es más interesante cuando le hablas si suele ser un poco aburrido durante la clase. Incluso, es posible que sepa mucho acerca de un tema que te interese.
  5. Si tienes dificultades en cierta clase o si simplemente no la disfrutas, habla con otros estudiantes a quienes les va bien aparentemente o que están interesados en el material académico. Incluso, puedes pedirles consejos. Por ejemplo, pregúntales cómo se enfrentan a las ideas que no comprenden al principio o qué utilizan para ayudarse con las tareas de esa clase en particular. [10]
    • De igual forma, escucha las preguntas que hacen tus compañeros de clases.
    • Incluso si crees que entiendes la lección, los comentarios de tus compañeros de clases podrían hacerte verla de una manera más interesante.
  6. Establécete metas o fechas límites específicas y decide los pasos específicos que tomarás para cumplirlas. Por ejemplo, si sabes que tienes un proyecto que entregar el viernes, comienza a trabajarlo el fin de semana anterior y piensa en algunas maneras en las que puedes mejorarlo a principios de la semana. [11]
    • Planificar con anticipación te ayuda a completar deberes específicos y lograr metas más generales.
    • Evita posponer hacer la tarea o estudiar. Esto añadirá estrés en tu vida y terminará conduciéndote a que obtengas calificaciones bajas.
    • Trata de utilizar un calendario o un planificador de días para ayudarte a mantener la organización de tus deberes y tus pensamientos acerca de lo que tienes que hacer y el tiempo para hacerlo. ¡Organizar mejor tu tiempo ayudará a que este pase más rápido!
  7. Los días escolares pueden durar mucho algunas veces, ¡en parte porque es todo un día! Lo creas o no, incluso el cerebro de los adultos solo puede concentrarse por un período de tiempo sorprendentemente corto. Tómate algunos minutos para hacer algo divertido o incluso solo para descansar calmadamente, ya sea que lo hagas entre clases o deberes escolares. [12]
    • Si te levantas, camina, actividad que puede ser una forma muy buena para estirar el cuerpo y prepararte para otra sesión escolar que requiera que te concentres. No te permitas distraerte por tu teléfono o la televisión, ya que estos dispositivos harán que sea más difícil que te vuelvas a concentrar en lo que tratas de aprender.
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Método 4
Método 4 de 4:

Identificar los problemas y conseguir ayuda

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  1. Desde luego, están las tareas y los minitraumas diarios debidos a interactuar con otros seres humanos en desarrollo. Sin embargo, debes ser capaz de disfrutar de la escuela la mayoría del tiempo. Si temes a la escuela o si la percibes como una tortura todo el día durante todos los días, es posible que haya una razón para que te sientas así. El primer paso para tratar estos sentimientos es identificar de dónde provienen. [13]
    • Pregúntate si hay ciertas personas a las que no quieras ver, lo que podría incluir a otros estudiantes que no te tratan bien o a un profesor que es impaciente contigo.
    • Considera si sientes estrés por la escuela, incluidas las clases y las tareas.
  2. Si una asignatura es muy dificultosa para ti o si sientes que te retrasas en comparación con tus compañeros de clases, es posible que comiences a preocuparte o estresarte. De tal forma, es posible que te resulte más difícil concentrarte. Asimismo, es posible que tu cuerpo se vea afectado negativamente por el estrés, lo que hace que sea más dificultoso concentrarte en la escuela, y mucho menos disfrutarlo. [14]
    • Para comenzar a identificar las cosas específicas que te estresan, haz una lista de lo que no disfrutas de la escuela.
    • Incluye los aspectos sociales y académicos en esta lista de cosas negativas.
  3. Eres capaz de cambiar algunas de las situaciones que podrían hacerte temer a la escuela. Haz una lista de todas las cosas que disfrutas para hacerte recordar que la escuela no es completamente mala. Luego, retoma la lista de las cosas negativas y planifica cómo mejorar tu situación en cuanto a cada una de ellas. [15]
    • Si muchos de los aspectos negativos guardan relación con una asignatura o una clase en particular, haz un plan para hablar con el profesor necesario y comparte el hecho de que tienes dificultades con el material académico.
    • Si los aspectos negativos de la lista suelen guardar más relación con las personas, reconoce que quizás necesites obtener ayuda para tratar tu habilidad de sentir comodidad en la escuela.
  4. Cuando experimentas fatiga por crecer, la escuela puede ser dificultosa. Además, cuando te ocupas de la escuela, crecer puede acarrear algunas dificultades. Afortunadamente, hay personas que se preocupan por ti y que estarán felices de ayudarte. [16]
    • Habla con alguien. Es muy posible que otra persona haya enfrentado desafíos similares en su vida y los haya superado, ya sea que se trate de un hermano mayor, uno de tus padres, otro pariente o un consejero escolar.
  5. Los consejeros escolares están capacitados específicamente para brindar ayuda, y es su trabajo hacerlo. Nunca dudes de hablar con un consejero escolar acerca de cualquier tema, en especial si otros estudiantes o cierto profesor te tratan mal. [17]
    • Si no tienes la seguridad de reunirte con un consejero porque no sabes cómo transmitir lo que sientes a diario, escribe tus sentimientos. Esto te ayudará a organizar tus pensamientos y a identificar de lo que te podrías beneficiar al hablar con este profesional.
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