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Los perros saludables regulan su consumo de agua naturalmente. Si tienen sed toman suficiente agua para reabastecer el cuerpo. Por otro lado, los perros enfermos pueden no hacerlo y terminar deshidratados. Por lo tanto, si tu perro está enfermo, tendrás que supervisar atentamente su consumo de comida y de agua, y buscar una manera de asegurarte de que tome el agua que necesita.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Evaluar el consumo de agua del perro

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  1. Si un perro está enfermo, su conducta puede cambiar drásticamente. Presta atención a sus rutinas de comida y bebida, y trata de identificar cambios importantes. Debes detectar la deshidratación tempranamente, antes de que cause un problema médico adicional al perro.
  2. Dale una cantidad específica de agua y fíjate que tan rápido la toma. Aunque puede haber variaciones, en general cada perro requiere de 44 a 66 mililitros de agua por kilogramo de peso corporal (½ a 1 ½ onzas de agua por libra de peso corporal). [1] [2]
    • En otras palabras, un perro de 4,5 kilos (10 libras) debe tomar aproximadamente una taza de agua al día o un perro grande de 27 kilos (60 libras) debe tomar 2 litros (½ galón) de agua al día.
  3. Tendrás que tomar en cuenta algunas cosas al calcular las necesidades de agua del perro. En un lugar con clima cálido y húmedo, un perro tendrá que tomar más agua. Además, si el perro hace mucho ejercicio, necesitará más agua. Cuando un perro jadea para tranquilizarse, pierde más agua que cuando está en casa relajándose en un sofá.
    • Los perros en estas condiciones pueden necesitar el doble de la cantidad normal de agua.
  4. Algunas veces, tratar la enfermedad adecuadamente hará que el perro se sienta mejor y que tenga un apetito saludable de comida y de agua. En estos casos, la deshidratación generalmente se irá por sí sola.
    • Toma en cuenta que algunos medicamentos que se usan para tratar la insuficiencia cardíaca congestiva, como diuréticos, harán que controlar el consumo de agua del perro sea muy importante. Los diuréticos puede causar una deshidratación grave.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Aumentar el consumo de agua del perro

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  1. Trata de atraerlo amablemente a su tazón. Si tienes un perro que esté enfermo, hay una probabilidad de que no tenga mucho interés en comer o beber. En el caso de algunas enfermedades, como una simple molestia gastrointestinal en un perro que normalmente está saludable, eso no es demasiado preocupante. Siempre que el perro no pase mucho más de un día sin tomar agua, estará bien.
    • Si el perro se rehúsa a tomar agua después de un día, tendrás que consultar con un veterinario para obtener un diagnóstico de qué es lo que causa el problema.
  2. Por ejemplo, cambia la comida que come actualmente por una versión húmeda o enlatada. La comida enlatada tiene aproximadamente un 70 u 80 % de agua, mientras que la comida seca tiene alrededor del 10 %. [3]
    • También puedes añadir un caldo de carne bajo en sodio a la comida seca para perros o hacer una mezcla que tenga 50 % de agua.
  3. Trata de congelar el caldo de carne bajo en sodio en cubos de hielo usando una mezcla que tenga 50 % de agua. A algunos perros también les gusta comer cubos de hielo de agua sola.
    • Usa agua embotellada en vez de la del grifo. Algunas veces, las sustancias químicas que se usan para tratar el agua del grifo son desagradables para los perros.
    • Limpia el tazón de agua del perro con agua y jabón, y enjuágalo bien. Cambia el agua dos o tres veces al día botando el agua vieja y reemplazándola con agua fresca.
  4. Las fuentes para mascotas son una opción llamativa para muchos perros. Estos “bebederos” o “piletas” pueden mantener el agua ventilada y evitar que se vuelva desabrida.
    • Deja el grifo de la bañera goteando. Así se consigue el mismo resultado que el de una fuente para mascotas, aunque supone un poco de derroche.
    • Coloca tazones de agua en algunos lugares alrededor de la casa, sobre todo si el perro se cansa fácilmente o se le hace difícil moverse.
  5. Usando un paño limpio empapado en agua, coloca el objeto humedecido en el borde de la boca del perro. Pasarlo por las encías o la lengua del perro puede animarlo a tomar agua.
    • Usa una jeringa para darle agua al perro. Rocía el agua suavemente en la boca del perro para obligarlo a tragar aunque sea un poco.
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Consejos

  • Usa un cuaderno para anotar cuánta agua toma el perro en un día y cuántas veces orina. Esta medida puede ayudar al veterinario a determinar que tan exitoso es el tratamiento y si debe modificarse.
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Advertencias

  • Si el perro empieza a vomitar o tiene diarrea, ponte en contacto con un veterinario inmediatamente. No tomar suficiente agua puede conducir rápidamente al perro a la deshidratación y la muerte.
  • Los perros con diabetes y enfermedades renales son propensos a desequilibrios de agua en el cuerpo. Estos animales necesitan un control cuidadoso en casa bajo la dirección de un veterinario.
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