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Aparear a los perros no es algo tan sencillo como juntarlos y dejar que lo hagan. Es más, esta es una actividad costosa que toma tiempo. Solo debes aparear a tu perro si crees que mejorarás la raza y si podrás conservar a todos los cachorros en caso de no encontrarles un hogar adecuado. [1] Antes de aparear a tu perro, cerciórate de contar con toda la información necesaria para tomar decisiones responsables.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Cerciorarte de que tu perro sea apropiado para la reproducción

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  1. Tal como las personas, los perros deben alcanzar la madurez sexual biológica para poder reproducirse sin poner en riesgo su salud. Esto es esencial en particular para las perras, ya que su salud podría estar en peligro si su cuerpo no está preparado para un embarazo.
    • Los perros machos deben tener como mínimo un año y medio de edad para poder aparearse. Las perras deben encontrarse en su segundo o tercer ciclo de celo.
  2. Si apareas a una perra que tiene un cuerpo demasiado viejo para el embarazo, esto puede generar el mismo peligro (para la madre y los cachorros) que una reproducción temprana. Existe cierta discrepancia entre los criadores con respecto a la edad que debería considerarse muy avanzada. En general, no debes aparear a una perra mayor de 4 años, en particular si pertenece a una raza grande que cuenta con una menor esperanza de vida. Aún si tienes a una perra de raza mediana o pequeña, debes reflexionar muy bien si vas a aparear a una perra vieja. No obstante, debes ser extremadamente cuidadoso si tu perra tiene de 4 a 6 años de edad. Si tiene 7 años, definitivamente es demasiado vieja, incluso si pertenece a una raza pequeña.
  3. Para aparear a tu perro, primero debes conocer las condiciones hereditarias que predominan en su raza. Por ejemplo, el border collie, el briard, el sheltie y el collie de pelo largo corren un mayor riesgo de sufrir problemas hereditarios en la vista. [2] En los EE.UU., la American College of Veterinary Ophthalmologists puede evaluar a tu mascota antes de aparearla. [3] Si ellos determinan que el perro está saludable, podrás registrarlo en la Canine Eye Registration Foundation.
    • No importa lo enérgico y saludable que luzca tu perro, toda raza cuenta con riesgos en la salud que son genéticos. Por ejemplo, el lhasa apso es propenso a sufrir de hernias inguinales y enfermedades renales, mientras que el pastor alemán es vulnerable a la displasia de cadera. [4]
    • Asimismo, debes averiguar cuál es el linaje determinado de tu perro. No debes reproducir a tu perro si cuenta con problemas determinados que pueden identificarse en el historial clínico de su linaje. [5]
  4. Esta afecta mayormente a los perros de estos tamaños, pero también puede afectar a los de raza pequeña, como el cocker spaniel. Es probable que algunos perros no muestren síntomas de esta condición, pero a pesar de ello no deben aparearse si presentan este problema. [6]
    • La displasia de cadera consiste en el deterioro de la articulación de la cadera, por lo que la cavidad de la cadera se establece a muy poca profundidad en el extremo del fémur. Esta condición puede provocar artritis, destruir el cartílago y generar un dolor intenso. Los criadores no deben omitir esta característica.
    • Un radiólogo se encargará de tomarle una radiografía a las caderas de tu perro. Esto solo puede realizarse cuando los huesos del perro han alcanzado la madurez, después de los 2 años de edad.
    • Se le administrará anestesia general a tu perro para que no se mueva durante la radiografía.
    • Luego, las radiografías se envían a un grupo independiente de expertos que “califican” las características de las caderas. A menor puntuación, mayor será la salud de las articulaciones. Solo se debe reproducir a los animales con puntuaciones bajas.
  5. Esta condición afecta a las rodillas y hace que la rótula del perro se mueva de su lugar y mantenga la pierna firme. En comparación con los perros grandes, los pequeños son más vulnerables a sufrir de este problema.
    • El diagnóstico de esta condición es sencillo y puede corregirse con una cirugía. A pesar de ello, no se debe reproducir a ningún perro con luxación patelar, ya que esta condición es hereditaria.
  6. Puedes tener dificultades para determinar si un animal no puede oírte o si está ignorándote. El examen BAER (respuesta auditiva provocada del tronco encefálico) mide la actividad eléctrica en el oído. [7] Si un perro no aprueba este examen, sabrás con total certeza que transmitirá la sordera a través de sus genes. Nunca se debe reproducir a estos animales.
  7. Muchos perros presentan condiciones cardiacas relacionadas con su raza. Por ejemplo, los bóxer corren el riesgo de sufrir de estenosis subaórtica, y los cavalier king charles spaniel pueden sufrir de una enfermedad en la válvula mitral. [8] Es probable que el veterinario le tome una ecografía a tu perro para detectar posibles problemas. Todo signo de alerta descartará a tu perro para la reproducción.
  8. Muchas razas comunes cuentan con exámenes específicos para el temperamento, como la evaluación de aptitud para el trabajo (working aptitude evaluation) en los dóberman. [9] En los EE.UU., también puedes recurrir al examen Canine good citizen, el cual admite a todos los perros y evalúa el temperamento y el nivel de entrenamiento de los mismos. Therapy Dogs International y otros clubs de perros de terapia cuentan con exámenes de temperamento que aíslan el temperamento real del entrenamiento. [10]
    • No debes reproducir a tu perro si tiene problemas de temperamento, como mostrarse cauteloso cerca de las personas, ser demasiado agresivo, estar nervioso o morder a causa del miedo. No debes reproducirlo incluso si es tímido o sumiso.
    • Debes reproducir a un perro que luzca feliz, seguro y obediente cerca de animales y personas.
  9. La brucelosis consiste en una infección bacteriana que, con el tiempo, genera esterilidad en ambos sexos. Asimismo, puede provocar el aborto de una camada de cachorros o la muerte poco después del parto. [11]
    • La brucelosis suele transmitirse a través de las relaciones sexuales. No obstante, toda una perrera puede infectarse mediante el contacto con las secreciones.
    • En ocasiones, la brucelosis puede transmitirse a las personas mediante la orina o las heces del perro.
    • Los perros machos deben evaluarse cada 6 meses. Si obtienen un resultado positivo, se les debe castrar o brindarles tratamiento y solo reproducirlos luego de obtener 3 resultados negativos consecutivos.
    • No obstante, debes recordar que un perro macho que haya sufrido de brucelosis podría ser infértil en el futuro; por ello, las probabilidades de que se aparee con éxito disminuirán.
  10. [12] Cerciórate de que tu perro y su posible pareja cuenten con una buena salud antes de aparearse, y no dudes en solicitarle los registros clínicos del otro perro a su dueño. Un criador responsable intentará mejorar la raza, no transmitir los defectos genéticos que generarán problemas de salud en la próxima generación. La hembra debe contar con una buena salud para tolerar las tensiones y las exigencias de un embarazo. Entre los signos que indican una buena salud tenemos a los siguientes:
    • La hembra cuenta con un cuerpo y un peso ideales para su raza. Debes poder sentir sus costillas pero sin verlas, y la línea de su cintura debe ser visible. El sobrepeso genera un riesgo de sufrir complicaciones en el parto. Asimismo, si tiene un peso insuficiente, tendrá dificultades para proporcionarle nutrientes a los cachorros.
    • Algunos de los signos generales que revelan una buena salud son un pelaje brillante, ojos brillantes, ausencia de olor corporal y ojos, nariz y orejas sin secreciones. Debe poder ejercitarse sin toser y no debe vomitar ni sufrir de diarrea.
    • Las vacunas de ambos perros deben estar al día.
    • Recuerda que, por lo general, el dueño del macho no se encarga de ningún costo y puede elegir a los cachorros de la camada, como forma de pago. El dueño de la hembra obtiene ingresos al vender a los cachorros restantes, pero se encarga de pagar todos los costos veterinarios y de albergue. [13]
Parte 2
Parte 2 de 3:

Cerciorarte de que la hembra se encuentre en la etapa correcta del ciclo reproductivo

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  1. Al alcanzar la madurez sexual, las hembras empiezan a entrar en celo cuando están dispuestas a aparearse. Las perras entran en celo aproximadamente cada 6 meses. A esto se le denomina su “temporada” y tiene una duración aproximada de 21 a 35 días. Estos son los signos que indican que una perra está en celo: [14]
    • La perra gira la cola al costado cuando le rascas el trasero (dejando expuesta su abertura vaginal).
    • Su vulva se contrae o se hincha.
    • Su vagina emite descargas con sangre. Debes acudir al veterinario con urgencia si la descarga con sangre de la perra no se debe al celo, ya que esto puede ser un signo de una infección en el útero y pude ser grave.
  2. [15] Si una perra entra en celo, esto no significa que estará lista a nivel hormonal o psicológico para aparearse. El momento en el que estará más preparada para aceptar las relaciones sexuales y el embarazo será cuando ovule. Lo más probable es que la ovulación ocurra de 7 a 10 días después del inicio de su temporada; sin embargo, existe cierta variación entre cada perra. Algunas ovulan apenas llegan al tercer o cuarto día, mientras que otras lo hacen en el día 27. No obstante, la madre naturaleza es ingeniosa, y las hormonas que generan la ovulación también elevan el interés sexual en los machos. Por ello, la manera más adecuada de identificar que una perra está ovulando consiste en observar la manera en la que interactúa con su posible pareja.
    • Si ambos perros viven cerca el uno del otro, haz que la hembra lo visite cada 2 o 3 días. Debes estar alerta para identificar todo comportamiento que indique que ella está dispuesta a recibir su atención.
  3. [16] Si la pareja de tu perra vive bastante lejos, es poco lógico viajar cada 2 o 3 días para analizar su comportamiento cerca de él. Si es así, puedes hacer que un veterinario le realice una citología vaginal. Para empezar, el veterinario pasará un hisopo por la membrana mucosa de la vagina de la perra. Luego pasará el hisopo por el portaobjetos de un microscopio, lo dejará secar al aire y lo manchará para revisarlo con el microscopio.
    • Las células obtenidas del revestimiento de la vagina variarán según la etapa del ciclo en el que se encuentre la perra.
    • Las células que guardan relación con el estro o el celo son células grandes, rectangulares y sin núcleo, y también los residuos celulares. Lo más probable es que la perra esté dispuesta si la cantidad de glóbulos rojos disminuye pero estas células grandes sin núcleo están presentes.
    • Si el “momento ha transcurrido”, empezará a surgir un aumento de los glóbulos blancos, además de células con núcleo y glóbulos rojos.
  4. En lugar de realizar una citología vaginal, se puede llevar a cabo un análisis de sangre para identificar la ovulación, lo cual podría ser la opción preferida de muchos criadores. Los análisis de sangre miden los niveles de progesterona en el torrente sanguíneo de la perra y buscan identificar un aumento considerable que señale que está a punto de ovular.
    • Antes de la ovulación, los niveles de progesterona en la sangre suelen ser inferiores a los 2 ng (nanogramos). El aumento a 5 ng desencadena la ovulación y, luego de la misma, estos siguen elevándose, pudiendo alcanzar los 60 ng.
    • Si se desea identificar la ovulación, quizás se tenga que volver a realizar los análisis de sangre en intervalos de unos días. Para poder identificar esa señal importante de 5 ng para la ovulación, se debe empezar a tomar los análisis antes de la fecha esperada de ovulación. [17]
Parte 3
Parte 3 de 3:

Aparear a los perros

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  1. Con frecuencia, la inseminación artificial se emplea para fomentar el desarrollo de las características deseadas de las razas y eliminar las indeseadas. Esta suele usarse para preservar a las razas poco comunes y es una buena opción si la pareja más apropiada vive muy lejos. Se recolecta el esperma del macho, un veterinario revisa la actividad y la cantidad de los espermatozoides y luego la almacena. Esta puede refrigerarse si la inseminación ocurrirá en unas horas, o puede congelarse en nitrógeno líquido para conservarse por años. Luego se fecunda a la hembra; pero ten en cuenta que lo ideal es hacerlo cuando ovule. Luego se empleará una sonda de goma larga y suave para transferir el esperma a su aparato reproductor. Lo ideal es colocar el esperma cerca del cuello uterino, la cual es el área natural en la que la pareja lo depositaría.
    • Puedes adquirir kits de inseminación artificial en Internet o en las tiendas de mascotas. [18]
    • Recuerda que la inseminación artificial aún no cuenta con el mismo nivel de éxito que la reproducción natural. Ten en cuenta que el índice de éxito será de 65 a 85 %, teniendo mejores resultados con camadas pequeñas. [19]
  2. Si tu perra pertenece a una raza de pelo largo, su pelaje podría obstaculizar el proceso de apareamiento. Puedes afeitar el pelo debajo de la cola para cuidarla de esa posibilidad y evitar perder el tiempo en el periodo de ovulación, así elevarás las probabilidades de éxito.
  3. Un macho podría sentirse inseguro y distraerse si se le retira de su entorno habitual. A su vez, esto podría hacer que tenga dificultades para fecundar a la perra con éxito. Puedes evitar este problema arreglando un área para apareamiento en un lugar en el que se sienta cómodo. Debe ser un lugar cerrado y privado en el hogar del macho. Lo ideal es que sea en el exterior, en donde puedan reproducirse sin distraerse.
    • Por lo general, solo deben estar dos personas que los manipulen; de preferencia, el dueño del otro perro y tú. [20] No lleves a ningún desconocido que podría hacer que los perros se distraigan.
  4. No debes acelerar el proceso de apareamiento, deja que los perros se conozcan. Es probable que los perros requieran varias horas o días para sentirse cómodos el uno con el otro. El tiempo puede variar según la experiencia previa de apareamiento de un perro, su disposición y el momento en el que intente aparearse. [21] Podrías notar que los perros se llevan muy bien, pero “como amigos”. Si es así, es probable que la perra no esté ovulando y no esté lista para aparearse, o que no esté lista a nivel psicológico.
    • Lo último puede ocurrir en los perros que tienen un vínculo fuerte con sus dueños y se consideran más como una persona que como otro perro. Si es así, no los obligues a aparearse, ya que esto se asemeja a una violación canina.
    • Acepta que tu perra no está lista a nivel psicológico para aparearse. Si no ocurre nada a pesar de que a tu perra le agrade el perro macho, así serán las cosas.
  5. Nunca debes dejar solos a los perros, incluso si el proceso tarda mucho tiempo. Cuando apareas perros, lo más importante es garantizar su seguridad en todo momento. Mantenlos con su correa puesta y coloca un bozal delicado en la hembra, en particular si es virgen. Es probable que ataque al macho si no se siente receptiva.
    • Puedes hacer que los perros se sientan seguros o cómodos si les hablas empleando un tono de voz suave y alentador.
    • Nunca les grites si te frustras o te molestas a causa de los intentos fallidos por aparearlos.
  6. Un macho interesado olfateará el trasero de la hembra, y una hembra interesada levantará la cola para darle paso al perro. Asimismo, el macho lamerá la vulva de la hembra e intentará montarla si luce dispuesta y preparada. [22]
  7. Es probable que se emocione o se distraiga demasiado cuando el macho le demuestre su interés. Puedes mantenerla tranquila colocando su cabeza en la articulación de tu brazo y mantenla en posición parada con tus manos. Luego puedes cambiar su posición hasta que esté frente al macho.
    • La otra persona puede mantener su cola apartada.
  8. Luego de que el macho introduzca su pene, una parte del mismo llamada “bulbo del glande” se hinchará. [23] Este aumento del tamaño hará que el pene se atore en el interior de la vagina de la perra. Las perras cuentan con músculos del esfínter fuertes en la abertura de la vagina. Estos músculos se contraen alrededor del pene hinchado, lo que lo asegurará más en el interior de la vagina.
  9. [24] Esto ocurre cuando se dan vuelta y apuntan en dirección contraria mientras se aparean. El macho desplazará sus piernas delanteras por un lado de la hembra y, por lo general, levantará una pierna trasera y la colocará sobre el lomo de la perra, así ambos estarán parados con los traseros juntos. Así quedarán “unidos”, ya que la vagina de la hembra sujetará al pene del macho.
    • Este comportamiento es totalmente natural en el apareamiento. Los perros podrán mantenerse unidos por un largo tiempo. El tiempo promedio es de 15 a 45 minutos para la mayoría de las razas.
    • El proceso de apareamiento tarda como mínimo 20 minutos. Una teoría sobre esta posición unida es que esta tiene el objetivo de proteger a los perros contra los ataques en este periodo de vulnerabilidad. En la posición de montado original, el macho no puede ver su lomo y sus genitales quedan expuestos. Cuando los rostros y las mandíbulas de ambos perros apuntan al exterior, ellos cuentan con una magnífica defensa contra los posibles depredadores u otros perros que busquen aparearse con la hembra.
  10. Es probable que comunique su angustia en la primera parte de esta posición y que requiera más tranquilidad y contención. Siempre controla a una hembra cuando esté cansada, pues podría lastimar al macho o a sí misma. Es bastante peligroso que los perros intenten separarse antes de poder hacerlo a nivel físico; por ello, debes sostener y reconfortar a la hembra, así garantizarás que no se separen.
    • Una vez que el macho haya eyaculado, la hinchazón disminuirá y los músculos de la vagina de la hembra se relajarán. Luego los perros podrán separarse de manera segura.
  11. Ambos se separarán cuando disminuya la hinchazón del pene del macho y se aflojen los músculos del esfínter de la hembra. Lo mejor es no dejar que la hembra miccione por un tiempo aproximado de 15 minutos después del apareamiento. El dueño del macho debe hacerlo caminar hasta que su erección disminuya y su pene ya no sea visible.
  12. [25] Debes tratar de hacer que los perros vuelvan a aparearse dos días después del apareamiento inicial. Esto elevará la probabilidad de que el macho fecunde con éxito a la hembra. Volver a aparear a los perros es importante en particular si no sabes con certeza en qué momento ovula la hembra.

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