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¿El perro de tu vecino no te deja dormir toda la noche? Es momento de tomar cartas en el asunto. La forma más rápida y mejor de ponerle fin al ruido suele ser hablar con tu vecino cara a cara para encontrar una buena solución. Si no surte efecto, involucra a las fuerzas del orden público para que te resuelvan el problema. Mientras tanto, podrías usar un silbato para perros u otro método para ayudar a mantener callado al perro.

Método 1
Método 1 de 2:

Avisarle a tu vecino del problema

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  1. Muchas personas pasan directamente a tomar medidas drásticas en lugar de tan solo hablar con su vecino sobre sus inquietudes. A menos que no te lleves bien con él, la mejor forma de resolver este problema suele ser simplemente hablar con él al respecto. Podrías abordarlo de una forma casual la próxima vez que lo veas afuera o escribirle una nota para pedirle que fijen un momento para hablar. [1]
    • En esta etapa, tu tono debe ser amistoso y respetuoso pero firme. Evita hacer amenazas legales. Es posible que tengas que hacerlo más adelante pero, por el momento, haz el intento de que las cosas permanezcan civilizadas.
    • Asume que tu vecino no está al tanto del problema. Di algo como "Sé que te gustaría saber que podemos oír los ladridos de Sadie por la noche, sobre todo porque nuestro dormitorio mira hacia tu jardín".
    • Explica que los ladridos tienen un efecto negativo para dormir, tu concentración, etc., y que quieres encontrar una buena solución.
    • Agradécele a tu vecino por escucharte y hacer un cambio. En su mayoría, los vecinos considerados harán su mejor esfuerzo por hacer acomodaciones para ti de inmediato.
  2. Quizás tu vecino esté muy al tanto del problema pero no esté seguro sobre cómo lograr que su perro deje de ladrar . Si estás bastante seguro de que sabes cuál es el problema, no tiene nada de malo que hagas sugerencias. Esto es de particular eficacia si también tienes un perro. Pueden compadecerse sobre lo difícil que puede ser lograr que un perro deje de ladrar. Estos son algunos problemas comunes que podrías mencionar:
    • Los perros que permanecen afuera suelen ladrar de aburrimiento. Esto aplica sobre todo para las razas energéticas, como los pastores alemanes, los terriers (incluyendo los pit bulls) y los perros guardianes (por ejemplo, los dóberman y los rottweiler). Sugiere que el perro necesita hacer más ejercicio. [2]
    • Algunos perros son muy excitables y nerviosos y ladran a todo lo que pasa. El entrenamiento de obediencia puede ser de mucha ayuda. Quizás debas darle los nombres de unas cuantas escuelas de entrenamiento con buenas calificaciones en la zona.
    • Asimismo, los perros ladran cuando tienen demasiado frío o calor. Muchas personas tienen la idea equivocada de que el pelaje de un perro lo mantiene abrigado en temperaturas bajo cero, pero no es así a menos que el perro sea un husky. Si has visto que su perro tirita o tiene un aspecto desdichado en el calor del día, dile a tu vecino que quizás su perro ladra porque está incómodo.
  3. No esperes que tu vecino detenga todos los ladridos sino, en cambio, quizás sea más factible que acuerden una solución práctica que les funcione a los dos. Estas son algunas soluciones que podrían ser relevantes. Puedes adaptarlas a tu situación según sea necesario: [3]
    • Averigua si tu vecino accedería a llevar al perro adentro a determinadas horas (por ejemplo, entre las 10 p. m. y las 7 a. m.) o cuando haya muchos detonantes para los ladridos (por ejemplo, cuando los niños regresan caminando de la escuela).
    • Si los ladridos durante el día constituyen un problema porque el perro se queda afuera, averigua si tu vecino accedería a instalar una caseta para el perro en donde pueda resguardarse durante el día. Hablen sobre una determinada fecha para la cual deba haberse instalado.
    • Si el perro tiene un problema de comportamiento y tu vecino está de acuerdo con que debe abordarse, averigua si establecería una fecha determinada para la cual el perro vaya a empezar a asistir a clases de obediencia.
  4. Si ladra cada vez que ve movimiento, podría ser de ayuda bloquearle la vista. Incrementa la altura de tu cerca o cierra las zonas en donde el perro vea movimiento. Si lo alteran tus gatos u otras mascotas cuando se mueven en el jardín por la noche, quizás esto baste para callar al perro.
    • Haz el intento de ver las cosas desde la perspectiva del perro cuando esté afuera. Fíjate si hay algo afuera en particular a lo que le ladre (por ejemplo, conejos, ardillas, otro perro u otra cosa que lo moleste). Luego, considera si hay alguna forma de reducir este detonante.
    • Fíjate si tu vecino puede colocar algo que le bloquee la vista al perro en los lados de su jardín que no se encuentren en tu propiedad.
  5. Si tu vecino ignora tus solicitudes o no hace cambios después de que se lo hayas pedido cortésmente, puede serte de ayuda involucrar a los vecinos. Habla con otras personas que vivan cerca para fijarte si el perro tampoco las deja dormir. Luego, pueden volver a hablar con tu vecino en grupo. Esta vez, es probable que sus solicitudes se tomen en serio.
    • Si no quieres atacar en grupo a tu vecino, pídeles a los demás vecinos que se pongan en contacto con él de manera individual. Esto evitará que se sienta intimidado.
    • En el mejor de los casos, los vecinos podrán juntar cabezas para idear una buena solución que no haga que nadie se sienta excluido. Sin embargo, si el dueño del perro no es receptivo y los ladridos continúan sin restricciones, quizás sea necesario que cambies de táctica e involucres a las autoridades. [4]
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Método 2
Método 2 de 2:

Comunicarte con las fuerzas del orden público

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  1. Busca en línea los códigos, estatutos o legislaciones sobre perros de tu ciudad o pueblo. Es posible que haya un código en contra de las mascotas indisciplinadas o los ladridos incesantes por las noches. En muchos lugares hay legislaciones o normas que se enfocan específicamente en los perros o el ruido. Es posible que también haya un código que abarque el ignorar las solicitudes de los vecinos.
    • Los centros del vecindario o de disputas civiles suelen elaborar informes cortos sobre problemas caninos, ya que son quejas bastante comunes. Fíjate si ya se ha establecido un precedente en tu vecindario.
    • Quizás debas compartir tus hallazgos con tu vecino para darle una última oportunidad de cambiar antes de llamar a las autoridades. Si estás bastante seguro de que no funcionará, pasa directamente al siguiente paso.
  2. Averigua a qué municipalidad o ayuntamiento u otra autoridad relevante debes llamar para poder presentar un informe sobre tus vecinos en cuanto a una queja por ruido. Las autoridades hablarán con el dueño del perro y evaluarán la situación. Por lo general, te informarán sobre el resultado. Si nada cambia, vuelve a llamar en unos días.
    • Quizás debas preguntar si existe la opción de permanecer anónimo al presentar el informe. Algunas veces, es posible que este no sea un problema para ti, sobre todo si está claro como el agua que eres tú quien hace la acusación debido a tus intentos anteriores. Sin embargo, si hay varios vecinos molestos, quizás te sea de ayuda mantener el anonimato para evitar las represalias de cualquier tipo.
    • Algunas jurisdicciones actuarán sobre las quejas anónimas, en tanto que, para otras, deberás dar tu nombre y dirección, aunque no se lo revelarán al vecino de quien te hayas quejado. Revisa si presentar una queja es público o privado antes de hacerlo.
  3. Si consideras que los ladridos se deben al descuido u otro tipo de abuso, tienes derecho de llamar al control de animales. Si el perro está sufriendo un abuso grave, se le confiscará a su dueño aunque, en la mayoría de los casos, el control de animales no se llevará al perro. En cambio, acudirán a evaluar la situación y tratarán de educar a los dueños en cuanto a la forma adecuada de cuidar de un perro.
    • Si el perro se queda afuera en el calor o el frío extremos, esto se consideraría un buen motivo para llamar al control de animales.
    • Si el perro tiene un aspecto desnutrido o deshidratado, puedes llamar al control de animales.
  4. Si las autoridades reciben varias llamadas sobre el mismo dueño, será más probable que tomen cartas en el asunto con rapidez. La fuerza definitivamente está en los números en este caso, así que reúne a tantas personas como te sea posible para remediar la situación. [5]
  5. Incluso después de que se involucren las autoridades, algunos dueños testarudos no cumplirán con las solicitudes para hacer callar al perro. Si nada más funciona, puedes demandarlo por molestias en un proceso monitorio. El objetivo será plantear un caso de que los ladridos del perro evitan que disfrutes de tu propia casa. [6] Si ganas, el dueño del perro tendrá que pagar una pequeña suma de dinero. Haz lo siguiente para prepararte para demandar:
    • Haz el intento de negociar con tu vecino de forma que puedas demostrarle al juez que te esforzaste.
    • Determina el monto por el que quieras demandar. Un abogado puede ayudarte a establecer una cantidad monetaria.
    • Reúne testigos y otras pruebas (por ejemplo, fotos o grabaciones).
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Consejos

  • Evita culpar al animal sino culpa al dueño por no entrenar al perro. Esto dificulta las cosas para todos los involucrados, incluyendo el perro.
  • Si tu vecino alquila la casa donde vive, llama al casero.
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Advertencias

  • Bajo ninguna circunstancia debes dispararle al animal ni lastimarlo de otro modo. Lastimar a los animales va contra la ley.
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